Se dice que son deportes populares
"aquéllos que no han traspasado las fronteras
naturales de un pueblo o territorio". Hoy en día
algunos de esos deportes son conocidos; sin embargo, podemos
afirmar que hay otros que los conoce bastante poca gente.
Las apuestas de carneros:
Se dice que las ahari apustuak
o apuestas de carneros desaparecerán antes
de que transcurran muchos años: el tabernero y gran apasionado
de los carneros Inazio Marketegi, Pastorkua, de Azpeitia,
sostiene que "morirán con nosotros". Y tened
en cuenta que la mayoría, o todas, las apuestas de
carneros suelen tener lugar en la plaza de toros de Azpeitia,
todos los domingos por la tarde, y que si hay alguien que pueda
prever su futuro, habrá de ser aquél que viva esta
afición con la cabeza y con el corazón. Y es que
sólo acude a presenciar esas competiciones la misma gente
de siempre, que además es mayor. No es muy buena señal
para augurar un buen futuro.
A la vista está que las apuestas
de carneros (ahari-topeka en Bizkaia, y ahari-talka
en Navarra) fueron en una época mera competición.
Pero a principios de este siglo que está a punto de culminar,
empezaron a localizar al competidor de carneros ante el público
de las plazas. Las plazas de toros de San Sebastián, Eibar,
Tolosa y en especial la de Azpeitia se pusieron de moda para
los aficionados a los deportes populares. Además de memorables
apuestas de hacha, en esas plazas se organizaban excelentes apuestas
de carneros, tal como Rafael Agirre Franko recoge en su gran
libro JUEGOS Y DEPORTES VASCOS (AUÑAMENDI-Enciclopedia
General Ilustrada del País Vasco). Y se acumulaba
un gran gentío, a esperas de lo que podían ver.
Dado que he de ser breve, no haré más que una mención
sobre las apuestas de carneros: según cuentan,
el 20 de febrero de 1912 se congregaron 3.000 personas en la
plaza de toros de Tolosa para contemplar los duros desafíos
entre dos famosos carneros de Astigarreta y Alzo. Se apostó
mucho dinero. Por otra parte, en los grandes desafíos
y en las fiestas patronales de cualquier pueblo, las apuestas
de carneros conseguían atraer a mucha gente. Nikolas
Ormaetxea, ORIXE, retrató magníficamente la pelea
de carneros de una tarde festiva en su poema EUSKALDUNAK:
Biamona da. Apustu
egiñak beinik-bein
Zintzo joka daitez
ta besten bat aiekin
Ari-talka ta zanka
nola dan itzegin
Sanditsekin
Ezkurrak, Utzik Leitzakin
(Euskaldunak, Orixe)
Los cronistas de antes no narran
nada acerca de las apuestas de carneros, ni antes ni ahora.
Puede que se debiera al hecho de haber estado vetado en la época
de Franco, o por celebrarse únicamente en Azpeitia, y
además siempre a escondidas. Tampoco hoy en día
se les hace ninguna mención, por estar limitados a ese
valle, y quizás porque apenas son conocidos. No obstante,
si las citas que he recopilado por aquí y por allá
son ciertas (ahoz jasotakoari beroarena kendu behar zaio/A
lo recibido oralmente se le ha de restar calor, decía
mi padre), en las zonas altas de Navarra, en Huici, Leiza, Saldise,
Ezcurra y en muchos pueblos del entorno de Baztán, antaño
los domingos al mediodía solía haber peleas de
carneros. En Bizkaia, en Elorrio, Durango, Marquina, Bérriz,
etc., se celebraban bravas peleas de carneros o ahari-topeka
para decidir los desafíos entre los pastores. Y, en cuanto
a Gipuzkoa, las apuestas de carneros más dignas de mención
tenían lugar en Eibar, Azcoitia, Arrona, en la nueva plaza
de toros del Chofre de San Sebastián, en Tolosa, y en
la ya citada Azpeitia.
