1.- Observaciones
históricas
A
lo largo de los siglos IX-X los reyes de Oviedo y León,
por mediación de sus condes se ocuparon de defender y repoblar
los territorios del extremo oriental de sus dominios, frente a
la gran actividad militar del califato cordobés. Fue en
estas circunstancias cuando el obispo Juan con el apoyo del rey
de Oviedo, Alfonso II, fundó el 804 la iglesia-catedral
de Valpuesta, restaurando las iglesias destruidas por los moros
en el Occidente de Alava, desde Orduña y el Valle de Losa
hasta Orón, junto a Miranda de Ebro.
Es a partir del siglo IX cuando
comienza a citarse a Castilla, que limitaba al Sur con
Pancorbo. En el poema de Fernán González se dice:
Entonçe era Castiella
un pequeño mojón
Era de Castellanos Montes de Oca rincón
E de la otraa parte Fituero un fondón.
Montes de Oca estaba fuera de
los límites de la región, quedando Burgos también
fuera de la primitiva Castilla. Según R. Menéndez
Pidal, todo parece indicar que en los primeros tiempos de la
reconquista se mantuvieron las divisiones administrativas de
la época del emperador Constantino, correspondiendo Cantabria
a la parte más oriental de la Gallaecia, base del Reino
de Asturias y que justo a comienzos del siglo IX recibe el nombre
de Condado de Castilla, que lindaba con montes de Oca, perteneciente
a la provincia de la Tarraconense.
![Hispania en tiempos de Constantino (s. IV-V d. C.) - Basado en un mapa de Christos Nüssli - www.salve.edu/~romanemp/Index.htm](argazkiak/valpuesta2.jpg) Hispania en tiempos de Constantino
(s. IV-V d. C.)
Basado en un mapa de Christos Nüssli
La primitiva Castilla estaba
situada en el confín de las tres provincias, Gallaecia,
Tarraconense y Carthaginense y se desarrolló a costa de
las tres. La Carthaginense cayó enteramente dentro del
poder musulmán y el naciente condado de Castilla se expandiría
a costa suya. Comprendía los territorios situados al Norte
de Burgos con los partidos de Villarcayo, Sedano, Villadiego,
Briviesca y Miranda de Ebro, siendo su límite meridional,
la fortaleza de Pancorbo. En la primera mitad del siglo IX esta
región se denominó Castella.
![La península ibérica hacia el 800 d. C. Basado en un mapa de Christos Nüssli - www.salve.edu/~romanemp/Index.htm](argazkiak/valpuesta3.jpg) La península ibérica
hacia el 800 d. C.
Basado en un mapa de Christos Nüssli
En el 882 el conde Castilla,
Diego Ramírez defendía Pancorbo de los ataques
musulmanes, así como Don Vela, conde de Alava, Cellórigo,
pasando a denominarse esta región con el nombre de Castella
Vetula o Vetra, y pasando a llamarse simplemente Castilla
a la región de Burgos. Con este motivo en 884 Alfonso
III, rey de Asturias ordenó al conde de Castilla, la población
de Burgos y en 912, Gonzalo Fernández, conde de Burgos
pobló, entre otras, Clunia y San Esteban de Gormaz. Su
hijo Fernán González en pleno siglo X reunió
bajo su mando los condados de Burgos, Castilla, Cerezo, Lantarón
y Alava, constituyendo hacia 950 un gran condado. De este modo
en el siglo X el condado de Castilla comprendía: La Montaña,
Aguilar de Campó, La Vieja Castilla, así como las
tierras de Burgos hasta el Duero.
Castilla la Vieja a partir del
siglo X designaba la vertiente norte del Ebro próxima
a Villarcayo con el valle de Tobalina, pero no incluía
el valle de Losa, ni Pancorbo, ni Miranda de Ebro. Más
tarde, en el siglo XIV la Merindad de Castilla la Vieja, comprendía
desde Oña a Pancorbo y al Norte, desde Laredo a Castro-Urdiales,
quedando en su interior Frías, Miranda de Ebro y Bujedo,
y por el Este, desde Valdegovía hasta Carranza en Vizcaya.
Políticamente, toda la región perteneció
primero al condado de Castilla y más tarde al reino del
mismo nombre, salvo la reducida Castilla la Vieja que estuvo
unida al reino de Navarra desde 1035 a 1064, así como
el Norte de la Bureba con el monasterio de Oña, desde
1035 a 1054 y el Sur de la Bureba hasta 1076. Eclesiásticamente,
desde el siglo IX toda la región dependió de los
obispados de Oca y de Valpuesta, hasta el s. XI en que pasaron
ambos al obispado de Burgos.
