PRESENTACION
Me llamo Ángel Mª
Calvo, soy miembro del Departamento de Etnografía de la
Sociedad Aranzadi y del Grupo de Montaña Xabier. La afición
a este deporte me llevó a contactar con unos extraños
agujeros en diversos lugares, algunos con muros revestidos de
piedra. Desconocía su utilidad, podían ser caleras,
loberas o algo por el estilo pero no lo eran. Mi curiosidad me
adentro en el conocimiento de un mundo nuevo para mí,
el de la nieve y su entorno que había gozado de gran popularidad
durante los siglos XVII, XVIII y XIX principalmente, hasta el
nacimiento de la moderna industria frigorífica. En la
actualidad está en el olvido.
En 1982 comenzamos a trabajar
en el asunto de las neveras o elurzulos de Guipúzcoa y
aunque no lo hemos hecho de forma continuada e intensiva, elaboramos
un Catálogo de estas construcciones en nuestra provincia
y que no tardando mucho esperamos darlo a conocer.
- Pusimos especial interés
en la localización y descripción de los ejemplares
y en todo lo concerniente al comercio de la nieve y el hielo
en los diversos municipios.
- Nevera de Muruzábal,
(Navarra) (27-09-92)
Nos fue difícil encontrar
personas que hayan trabajado en esta actividad, tanto en el llenado
como en el transporte y su posterior venta. Esto nos ha complicado
la labor, las informaciones que disponemos son generalmente de
segunda mano. Los ancianos consultados en los diversos caseríos
y lugares próximos a las neveras nos contaron que "....cuando
eran niños haber oído a su padre, que su abuelo
trabajo en el elurzulo". A lo sumo nuestros interlocutores
participaron directamente en la destrucción de las construcciones,
que al irse arruinando con el tiempo eran un peligro para el
ganado. Por lo escuchado como norma general deduzco que la mayor
parte de las neveras de nuestra región dejaron de utilizarse
a fines del XIX y a comienzos del presente siglo, siendo excepcionales
las que llegaron a los años treinta.
Un repaso a los diversos trabajos
sobre la toponimia vasca y guipuzcoana más en concreto
nos ayudaron a encontrar los lugares de su emplazamiento aunque
en la actualidad no quedan nada de los elurzulos.
- Los archivos consultados nos
aclaran bastantes cosas, son datos sueltos, "que si en tal
sitio hay una nevera, contratos de arrendamientos, arreglos de
las construcciones, precios de la nieve, etc...". Es este
un filón en Guipúzcoa que todavía no esta
muy explotado respecto a este tema.
-
- Nevera de Sargiñola,
(Peñas de Aya) (1986)
-
- Una vez hecha esta introducción
voy a esquematizar lo que hablaré a continuación
:
- ¿Qué es una nevera?
- Situación de las mismas.
- Sistemas de llenado y conservación.
- Transporte y venta del hielo.
- Utilización de la nieve.
- Los propietarios, los arrendamientos,
etc...
- Los "elurzulos" en
Guipúzcoa.
- Preguntas sobre el tema y proyección
de diapositivas.
- Dentro de la arquitectura popular,
los pozos neveros o elurzulos son unas construcciones de tipología
diversa dentro de las limitaciones que requieren estas edificaciones
dedicadas exclusivamente al almacenamiento, conservación
y venta del hielo.
-
- Nevera de Régil,
(Guipúzcoa) (13-12-94)
-
- Por sus características
las podemos dividir en naturales y artificiales. Las primeras
consisten en el aprovechamiento de una sima o cueva en terreno
calcáreo generalmente. La labor humana se limitaba en
ocasiones al acondicionamiento de una chabola en sus aledaños.
Es abundante su número
en nuestras montañas más representativas : Andia,
Aralar, Aitzgorri, Entzia, Urbasa, Gorbea...
Como están situadas a
más de 1.000 metros tenían garantizado la materia
prima y buena parte de su llenado de forma natural, y su conservación
era excelente durante gran parte del año. El principal
inconveniente era la distancia a los lugares de abastecimiento
y los deficientes caminos de acceso. Como ejemplo valen las siguientes
cavidades: de Goñi, Olderiz, del Roble, Aratz, San Cristóbal,
Pardelutz, Uarrain, Neberabaltz, Artzanburu, ....
Su profundidad es variada llegando
alguna de estas simas a alcanzar los cuarenta metros. También
se aprovechaba la nieve de los ventisqueros y dolinas situados
en las laderas norte de los montes, donde se acumulaba la nieve
y se conservaba bastante tiempo.