En qué se basa la apuesta
En resumen, las normas y condiciones
para las apuestas de carneros se hallan recogidas en la Normativa
publicada hace algunos años por la Federación
de Deportes y Juegos Vascos. Aunque resulte realmente curioso,
se editó bajo el nombre de "Normativa para las
apuestas de carneros de Azpeitia", y no sé si
resulta aplicable a otras plazas.
Todos los domingos por la tarde
se celebran cuatro o cinco apuestas. Si alguna vez llegan a reunirse
seis o siete, a la tarde tan sólo se jugarían cuatro.
Los restantes, o se celebran a las 12:00 del mediodía,
o tendrán que posponerse al domingo siguiente.
La apuesta se juega a 8 kintzes
o tantos; es decir, a 8 acometidas. La normativa establece que
los cuatro primeros lanzamientos se tienen que realizar en corto;
y los siguientes cuatro, desde el punto que el tercer juez establezca,
en largo. Si alguno de los carneros, temeroso de entrar en el
juego, se escapara (lo cual sucede muy a menudo), su propietario
tendrá derecho a realizar otro intento o más, si
bien es muy difícil preparar para la lucha al animal que
ha empezado a fugarse. Gana la apuesta el carnero que más
golpes de victoria propina, como tenía que ser. Otro apartado
de la normativa determina que si los carneros no se dan al menos
cuatro golpes entre sí, el dinero de entrada correspondiente
a esa apuesta irá a parar al Ayuntamiento. Esta Normativa
para las apuestas de carneros establece igualmente otras
estrictas normas. Entre otras, que el carnero perdedor no podrá
participar en ningún otro juego en la plaza durante los
siguientes tres meses.
Como promedio, se rinden en las
apuestas en torno a los 30/70 golpes, como mucho. Y no suele
haber necesidad de las 8 peleas, porque las cosas ya se suelen
decidir en los primeros dos o tres tantos. Cuentan que hace un
tiempo hubo apuestas incluso más duras; y también
ahora las suele haber, evidentemente. He podido escuchar que
el "Txato" de Mendiola de Oyárzun ganó
una apuesta con 156 golpes. Y Rafael Agirre Franco relata que
el carnero de Amunategi, de Aya, propició 225 topetazos
al de Armendia, ganando la apuesta con facilidad. El carnero
de Jose Aranaga AUNTZA, de Urrestilla, tuvo un duro contrincante:
en una ocasión tuvo que darle 288 golpes. Y también
ha habido alguno de 300 golpes en el Urola.
Los actuales propietarios
de carneros
Durante estos últimos
años, aquellas apuestas de carneros que no eran más
que una mera competición entre pastores han cambiado radicalmente:
las que antes se celebraban en el monte o en pequeños
barrios ahora tienen lugar en las plazas de toros.
Por otra parte, los actuales
propietarios de carneros no son los pastores, sino gente que
mantiene una especial relación con el caserío.
Las apuestas de carneros se realizan individualmente o... en
grupo, mayoritariamente. Y es que suele tener que pagarse mucho,
y el preparamiento posterior también resulta caro. Incluso
ahora, al atardecer suelo ver a más de uno con el carnero,
que ha abandonado el caserío y se ha instalado en la ciudad,
corriendo a través de los caminos de los montes, preparando
a su morroso. Más aún: también hay
taberneros que han tenido o tienen 60/100 carneros de apuestas.
En la actualidad hay otro curioso propietario de carnero:
los mediadores de las apuestas de las plazas, es decir, los corredores.
Pero, ¡cuidado! No se les ocurra preguntarles cuántos
carneros tienen, porque difícilmente dirán la verdad
exacta. El verdadero aficionado a las apuestas debe guardar esas
cosas en silencio, porque puede que la clave de muchas competiciones
resida precisamente ahí. ¿Qué quiere?
