Finalizada
en 1876 la III Guerra Carlista, el Gobierno español planteó
la necesidad de organizar las defensas de la frontera con Francia,
de San Sebastián y del puerto de Pasajes y -de paso- asegurarse
el dominio del territorio ante una posible intentona carlista.
Para estudiar esta cuestión se constituyeron entre 1876
y 1884 una serie de comisiones militares que determinaron diseñar
en el marco de la defensa pirenaica un campo atrincherado
en torno a Oiartzun.
El concepto de campo
atrincherado sustituyó al sistema defensivo basado
en Plazas fuertes, obsoleto ante la generalización de nuevas
técnicas de guerra, especialmente por el mayor alcance
y exactitud de tiro aportado por la artillería de ánima
rayada.
Un campo atrincherado
puede definirse como un conjunto de fortificaciones permanentes
artilladas (fuertes) situadas en ciertos puntos prominentes de
un territorio, que se flanquean mutuamente y apoyan a efectivos
militares que evolucionan en sus proximidades. Es decir, se ha
sustituido la Plaza fuerte, por un territorio más
o menos extenso que sirve de barrera a una posible invasión.
El proyecto del Campo
atrincherado estaba constituido por una primera línea de
fuertes próximos a la frontera francesa: Guadalupe, Jaizkibel,
Arkale, Belitz, Erlaiz y San Marcial, formando un arco en torno
a Oiartzun, Fuenterrabía e Irún. Una segunda línea
de fuertes se establecería con los de San Marcos y Txoritokieta.
Por problemas económicos sólo se llegaron a levantar
los de San Marcos (1888), Txoritokieta (1890) y Guadalupe (1900),
iniciándose las obras de excavación en Erlaitz.
Los citados fuertes
son similares a los levantados en Francia entre 1874 y 1885 por
el ingeniero francés Raymond Séré
de Rivières (1815-1885). Su técnica constructiva
y diseño cayeron muy pronto en la obsolescencia. Por una
parte los fuertes de este tipo fueron pensados y ubicados en función
de los posibles emplazamientos de la artillería enemiga,
pero no tuvieron en cuenta la posibilidad de ataques aéreos.
Por otra parte, la propia artillería evolucionó
rápidamente aumentando los calibres y las cadencias de
tiro y mejorando la munición. Así, frente a los
impactos de los nuevos y cada vez más poderosos "obuses-torpedo"
(1885) se oponían construcciones de mampostería
o de hormigón no armado, "blindados" por una cubierta de
unos dos metros de tierra o arena compactada que a duras penas
podían evitar sus demoledores efectos.
La dispersión
de las baterías (caso de los festen alemanes) y,
más tarde, el empleo masivo de hormigón especial
(h. 1895), de hormigón armado (h. 1910), de las campanas
de acero (ya muy extendidas en Europa para 1900) y la subterraneización
(líneas Maginot y Siegfried, en Francia y
Alemania respectivamente) fueron las soluciones aplicadas en Europa
que no tuvieron ya equivalentes en Guipúzcoa.
El fuerte de Nuestra
Señora de Guadalupe es el mayor de los tres que se
terminaron con la intención de constituir el Campo atrincherado
de Oiartzun (Oyarzun en la documentación de la época).
Está situado en el sector oriental del monte Jaizkibel
que forma parte del término municipal de Hondarribia (Fuenterrabía),
al NE del Santuario de Nuestra señora de Guadalupe, del
que toma la denominación.
El proyecto definitivo
fue formado por el Teniene Coronel de Ingenieros Juan Roca i Estades,
que tomó como referencia el anteproyecto realizado por
la Comisión encargada del estudio de la defensa del Pirineo
en Guipúzcoa.
