La heráldica es la ciencia que estudia los
escudos de armas o blasones, y su origen y sus fundamentos se
remontan a la Edad Media. En ella se estudian los componentes
que intervienen en los escudos, pero de una forma desligada de
su significado histórico, siendo algo así como
la gramática de los blasones, por lo que es en sí
una ciencia ardua y de escaso interés. El interés
comienza cuando termina la heráldica en su sentido más
estricto, y se empiezan a establecer las relaciones de dichos
escudos con los linajes que los poseyeron, con las causas que
los determinaron, y con los posibles episodios históricos
relacionados con ellos.
ORIGENES
DE LA HERALDICA
El uso de los escudos de armas
parece ser que comenzó en Alemania hacia el siglo XI,
y después se fue extendiendo por toda Europa. En España
no hizo su aparición hasta el siglo XII.
El motivo de su nacimiento fue
el regular los símbolos que los caballeros utilizaban
en los torneos para identificarse, pues al llevar armadura y
yelmo esto resultaba bastante difícil. Para ello elegían
una serie de símbolos, que colocaban en el lugar más
apropiado y visible, cual era el escudo defensivo, el cual ha
pasado a ser el soporte habitual de los escudos de armas, junto
con el yelmo, que también ha pasado a resultar casi imprescindible
en ellos, aunque su función es puramente ornamental.
La heráldica estableció
como ciencia unas rígidas leyes para la composición
de los mismos, su descripción y la combinación
de los colores, pero como es normal la ciencia nació después
de que se hubo generalizado el uso de los escudos.
La misión de los escudos
de armas pasó de la identificación familiar quedó
asignada a la identificación de los linajes o familias
de una manera inequívoca. Cuando estos símbolos
dejaron de ser puramente personales para pasar a ser hereditarios
y ser adscritos a linajes determinados, es cuando podemos hablar
propiamente de escudos de armas.
Inicialmente el contenido de
los escudos era muy simple, sobre la base de colores simples
o combinaciones de ellos, complicándose poco a poco con
la aparición de las figuras - de simbolismo dudoso - y
a las que se han asignado casi siempre orígenes o significados
fabulosos y legendarios casi siempre inadmisibles.
Vamos a tratar de dar siquiera
unas pequeñas ideas sobre la heráldica, glosando
su terminología y algunas de sus características.
(INDICE)
ELEMENTOS
FUNDAMENTALES DE LA HERALDICA
En rigor, únicamente tienen
significación heráldica y referencia al linaje
familiar los elementos incluidos en el interior de escudo, siendo
todo lo demás accesorio, o referente a atributos personales
y no hereditarios, como luego veremos.
La forma de escudo varía
de unos países a otros, habiéndose generalizado
en España en la Edad Media y comienzos del Renacimiento
la forma más clásica española, redondeada
por abajo, aunque también ha tenido bastante influencia
el tipo francés, que termina por abajo de forma redondeada,
con una pequeña punta, el cual puede que sea en la actualidad,
por ignorancia, el más utilizado.
Los colores que se utilizan en
la heráldica se denominan esmaltes y se
dividen en colores propiamente dichos y metales.
Los colores son cinco: rojo (gules), azul
(azur), verde (sinople), negro (sable)
y mucho menos frecuente, el morado (púrpura),
los cuales reciben en heráldica los nombres que van entre
paréntesis. Los metales son oro y plata.
El fondo del escudo constituye
el campo, sobre el cual se dibujan las figuras
heráldicas y sobre ello la heráldica establece
una rígida ley que dice que nunca podrá ir color
sobre color o metal sobre metal, sino ambos combinados, es decir,
color sobre campo de metal o metal sobre campo de color.
Como es lógico, las leyes
heráldicas son posteriores a los propios escudos, y por
ese motivo hay algunos que contravienen esa ley, como el de linaje
alavés de los Mendoza, que era en campo rojo una banda
verde, y para adaptarse a esta ley (posterior al propio escudo),
colocó la banda perfilada de oro, para de esta forma resultar
verde sobre oro, y el oro sobre rojo.
Entre los elementos que forman
parte de un escudo hay unos que tienen un significado exclusivamente
heráldico, y que se llaman piezas, y otros
a los que se denomina figuras.
Las piezas a su vez se dividen
según su tamaño en piezas honorables
o principales, y piezas disminuidas o de segundo
orden. Todas ellas constituyen figuras geométricas y las
más utilizadas se describen en el glosario.