![La península ibérica hacia el 1000 d. C. - Basado en un mapa de Christos Nüssli - www.salve.edu/~romanemp/Index.htm - (Pulse sobre la imagen para ver en detalle los límites del Reino de Pamplona)](argazkiak/valpuesta4.jpg)
La península ibérica
hacia el 1000 d. C.
Basado en un mapa de Christos Nüssli
(Pulse sobre la imagen para ver en
detalle los límites del Reino de Pamplona)
La Rioja, por el contrario, pertenecía
al reino de Navarra desde 921 por la conquista llevada a cabo
por el rey Sancho Garcés I y de acuerdo con el tratado
firmado en 1016 entre Sancho III el Mayor y el conde de Castilla,
Sancho García, dicho reino se extendía por la parte
oriental hasta Soria (desde Agreda hasta Tarazona) hasta la sierra
de la Cogolla, el valle del río Razón y Garray
hasta el Duero.
Con la muerte del conde Sancho
García en 1029, el rey Sancho el Mayor de Navarra heredó
pacíficamente el condado de Castilla, logrando extender
sus dominios en perjuicio del Reino de León. Pocos años
más tarde, en 1035, el rey navarro otorgaría a
su segundo hijo, Fernando los dominios del antiguo condado con
el título de rey, siendo de este modo el primer rey de
Castilla y el más poderoso monarca hispano a partir de
1038, en que pasó a ser también rey de León,
por muerte de Bermudo III.
No obstante el rey navarro en
su testamento de 1035 segregó la parte nordeste del antiguo
condado de Castilla para su primogénito, García
IV (1035-1054), desde el río Miera hasta Vizcaya, Castella
Vetula, Bureba y Alava, hasta orillas del Arlanzón a las
puertas de Burgos. Las relaciones entre los dos hermanos, García
el de Nájera y Fernando, debieron ser extremadamente tensas,
ya que en 1054 murió el navarro a manos de Fernando en
Atapuerca, recuperando éste parte de la Bureba y el monasterio
de Oña.
![La península ibérica hacia el 1100 d. C. - Basado en un mapa de Christos Nüssli - http://www.salve.edu/~romanemp/Index.htm](argazkiak/valpuesta6.jpg) La península ibérica
hacia el 1100 d. C.
Basado en un mapa de Christos Nüssli
Sancho IV el de Peñalén
(1054-1076) heredó de su padre el reino de Navarra junto
con Alava y Montes de Oca. Valpuesta junto con Valdegovía
que formaban parte de Castilla la Vieja, se incorporarán
al reino de Castilla entre 1064-1065, ya que los diplomas del
Cartulario de Valpuesta se fechan expresando el nombre de los
reyes de León y de los condes de Castilla hasta el 1019
y de 1030 al uno de febrero de 1064, los nombres de los reyes
de Pamplona y Nájera y a partir del 1065, sólo
se indica el nombre del rey Fernando de Burgos y el de sus sucesores.
Hacia 1065 el obispado de Valpuesta se separa del de Nájera
al cual se había unido en 1052.
Al morir Fernando I en 1065 dividió
sus dominios entre sus hijos, dejando Castilla a su primogénito,
Sancho, y León a su segundo hijo, Alfonso VI, quien volverá
a unir ambos reinos en 1072. Con la muerte del rey navarro, Sancho
el de Peñalén en 1076, Alfonso VI arrebató
a Navarra la Rioja oriental junto con las tierras de Soria. En
1200 Alfonso VIII de Castilla reincorporó definitivamente
a su reino Alava, Vizcaya y Guipúzcoa, iniciándose
a comienzos del s. XIII la redacción en romance castellano
de algunos documentos notariales, como lo prueban el documento
178 del Becerro Gótico de Valpuesta (1200) y el tratado
de Cabreros en 1206.
![La península ibérica hacia el 1200 d. C. - Basado en un mapa de Christos Nüssli - http://www.salve.edu/~romanemp/Index.htm](argazkiak/valpuesta5.jpg) La península ibérica
hacia el 1200 d. C.
Basado en un mapa de Christos Nüssli
Coincidiendo con esta expansión
del reino de Castilla a lo largo de los siglos XI-XIII se expandió
la lengua vulgar en las escrituras notariales privadas y se inició
su uso regular en los diplomas reales, reservándose el
latín para privilegios más solemnes. Con Alfonso
X, en la segunda mitad del siglo XIII se redactarán ya
corrientemente en castellano.
2.-
Comentario filológico
El punto de partida para intentar
explicar el origen del castellano primitivo, sería Castro-Urdiales
y su zona circundante, que como es sabido recibió el nombre
de Flavióbriga o Portus Samanum en época
romana. Durante dicha época esta zona experimentó
una notable romanización debido al asentamiento cuya misión
fue la extracción del mineral de hierro que es exportaba
para su fundición, al igual que sucedió en Oearso-Oiartzun
en la costa guipuzcoana.