Los pastores de hace un tiempo
traían los mejores carneros de juego desde los
montes de Urbasa y Andía. A pesar de ser más pequeños
que los de Urbía y Aralar, eran luchadores más
valientes, y más duros de cabeza y de cuernos. Y me han
informado de que los mejores machos cabríos-carneros
de hoy en día también proceden de ahí. Parece
que se trata de una raza especial. Pero hay que decir la verdad:
se debe pagar mucho dinero por un buen carnero de apuestas:
la mayoría de las veces, más de 350.000 pesetas.
Alguien incluso le dirá que ha pagado bastante más.
Conozco a quien le han llegado a ofrecer seiscientas mil pesetas
o más, y no ha querido vender.
Alguien puede pensar que para
los taberneros o los propietarios de carneros que hemos citado,
los juegos de carneros son una excusa para ganar dinero
fácilmente. ¡De eso nada! El aficionado a los carneros
lo hace principalmente por afición, y, muchas veces, incluso
perdiendo dinero. Quien asegurara eso de que la apuesta no
es renta, dijo una gran verdad. El aficionado a los carneros
que anda apostando y desafiando no añadirá ninguna
nueva viga a su casa.
La preparación de las
apuestas de carneros
Se dice que para una buena preparación
para las apuestas de carneros, hay que recorrer 4-5 kilómetros
corriendo o a paso muy ligero, al menos un día de cada
dos. Pero se debe hacer sin cansar en exceso ni reventar.
Hay que tener al carnero en un
establo o cobertizo de suelo duro, para que no sufra de las patas.
Y es bueno echarle de vez en cuando un sparring al que
vaya a dominar, para que adquiera confianza al darle golpes y
pelear, sin que se lastime la cabeza y los cuernos.
En lo que respecta a la alimentación
del carnero, cada propietario suele tener sus artimañas
que no desea desvelar a nadie. En cuanto a la comida y bebida,
se dice que AUNTZA, de Urrestilla, por ejemplo, proporcionaba
900 gramos de alubias negras al carnero, tres veces al día,
y medio litro de vino tinto, un par de brazadas de hierba recién
traída, y yema de huevo con un poco de azúcar todos
los días. Jamás agua, porque el líquido
que el carnero necesitaba ya se encontraba en las hierbas y en
el vino.
Los actuales preparadores de
carneros más o menos han cambiado algo, claro: también
hoy en día les dan cada día alubias negras. Además,
salvado (pues parece ser que es bueno para su estómago),
zanahorias, tomates y manzanas crudas. El agua se lo ponen por
si lo desea, por si el animal tuviera sed. Pero, por lo que dicen,
nunca le dan vino.
El carnero, además, es
muy propenso a perder o ganar kilos. Y la alimentación
hay que cuidarla con gran esmero, porque luego en la plaza deberá
estar en un peso determinado.
Dónde y cuándo
verlo
Por último, habré
de decir dónde y cuándo se pueden observar las
apuestas de carneros, por si algún lector sintiera
alguna vez ganas y curiosidad de presenciar alguna de estas competiciones:
Las apuestas de carneros
se celebran en la plaza de toros de Azpeitia desde el primer
domingo de octubre hasta el último de junio. Tal como
antes he dicho, si algún día llegan a tocar más
de cinco apuestas, se celebrarán a las 12:00 del mediodía
y a las 5:00 de la tarde. Pero cuando sólo hay 4 ó
5 apuestas, se celebrarán a la tarde, a la hora acordada.
En julio, agosto y septiembre no suele haber apuestas, al menos
no en esta plaza.
De todos modos, no querría
engañar a nadie: es un espectáculo muy duro, sobre
todo para los que aman a los animales.
No obstante, domingo tras domingo
se reúnen en Azpeitia 250-300 aficionados a las apuestas
y amantes de carneros. Los de siempre y, principalmente, gente
mayor.
Joxemari Iriondo,
presentador de televisión y organizador de varias pruebas
de deporte popular. |