Figuras son todos los demás elementos
que pueden ir dentro de un escudo y son llamados también
muebles. Se las divide en naturales (astros, vegetales,
los cuatro elementos, tierra, fuego, mar y aire, figuras humanas
y animales, reales o quiméricos, etc.) y artificiales
(construcciones, cadenas, etc.). (INDICE)
GLOSARIO
DE TERMINOS HERALDICOS
La ciencia heráldica utiliza
una terminología bastante peculiar - la mayoría
de cuyos términos son una castellanización de los
términos heráldicos franceses - pero cuya utilización
resulta imprescindible, pues lo que sí poseen dichos términos
es una total precisión.
Expondremos un breve glosario
de los términos heráldicos más utilizados,
entre los que se incluyen piezas, figuras, particiones o subdivisiones
de los escudos, etc. En heráldica la derecha e izquierda
son siempre las de escudo, no las del espectador.
Abismo: es el centro de escudo o corazón.
Acolado: se dice de dos figuras similares cuando
están puestas una junto a otra.
Acostado: se dice de las piezas secundarias que
acompañan a las honorables.
Adiestrado: se dice de la figura que está
a la derecha de otra más importante.
Almete: diminutivo de yelmo.
Anillo: pieza secundaria, de forma redonda y vacía,
viéndose por el hueco el campo del escudo.
Armado: se dice de los brazos humanos cuando van
cubiertos por una armadura
Armiño: figura convencional a manera de
mota negra y alargada, que quiere representar la cola de este
animal.
Aspa: llamada también sotuer. Es una pieza
honorable cuando es de gran tamaño, formada por una banda
y una barra que se cruzan. Las hay también de pequeño
tamaño, especialmente en la orla. Se dice que varias figuras
están colocadas en aspa, cuando están agrupadas
formando un aspa.
Azur: el color azul.
Banda: pieza honorable que cruza el escudo del
cantón superior derecho al inferior izquierdo, y su anchura
es un tercio de la del escudo
Barra: similar a la banda, pero va de cantón
superior izquierdo al inferior derecho.
Bezante: pieza secundaria de forma circular, necesariamente
de metal, en contraposición con el roel, que es de color.
Bordura: lo mismo que orla, es una pieza honorable
que rodea el escudo.
Brochante: se dice de la pieza que está
colocada sobre otra u otras.
Cabos: se llaman así a los extremos de alguna
cruz honorífica, cuando ésta existe por detrás
de escudo, quedando oculta la parte central.
Cabrío: llamado también chevrón,
es una pieza honorable con forma de ángulo, o de compás
a medio abrir.
Campo: se llama así a la superficie interior
del escudo, y es sobre l que se dibujan las figuras.
Cantón: es pieza honorable, y corresponde
a cualquiera de las cuatro esquinas del escudo al ser dividido
por una cruz.
Cantonado: se aplica a la pieza que se encuentra
acompañada de otras situadas en las cuatro esquinas o
cantones del escudo.
Cargado: se dice de la pieza que contiene otras
en su interior.
Castillo: se dice de la construcción que
tiene almenas y tres torres en la parte superior.
Cebado: se dice del animal que lleva una presa
en la boca, y se refiere principalmente al lobo.
Corazón: es el centro del escudo o abismo.
Cortado: se dice del escudo que está dividido
en dos mitades iguales por una línea horizontal.
Creciente: se llama de esta forma a la media luna
cuando sus puntas miran hacia arriba.
Cruz: es una pieza honorable formada por la intersección
de un palo y una faja.
Cruz hueca: es aquélla que contiene en su
interior otra, de menor tamaño y concéntrico, a
través de la cual se ve el fondo del escudo.
Cruz flordelisada: es aquella cuyas cuatro puntas
terminan con la figura de la flor de lis.
Cuartelado: se dice del escudo dividido en cuatro
partes iguales. Generalmente y cuando no se indica otra cosa,
lo es mediante una línea horizontal y una vertical que
se cruzan en el centro, pero también puede ser el cuartelado
en aspa mediante dos líneas diagonales que se cruzan en
el centro.
Engolado: se dice de la pieza, generalmente banda
o barra, que sale de la boca de algún animal, habitualmente
un dragón o dragante.
Escaque: pieza secundaria en forma de rectángulo,
que se repite en forma de jaquelado como el tablero del ajedrez.
Escusón: es un pequeño escudo cargado,
que se coloca en el centro del escudo, o abismo.
