Eleizalde sitúa
la lengua dentro de una realidad más amplia y
compleja que él denomina, con carácter general,
el "problema vasco". Sin embargo, a
diferencia de los activistas políticos de su
tiempo, Eleizalde prima los temas culturales (la
educación, la lengua) con el propósito de
despertar la "conciencia nacional". He
aquí un sencillo y provechoso esquema para
exponer su pensamiento:
El País Vasco es una nación, porque además
de tener en común factores de raza y sangre,
comparte otros rasgos distintivos más, entre los
cuales el más claro y extraordinario es su
lengua (el euskara).Pero, debido a los
altibajos de la sociedad y la historia, todo lo
concerniente al País Vasco ha estado
arrinconado, con lo cual es necesario reanimar,
regenerar y vivificar el espíritu de nuestra
raza, sobre todo mediante la implantación de
escuelas propias (ikastola), ya que el Estado no
tiene ninguna intenión de participar en ese
acto. El medio de enseñanza en dichas ikastolas
debe ser el euskara; es decir, que debe educarse
en euskara, tanto por ser la lengua del País
Vasco, como por las ventajas pedagógicas que
conlleva. Desde el punto de vista de la teoría
de las nacionalidades, sí que aborda la
cuestión de la lengua (del euskara), pues debido
a las relaciones y conocimientos que tiene sobre
otras realidades nacionales, en todo momento
intenta servirse de esas experiencias y modelos,
y adecuarlos a nuestra situación.
Se manifiesta en contra de algunos criterios
interesados completamente parciales, puesto que
esos intereses tratan de rebajar nuestra lengua
(el euskara) al nivel de los dialectos, y de que
nuestra nación se considere región.
Por otro lado, y sólo dentro del ámbito de la
lengua, la preocupación de Eleizalde es
práctica (que el euskara subsista); para lo cual
son indispensables su recuperación y uso diario
en la sociedad.
Todos los estudios (tanto científicos como de
investigación) responden a la mencionada
finalidad.
En vista de la situación, en caso del euskara
quiere empezar a "reconstruir"
partiendo del verbo y de los temas lexicales. En
la "restauración" de las formas
verbales actúa por inducción; es decir, que
examina las formas que hay y que se utilizan,
extrae algunas raíces comunes, y de ellas crea
nuevas formas verbales hasta entonces
inexistentes. Eleizalde propone que esas nuevas
formas verbales se utilicen únicamente en la
literatura, y en la lengua popular sólo en el
caso de que el pueblo las acoja para sí. Así
pues, Eleizalde es un sistematizador, metódico
de distintas "hablas", que facilita el
aprendizaje de esas conjugaciones; sobre este
punto ha de señalarse que algunas de sus
aportaciones continúan manteniéndose en vigor
(el actual modo de examinar las formas verbales y
el propuesto por Eleizalde son parecidos; lo que
cambia es la nomenclatura). En la lexicografía
trata de "cribar o limpiar", de separar
las palabras vascas de las extranjeras y ajenas;
empieza retirando y reemplazando las del latín y
el griego, porque el euskara no pertenece a esas
familias. Al crear nuevas palabras vascas, suele
recurrir -según su parecer, claro- a varios
autores clásicos (por ejemplo, a P. Mendiburu).
A pesar de ser cierto que en sus primeros
escritos y publicaciones sigue fielmente a su
"maestro" Arana-Goiri, su teoría será
cada vez más íntegra y se alejará de varias
ideas que proclamaba Arana. Se han dado todo tipo
de opiniones respecto a Eleizalde y su obra; he
aquí algunas de ellas:
Según Mitxelena, los puristas en general y
Eleizalde en especial vuelven la espalda a la
tradición y a la lengua popular cuando así lo
exige la lógica. No dudan en absoluto al sacar
una conclusión, si es que dicha conclusión
parece venir de los principios establecidos (tal
como hemos mencionado, esta afirmación no es del
todo cierta en el supuesto de Eleizalde, porque
habiendo en el uso formas verbales arraigadas,
entonces éste las mantiene, aun teniendo que
desvincularse de la lógica).
Urkijo sostiene que hay que diferenciar las
palabras o formas verbales creadas por Eleizalde
de las que ya estaban más o menos documentadas
en escritos anteriores.
Onaindia, aun aceptando el perjuicio del uso
abusivo del verbo sintético, los acepta -sobre
todo- para el caso de la poesía.
De todos modos, y sin perjucio de las distintas
opiniones que haya, algunas formas y palabras son
comunes y utilizadas; por lo menos aparecen en
los libros de gramática, como por ejemplo los
paradigmas de los verbos sintéticos en el
potencial y el subjuntivo.
Por todo ello creemos que es importante conocer,
preciar y elogiar a Eleizalde, otorgándole el
lugar que se merece en la biografía y
bibliografías de este país, y dejando de lado
los prejucicios que hubiera sobre él.
Patxi Orcasitas García,
profesor del euskaltegi "Juan Mateo
Zabala"
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