La Iniciativa Comunitaria INTERREG IIA sobre cooperación transfronteriza en el marco de los Pirineos
* Traducción al español del original en euskera
Jon Burgaña
La Unión Europea, en aras de una mayor integración a todos los niveles de los Estados que la componen, lleva desarrollando una labor de promoción e impulso de un gran número de políticas públicas. Y es en esa labor de promoción e impulso donde se encuadra la Iniciativa Comunitaria INTERREG sobre cooperación transfronteriza.

Tal y como indica el título, el presente texto se va a limitar al marco de los Pirineos, por la razón de que las provincias vascas de ambos lados de la frontera están encuadradas en el Programa Operativo de los Pirineos de INTERREG. A pesar de que el Pirineo se asocia al concepto de frontera, no siempre ha sido así, pues hasta el siglo XIX, durante siglos el Pirineo funcionó como un espacio único e integrado. La Iniciativa Comunitaria INTERREG tratará de atenuar los efectos de la frontera política formada en esta cordillera, y en ese empeño, se pondrán en marcha varios proyectos dentro de las provincias vascas de ambos lados de la frontera.

La cooperación transfronteriza es la expresión de las relaciones internacionales públicas surgidas en torno a las fronteras de los Estados. Estas relaciones pueden ser variadas y tienen como objetivo superar la visión de las fronteras como "desgarradoras de territorios", como "cicatrices de la historia".

Precisamente son este tipo de reflexiones y diagnósticos los que se recogen en la Carta Europea de las Regiones Fronterizas y Transfronterizas y en la Resolución A3-0188/92 sobre cooperación
transfronteriza interregional del Parlamento Europeo. El primer documento fue publicado en 1981 por la Asociación de Regiones Fronterizas Europeas (ARFE) y tiene la virtud de recoger todos los aspectos que se pueden tratar en la cooperación transfronteriza (aspecto jurídico, económico, cultural, político...). En sus epígrafes aparecen, entre otros temas, los antecedentes histórico-políticos de la cooperación transfronteriza; sus objetivos, y algunas acciones para atenuar los efectos de las fronteras. En el segundo documento, el Parlamento Europeo destaca la importancia y la necesidad de la cooperación transfronteriza y, además de bendecir INTERREG, solicita un aumento de los créditos para esta Iniciativa.

Existe otro documento de gran transcendencia: el Convenio-Marco europeo sobre cooperación transfronteriza entre comunidades o autoridades territoriales, hecho en Madrid en 1980. Los convenios,
estatutos y contratos que se prevén en el documento sirven de apoyo y amparo jurídico a las relaciones internacionales públicas que surgen dentro de la cooperación transfronteriza de las diferentes administraciones. Es de este tipo de convenios, el Tratado de Bayona, el cual está vigente desde 1997 en la frontera Francia-España.

En 1990, se puso en marcha la Iniciativa INTERREG I, para impulsar la cooperación transfronteriza, y más concretamente, para ayudar a las regiones fronterizas de la Comunidad a prepararse para el Mercado Único de 1992. Viendo que esta Iniciativa resultó eficaz y de un gran valor añadido, la Comisión Europea decidió en 1994 la puesta en marcha de la segunda versión de INTERREG o INTERREG II. La previsión presupuestaria de esta Iniciativa fue de 2900 millones de ECUS, de los cuales 2400 millones se destinaron al apartado A sobre cooperación transfronteriza (el apartado B era sobre redes de energía, y el C, sobre ordenación del territorio).

El instrumento para ejecutar INTERREG IIA en los Pirineos fue el Programa Operativo Francia-España. Las medidas y acciones recogidas en él se han llevado a cabo por medio de numerosos proyectos, y entre ellos habría que destacar la Conurbación Bayona-San Sebastián y el Eurodistrito Bidasoa-Txingudi, que nos son tan cercanos a los guipuzcoanos. El primer proyecto es una apuesta de crear una eurociudad de 600.000 habitantes, y el segundo trata de acercar más entre ellos los municipios de la bahía de Txingudi. Además hay que señalar que en marzo de 1999 se creó el Consorcio Bidasoa Txingudi, de esta forma adquiriendo el Eurodistrito personalidad jurídica pública.

INTERREG II está a punto de finalizar y parece ser que INTERREG III verá la luz el año 2000 y que se prolongará hasta el año 2006. Esta Iniciativa es de las pocas que se han mantenido después de la reforma de la Agenda 2000, y esto refleja, cuando menos, su importancia. También parece que la previsión económica aumentará llegando a unos 5000 millones de euros. Por último, hay que decir que el número de Programas Operativos pasará de 59 a unos 80 o 90, y en consecuencia, en vez de haber un Programa Operativo en el Pirineo, habrá tres, recogiendo cada uno mejor las especificidades de cada región.

Como se puede apreciar, INTERREG seguirá aún un largo camino, ya que todavía las nuevas oportunidades y retos que se pueden realizar sobre la cooperación transfronteriza son muchos, en el objetivo de lograr una "Europa sin fronteras".


Jon Burgaña, Master en Administraciones Públicas


Euskonews & Media 59.zbk (1999 / 12 / 17-24)


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