Exployada: se dice del águila cuando lleva
las alas extendidas.
Faja: pieza honorable que se coloca horizontalmente
en el centro del escudo, y ocupa un tercio del mismo.
Figurado: se dice del sol y la luna cuando se les
representa con rostro humano.
Filete: se dice de la línea que perfila
una pieza o figura.
Flor de lis: figura que representa esquemáticamente
la flor del lirio.
Gringolado: se dice de la figura que termina en
cabezas de sierpes, o serpientes; es muy frecuente en las calderas.
Jaquelado: se dice del escudo cuando está
dividido en pequeños cuadrados o escaques, como un tablero
de ajedrez.
Jefe: pieza honorable que ocupa el tercio superior
del escudo.
Jirón: pieza secundaria de forma triangular,
uno de cuyos vértices se encuentra en el centro del escudo.
Lambrequines: especie de cintas o plumajes que
sirven de adorno y suelen salir del yelmo.
Losange: pieza con forma de rombo.
Mazonado: en las construcciones, cuando los sillares
están individualizados por líneas de esmalte distinto.
Palo o pal: es una pieza honorable vertical situada
en el centro de escudo, pero también se dice de varias
figuras iguales, cuando están situadas una encima de otra.
Panela: figura que simula la hoja de lamo, y tiene
forma como de corazón.
Partido: se dice de escudo que está dividido
en dos mitades iguales mediante una línea vertical.
Pasante: se dice de los animales representados
en actitud de andar hacia la parte derecha del escudo.
Pasmada: se dice del águila cuando está
con las alas hacia abajo.
Punta: pieza honorable colocada horizontalmente
y que ocupa el tercio inferior del escudo.
Rampante: se dice del animal, principalmente el
león, levantado sobre sus patas traseras.
Ranversada: se dice de la media luna cuando sus
puntas miran hacia abajo. También se le suele llamar menguante.
Roel: pieza secundaria de forma circular, la cual
es necesariamente de color, en contra del bezante que siempre
es de metal.
Siniestrado: se dice de la figura que tiene otra
menos importante a su izquierda.
Sotuer: lo mismo que aspa; es pieza honorable.
Sumado: se dice de la figura que tiene otra menor
encima, unida a ella.
Superado: se dice de la figura que tiene otra menor
encima, pero sin tocarse.
Tau: figura en forma de T con los brazos ensanchados
hacia los extremos.
Tenante: figura que acompaña al escudo en
actitud de estar sujetándolo
Timbrado: se dice del escudo que tiene encima un
yelmo o una corona.
Torre: construcción redonda con almenas.
Tronchado: se dice del escudo que está dividido
en dos mediante una línea diagonal que va del cantón
superior izquierdo al inferior derecho.
Vacía: se dice de la pieza a cuyo través
se ve el campo del escudo.
Venera: se llama así a la concha de Santiago
o de peregrino. Corresponde al molusco llamado vieira.
Veros: pequeñas figuras con forma de campana
que se colocan en posición alternada formando una especie
de greca. (INDICE)
ELEMENTOS
ACCESORIOS DE LOS ESCUDOS DE ARMAS
Un escudo de armas está
compuesto únicamente por las figuras que están
dentro de él, que son las que forman el blasón,
pero hay elementos accesorios, exteriores al mismo, que suelen
acompañarle muy frecuentemente y, aunque no tienen un
significado heráldico, suelen reflejar circunstancias
diversas, muy interesantes a veces.
Sobre el escudo es casi inevitable
la colocación del yelmo, pero por costumbre,
no por necesidad. El yelmo puede mirar al costado izquierdo,
o al derecho, o bien al frente, teniendo en cada caso una interpretación
heráldica diferente. Si mira a la derecha (del escudo)
indica hidalguía, si mira hacia la izquierda, bastardía,
y si mira al frente indica hidalguía por ambos costados.
Estas interpretaciones no son muy rígidas, pues generalmente
se desconocían o bien se cambiaba la dirección
del yelmo por simetría o por alguna otra razón.