La población de origen
autrigón romanizada se mezcló muy probablemente
con la población caristia vasca procedente de la ribera
derecha del Nervión y por el contacto entre hablantes
romanizados de la zona minera de Castro y de euskaldunes occidentales
-digamos vizcaínos- se fue formando un protorromance castellano
con unas características propias, como por ej. El sistema
de 5 vocales, la confusión b/v, la evolución de
la f- lat., la serie de consonantes dorsodentales y apicales,
etc, y tal vez algunas voces léxicas. Este proceso debía
estar ya muy avanzado en el siglo VIII, momento en el que acuden
cristianos mozárabes del Sur, empujados hacia el Norte
por los conquistadores árabes que llegaron a la Hispania
goda el 711. Serán estos mozárabes del Sur los
que construirían la primitiva iglesia de Santa María
de Valpuesta en tiempos del obispo Juan el 804, al igual que
harían más o menos coetáneamente en Lebeña
o en San Millán de la Cogolla, que como se sabe son de
estilo mozárabe.
Las gentes del norte originariamente
autrigones romanizados al igual que sus vecinos más poderosos
asturianos y gallegos al Oeste o los navarros y aragoneses pirenaicos
al Este, emprendieron el descenso a las tierras del Sur aprovechando
toda coyuntura favorable según lo permitía el poder
de los hispanoárabes cordobeses o los asentados en la
Marca de Zaragoza. En nuestro caso, el enclave extratégico
de Valpuesta actuó como un refugio de una población
que podríamos considerar de habla romance castellana para
el siglo IX, que comprendía las tierras en su entorno
junto con las situadas en la zona de Valdegovía y que
ejercería la función de centro religioso, lingúístico
y cultural en los condados de Castilla y de Alava.
Por lo que respecta a la función
del monasterio de San Millán de la Cogolla, se adviene
un planteamiento diferente, ya que, si bien fundado tal vez a
comienzos del s. IX muy probablemente por monjes mozárabes,
su situación en la Rioja, entre los límites del
reino de Navarra y el condado de Castilla, fue un foco de expansión
cultural lingüísticamente riojano, influenciado por
navarros, castellanos y alaveses. Las glosas inequivocamente
vascas tan conocidas serían el resultado de la presencia
de vascos euskaldunes occidentales de origen caristio que descendieron
al Sur en torno al siglo X en tiempos del conde Fernán
González, dueño y señor de los condados
de Castilla, Burgos, Cerezo, Lantarón y Alava. Estos vascos
euskaldunes se expandirían por todo el valle del Oja,
en calidad de pastores, dando lugar a una abundantísima
toponimia vasca muy conocida en el área de Santo Domingo
de la Calzada y en las zonas montañosas del citado valle.
Así pues, Valpuesta se
podría situar en la etapa y zona donde se originaría
el primitivo romance castellano con ausencia de elementos vascos,
salvo los rasgos fonéticos ya señalados, pero anteriores
al siglo IX, esto es el castellano propiamente dicho y San Millán
de la Cogolla, situado en otro contexto, con una variante lingúistica
fundamentalmente riojana con cierto influjo vasco y que se castellanizaría
progresivamente a partir de 1076 con la muerte de Sancho IV el
de Peñalén, al pasar Nájera, Albelda y otros
monasterios de la Rioja al reino de Castilla con Alfonso VI.
La influencia de Valpuesta entraría
en fuerte declive sin duda en la primera mitad del s. XI ante
la pujanza del obispado de Burgos que absorbió los obispados
de Oca y Valpuesta (1065) y de los monasterios, como San Millán
de la Cogolla o San Salvador de Oña más poderosos
y asentados en tierras más productivas. Valpuesta quedó
pues arrinconada en el interior de un reino, el castellano, en
fuerte expansión hacia las tierras del Duero y del Tajo
con el rey Alfonso VI, pasando el testigo de su función
múltiple religiosa, cultural, lingúística
y política a centros situados más al Sur, como
los ya citados y otros.
3.-
Comentario lingúístico
3.1.- Los Cartularios de Valpuesta
Los primeros autores que dieron
a conocer la existencia de los Cartularios de Valpuesta fueron
Esteban de Garibay, Ambrosio de Morales, Gregorio Argaiz y E.
