La fotografía en el cine. El trabajo del director de fotografía
Javier Aguirresarobe

Estoy en pleno rodaje de una película. Y pienso que este hecho me ayudará a explicar con más detalle mi trabajo, el trabajo del director de fotografía, una profesión que en ocasiones no se situa en su auténtico contexto. La película, en la que estoy, es de las más complicadas. Para mí, todas las películas en las que he participado, han tenido un punto de dificultad, han resultado atractivas o interesantes técnicamente. Pero, (y que bien) ésta supera con creces a cualquiera de las anteriores. Es más ambiciosa de imagen, es de género misterioso y la cantidad de efectos fotográficos que se dan en ella la convierten en la más técnica y creativa que ha pasado por mis manos.

Por ejemplo, hoy mismo, la secuencia me pedía un ambiente de interior de día, aunque iluminado por la luz de un quinqué. Esto quiere decir que las cortinas estaban echadas, la luz se vislumbraba a través de los tejidos y las hendiduras, y los personajes quedaban retratados por una luz cálida que aparentemente nace de un quinqué situado en el decorado. Ayer, el efecto luminoso consistía en una penumbra de luz de luna en interior noche con ventanas abiertas. Es decir, la luz de la escena, aparentemente verosímil, tenía que llegar como si fuera la luna la fuente de luz principal. Por ello, el tono se acercaba al frío y las sombras eran algo dulces. La piel de los rostros de los protagonistas, blanca aunque no muy brillante. Y el otro día la escena se desarrollaba en un interior día convencionalk., Las ventanas estaban en el encuadre, el exterior de esas ventanas simulaba un día de niebla, en el que los árboles y vegetación quedaban inmersos en un halo blanco algo indefinido. Debo aclarar que este exterior, que se ve a través de las ventanas, consiste en una tela inmensa en la que se dibujan los elementos naturales que nos vamos a encontrar en el decorado real de esta película, cuando vayamos a rodar los exteriores...Por todo esto que cuento, queda claro que mi trabajo es la luz, la iluminación, la creación de los ambientes y de la atmosfera fotográfica. Y esta es la verdad, aunque tambien haya otros asuntos en la mochila de un director de fotografía. Por ejemplo, la cámara. Esa maravillosa máquina, que nos asocia directamente con la imagen, antes que el fotómetro o la lupa de contraste. Hay ocasiones en las que el director de fotografía también lleva la cámara, aunque no es su cometido fundamental. En esta película, sin ir más lejos, la cámara la lleva otra persona, que se encarga del encuadre y que en conexión directa con el realizador, programa los movimientos, los ejes, las miradas de los protagonistas, etc. La cámara es uno de los principales colaboradores del director de fotografía por lo que interesa llevarse bien con ella. Vivir con intensidad sus movimientos. Sentirla como algo propio...

Antes, cuando hablaba de la atmósfera de una película, he estado a punto de olvidarme de algo fundamental: la luz de los actores. Pienso que en la mayoría de los proyectos cinematográficos los actores, los protagonistas, tienen que ser atractivos para el público y tienen que tener buena luz. Sus rostros deben destacar en la pantalla. Esto es parte sustancial de este negocio y del ámbito mítico que rodea a conocidas figuras de la cinematografía. Y nosotros somos radicalmente responsables de este tema, asi como los maquilladores y peluqueros. Por ello, no solo debemos recrear ambientes sino también favorecer la imagen de los personajes que se mueven en el.

En realidad, tenemos que estar en permanente conexión con casi todos los departamentos y participar en casi todas las salsas que componen la producción de una película. Si antes hablaba de ambientes, debemos tener voz para decidir el tono de las paredes o el color del vestuario. Eso significa hablar y hablar con todos antes de dar el primer claquetazo.

Siempre he pensado que una película se hace, o casi esta hecha, antes de que corra el primer metro de emulsión cinematográfica... En nuestro trabajo, la preparación es fundamental. Estamos obligados a ver todos los escenarios, las localizaciones, con mucha antelación y responsabilizarnos de las decisiones que se toman en esos días cruciales. En esta película que estoy rodando estos días, la preparación fue una asignatura compleja, ardua, exigente. Pero, de esa preparación, sale ahora, como inspirado por el ser divino, el resultado fotográfico que, al menos, yo esperaba y deseaba para ella. Por ejemplo, fue un parto definir el color de las paredes del decorado o la distribución de las paredes móviles para la situación de la cámara...Eso en el terreno de la dirección del arte. Fue necesario asímismo la realización de numerosas pruebas para la elección del tipo de película, emulsión sensible, por sus características de "rapidez" y de contraste. (En este caso, kodak 500ASA). Y en el terreno específico de la especialidad fotográfica fue necesario definir con precisión el tipo de material de luz, si tungsteno, si HMI. (La luz que empleo proviene de proyectores fresnel con lámparas tungsteno y luces fluorescentes). También los filtros adecuados para los ambientes, la mezcla interesante para combinar la luz de día, con la luz de las velas o los quinqués para llegar a la conclusión de que la diferencia de temperatura de color ideal entre conversaciones con el laboratorio para el revelado y la elaboración de los copiones, en tanto que son ellos los que elaboran el color...Nuestro trabajo es muy técnico aunque, en ocasiones, también se acerca a la tarea de un capataz de obra puesto que todo este material del que hablo, sobre todo el de iluminación hay que situarlo en el decorado en un tiempo record. Para ello necesitamos del trabajo de un grupo de personas, llamados eléctricos, que siguiendo nuestras indicaciones inundan el "plató" de trípodes, proyectores, banderas y "ceferinos", convirtiendo el espacio escénico en algo irreconocible. En fín, a fuerza de querer definir con precisión como es un director de fotografía, debo decir que es una rara mezcla de creador, de tecnico y de capataz. Y si pienso que alguna de estas funciones debe prevalecer sobre las demás, creo que es la de ser creador y tener una conciencia estética y plástica de la imagen. Y esa conciencia nace justamente el día en que un guión está ante tus ojos. Y te sientes capaz de interepretarlo fotográficamente. De llegar a un concepto de luz y de color. El rodaje vendrá después, pero la película ya tiene que estar escrita en tus ojos en ese momento.


Javier Aguirresarobe, director de fotografía
Fotografías: La primera está publicada en el libro de Juan Miguel Gutiérrez "Sombras en la caverna. El tempo vasco en el cine" y las siguientes, en el libro de Carlos Roldán "El cine del País Vasco: desde Ama Lur a Airbag" (Ikusgaiak-2 y Ikusgaiak-3, cuadernos de cinematografía de Eusko Ikaskuntza"

Euskonews & Media 92.zbk (2000 / 9 / 22-29)


Dohaneko harpidetza | Suscripción gratuita | Abonnement gratuit |
Free subscription


Aurreko Aleak | Números anteriores | Numéros Précedents |
Previous issues


Kredituak | Créditos | Crédits | Credits

Eusko Ikaskuntzaren Web Orria

webmaster@euskonews.com

Copyright © Eusko Ikaskuntza
All rights reserved