Situado a 190 m de
altura, podía ser dominado con algún peligro únicamente
por la posición francesa de Biriatou y, con menor eficiencia,
por otras situadas a retaguardia de ésta. Otras posibilidades
de ataque eran las que podrían provenir de la toma del
monte Jaizkibel por parte del enemigo (donde también estaba
previsto la construcción de otro fuerte) o de los disparos
de artillería que pudieran realizar desde el mar los buques
hostiles. Del territorio guipuzcoano, en principio, no parecía
que podría sufrir ataque alguno, puesto que el resto de
las alturas próximas estarían ocupadas -al menos
en proyecto- con otros fuertes previstos dentro del Campo atrincherado.
En cualquier caso sería la primera fortificación
en entrar en combate en caso de una invasión francesa.
El fuerte está
constituido por tres obras, denominadas del Centro, de
la Derecha y de la Izquierda.
La
Obra del Centro dispone de un solo frente de 111 m de longitud.
Consta de un parapeto exterior de 8,5 m de espesor y 1,8
m de altura interior, que cae en talud exterior (en ocasiones
tallado en la roca natural) hacia el foso, reposando sobre
un muro de mampostería de 1,2 m. de alto sobre el que se
erguía una verja metálica de 3,5 m de altura.
El terraplén de combate (donde se situaban los cañones)
tiene una anchura de 6,5 m y en él podrían instalarse,
según el proyecto original, hasta 8 piezas de grueso calibre,
separadas en grupos de a dos por tres traveses-abrigo.
Debajo del través central se encuentra un almacén
de distribución de municiones para el servicio de las
piezas de esta obra, mientras que los traveses laterales cuentan
con pequeños repuestos para municiones. El talud interior
cae 1,5 m, en ángulo de 30º sobre un terraplén
de circulación de 3,5 m de anchura que está
en comunicación subterránea con la obra de la Izquierda
y, al descubierto, por medio de una escalera, con un patio alargado
al que se abre el citado almacén de distribución.
El patio está comunicado por medio de un túnel con
la Obra de la Derecha.
La Obra de la
Derecha se compone de tres frentes (Este, Nordeste y Norte)
y de una batería al descubierto (sur). Los frentes Este
y Nordeste y Batería del Sur, tienen su organización
interior análoga a la de la Obra del Centro pero, a diferencia
de ésta, cada pieza de artillería se situaría,
según el proyecto inicial, entre dos traveses, pudiendo
armarse con 11 piezas de grueso calibre.
Bajo el través
central del frente del Este se sitúa el almacén
de distribución de munición para el servicio de
todo el armamento al descubierto de esta Obra. En el interior
del resto de los traveses de la obra (excepto en el frente Norte)
existen bóvedas con triple función: abrigo para
los servidores de las piezas, repuesto de munición y (en
tiempo de paz) alojamiento de las piezas artilleras menores (cañones
de batalla), de ahí su amplitud.
| Patio
de la obra de la Derecha. Túnel al patio de la batería de
la obra del Centro. A su dcha. la rampa al terraplén de comunicación
del que parten pequeñas rampas a los asentamientos de cañones,
situados entre grandes traveses. |
El frente Norte (orientado
hacia el mar) tiene cota ligerametne más baja que los demás
y en él pueden instalarse 5 piezas de grueso calibre desenfiladas
mediante un través-abrigo dotado de un repuesto de munición.
No dispone de terraplén de circulación y su parapeto
tiene dos metros de anchura menos (8 m) que el del resto de los
frentes de la obra, que disponen de 10 m.
 | Batería
para cuatro obuses de 210 mm. Tiene forma curva y está
protegida por el blindaje superior del cuartel de Artillería
que tiene enfrente. |
La obra incorpora
bajo el través del frente Norte una batería acasamatada
de fuegos curvos con capacidad para 4 obuses de bronce de 21 cm
y su repuesto de municiones. Frente a la misma, separados por
un patio estrecho y alargado, de cota 1 metro por debajo de la
de la batería, se levanta un cuartel, de planta también
curva, con capacidad mínima de 88 artilleros. Su blindaje
térreo superior sirve de través para la citada batería.
