
Poco ha cambiado tanto en el ámbito musical del País
Vasco como lo ha hecho la Trikitixa. En pocas palabras: que el
antaño y el actual no guardan el más mínimo
parecido, aun compartiendo la misma procedencia o sangre. Viendo
el uno junto al otro, nadie afirmaría que tienen parentesco.
Nadie, a primera vista, metería en un mismo saco estos
hermanos, que se llevan diez años entre sí. ¿Dónde
están todas aquellas parejas de otros tiempos? ¿Dónde
podemos encontrar los trikitilaris y pandereros que hace pocos
años actuaban en pareja? Por otro lado, ¿quién
no conoce Tapia Ta Leturia, o Kepa Junkera, o Maixa Ta Ixiar,
Gozategi, Alaitz eta Maider, Etzakit, Iker Goenaga...? Incluso
el grupo Hiru Truku, ¿por qué no?... En poco tiempo,
el acordeón diatónico se ha quedado sin un nexo
entre pasado y presente.
Seguramente también en esos tiempos habría algo,
ya que veíamos cajas de ritmo y demás con trikitixas
y panderos, pero fueron Tapia eta Leturia y Kepa Junkera quienes
pusieron en marcha todo este movimiento, cuando los primeros
desde Gipuzkoa, y los segundos desde Bizkaia, empezaron a principios
de esta década a quitar el polvo al esquema musical que
comenzaba a acartonarse por completo. En este sentido, Joseba
Tapia tuvo alguna que otra controversia en varios concursos,
quizás en los más ortodoxos, al no dejarle introducir
su nuevo proyecto. En diez años se ha hecho prácticamente
de todo en ese afán de renovar la trikitixa; los pasos
han sido importantes y positivos, aunque probablemente, amén
a la verdad, la mayoría se los debamos a Gozategi, Alaitz
eta Maider... Tampoco han faltado tropezones, como en el caso
de Tapia Ta Leturia Band.
Pero, ¿en qué consiste ese cambio? ¿En
qué ha variado el acordeón en estos diez años?
Yo creo que todo se debe al hecho de haber prescindido de los
purismos y haber agrupado los dos instrumentos con otros más:
fusión, mezcla, casamiento, unión, amalgama, es
la nueva tendencia de la mayoría de las músicas.
Y, en nuestro caso, a los solitarios panderos y acordeones diatónicos
se les han unido el bajo eléctrico, sampler, baterías,
etc.;suma que en música se convierte en multiplicación.
He ahí la clave, o al menos una de las claves.
La segunda cuestión. Este movimiento estilístico
ha motivado miles de cambios más. Por ejemplo, el de los
escenarios. Las plazas, romerías populares y pasacalles
de antaño han sido llevadas a gaztetxes , calles urbanas
y a países internacionales. Los trikitilaris de hoy en
día suelen tocar en Argentina, Uruguay, Canadá,
Reino Unido, etc. En las tablas podemos ver junto a los trikitilaris
vascos a las mayores figuras del folk y rock; la trikitixa se
escucha en cualquier sala moderna o fiesta urbana, cualquier
sábado a la noche; vascos y no vascos, todos bailaremos
alguna pieza de ritmo vivo y pegadizo. Este cambio de escenario
ha repercutido en la misma música, porque para acudir
a este tipo de lugares se necesitaba algo más de "lo
habitual".
¿Quién no recuerda Bexamela Ta Pastela, de Maixa
Ta Ixiar, o Txanpon Baten Truke, de Alaitz eta Maider? ¿O
el éxito internacional que Kepa Junkera con este nuevo
y doble trabajo, Bilbao 00:00h? Pero, y sin restar nada a la
aceptación comercial que han tenido los citados, quizás
el caso más curioso sea el de Gozategi, el Nirekin de
este trío, sí, ... aquel Emoiztasu Musutxue...
Esta canción sobrepasó en un abrir y cerrar de
ojos los límites lingüísticos, hasta convertirse
casi en un popular de la Música Vasca, como Euskal Herrian
Euskaraz, de Oskorri; Lau Teilatu, de Itoiz; Nere Herriko Neskatxa,
de Benito Lertxundi, o Haika Mutil, de Laboa...
Algunos sellos y casas discográficas han dado un empuje
decisivo esa música, y continúan haciendo ese esfuerzo.
Es el caso de Elkarlanean, porque la mayoría de los artistas
nombrados hasta ahora han publicado sus trabajos gracias a esta
casa. Este sello -antes simplemente Elkar- reúne la mayoría
de los aires de estas nuevas trikitixas, y parece que tiene intención
de seguir ese mismo camino con los nuevos trabajos de Etzakit,
Iker Goenaga, etc.
Pero, ¿qué ocurrirá con el acordeón
tradicional? Lo que es consumir, ahora mismo se consume la mitad
de lo que se hacía hace un tiempo. En pocos años,
el mercado con que contaba la trikitixa tradicional se ha visto
reducido a la mitad. Durante estas últimas décadas
las escuelas de trikitixa siguen enseñando las bases típicas
con gran éxito de público, si bien luego los más
innovadores son precisamente esos alumnos. Los aires tradicionalistas
tengan tal vez algún espacio en las radios, y no faltarán
en los ambientes familiares y populares. Prueba de ello es el
caso de Tapia Ta Leturia, ver cómo han vuelto en su último
disco hacia la ortodoxia... Quienes iniciaron esta revolución
han pasado a fijarse de nuevo en los orígenes. Parece
contradictorio, ¿no? Los más innovadores, los más
revolucionadores, son ahora tradicionalistas. Sin embargo, opino
que el "regreso" de esta pareja no es más que
una significativa muestra de su inquietud. No se encuentran cómodos
en el lugar en el que está la mayoría. Como decía,
el tirón de la trikitixa tradicional ha bajado hasta la
mitad, o puede que incluso a menos.
A partir de aquí ya se trata de gustos, de meras aficiones.
Algunos, tanto los mayores como los más jóvenes
-en esto no hay edad-, prefieren el acordeón tradicional;
la música del pandero y la trikitixa, sin ningún
otro instrumento. Además, según sus palabras, cuando
se incluyen trastos modernos (el pop, folk, rock que se hace
partiendo del acordeón diatónico y el pandero)
no es trikitixa. Frente a ellos están los que apuestan
por nuevos aires e involucraciones, por hacer cada cosa a su
tiempo, que desean arrinconar los purismos e iniciarse en nuevos
caminos. Bien o mal, pero partidarios de que dentro de unos años
haya constancia de que también nosotros estuvimos aquí...
Voz vasca referente a un pequeño acordeón
diatónico, que se suele acompañar de un pandero
(N. del T.)
Voz vasca referente a quien toca la trikitixa (N. del T.)
Joseina Etxeberria,
locutor en Euskadi Gaztea
Edición de sonido digital: Elena Moreno
Zaldibar |