El siguiente trabajo forma parte de una
amplia investigación sobre el camino de Santiago en Bizkaia,
que pretende combinar distintas metodologías arqueológicas
y documentales con el fín de arrojar luz sobre las lagunas
que presenta el trazado en algunos puntos.
A
partir de la localización de restos arqueológicos
en Zamudio, en investigaciones precedentes pudimos subsanar una
de las lagunas que existía en el camino de Santiago en
Bizkaia. Mientras la historiografía tradicional, por falta
de datos, hacía pasar el camino desde Larrabezúa
o Lezama, directamente hacia Santa Marina en Artxanda, la aparición
de los restos de Uxinas en el Barrio Aranolza de Zamudio nos
sirvió como punto de partida para comprobar que el trazado
atravesaba terrenos de esta Anteiglesia.
De este modo, a partir de una
exhaustiva investigación arqueológica y documental
pudimos fechar las obras de fábrica, identificarlas y
restituir el trazado hasta el alto de Santo Domingo. Este tramo
bordeaba en Zamudio terrenos de la Torre Larragoiti, y por el
Puente Aricondo llegaba hasta el Puente Osinaga (Uxinas), emprendiendo
la subida hacia el alto de Mendigana. El camino pasaba muy cerca
de las canteras de Gastañazabalaga, llegando al alto de
Santo Domingo, desde donde alcanzaría la anteiglesia de
Begoña.
Otra de las zonas polémicas
es la comprendida entre los actuales municipios de Lezama y Larrabezúa.
En el curso de nuestros trabajos, hemos hallado ciertos datos
que contribuyen a precisar el trazado del camino juradero en
este área, que discurriría por una ruta alta que
pervive a lo largo de los siglos, al margen del centro de ambas
villas.
 Baranbio, Lezama.
En nuestra opinión el
camino viejo Bilbao a Gernika es una ejemplo claro de la pervivencia
de una vía de comunicación natural a lo largo de
los tiempos. Aunque su origen sea impreciso, es muy posible,
que como tal ruta natural fuera usada desde época prerromana
(tesorillo de Lejarza, castros en la zona).
Lo que sí parece claro
es su pertenencia al organigrama de comunicaciones altoimperial,
uniendo las vías meseteñas con la zona
litoral marítima. La tipología de su trazado a
media altura, y los restos romanos dispersos a lo largo de los
diversos puntos que componen la vía (Bermeo, Mundaka,
Forua, Gernika, Morga, Bilbao, etc.) así parecen atestiguarlo.
El inicio de una ruta de peregrinación
religiosa en la Edad Media, de fácil acceso por vía
marítima y alejada de los peligros de la ocupación
árabe, combinada con las necesidades coyunturales de los
señores vizcainos, contribuyó a consolidar su uso.
A ese respecto en la propia fundación de Bilbao se especifica
que el camino a Bermeo se haga pasar por la villa de don Diego.
A la hora de especificar un trazado
la polémica ha estribado en la existencia de dos caminos
reales en la jurisdicción de ambos pueblos.
 Meakaur de Morga.
El primero es el que procedente
de Zamudio cruzaría hacia Lezama en la zona del caserío
Matsa, y bordeando el campo del Athletic, iría tomando
altura, cruzando los barrios de Garaiolza y Gaztelu para desembocar
en Zarandoas, el más antiguo poblamiento altomedieval
de la zona. Desde allí se dirigiría a Gernika por
Astoreka, Arechabalgana y Morga.
El segundo camino penetraba en
Lezama por el Humilladero de la Santa Cruz, y proseguía
bajo la pista de la actual carretera que une ambos pueblos, entrando
en el casco urbano de Larrabezúa, desde donde subiría
a la ermita juradera de los santos Emeterio y Celedonio, también
de origen medieval. De allí, ascendería hasta Astorekas,
conectando con el camino de Arechabalgana hacia Gernika.
Con la fundación de Larrabezúa en
el siglo XIV, y la concentración del poblamiento en áreas
llanas se comienza a preferir el trazado más llano. Los
contactos comerciales con el puerto de Asúa, el tráfico
de vena de hierro, y el endeudamiento del ayuntamiento de Asúa
harán que en 1774 a 1776 sus alegaciones para que se denomine
camino real sólo el que pasa por el centro del pueblo,
tengan éxito. Este hecho marcará el declive posterior
del camino por Zarandoas.
Que el camino por la parte alta
de Lezama es el camino Real Bilbao- Gernika lo prueban una serie
de documentos a lo largo de diferentes siglos.
En 1774 Lezama, en cumplimiento
de las órdenes de composición de los caminos reales
dadas por el Síndico General, Lezama se apresta a notificar
que se dispone a arreglar los dos caminos reales de su jurisdicción
el que va por la Venta de Garay y se dirigiría a Gernika
por Arechabalgana, y el que va por la ermita del Santo Cristo
a Larrabezúa, que une Asúa con la merindad de Zornoza
y se usa para el tráfico de vena.
Datos complementarios aparecen
en las Actas de Tierra Llana de las Juntas Generales de Gernika,
del siglo XVI, que imparten similares instrucciones de reparación
del Camino Real Bilbao-Gernika. Y en concreto, al ordenar a Larrabezúa
que proceda a efectuar la composición del camino Real,
especifica que es el que pasa por Gaztelu (barrio alto en el
camino entre la venta de Garay y Zarandoas).
Por último, un dato relevante
lo ofrece el texto del propio Fuero, cuando relata el procedimiento
de jura del Señor, especificando que al Señor en
su viaje desde Bilbao le reciban en Arechabalgana para acompañarle
a hacer juramento en la iglesia de Goikolegea, desde donde partirá
hacia Gernika para completar el ritual de juramento en la ermita
de la Antigua que finalizaría en Bermeo en Santa Eufemia.
En conclusión, podemos
resumir que los datos arqueológicos y documentales de
distintas épocas permiten confirmar, que el Camino de
Santiago y Ruta Juradera atravesaba la jurisdicción de
Lezama por la parte alta, a través de la venta de Garay
y del barrio de Gaztelu, entrando en Larrabezúa por Zarandoas
y el alto de Arechabalgana; desde donde se dirigía hacia
Morga, verificando un pequeño desvío hacia Goikolejea,
ruta que la villa conseguirá modificar en el XVIII, consiguiendo
que se califique como camino real hacia Gernika el de Lezama
por el centro de Larrabezúa y Goikolejea, y que será
la razón del trazado propuesto por la historiografía
moderna.
 Iglesia juradera de San Emeterio
y San Celedonio en Goikolegea, Larrabetzu.
Maria Jesus Fernandez Fonseca, arqueóloga
Fotografías: Enciclopedia Auñamendi |