A la izquierda del patio se abren los alojamientos para los oficiales
de artillería y una comunicación con la obra de
la izquierda.
Otro
patio, situado entre el frente del este y el cuartel, proporciona
la comunicación con los otros patios de la Obra, con las
otras obras y, mediante rampa, con el terraplén de combate
del frente Norte y con el terraplén de circulación
del resto de los frentes de la Obra. Dos poternas que también
parten del patio permiten la comunicación con la semicaponera
del Este y la caponera del Sureste.
En el lugar donde
se insertan dos traveses en escuadra se encuentra un asentamiento
diseñado para una o dos piezas de 150 mm al descubierto
donde, según el proyecto, podría llegar a colocarse
algún día (cosa que no se hizo) una cúpula
acorazada. En su proximidad se encuentra un segundo emplazamiento,
si bien no aparece en el proyecto original donde se instalaron
tardiamente piezas antiaéreas.
La Obra de la
Izquierda consta de tres frentes y una batería al descubierto.
Con relación a las otras dos obras destaca la presencia
de una galería abovedada cuya parte exterior conforma la
escarpa, abriéndose en ella grupos de 3 aspilleras (una
horizontal, dotada de cierre metálico, y dos verticales)
que contribuyen a la defensa del foso. A través de la citada
galería de escarpa se comunican la caponera del SW y la
media caponera del W.
| Galería
de escarpa de la obra de la Izquierda en la que se repiten
una serie de dos aspilleras verticales y una horizontal. |
En el frente Noroeste
se levanta una gran construcción rectangular a prueba de
bomba formada por tres plantas. La planta inferior sirve, a la
par que de alojamiento para 120 individuos de tropa, de continuación
de la galería aspillerada de escarpa (constituyendo un
sector ligeramente más ancho que el resto de la misma).
La planta intermedia tiene función de cuartel, con capacidad
para 276 hombres, disponiendo en su extremo oriental de un almacén
de distribución de municiones, comunicado con la planta
superior por medio de un montacargas. Esta última -al igual
que el cuartel inferior- está formada por nueve bóvedas.
De ellas, la parte meridional de las tres occidentales están
ocupadas por una batería de fuegos curvos destinada a ser
artillada con tres tres obuses de 21 cm que permiten el disparo
hacia el SW-SE. El resto de las bóvedas orientadas hacia
el SE están en reserva para ser artilladas en caso necesario
por piezas de 15 cm. En la parte de las bóvedas orientada
hacia el NW se abren cinco cañoneras, por las que otros
tantos cañones de 15 cm montados sobre marco bajo podrían
disparar hacia la mar, dejando cuatro bóvedas en reserva,
de forma que, en caso necesario, podrían abrirse en el
blindaje térreo exterior las correspondientes cañoneras.
Precede a esta construcción
por la parte del Sureste una gran máscara de tierra
sobre la que podía disparar sin problema la batería
de fuegos curvos. Para que los cañones (en reserva) orientados
hacia el sur pudieran disparar a través de la máscara
se proyectaron originariamente cañoneras-túneles.
Entre la máscara y el cuartel queda un patio alargado y
estrecho que facilita las comunicaciones. Bajo la máscara
se sitúan las cocinas y letrinas, con acceso desde el patio.
| Patio
principal de la obra de la Izquierda, ocupado en su diseño
inicial por el pabellón del gobernador, de oficiales
y almacenes. A él llega el túnel de entrada
y salen las comunicaciones que se dirigen al resto del fuerte.
En primer plano, túnel de acceso al patio situado entre
el cuartel de Infantería/casamatas de artillería
y la máscara de protección. |
Los frentes Oeste,
Sudoeste, Batería del Este y la parte del frente Noroeste
no ocupado por la construcción a prueba, están
organizados para el emplazamiento de artillería a barbeta
desenfilados mediante traveses-abrigos y repuestos. En ellos pueden
montarse: 4 piezas en el terraplén de combate del sector
del frente Noroeste no ocupado por las casamatas, 4 en el del
Oeste, 2 en el del Sudoeste y 5 en la Batería del Este.