Sobre el escudo, aparte del yelmo
se suele poner a veces una corona, la cual a veces
va coronando el yelmo, pero generalmente sola, siendo esto último
lo más frecuente en España. Su utilización
corresponde a la nobleza titulada, diferenciándose unas
coronas de otras por el número y características
de las puntas de las mismas. En muchas ocasiones se encuentran
coronas sobre los escudos sin motivo aparente alguno. En contadas
ocasiones la corona llega a ser casi inseparable del blasón,
como en el escudo de los linajes diviseros del solar de Samaniego
(apellidos Samaniego, Maestresala, Córdoba, San Pedro,
Ortiga, etc.), o del solar de la Piscina (apellidos Piscina,
Peciña, Ramírez, Berrueco, etc.), muy extendidos
ambos por La Rioja alavesa y castellana, pero en ambos casos
se trata de un blasón divisero, adoptado como escudo familiar.
Otro elemento que a veces acompaña
a los escudos son las cruces, que corresponden
a atributos que no son hereditarios, sino personales, y suelen
ir colocadas detrás del escudo, de forma que sólo
se ven sus cuatro extremos o cabos. Las más usuales en
España han sido la cruz de la orden de Santiago, con el
cabo superior y los laterales terminados en forma de flor de
lis, y el inferior terminado en punta, y con mayor longitud que
los otros; las cruces de las órdenes de Calatrava y Alcántara,
y la del Santo Oficio de la Inquisición, que en las tres
son una cruz flordelisada, se diferencian entre sí tan
sólo por el color, pero cuando se representan en piedra
resultan idénticas; y la de la orden de Montesa, que es
una cruz griega, de brazos rectos de igual longitud.
Entre las cruces de órdenes
extranjeras, la más extendida por España es la
de la orden de San Juan de Jerusalén o de Malta, que es
una cruz con los brazos ensanchados hacia los extremos.
Hay elementos accesorios de índole
personal que suelen acompañar a los escudos de los eclesiásticos,
compuestos generalmente por un capelo y unas borlas cuya disposición
indica la dignidad del poseedor. Hay otros elementos accesorios
que son puramente decorativos, sin ningún significado,
como son los lambrequines (ver glosario), que a veces ocupan
todo el exterior del escudo, los tenantes (ver glosario) que
suelen ser sirenas, leones, águilas, ángeles, guerreros,
figuras fantásticas, etc. (INDICE)
RELACIONES
DE LA HERALDICA: APELLIDO, LINAJE Y HERALDICA
Linaje viene de línea,
y representa al conjunto de ascendientes o descendientes de una
persona determinada. Es consustancial al género humano,
es decir, que todos sin excepción pertenecemos a un determinado
linaje, sea éste noble o no. Antiguamente se relacionaba
casi siempre la acepción de la palabra con la nobleza.
El apellido tiene un carácter
más restrictivo y representa hoy día únicamente
la sucesión masculina (antiguamente no era así
y los apellidos se podían transmitir también por
línea femenina). Es decir, que los de un mismo linaje
pueden llevar diferentes apellidos, según se descienda
por línea de varón o de hembra. Antiguamente se
podía dar también el caso contrario, es decir,
que descendientes de un mismo linaje por rigurosa línea
masculina llevasen distinto apellido, ya que este no era de adopción
obligatoria.
Resumiendo, podemos decir que
cada persona pertenece a un linaje por ley natural, y tiene un
apellido regulado rígidamente por las leyes civiles; que
un mismo linaje puede englobar apellidos diferentes, pero que
la igualdad de apellido no implica necesariamente la pertenencia
a un mismo linaje.
Pues bien, el escudo de armas
está firmemente vinculado con el linaje, pero no con el
apellido, y a lo largo de la historia ha sido precisamente la
heráldica la única que ha tenido el rigor y la
fijeza que no tenía el apellido.
Por este motivo es un error,
muy generalizado por cierto, el pensar que a cada apellido corresponde
un escudo de armas, de forma biunívoca, pues se puede
dar el caso de diferentes apellidos dentro de un mismo linaje
(esto ya es más raro hoy día) apellido, o bien
linajes distintos con el mismo apellido, y que no tienen vínculo
de sangre alguno entre sí y, por tanto, con armas distintas
cada uno.
Es de destacar que la heráldica
nació incluso antes de que se generalizase el apellido
tal y como hoy lo entendemos, como algo inseparable a la familia
o linaje, y realmente durante la Edad Media y parte de la Edad
Moderna, la identificación de una persona o linaje era
más directa a través de su escudo de armas que
de su apellido, que tan fluctuante y caprichoso fue hasta el
siglo XIX en que se creó el Registro Civil. (INDICE)
Juan Vidal Abarca, socio de número de la Real Sociedad
Bascongada de los Amigos del País, Correspondiente de
la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía |