El visón europeo ( Mustela lutreola L., 1761). Nuestro mamífero más amenazado.
Jorge González-Esteban, Iñaki Irizar, Idoia Villate.

Hasta fechas recientes no se entendía la palabra visón si no la antecedían las palabras "abrigo de". Sin embargo, estos visones pertenecen a una especie bien distinta a la que hoy podemos encontrar en nuestros ríos. El primero, el de los abrigos, es el visón americano. El segundo, el que vive escondido en las orillas del Oka, el Arga o el Deba, es el visón europeo. Aunque cada día aumenta su popularidad y los conocimientos científicos acerca de su biología, este animal es sin duda uno de los mamíferos más desconocidos de nuestra fauna. Desgraciadamente, tal vez pase por la historia sin que hayamos llegado a conocerle. Y es que, desde que a mediados del siglo pasado comenzase a desaparecer en Europa Central, su área de distribución, que originariamente ocupaba gran parte de Europa Central, no ha dejado de reducirse. Los especialistas afirman hoy que esta especie puede considerarse como una de las más amenazadas de extinción, ya que las únicas poblaciones que podrían considerarse como viables subsisten en el sur de Francia y norte de la Península Ibérica.

Aunque no hay una explicación satisfactoria para el declive de la especie la mayoría de los investigadores coinciden en señalar que el impacto de la alteración del hábitat y la introducción del visón americano juegan un papel crucial.


- Alteración del hábitat
El área de campeo del visón europeo es lineal; está ligado a cursos y masas de agua y al terreno inmediato a éstos. Cabe pensar que cualquier cambio notable puede condicionar su presencia. De este modo el drenaje y canalización de los cauces, la alteración del nivel freático y la desaparición de la vegetación de las riberas han sido señalados como factores determinantes de su desaparición.
Otra manifestación de la alteración del hábitat, la contaminación de las aguas, ha sido apuntada como factor responsable del declive de las poblaciones de visón europeo. No se ha estudiado la influencia de la contaminación de los cursos de agua sobre esta especie, pero sí sobre el visón americano. Este animal es muy sensible al metilmercurio, a los PCBs y a los insecticidas organoclorados (DDT, DDE, dieldrine), siendo suficiente una pequeña concentración tisular para que su proceso reproductor se vea notablemente afectado.
El estado de conservación de nuestros ríos es dispar. Por un lado destacan por su buen estado los de la mitad norte de Navarra y las cabeceras de los ríos que vierten al Cantábrico, y en el extremo contrario el Ebro, el Zadorra y los tramos medios-bajos de los ríos cantabricos se encuentran sumamente alterados. No obstante, el visón muestra una aparente tolerancia al ocupar ríos característicos de ambos extremos.


- Introducción del visón americano
El visón americano llegó a Europa en los años 20. Hoy, producto de numerosas fugas y sueltas, es un animal común en gran parte del continente. El impacto negativo que supone para las poblaciones de visón europeo encuentra explicación en el hecho de que ambas especies ocupan nichos ecológicos idénticos y el mayor tamaño y la aparente mayor resistencia a las alteraciones del medio de la especie americana hacen que ésta sustituya a la europea.
En la década de los 80, se establecieron en nuestro territorio gran número de pequeñas granjas de visones. La mayor parte de ellas, por falta de condiciones apropiadas, no obtuvieron rendimiento económico y desaparecieron rápidamente. De las que se tiene referencia se puede señalar que no disponían de medidas de seguridad que impidiesen la fuga de visones y se tiene constancia de que alguna tras el cese de la actividad liberó a todos los animales. A pesar de haber ocurrido en fechas recientes resulta hoy imposible determinar el número de estas explotaciones y mucho menos conocer su evolución, dado que no estaban sometidas a seguimiento por parte de la Administración. Hoy tan solo un reducido número sigue funcionando. Como consecuencia de esta "irregular" actividad ganadera, actualmente se conoce la existencia de visones americanos asilvestrados en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa.

El visón europeo se encuentra incluido en el Anexo II del Convenio de Berna, lo que le califica como especie de fauna estrictamente protegida en el territorio de los estados firmantes e implica la necesidad de adoptar las medidas que sean apropiadas y necesarias para conservar la especie y proteger su hábitat. Por su parte, la Directiva 92/43 o Directiva de Hábitats lo recoge en los Anexos II y IV, calificando así al visón como especie de interés comunitario que requiere una protección estricta y para cuya conservación es necesario designar zonas especiales. Así mismo, ha sido incluido en la categoría de "En peligro" en la última versión de la lista roja de la IUCN.

En la Comunidad Autónoma Vasca la especie está incluida en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora, Silvestre y Marina (B.O.P.V nº 140, Decreto 167/1996, de 9 de julio) dentro de la categoría de especie Vulnerable. En este momento está pendiente la redacción de un Plan de Gestión para la especie en la C.A.P.V de acuerdo con lo estipulado en la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco (B.O.P.V. nº 142, Ley 16/1994, de 30 de junio). En Navarra la especie está incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas de Navarra (B.O.n. nº 156, Decreto Foral 563/1995, de 27 de noviembre) dentro de la categoría de especie Vulnerable. Recientemente se ha elaborado el Plan de Conservación del visón europeo en Navarra.
Cualquier pronóstico sobre la viabilidad o el futuro del visón europeo como especie salvaje ha de ser cauto, ya que la protección integral no es suficiente. La información que ofrece la literatura científica no permite calcular tamaños de población mínima viable, determinar áreas críticas, o elaborar modelos predictivos aplicables a la conservación en ninguna de las poblaciones actuales.

Conociendo las tendencias poblacionales decrecientes en zonas relativamente cercanas y con la información actualmente disponible, los pronósticos sobre viabilidad del visón europeo en nuestro territorio han de ser también muy cautos, ya que ocupa ambientes tan diferentes como los ríos y arroyos de la vertiente atlántica y los sotos del Ebro. Además únicamente en Navarra se ha realizado un muestreo sistemático e intensivo para determinar la distribución de la especie. Esos datos muestran su distribución en un momento dado pero no permiten pronosticar tendencias poblacionales, al no existir datos comparables de otras épocas. Por otra parte, algunos autores consideran el área de distribución actual como producto de una reciente expansión (fenómeno éste que cuenta hoy con escasos indicios que lo validen, pero cuya existencia no se puede descartar).

Nuestra legislación actual ampara de forma suficiente al visón europeo y a su hábitat. Sin embargo, para garantizar la supervivencia de la especie, es necesario que a la correcta aplicación de dichas leyes le acompañen el seguimiento periódico del estado de las poblaciones, un notable esfuerzo investigador que cubra las actuales carencias de conocimientos acerca de los distintos aspectos de la biología de la especie, la prohibición de instalar nuevas granjas de visón americano y la coordinación y cooperación entre los distintos organismos implicados.


Jorge González-Esteban, Iñaki Irizar e Idoia Villate, miembros de la Sección de Ciencias Naturales de EI-SEV.
 


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