Además existe un emplazamiento circular para una o dos
piezas de 15 cm (similar a otros existentes en la obra de la izquierda)
del que en el Proyecto se dice que también en él
podría instalarse en algún momento una cúpula
acorazada.
En el patio principal
-triangular- se hallaban los pabellones para el Gobernador y oficiales,
almacenes de víveres y combustibles, así como diversas
dependencias, dotadas algunas de ventanas de característico
diseño.
En este patio desemboca
el acceso del fuerte, que entra serpenteando en trinchera y túnel,
por debajo del glacis, hasta el nivel del foso principal. El túnel
está interrumpido por un pequeño foso (salvado por
un puente corredizo) que es defendido lateralmente por las aspilleras
y lanzagranadas laterales (orificios redondos de trayectoria descendente)
del cuerpo de guardia y frontalmente por una ametralladora y fusilería
en aspilleras. Una vez en el foso principal, se llega a una segunda
puerta en túnel, desenfilada con respecto a la primera
y dotada de otro foso con puente corredizo. A través de
este túnel, en pendiente ascendente, se accede al patio
triangular, desde donde arranca la red de comunicaciones
con todas las Obras.
En el citado patio,
frente al acceso exterior, se encuentra una rampa que establece
la comunicación, al descubierto, con los terraplenes de
circulación y de combate de las baterías a barbeta
de los diferentes frentes de la Obra de la Izquierda, comunicándose
éstos con la batería acasamatada y cuartel por un
túnel y escalera cubierta. A la derecha se halla el túnel
que comunica con el terraplén de circulación de
la Obra del Centro y, a la Izquierda, otro túnel comunica
con el patio del cuartel de Infantería y éste, a
su vez, con la Obra de la Derecha.
Foso,
aspilleras de la galería de escarpa y cañoneras
de las casamatas de la obra de la Izquierda. A la izquierda
de la fotografía la caponera de cabeza. |
|
Rodea a las tres
obras un foso de 7-8 metros de ancho y diversa pendiente
(con objeto de adecuarse al relieve natura)l. La escarpa de la
Obra de la Izquierda, como ya se ha afirmado, dispone de una galería
aspillerada, mientras que en el resto está formada por
taludes de escarpa. Al pie de éstos se establece un muro
de sillería de 1,2 m de altura coronado por un caballete
sobre el cual se levanta una verja metálica, que en el
proyecto tenía 3,5 m de altura. Este hecho supone una adaptación
al posible impacto de los obuses-torpedo, puesto que la reja resultaba
menos dañada por ellos que las escarpas tradicionales de
mampostería.
Por el contrario,
todas las contraescarpas están revestidas de sillería
caliza, excepto en los sectores en que cambia de dirección
(zonas en ángulo), en los que el revestimiento era de arenisca.
Ésta última roca tiene la propiedad de amortiguar
los posibles rebotes de los disparos realizados desde las baterías
de flanqueo.
 | De
izquierda a derecha Parapeto de fusilería, contraescarpa,
con su escalera doble, foso y caponera de cabeza con su fosete. |
El flanqueo del
foso se realiza mediante tres caponeras (NW, SW y SE) y dos
semicaponeras (NE y W) blindadas, dotadas de diversas cañoneras,
aspilleras, matacanes, orificios lanzagranadas, repuestos de munición
y pequeños sectores anexos de escarpa aspillerada. El armamento
previsto para estas baterías estaba constituído
por ametralladoras (en las semicaponeras) y cañones de
tiro rápido (en las caponeras). La caponera situada en
la confluencia de los fosos N y NE dispone de visera en cada uno
de sus dos flancos protegiendo la cañonera y aspilleras.