Las neveras artificiales se encuentran
a lo largo de toda nuestra geografía tanto en los montes
como en el interior de nuestras poblaciones. Son construcciones
más elaboradas que constan de dos partes diferenciadas,
el pozo y la cubierta.
El pozo consiste en una oquedad
excavada en un declive terroso revestido casi siempre por paredes
de piedra en mampostería. Dispone como requisito indispensable
de un fondo permeable o en su defecto de un suelo levemente inclinado
hacia un desagüe con una alcantarilla para el escurrido
del agua derretida del hielo almacenado, con objeto de una correcta
conservación del resto.
Para bajar al fondo las neveras
de montaña no disponen de escaleras. Algún ejemplar
tiene a lo largo del perímetro de la circunferencia de
la pared, peldaños de losas que sobresalen de ésta
y permiten descender al suelo.
- Ciertas localidades alavesas,
navarras y riojanas en sus neveras de población disponen
de unos pasillos subterráneos con escaleras que nos conducen
mediante una puerta al fondo del pozo o a escasa altura sobre
él. Son auténticas bodegas. Buenos ejemplos son
las construcciones de Aras y Puente la Reina en Navarra, y Labraza,
Yécora y Moreda en Alava Los pozos por la forma de su
planta son en su mayoría ovalados o circulares, son escasos
los cuadrados y sólo conozco uno de forma octogonal. Las
piedras de los muros por lo general son de caliza o arenisca,
en ocasiones están labradas y son de todos los tamaños.
Tienen un grosor medio entre 60 y 70 centímetros. Asimismo
hay pozos sin revestimiento en las paredes, aprovechando en buena
parte la roca natural.
-
- Neveras de Xoxote, (Macizo
de Izarraitz) (1986)
-
- Las medidas de los pozos oscilan
entre los tres y los diez metros de diámetro y su profundidad
entre los tres y los doce metros, siendo la media alrededor de
los siete metros. Las medidas que acabo de referir conciernen
a las neveras de nuestra zona. Los ejemplares del mediterráneo
español son de mayor tamaño.
En algunas casas o caseríos
se utilizaron unas pequeñas neveras o agujeros en su interior
de menos de dos metros, para uso familiar o como depósito
intermedio entre abastecedores y compradores.
Como almacén de nieve
también fue empleado el karobi (horno de cal). Las cubiertas
son de formas variadas en los escasos ejemplares que aún
las conservan. Las hay abovedadas; con aspecto tumular exterior
cuya cúpula está recubierta de tierra; también
tumular pero coronada en forma de pozo artesiano, y cuyo aspecto
en sección es de una cantimplora o botella; en forma de
polígono regular de dieciséis lados y sobre el
otro menor con la misma figura; las hay que no tuvieron cubierta;
las hay ovoides y finalmente las que exteriormente su aspecto
fue de una barraca o chabola, la tipología más
extendida entre las neveras de abastecimiento o montaña.
Las construcciones de población
o neveras bodega no presentan un aspecto definido vistas desde
el exterior. Las cubiertas disponían de una, dos o más
huecos o ventanas a nivel del suelo exterior para facilitar la
introducción y extracción de la nieve. Otras se
llenaban desde lo alto de la bóveda donde tienen una abertura
circular, que una vez concluida la labor de encerrar el hielo
se tapaba mediante grandes losas superpuestas.
Junto a la puerta había
instalada una argolla para colocar la polea y facilitar la subida
del hielo. Bajo las techumbres y en las casetas anexas se guardaban
los útiles para la recolección de la nieve, como
son las palas, los pisones, los rastrillos, los picos, las angarillas,
la escalera de mano, la polea de madera, el torno, las cadenas
o sogas. a lo largo del año se almacenaba en su interior,
el helecho, la paja, la cascarilla de trigo y centeno, las zarzas,
las hojas de pino, la cascarilla de arroz en otros lugares, que
posteriormente eran usados como aislante y separador de las capas
de hielo que se formaban dentro del silo.
- Los materiales empleados para
las coberturas de los pozos están mejor trabajados que
en el resto de la construcción. Se utilizaron ladrillos,
sillares y adoquines, madera para las vigas y tejas.
-
- Por su ubicación las
neveras podemos clasificarlas como de almacenamiento, distribución
y domésticas. Las primeras se encuentran en las montañas
donde nieva con relativa asiduidad. Las segundas se hallan en
las proximidades de las poblaciones o en su interior, sirven
para facilitar su distribución y venta, y por ultimo las
domésticas de pequeño tamaño y de uso familiar
construidas en el interior de las casas.
