RESUMEN:
"Con ellos hablamos mucho sobre el
movimiento de la nueva canción. Como consecuencia de esa relación
hemos tenido otros cantantes. De todos modos, te diría que nunca
han sido relaciones estrechas, sí profundas entre personas; surgieron
amistades, pero nunca ha habido relaciones profundas entre los dos movimientos."
(Xabier Lete, revista "Jakin", diciembre
de 1977, 4º ejemplar de la segunda parte)
Esta cita fue
el punto de partida de mi trabajo, y el objetivo, analizar cuál fue
la relación entre los grupos vascos y catalanes, hacer un examen
comparativo de ambos. Partí en busca de lo que he llamado "puente
Barcelona-San Sebastián"; quería saber si verdaderamente
existió tal unión, y cómo fue si es que la hubo.
Para poder entender estos grupos es imprescindible
contextualizarlos en su época, porque se han de localizar dentro
de un fenómeno mundial más amplio de la década de los
sesenta, en la Nueva Canción. A cada época y lugar le corresponde
su propio tipo de canción; es decir, la sociedad encuentra su reflejo
en la canción en cada momento y espacio. En la década de los
sesenta empezaron a extenderse por todo el mundo nuevas ideologías
y perspectivas, y, con las características propias de cada lugar,
hallaron su reflejo en los cantautores. Nos vienen varios nombres a la memoria;
por citar unos cuantos: en Argentina, Atahualpa Yupanqui - Héctor
Roberto Chavero- ; en Chile, Violeta Parra, Víctor Jara o el grupo
"Quilapayún"; en los Estados Unidos, Bob Dylan, Pete Seeger,
Joan Baez o "Simun and Garfunkel"; en Inglaterra, Tommy Steel
o "The Beatles"; etcétera.
En el estado español, las voces de
los primeros cantantes "oficiales" comenzaron a escucharse hacia
1959, ya que España había empezado a dar sus primeros pasos
de integración en la economía, la política y, por tanto,
en la cultura, debido a las normas del mercado. Aquellas primeras voces
de la nueva tendencia fueron el "Dúo Dinámico" y
el catalán José Guardiola. Pero, además, surgieron
algunos movimientos regionales que proclamaban ante el régimen franquista
que entonces regía la resurrección cultural, y en ocasiones
lingüística. Raimon tenía por objeto la "recuperación
de la memoria colectiva". El primero de estos otros movimientos
no oficiales tuvo lugar en Cataluña, con la presentación pública
realizada por el grupo "Els Setze Jutges" el 19 de diciembre de
1961 en los locales del CICF de Barcelona. A éste le siguió
el vasco, "Ez dok Amairu", que empezó a reunirse en 1965,
cuyas primeras actuaciones ante el público se iniciaron en 1966.
En 1968, como génesis de la Nueva Canción en castellano, se
fundó en Madrid la "Canción del Pueblo", en homenaje
al "Peoples song" de Norteamérica. Y, finalmente,
los estudiantes universitarios de Santiago Xavier y Benedicto crearon en
Galicia "Voces Ceibes", alrededor de 1969.
Componentes del grupo "Ez dok hamairu" en 1970 (Fotografía:
Auñamendi Entziklopedia)
Algunos trazan la frontera entre la Canción
Tradicional y la Nueva en torno a 1965. Hasta entonces, desde finales del
siglo XIX hasta la Guerra Civil - e incluso más tarde- , el "marco
polifónico y coral" estaba casi absolutamente extendido; la
época de la Canción Tradicional la formaban coros, octetos,
cancioneros tradicionales, algunos tenorinos y cantantes de ópera
que seguían la dirección de la música clásica...
La Nueva Canción, además de cantar las mencionadas nuevas
ideologías, traerá al escenario la figura del cantautor. Ante
la costumbre de cantar en grupos, el cantautor iniciará, en palabras
de J.A. Artze, un "período de la soledad"; el cantautor
está solo en el tablado, cantando un mensaje de libertad al mundo
ante los problemas que está viviendo.
Realizada esta básica introducción
ambientadora, voy a explicar cómo he estructurado el estudio.
Entre los medios que he utilizado está
el de las entrevistas, y he elegido precisamente éste como hilo conductor
del trabajo, con lo cual he dispuesto el trabajo en función de las
preguntas de las entrevistas. He aquí los puntos tratados: 1) Las
relaciones; 2) El nacimiento; 3) Los medios de comunicación; 4) La
política; 5) La unidad de los grupos; 6) La profesionalización;
7) Las influencias musicales (recibidas/tomadas); 8) La falta de crítica;
y 9) La disolución.
* El trabajo adjunta como complemento la CRONOLOGÍA
de las fechas más importantes y la DISCOGRAFÍA.
Me resulta imposible explicar todos ellos
en esta breve exposición, por eso, sintetizaré la conclusión
general del trabajo.
¿Qué tipo de relación
existió entre el grupo "Ez dok Amairu" de los comienzos
de Euskal Kantagintza Berria-Nueva Canción Vasca y "Els Setze
Jutges" de la Nova Cançó Catalana? O, haciendo alusión
al título del trabajo, ¿cómo fue el "puente Barcelona-San
Sebastián"?
Se parte de que el cantante Mikel Laboa conoció
al grupo catalán en una estancia en Barcelona en 1964, y al volver
al País Vasco trajo consigo la "idea de hacer algo parecido".
Para entonces, en nuestra tierra ya había un movimiento para la Recuperación
Cultural; solistas y grupos andaban por su cuenta, desperdigados en su trabajo.
Se puede decir que Laboa importó de Cataluña la idea de reunir
a todos ellos en un GRUPO, la idea de asociar lo que ya existía con
anterioridad. Empezó a hacer contactos, a juntar poco a poco a la
gente, hasta formar el grupo. Por lo tanto, el grupo catalán provocó
la primera chispa de la vasca, aportando la idea de GRUPO. Pero, ¿ha
existido además de ello algún otro tipo de relación
entre estos grupos? No ha habido una relación de grupo a grupo, pero
en cambio sí entre varios miembros de los mismos. Seguramente, la
presimpatía derivada de los fines comunes ha ido creando amistades
a través de los años entre algunos cantantes.
Siendo así las cosas, en cierto modo
he de ratificar la cita de X. Lete que tomé por punto de partida:
al principio, la chispa de la idea de GRUPO; luego, las amistades individuales;
ése sería en síntesis el puente. Belen
Oronoz, profesora |