Estas
baterías que flanquean el foso disponen de una puerta protegida
situada por el interior e la verja metálica y de un fosete
(foso en el foso) de 1,2 m de profundidad por 1,5 m de ancho que
impide el acceso a cañoneras o aspilleras cuando éstas
están a baja altura a la vez que sirven de receptáculo
para evitar que la caída de materiales derivados del combate
suponga la anulación por enterramiento de aspilleras y
cañoneras.
Las dos semicaponeras
y la caponera del NW disponen de accesos al foso sirviéndose
de puentes corredizos o levadizos sobre el fosete que permiten
los movimientos de las tropas de infantería establecidas
en el camino
cubierto. Éste último tiene una anchura media
de 3 m, limitado hacia el fuerte por el foso y hacia el glacis
por un parapeto para fusilería. Esta obra rodea totalmente
el fuerte por la parte exterior de los fosos. Para acceder al
camino cubierto desde las baterías flanqueantes, la infantería
haría uso de las escaleras instaladas en la contraescarpa
del foso. Si tuviera que replegarse esta fuerza debido a los embates
enemigos, quedaría todavía cubierto el glacis por
el fuego de fusilería procedente de parte de las baterías
artilleras, que también disponían, entre los cañones,
de una banqueta de fusilería.
La guarnición
original del fuerte fue estimada en un batallón de infantería
(unos 500 hombres), una compañía de artillería
(aprox. 100 hombres) y pequeños destacamentos de administración
militar, sanitario y zapadores-minadores.
El armamento
que era capaz de acoger el fuerte según el proyecto ascendía
a 69 piezas de artillería (38 a barbeta, 22 en casamatas
y 9 en baterías de flanqueo), pero el armamento asignado
inicialmente en el proyecto por recomendación de la Junta
Local de Armamento fue de 44 piezas: 17 cañones Ordoñez
C.H.E (Cañón Hierro Entubado) de 15 cm (mod.
1885) montados en marco alto para las barbetas; 5 cañones
de las mismas características, pero montados en marco bajo,
para las casamatas;
7 obuses de 21 cm CG (mod. 1885) para las dos baterías
de obuses; 6 cañones de batalla; 6 cañones de tiro
rápido Nordenfelt para las caponeras; 2 ametralladores
Nordenfelt para las semicaponeras y una ametralladora para
la defensa del acceso del fuerte (frente a la primera puerta).
Los cañones
Ordoñez mencionados tenían una longitud de
4,5 m y un peso de 5,5 toneladas, sin contar el peso de la cureña,
carriles, etc. Podían disparar proyectiles de distinto
tipo (granada ordinaria, bala-granada y carga explosiva) cuyo
peso estaba comprendido entre 42 y 50 Kgr, con un alcance útil
de 10 Km. Los montajes sobre los que estaban instalados eran de
hierro y disponían de ruedas que giraban sobre carriles
en torno a un perno pinzote fijo en el suelo. Los obuses de 21
cm (mod. 1885) tenían un alcance útil de 6,8 Km.
Los
cañones Nordenfelt (57 mm) de tiro rápido
tenían una longitud de 1,5 m y un peso de 215 Kgr.; permitían
un disparo cada dos segundos, pudiendo disparar proyectiles convencionales
o botes de metralla. Estos últimos tenían 135 balas,
sustituyendo en las caponeras ventajosamente a otro tipo de cañones,
a las ametralladoras y a los fusiles, con la ventaja de que la
munición empleada no dañaba gravemente el recubrimiento
de escarpa y contraescarpa.
El
fuerte contó desde el principio con suministro de
agua corriente. Un caudal de 2,7 l/sg a presión
de 5 atmósferas llegaba por medio de un conducto forzado
de fundición de 4 Km de largo, que era distribuida por
medio de fuentes instaladas en los patios de cada Obra, así
como a las cocinas, letrinas, lavaderos, etc. Bajo el patio principal
de la Obra de la izquierda se encuentra un aljibe cilíndrico
con capacidad para 18.000 litros, que debía de permanecer
siempre lleno. Para el desalojo de las aguas negras y pluviales,
contaba también con un complejo sistema de conducciones.