Los elurzulos de nuestras montañas
están situados preferentemente en las laderas norte o
en lugares umbríos. Se encuentran entre los 400 y los
1.400 mts. en nuestra comunidad. Cuando nevaba el encargado de
la nevera contrataba cuadrillas para la recogida de la nieve
y su introducción al pozo. Era llevada hasta la puerta
mediante leras, capazos o haciendo bolas si es que lo permitía
la pendiente. La labor más ardua comenzaba en el fondo
del pozo, los peones allí situados pisaban y endurecían
la nieve hasta convertirla en hielo. Anteriormente en la base
habían colocado tablas, sarmientos o barrotes de hierro
con el fin de que la carga de hielo no contactara con la nieve
derretida.
Se hacían capas de veinte
y hasta cincuenta centímetros, y entre capa y capa se
colocaban otras compuestas de helecho, paja ; hojas de haya o
otros vegetales que les servían de aislantes y contribuían
a facilitar su separación en el momento de sacar el hielo.
En otros lugares donde el clima
es más riguroso y las precipitaciones de nieve son prácticamente
nulas, utilizaban balsas de agua de poca profundidad, que durante
las frías noches invernales se helaban y convenientemente
partidos en bloques eran transportados a la cercana nevera, conocida
como el "pozo del Yelo" . Este sistema se empleaba
en varias poblaciones navarras.
Se vendía por los pueblos
que lo solicitaban, transportándolo preferentemente por
la noche, para una mejor conservación del producto, en
burros convenientemente protegidos por pieles de cabra o en carretas
de bueyes cargadas de cestos de hielo envueltos en arpilleras
y alkotza.
Como ejemplo del comercio y transporte
por nuestra provincia podemos señalar que la nieve de
Aralar se llevaba a San Sebastián y en ocasiones a Fuenterrabía.
De Peñas de Aya se vendía regularmente a Francia,
y de Izarraitz se llevaba a los puertos de Zumaya, Motrico y
Ondárroa. Hubo otro comercio de hielo entre Escandinavia
y diversos puertos europeos entre ellos el de Donosti, hasta
fines del pasado siglo y citado por DUNIXI en "Mi pueblo
ayer", que aunque no tiene relación con las construcciones
que estoy tratando lo reseño como curiosidad.
Se empleaba con fines terapéuticos
y culinarios. Usándose contra las fiebres, para rebajar
las inflamaciones en las fracturas, para cortar las hemorragias,
y mezclando el agua de nieve con unas gotas de aceite para las
quemaduras. En la cocina se utilizaba para conservar los alimentos,
refrescar las bebidas y hacer helados.
En el momento de su desaparición
sus últimos clientes fueron los Balnearios de Cestona,
Ormaíztegui y Alzola.
Como ejemplo de utilización
de la nieve con fines terapéuticos voy a citar estos dos
casos recogidos en el Archivo Municipal de Rentería. y
en el Archivo Municipal de Oyarzun. El primero (Libro de Actas
nº 85, folio 157, 14-VII-1762) dice así: "Don
Joseph Estevan de Nagore Medico asalariado , y titular de V.S.
con el debido respecto, pone en alta consideración de
V.S. que haze dias, que algunos de los naturales de V.S. se allan
insultados de una fiebre aguda inflamatoria ardiente á
causa de la calida estación del tiempo; para cuio methodo
curativo, y preservativo de otras, que suelen invadir en semejantes
estaciones, como le ha acreditado la larga experiencia, necesita
del uso de agua de nieve como remedio, que puede auxiliar á
uno y otro methodo, esto es exterminar con su uso las presentes
fiebres, á fin de que no se propaguen por todas las familias,
y preservar a los demas de las otras que pueden sobrevenir, y
deseando el suplicante la seguridad, y acierto en dichas calenturas,
recurre a la benignidad de V.S. y / Suplica rendidamente que
desde suyo, atendiendo al beneficio de los enfermos, y utilidad
comun, tome las debidas providencias para la conducción
de la nieve, para que de esse medio logren los pobres enfermos
el alivio que tanto desean, es favor que espera merecer de la
grande piedad y clemencia de V.S. / el más atento y rendido
servidor de V.S. / Don Joseph Estevan de Nagore".
El segundo ejemplo es una carta
referente a la nevera de Rentería existente en el Archivo
Municipal de Oyarzun (A-13-12-2)(1884) :
" San Sebastián 4
de Julio de 1884
Señor Don Antonio Iriarte
- Oyarzun
Muy Sr. mio : es en mi poder
su atenta del 2 del corriente. Si desgraciadamente llegase el
caso de presentarse el cólera (lo que Dios no quiera)
y necesitasen nieve para los habitantes de ese Valle, pueden
tomar de mi nevera la que necesitaren, acudiendo al caserío
Barinqueta, cuyo dueño Celedonio tiene la llave de la
nevera y sin que tengan Ustedes que abonar nada.
