El
pasado mes de noviembre, la portada de un diario estatal anunciaba
en mayúsculas y negrita: "El magazine estrella de la ETB
en euskara...". Lo que venía a continuación no viene
al caso, pero la cuestión es que se estaba refiriendo a
BERTATIK BERTARA. Dejando las polémicas -el quid de la
información- a un lado, lo que mayor asombro nos produjo
fue la primera parte del titular, aquélla que atribuía
a nuestro magazine la condición de estrella. Y resulta
que nos lo tenían que comunicar los de fuera.
Cierto
que unos días antes acabábamos de celebrar la emisión
número mil, todo un acontecimiento para un programa de
televisión. Y que comenzamos el curso 1999-2000 recibiendo
un galardón en Madrid, y lo terminamos recogiendo el premio
de periodismo Rikardo Arregi, concedido por el Ayuntamiento de
Andoain. Cuántas veces habremos escuchado que nuestro programa
"es lo mejor de ETB-1", o esas otras palabras que mitigan nuestra
ilusión, "es lo único decente que hay", y es que
el mérito consiste en destacar entre los mejores, no entre
la sordidez.
La cuestión es que BERTATIK
BERTARA ha llegado a su sexta temporada, y además emitiendo
dos programas al día, de noche y al mediodía, factor
que lo lleva a formar parte de los clásicos de ETB-1, siguiendo
muy de cerca, tanto en lo que respecta a su duración como
a la aceptación que goza entre los espectadores, a otra
exitosa producción televisiva, como es GOENKALE.
El éxito de BERTATIK BERTARA,
sin embargo, no se debe ni a una brillante idea ni al típico
millonario medio de la televisión; la historia de nuestro
programa se asemeja más bien a la del patito feo.
ANTES DE CONVERTIRSE EN CISNE
El precedente de BERTATIK BERTARA
hay que buscarlo en el magazine EUSKADI ZUZENEAN-EUSKADI DIRECTO,
un programa de información local de 1994-95 elaborado paralelamente
en las dos cadenas de Euskal Telebista a lo largo de toda una
temporada. Era una especie de complemento de los noticiarios del
mediodía que contaba con un extenso equipo de trabajo y
con todos los medios necesarios, pero que sólo afloró
durante una temporada. El curso siguiente, cuando ETB-2 se dispuso
a preparar el programa CATORCE HORAS, el equipo tuvo que dividirse,
y la Dirección nos ordenó crear una nueva emisión
dirigida a los telespectadores euskaldunes. Lo único que
teníamos en común el grupo de personas que formábamos
el grupo de trabajo, y en el cual seguimos Andoni Aizpuru, Joxe
Mari Gabiria y yo misma, era nuestra condición de euskaldunes,
un poco de sentido común, y algo de experiencia en televisión.
El nombre del programa, bastante
significativo, fue idea de Andoni Aizpuru. Haciendo honor al nombre,
empezamos a preparar el programa de una forma intuitiva, dando
cuenta de ferias, fiestas, viejas costumbres, sucesos corrientes
de la vida diaria, curiosidades... así como de los actos
y producciones culturales que no tenían cabida en los noticiarios.
En lo demás, el programa no estaba demasiado definido.
El programa se emitió durante el mediodía sólo
desde septiembre hasta diciembre de 1995, ya que en enero de 1996
los programadores de ETB lo trasladaron a la franja horaria nocturna,
fuera del prime-time.
Un estudio sociológico realizado
durante esa temporada reflejaba que el perfil de los espectadores
de BERTATIK BERTARA se correspondía con hombres mayores
de 65 años, del entorno rural. Sin tener nada en su contra,
lo cierto es que nuestras aspiraciones eran otras, tales como
atraer a gente de nuestra edad y no necesariamente rural. Algunos
colegas no tardaron en bautizarnos como HUERTATIK HUERTARA. Es
verdad que siempre solíamos vestir la txapela, unos centímetros
más arriba, unos centímetros más abajo. En
nuestro afán por alejarnos de la inflación política
que rezumaban los noticiarios, decidimos centrarnos en "flores
y pajarillos". Con todo, la etnografía y la naturaleza
se vendían muy bien.
DEL LODO AL ASFALTO
En septiembre de 1996, Estepan Aldamiz-Etxebarria,
uno de los periodistas más innovadores y osados de ETB,
fue nombrado director del programa. No tardó en marcar
su propio estilo: reportajes realizados "in situ", en los que
el periodista interpretaba el papel de narrador; aproximación
a la temática urbana, y un poco de picardía. De
este modo, el programa iba perfilando su identidad, marcando rasgos
propios y ganando fama y aceptación entre el público.
