Al pie del apeadero del Ferrocarril de
la Frontera, en el Barrio de Loyola de San Sebastián,
encontramos una zona residencial. Su arranque constructivo fue
impulsado por un proyecto elaborado y dirigido desde el Ayuntamiento
por el ingeniero Horacio Azqueta en 1914. El apoyo económico
vendría dado por lo recaudado en la suscripción
promovida por la Comisión del Homenaje para erigir un
monumento, en la ciudad, a la reina Doña María
Cristina. La homenajeada derivó esta idea hacia la realización
de un proyecto en beneficio de la clase obrera: Construir viviendas
para obreros.
Se comenzó así
la construcción del Suburbio-Jardín de Loyola
pero con la intención de que en un futuro se convirtiera
en Ciudad-Jardín.
Desde principios del Siglo XX
en Europa se investiga la trayectoria seguida por las ciudades-jardines
que se construyen en el último tercio del siglo XIX (Port
Sunlight y Bournville) en Inglaterra. El estudio que sobre ambas
fundaciones elabora G. Benoit-Lèvy fue recogido por aquellas
corporaciones que veían en la organización de dichas
fundaciones una solución al problema de la vivienda obrera.
Para el caso de la Península,
La Sociedad Cívica "Ciudad-Jardín"
y la Compañía Madrileña de Urbanización,
la primera con domicilio social en Barcelona y la segunda en
Madrid, fueron las encargadas de poner en conocimiento, de nuestros
Ayuntamientos, a través de su personal de urbanismo: Arquitectos,
Ingenieros..., sobre lo beneficioso de este modelo urbano. Las
conferencias se llevaron a cabo en 1913 en ambas capitales.
El proyecto sobre la Ciudad-Jardín
de Loyola en 1914 será una de las propuestas en San Sebastián
a la puesta en práctica de las observaciones surgidas
en dichas conferencias.
El arquitecto ganador del concurso
convocado para la elección del modelo arquitectónico
será el arquitecto iruñés José Ángel
Fernández de Casadevante. Diseñará cinco
modelos distintos de viviendas. Estas edificaciones han pasado
a ser conocidas en su entorno como las cinco villas.
La elaboración de los
planos de las viviendas obreras del Suburbio-Jardín
de Loyola coincide con un período de vuelta al orígen
de las formas artísticas del pasado, surgiendo la tendencia
del Estilo Regional Vasco.
Arquitectónicamente se
tiende hacia la investigación de la arquitectura de los
caseríos y casas torres que aparecen diseminados por nuestros
pueblos y montañas. Los proyectos de Fernández
de Casadevante son un ejemplo de esta tendencia.
En los proyectos de ciudades-jardines
se tenía en cuenta la ornamentación de sus plazas
mediante monumentos decorativos. También en la de Loyola
se tuvo en cuenta este aspecto. El escultor elegido para su realización
será León Barrenechea. Su conjunto monumental no
llegó a instalarse en donde en un primer momento se había
pretendido, presidiendo la Ciudad-Jardín sino que
su destino sería el que podemos observar en la actualidad,
el parque de la Plaza del Centenario.
Paralelamente fueron levantándose
otras viviendas pero estas respondían al interés
privado.
El proyecto de la Ciudad-Jardín
de Loyola se truncó casi nada más iniciarse su
construcción. Entre las causas que pudieron llevar a su
paralización podemos ver una relativa lejanía con
respecto a la ciudad y centros de trabajos o la carestía
de los materiales en el proceso de la construcción de
las viviendas.
María Ordoñez, licenciada en Historia del Arte |