Saluda a V., afectuosamente......Miguel
de Oteiza".
Los elurzulos pertenecían
por lo general a los municipios, monasterios e iglesias y a particulares.
Los municipios arrendaban sus neveras poniendo ciertas condiciones
en los contratos que generalmente eran: su duración, cuatro
años o más, disposición de nieve para su
venta desde primeros de mayo hasta mediados de octubre; se ajustaba
el precio de la nieve y si no nevaba en la zona, se indicaba
de dónde se podía traer y el correspondiente aumento
de precio por los gastos extras ocasionados.....
Todos los municipios de cierta
importancia disponían de nevera. Por diversas citas en
documentos sabemos que este negocio no era muy regular pues no
siempre nevaba, y en bastantes ocasiones no se presentaban rematantes
para hacerse cargo de ellas.
La nieve fue utilizada desde
la antigüedad, las culturas clásicas como la griega
y la romana nos aportaron en sus escritos testimonios sobre su
uso, bien sea a su favor o en su contra. Hipócrates, Aristóteles,
Lucillius, Plinius Secundus, Marcial, Plutarco, Plinio el Joven,
Galeno, Suetonio, son algunos de ellos.
En China e India también
la emplearon por lo menos las familias más poderosas.
Los musulmanes adoptaron sus aplicaciones y quizás por
su influencia conocimos en España sus propiedades. En
libros de cocina medievales y de las cuentas de la Casa Real
de Pedro III de Aragón, claramente se habla del consumo
de helados. Es una prueba de su disfrute, entre las clases elevadas,
el hecho de que Carlos III el Noble de Navarra (1387-1425) construyera
un pozo de nieve en su residencia real del castillo de Olite.
Pero cuando realmente se popularizó
su empleo fue a mediados del siglo XVI y en el XVII fue el boom
en la construcción de pozos. Muchas poblaciones los construyen,
la demanda de su consumo se generaliza y los precios son accesibles
para la gente. Bergara, Rentería, Gabiria, Aránzazu....
son ejemplos de los diversos lugares que construyeron sus neveras
en dichas fechas.
Como veréis por la bibliografía,
al final de este articulo, la profusión de escritos acerca
de la aplicación de la nieve, sus ventajas y perjuicios
son corrientes en esta época. El estado ante tanta demanda
ve la posibilidad de aumentar las arcas reales y crea un impuesto
sobre la nieve, como lo tenían otras mercancías,
que modificándose a través del tiempo llegó
hasta la desaparición de dicho comercio.
Es cierto que las tablas de contribución
industrial recogen en los años treinta del presente siglo
tres tipos de comerciantes de hielo y nieve. Dichas tablas sirvieron
para todo el país, mejor dicho para todo el Reino. Pero
yo no he podido localizar ni en la matricula industrial ni en
su contribución ningún caso de cuota por este hecho
en Guipúzcoa durante esta centuria. En 1902 sí
paga matrícula industrial una fábrica de hielo
artificial, regentado por Don Ramón Usabiaga y Compañía
sita en Urnieta, en el barrio de Lasarte. El no pagar cuotas
no quiere decir que hubiera desaparecido dicho comercio, pues
sabemos por diversos informantes que llegaron a utilizarse hasta
los años treinta algunas neveras guipuzcoanas y lo mismo
podemos aseverar de las del resto de Euskal Herria.
En la actualidad estas edificaciones
o sus ruinas es lo que nos queda de una industria desaparecida
no hace mucho de nuestras montañas y que nos resulta ahora
distante. Si no hacemos ahora algo por recuperar dichas construcciones
se perderán irremediablemente.
La bibliografía sobre
las neveras y su entorno fue escasa hasta no hace muchos años,
pero a partir de las publicaciones de Don Horacio Capel Sáez
se revitalizó el tema y poco a poco han aparecido estudios
y pequeños trabajos que han dado a conocer esta actividad.
No voy a extenderme mucho y sólo
voy a citar algunos estudios relacionados con nuestra región
y la lista de libros de los siglos XVI y XVII sobre el empleo
de la nieve:
"El comercio de la nieve
y los pozos de Sierra Espuña (Murcia)",de HORACIO
CAPEL SÁEZ. Estudios Geográficos, Madrid, nº
110 (1968), Páginas 123-174.