Durante el curso siguiente, en 1997-98, dio el gran salto hacia
el prime-time nocturno.
Desde ese momento, y gracias a los
criterios establecidos por la nueva directiva de ETB para afianzar
la primera cadena, BERTATIK BERTARA ha ido contando con un grupo
de trabajo mayor y medios más adecuados. Al cabo de dos
temporadas más, en las que ejercí de responsable,
la directiva acordó duplicar el programa con la finalidad
de enriquecer la oferta informativa. De este modo, se creó
una edición del mediodía que vino a sumársele
a la nocturna, una decisión que exigía reorganizar
el personal, y como consecuencia de la cual el grupo de periodistas
se dividió en dos: un primer grupo se haría cargo
de la edición nocturna, presentada y dirigida por Andoni
Aizpuru, y otro grupo prepararía el programa del mediodía,
en el que Nerea Iriarte ejercería de presentadora y yo
de directora. Así es como hemos llegado hasta el programa
número mil y a la que ya viene a ser nuestra sexta temporada.
POLVO DE ESTRELLAS
Habiendo expuesto los momentos más
destacables de la evolución de BERTATIK BERTARA, y sin
ninguna modestia, podemos permitirnos empezar a desgranar los
motivos por los que el programa ha ido ganando el favor del público.
Ante todas las cosas, cabe destacar la característica de
la proximidad.
*Proximidad temática.
BERTATIK BERTARA comenzó su andadura presentando información
local, y, aunque sigue en esa misma línea, ofrece una información
más universal, para así despertar el interés
de todos los euskaldunes.
*Proximidad narrativa. Los
presentadores y periodistas, cada cual en su propio estilo, al
actuar como directos narradores, transmiten tal sensación
de proximidad que incluso los protagonistas de los reportajes
llegan a expresarse con naturalidad.
*Proximidad en los personajes.
Cualquier persona que tenga algo que contar o mostrar puede ser
protagonista de nuestro programa. Por lo general, se trata de
personas que quedan al margen de los noticiarios convencionales.
Así pues, la principal característica
del programa BERTATIK BERTARA es la proximidad, en todos los sentidos
que se acaban de mostrar. Hace tiempo que los expertos venían
anunciando el cada vez mayor auge que iría cobrando la
información cercana en estos tiempos de la globalización,
como bien corroboran los actuales medios de comunicación
locales (revistas y radios, y, más recientemente, también
las televisiones), a los que hay que sumar el esfuerzo que están
realizando los grandes medios de comunicación por integrarse
en el mencionado ámbito. Atrás quedan los tiempos
en que la información local era menospreciada; ahora los
responsables de los medios de comunicación, sobre todo
los del mundo de la televisión, miran con otros ojos a
este apetitoso manjar.
AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD DE
LOS HABLANTES
La proximidad nos convierte en cómplices.
La principal fuente de información de BERTATIK BERTARA,
además de destinataria de la misma, es la comunidad formada
por los euskaldunes. Es ella la que marca su mapa geográfico,
social y cultural. Tratamos de que los distintos grupos que forman
la comunidad euskaldun vayan conociéndose e identificándose,
por encima de todos los dialectos, límites administrativos
y divisiones existentes, precisamente cuando dicha comunidad es
cada vez más amplia y diversa. BERTATIK BERTARA está
tejiendo una red entre euskaldunes y uniendo cabos tan distintos
como pueden ser una exposición del Guggenheim y un caserío
de Behe Nafarroa, demostrando que el euskera es una lengua que
puede transitar por todo tipo de terrenos.
Claro que tampoco es tan difícil.
Siendo éste un país tan dinámico, cuna de
todo tipo de iniciativas, el problema no consiste en buscar temas,
sino en dar cabida a todos aquéllos que merecen tener reflejo
en la televisión. En todo caso, y dado que el programa
se emite en una televisión pública, su reto diario
consiste en dar respuesta a los intereses más amplios y
tratar de cumplir con todos, a sabiendas de que nunca se va a
conseguir del todo.
Sin embargo, la trayectoria realizada
por BERTATIK BERTARA a lo largo de estas seis temporadas son,
en su sencillez -y sin llegar a considerarlo una estrella- , un
punto de referencia, incluso para ETB-2. Si de algo ha de servir
la experiencia, sería para llegar a la conclusión
de que no hay por qué importar programas extranjeros, sino
que es perfectamente posible realizar dignos y exitosos programas
de temática local. Es obvio que desde el punto de vista
de la cantidad McDonalds siempre saldrá ganando, pero lo
que es en sabor...
Elixabete Garmendia, Directora
de la edición del mediodía de BERTATIK BERTARA
Fotografías: de la página web saretxo.es |