Flores. Gregorio Argaiz en su Soledad Laureada (1675) dedicó un largo espacio en su obra al contenido de
los cartularios Gótico y Galicano y E. Flores (1771) en
el vol. XXVI de su España Sagrada, reprodujo algunos
de sus documentos. Más modernamente, Lucien Barrau-Dihigo
en 1900 dio a conocer la transcripción de los documentos
valpostanos correspondientes al período en que fue sede
episcopal (804-1087) y en 1970, María D. Pérez
Soler hizo otro tanto circunstribiéndose a los textos
redactados en letra visigótica, es decir los más
antiguos.
Ultimamente, S. Ruiz de Loizaga,
conocedor de la documentación valpostana publicó
la segunda parte de los cartularios (1090-1140) ofreciendo una
edición contrastada de las dos versiones -gótica
y galicana- en su obra Los Cartularios Gótico y Galicano
de Santa María de Valpuesta (Vitoria, 1995).
¿Qué son los Cartularios?.
Simplemente se trata de manuscritos en los cuales se copiaron
las escrituras originales -privilegios, derechos, títulos
de propiedad y en general, documentos- de los archivos de la
corona, de obispados, monasterios, iglesias, localidades o de
personas privadas, con objeto de conservar, previamente autentificados,
sus respectivos derechos, en caso de pérdida de sus originales.
Los Cartularios de Valpuesta,
como es bien sabido, son dos, llamados Gótico y
Galicano, denominados así debido a los caracteres
gráficos en que fueron redactados. El primero recibió
el nombre de gótico, por estar escrito en buena parte
en caracteres visigóticos y por lo tanto anteriores a
la imposición de la llamada letra carolina o francesa.
El segundo fue copiado con posterioridad y está compuesto
enteramente en letra minúscula romana o carolina. Esta
segunda copia realizada en el scriptorium de Valpuesta
obedeció a la necesidad de tener una copia facilmente
legible, una vez que la letra visigótica dejó de
ser reconocible.
El Cartulario Gótico o
Viejo se inició tal vez a mediados del s. XI, anteriormente
a la imposición de la letra carolingia, durante el obispado
de Oveco, según S. Ruiz de Loizaga, debido probablemente
a la necesidad de una mejor administración del patrimonio
que había aumentado gracias a nuevas adquisiciones. Su
posterior elaboración ya en letra francesa se prolongó
hasta mediados del siglo XII. En total comprende 178 documentos,
de los cuales más de una veintena están repetidos
parcial o totalmente. De todos los cuales, 7 corresponden al
s. IX, 39 al X y los demás, 46 al XI y 86 al XII. Se trata
de donaciones, ventas, permutas, pleitos y escrituras de compra-venta.
El Cartulario Galicano fue compuesto,
como es lógico, con posterioridad a 1080, fecha en la
cual, de acuerdo con el concilio de Burgos, se adoptó
el rito gregoriano con la consiguiente pérdida del rito
mozárabe y la escritura llamada visigótica. Consta
de 65 folios en pergamino y fue copiado por una sola mano, por
el canónigo valpostano Rodrigo Pérez de Valdivielso,
como consta en el colofón del cartulario. Recoge 138 diplomas,
de los cuales sólo 54 fueron publicados por Barrau-Dihigo
y Pérez Soler, siendo los otros 84 por 5. Ruiz de Loizaga
en su obra ya citada, en 1995. El canónigo valpostano
terminó de copiarlo en la primera mitad de 1236, siendo
arcediano de la Colegiata, el maestro Hilario.
Pérez de Valdivielso copió
sólo 138 escrituras de las 178 del Cartulario Gótico
o Viejo y muy frecuentemente, como señaló en su
tiempo Barrau-Dihigo, modificó la ortografía del
Cartulario Gótico, corrigiendo con gran libertad los documentos,
por considerarlos mal escritos, latinizando los onomásticos
y topónimos, así como el resto del texto que él
consideraba latinamente incorrecto y más próximo
al romance vulgar, sustituyéndolo por el latín
propio de los medios eclesiásticos.
Por ej., en un doc. de 1132 el
Cartulario Gótico dice entre otros ej. Mulier de Martin
Nuniz, nuera de Nun Suveriz. El cartulario Galicano corrige:
Mulier Martini Nunii, nurus Nunii Sueriz... Similarmente:
dono una era... abet aletanias una de Martin martinez et de
alia pars illo pozo de Petro Ivananaes con sue vez e de iuso...
e de susso la charera... de camio que fiço el maestro
don garsia et garsia Nafaro de Bilacones. El Galicano latiniza
el texto diciendo: dono unam aream Martini Martini et de alia
parte illum puteum Petri Johannis cum sua vice, et inferius...
et superius viam habet... hec est convenientia cambii quod fecit
Garsias Navarrus de Villacones. Ricardo Ciérvide
Martinena, Catedrático de Gramática Histórica
de Lengua Española de la Falcultad de Filología
de la UPV/EHU |