"Una actividad desaparecida
de las montañas mediterráneas: el comercio de la
nieve", de HORACIO CAPEL SÁEZ. Revista de Geografía,
Universidad de Barcelona, vol. IV, nº 1, enero-julio 1970,
Págs. 5-42.
"Invierno en verano o nieve
en Pamplona, Estella y Tudela", de FLORENCIO IDOATE. Rincones
de la Historia de Navarra. Pamplona 1954, tomo I, págs.
206-211.
"Neveras tradicionales en
Navarra", de RAFAEL GARCíA SERRANO. III Semana de
Antropología Vasca, (1973), tomo I, págs. 232-272.
"Las neveras de Vizcaya",
de JOSÉ Mª SALBIDEGOITIA Y JOSÉ IGNACIO BARINAGA.
Revista KOBIE nº 5 (1974), págs. 43-83.
"Los pozos de nieve (Neveras
de La Rioja)", de ANTONINO GONZÁLEZ BLANCO, URBANO
ESPINOSA, HILARIO PASCUAL, etc... (1980), 77 páginas.
"El abastecimiento de nieve
a Sangüesa, (1600-1926), de JUAN CRUZ LABEAGA MENDIOLA.
Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra
nº 60 (1992), págs. 247-288. "Los pozos y el
comercio de la nieve en Viana y Aras", de JUAN CRUZ LABEAGA
MENDIOLA: (C.E.E.N.) nº 39 (1982), págs. 261-328.
"Tipología de las
Neveras de Euskalerria", de ANGEL Mª CALVO II Congeso
Europeo sobre Arquitectura Popular y Hórreos.(1992),(Comunicación).
(En prensa).
"Los elurzulos o neveros
de Deba", de ANTXON AGUIRRE SORONDO REVISTA DEBA, nº
26, invierno 1993, págs. 61-65.
"Los pozos de nieve - elurzuloak",
de ÁNGEL Mª CALVO. Revista OARSO 1995. págs.
95-98. Renteria. "Catálogo de Neveras de Guipúzcoa",de
ÁNGEL Mª CALVO. (inédito).
"Tratado de la nieve y del
uso de ella", de FRANCISCO FRANCO. Sevilla, 1569.
"Libro que trata de la nieve
y de sus propiedades y del modo que se ha de tener en el beuer
enfriado con ella: y de los otros modos que hay de enfriar",
de NICOLÁS MONARDES. Sevilla, 1574.
"Alivio de sedientos, el
cual se trata la necesidad que tenemos de beber frío y
refrescado con nieve, y las condiciones que para esto son menester,
y cuales cuerpos lo pueden libremente soportar", de F. MICÓN.
Barcelona, 1576.
"Libros de los provechos
y daños que provienen con la sola bebida del agua: como
se deba escoger la mejor y rectificar lo que no es tal, y como
se ha de beber frío en tiempo de calor sin que haga daño",
de ALONSO DÍEZ DAZA. Sevilla 1576.
"Carta al doctor Pedro de
Párraga Palomino, médico en la ciudad de Granada;
en que se trata del arte y orden para conservar la salud, y dilatar
nuestra vida y buen uso del beber frío con nieve",
de ALONSO GONZÁLEZ. Granada 1612.
"Tratado de la grande excelencia
del agua y de sus maravillas, virtudes, calidades y elección,
y del buen modo de enfriar con la nieve", de FRANCISCO JIMÉNEZ
DE CARMONA. Sevilla 1616.
"Breves advertencias para
beber frío con nieve", de MATÍAS DE PORRES.
Lima 1621.
"Disertación teórico-práctica
del uso del agua fría en la operación de los catharticos",
de TORIBIO COTE Y COBIÁN. Sevilla 1636.
"Utilidades del agua de
nieve y del beber frío y caliente", de FERNANDO CARDOSO.
Madrid 1637.
"Tractatus utilis et jucundus
de potionum varietate", de GASPAR CALDERA DE HEREDIA, (siglo
XVII).
"Método curativo
y uso de la nieve, en que se declara y prueba la obligación
que tienen los médicos de dar a los purgados agua de nieve,
con las condiciones y requisitos que se dirá", de
ALONSO DE BURGOS.
"Breve apología y
nuevo discurso del método que se debe observar, reprobando
el agua de nieve, en día de purga", de MIGUEL FERNÁNDEZ
DE LA PEÑA. Granada 1641.
"Breve antología
al discurso nuevo del doctor Miguel Fernández de la Peña.
Método verdadero del uso del agua de nieve en día
de purga", de ISIDRO PÉREZ MERINO. Jaén 1641. Ángel
María Calvo Barco, Sociedad
de Ciencias Aranzadi |