Además de
las obras descritas, el proyecto del fuerte contemplaba cuatro
baterías auxiliares. Éstas formaban
parte del mismo, pero no estaban servidas por su guarnición
ni su artillería debía instalarse en ellas, sino
que estaban destinadas a ser ocupadas y servidas en tiempos de
guerra por el ejército operativo en el Campo Atrincherado.
Su razón de ser se centra en complementar la artillería
del fuerte y en defender sus proximidades, que en ocasiones quedaban
fuera de tiro. Además, por regla general, la construcción
de las baterías auxiliares estaba realizada de forma que
no pudiera ser empleada por el enemigo para ofender al fuerte,
en el caso de que llegara a tomarlas, puesto que además
quedaban bajo su fuego directo. Estas baterías eran las
del Purgatorio (al SW), la de Garaicoechea (NE),
la de Percacenea (SE) y la del Calvario (entre el
fuerte y el Santuario). La de mayor envergadura era la proyectada
en la colina de Garaicoechea, que también era la
más alejada del fuerte.
De
las instalaciones auxiliares sólo pueden contemplarse en
la actualidad una gran explanada y una batería situadas
ambas en las proximidades de la entrada del fuerte. La citada
batería (a barbeta) tiene parapetos interiores con una
altura de 1,8 m. y está desenfilada mediante tres traveses
que disponen en su interior de un repuesto al que se accede por
medio de unas escalerillas, permitiendo la instalación
de, al menos, cuatro piezas de artillería pesada, quedando
algún espacio para una banqueta de fusilería. Por
la parte opuesta al parapeto está protegida por una excavación
en el terreno, que hace de espaldón. La proximidad al fuerte
permite su fácil acceso desde éste.
Tras la inauguración
del fuerte el único entorno bélico que afectó
al mismo (por menos de dos meses y de forma muy limitada) fue
la Guerra Civil 1936-1939, llegando a servir durante algún
tiempo como prisión. El fuerte permaneció militarmente
activo (aunque obsoleto en la mayor parte de sus funciones originales)
hasta la década de 1970. Algunas de sus dependencias acogieron
en ciertos momentos funciones diferentes de las que originariamente
tuvieron. No obstante, al mantener su estructura original, es
preferible que hoy en día sean consideradas de acuerdo
con su función originaria y no con la sobrevenida (y así
se ha hecho en los gráficos adjuntos).
Cuando el Ejército
abandonó el fuerte fue desprovisto de todo contenido (armamento,
mobiliario, maquinaria, etc.), sufriendo algún deterioro
añadido tras varios años de olvido. Cuando pasó
a depender del Ayuntamiento de Hondarribia se realizaron en él
algunas labores de rehabilitación, procediendo a la pavimentación
del foso, originariamente cubierto de césped (circunstancia
que tal vez debiera de haberse respetado), a la reposición
de la verja metálica (con menor altura que la original),
realización de labores de desbroce, limpieza, vallado,
etc.
En 1992 la Viceconsejería
de Cultura del Gobierno Vasco resolvió incoar expediente
para la inclusión del fuerte en el Inventario General de
Patrimonio Cultural Vasco. Esta tuvo lugar mediante Orden de 16
de diciembre de 1994, pasando a ser considerado como Bien Cultural,
con la categoría de Conjunto Monumental.
El fuerte puede circundarse
libremente por el exterior; en horarios limitados es posible recorrer
el foso, mientras que la visita (parcial) a su interior sólo
es posible (de forma guiada) durante los fines de semana estivales.
BIBLIOGRAFÍA
ROCA (1889) Memoria descriptiva del
Proyecto del fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe
/ Juan Roca y Estades. - 1889. - AM Hondarribia. SÁEZ GARCÍA,
Juan Antonio Viejas piedras...
/ Juan Antonio Sáez García. - San Sebastián:
Michelena, 2000. - 264 p. |
Juan Antonio
Sáez García |