En la parroquia de Santa María de
Délica, municipio de Amurrio (Álava), se encuentran restos
de una decoración pictórica mural que tiene particular interés
por ser, hasta el momento, la única pintura mural de la época
realizada con la técnica del fresco. También supone una rareza
el motivo dibujado, de carácter geométrico pero diferente
a otros ejemplos contemporáneos.
El templo parroquial es una obra
que ha sufrido una serie de transformaciones a lo largo de la historia.
En la actualidad es un templo de una sola nave con dos amplios tramos de
bóvedas de terceletes, restos románicos, cabecera resultado
de una importante reforma del S. XVIII, al igual que la torre, y tres capillas
erigidas en el S. XVI en el muro norte(1) . Su pórtico
y sacristía corresponden al S. XVIII(2).
Las pinturas murales que nos ocupan se hallan en
el muro sur, cerca de la cabecera, llegando a una altura de unos cuatro
metros y medio y alcanzando lo conservado una anchura de casi siete metros
(ver fotografía). Se descubrieron
hace escasos años y de forma casual, por desprendimientos del encalado.
Para su conocimiento y estudio resulta fundamental la comunicación
que E. Ruiz de Arcaute y R. García Ramos presentaron sobre las pinturas
en las Jornadas de Revisión del Arte del Renacimiento, organizadas
por Eusko Ikaskuntza (3).
Aparentemente se trata de unas pinturas de carácter decorativo
cuyo elemento más representado es un motivo entrelazado que se repite
constantemente, como si fuese un tapiz. La pintura iba delimitada por una
greca de puntas de diamante grises. Además, en la parte inferior
encontramos un motivo de arquerías pintado en principio sobre los
arcos de la credencia románica del templo, de tres vanos, y continuando
en una serie de arcos fingidos de similares dimensiones salvo el final,
más reducido, hasta completar el número de ocho arcos. En esta arquería fingida, coincidiendo con la altura de los fustes,
hallamos un rectángulo de puntas de diamante en cuyo interior se
encuentra el motivo del entrelazado, sobre el rectángulo, un motivo
ajedrezado combinando rojo anaranjado y blanco del yeso, colores también
del entrelazo.
Parte del motivo de entrelazo se halla sobre la columna de acceso a la
cabecera del muro sur. Ello lleva a pensar que lo que se aprecia actualmente
es sólo una parte de su extensión originaria. Posiblemente
decoraba también la cabecera y el muro norte, en una extensión
similar a la que hallamos actualmente en el sur. La erección de capillas
particulares durante la primera mitad del S. XVI y la modificación
de la cabecera durante el S. XVIII llevaron a la destrucción de la
mayor parte de esta decoración. Otros cambios sufridos son las cruces
del Calvario pintadas sobre el motivo del entrelazo, también ausentes
en el muro norte, y unos posibles repintes en las columnas de la arquería,
en negro. Debemos tener en cuenta que la decoración original está
incisa, no sólo pintada en superficie.
La técnica, como se ha mencionado anteriormente,
es fresco y se han realizado dibujos incisos en el mortero fresco. Se realizó
en varias jornadas, bastante bien definidas en lo conservado en la actualidad.
Los dibujos se realizaron con ayuda de reglas y compás en el caso
de las curvas. Las características técnicas de las pinturas
recuerdan a las que se aprecian en pinturas aragonesas con rasgos mudéjares,
es decir, primero se grabaron los dibujos sobre el enlucido (agramilado)
y luego se cubrieron con pincel grueso (4).
El motivo del entrelazo, sin embargo, no es mudéjar.
De hecho, Ruiz de Arcaute y García Ramos ya señalaron una
serie de ejemplos que presentaban gran parecido con el motivo de Délica,
todos ellos castellanos. Entre ellos caben destacar el que aparece en algunas
partes del Retablo Mayor de Ezcaray (La Rioja), del S. XV, y también
el del Tríptico de los Reyes de la Colegiata de Covarrubias (Burgos)(5) . En el caso del primero faltan los trazos rectos
del entrelazo.
La cronología de las pinturas no es fácil de establecer
dada la ausencia de documentación sobre las mismas, por ahora. Sin
embargo, dada la cronología de los ejemplos de entrelazo castellanos,
la presencia de la greca de puntas de diamante, y la creación de
las capillas del muro norte, que se comienzan a finales de la primera mitad
del S. XVI, podríamos acercarnos a una fecha entorno al 1500.
En resumen, nos hallamos ante unas pinturas que son diferentes respecto
a lo que hay en el entorno, pero de las que desgraciadamente desconocemos
su autor y la razón de una tan curiosa ejecución. Son en todo
caso, un ejemplo excepcional, en principio, del que sería necesario
realizar un estudio más profundo.
NOTAS
- Sobre la erección de nuevas
capillas, así como la construcción de la torre y de la sacristía
nueva, se conservan varios documentos de interés en el Archivo Diocesano
de Vitoria, Délica nº 26, legajo nº 1, "Asuntos Varios".
(volver)
- Sobre la estructura del templo,
historia, y diferentes modificaciones puede consultarse el apartado dedicado
a "Délica", en PORTILLA, M. J., Las Vertientes Cantábricas
del NO Alavés. La Ciudad de Orduña y sus Aldeas, CMDV,
t. VI, Vitoria-Gasteiz, 1988, pp. 348-381. Este amplio estudio no recoge
las pinturas murales por ser su descubrimiento bastante posterior.(volver)
- RUIZ DE ARCAUTE, E., y GARCÍA
RAMOS, R., "Délica (Álava), un caso singular de Pintura
mural en el País Vasco", en Ondare, 17, (1998), pp.
395-407. (volver)
- Sobre esta técnica aplicada
en la pintura aragonesa, ver, LACARRA, M. Cª., "Rasgos mudéjares
en la pintura gótica aragonesa", en Actas del I Simposio
Internacional de Mudejarismo, Madrid-Teruel, 1981, pp. 71-93, esp.
p. 75, y BORRÁS, G. Mª., Arte Mudéjar Aragonés,
Zaragoza, 1985, p. 208. (volver)
- RUIZ DE ARCAUTE y GARCÍA
RAMOS, Idem, p. 399. (volver)
Raquel Sáenz Pascual, Doctora
en Historia del Arte. |