Joane
Somarriba (Sopela, 1972) se ha convertido en todo un símbolo
del ciclismo femenino. Creció en un ambiente puramente
deportivo ya que su padre, tío y hermana dedicaron parte
de su vida al ciclismo. Aún siendo una adolescente Joane
decidió seguir con la tradición familiar y participó
en numerosas pruebas estatales. En 1991 sufrió una hernia
discal que la tuvo 18 meses apartada de las carreteras. Por aquel
entonces los médicos le recomendaron que dejara la bicicleta.
Sin embargo, Joane se negó a abandonar el deporte que tanto
amaba. Ante el panorama desolador que le ofrecía quedarse
en Euskal Herria, Somarriba tomó la decisión más
dura de su carrera: irse a Italia. Y acertó. Fichar por
el Alfa Lum y comenzar a cosechar éxitos fue todo uno.
En su palmarés cuenta con dos Giro y dos Tour, algo que
hasta la fecha de hoy pocos deportistas han conseguido. Se define
como una persona tenaz y constante. Tal vez esas sean las claves
de su éxito.
-Pocos son
los ciclistas que hayan conseguido lo que tú has logrado
en los últimos dos años. ¿Qué valoración
haces de ello? Mi valoración
es muy buena. Llevo muchos años en la bicicleta, pero hasta
los últimos años de carrera profesional no he conseguido
nada importante. Fue marcharme a Italia y empezar a lograr triunfos
como los que he conseguido. La verdad es que todo esto es muy
importante, y me da mucha ilusión para seguir luchando.
Una vuelta grande siempre está en los sueños de
cualquier ciclista, y conseguirla ha sido muy importante para
mí.
-¿Te
lo esperabas? Cuando estás
preparando una carrera o una vuelta siempre esperas andar bien.
Pero sabes que ganar es muy difícil, porque somos muchas
las que nos preparamos para ganar. Además una vuelta grande
son muchos días, pueden pasar muchas cosas. Puedes ir estando
al 100% físicamente y por una serie de circunstancias basta
que falles un día para perderlo todo. Hasta la última
etapa nunca puedes decir que has ganado la vuelta. Son todos los
días corriendo adelante, con mucha presión. Es difícil,
como lo es ganar cualquier carrera, porque cada vez hay más
competitividad y se nota mucho.
-En su día
dar el salto a Italia fue una dura decisión para ti. Sí. Yo siempre
había corrido aquí, a nivel estatal. Había
salido a correr el Giro y el Tour con la selección española,
pero nunca había estado mucho tiempo fuera de casa. Fue
una decisión que la tuve dando vueltas durante una temporada.
Cuando me comentaron ir a Italia al principio no lo veía
muy claro. Pero no podía dejar pasar esa oportunidad tan
importante como es correr en Italia y estar en buen equipo. La
verdad es que me ha ido muy bien.
-¿Qué
te ha aportado el estar en Italia? Mucho. Aquí más
o menos lo que hacía era por hobby, porque nunca tenía
nada a cambio y no podía decir que fuera mi trabajo. Me
gustaba lo que hacía, pero era muy difícil seguir
adelante. En el momento que llegué a Italia me di cuenta
que allí un equipo es muy diferente. Hay otra mentalidad,
las corredoras lo toman como un trabajo, hay mucho respeto entre
las compañeras y sobre todo mucho apoyo. Hay carreras que
se ayuda a unas, y en otras te ayudan a ti. Se reparten los objetivos
y eso es importante, es bueno que todas las corredoras tengan
oportunidades. Prácticamente también se aprende
mucho. Desde que fui a Italia ésta es mi cuarta temporada,
y en ese tiempo mi situación ha cambiado mucho.
-Gracias a
tus triunfos el ciclismo femenino a dejado de ser algo desconocido.
¿Cómo ves la situación actual? Es
difícil que aquí salga un equipo. El año
pasado ya se comentaba que iba a salir un equipo con el Alfa Lum,
pero son promesas que al final no se cumplen. Está claro
que es difícil conseguir un sponsor. Cuando se gana un
Tour o se consigue una victoria importante en caliente siempre
se comenta que tal vez yo podría correr aquí. Esa
es una ilusión muy bonita, pero a la hora de la verdad
es muy difícil. Hace falta mucho dinero y que se animen
los sponsor. Como no cambie un poco seguiré corriendo en
Italia.
-Por lo menos
has conseguido que el Tour de este año partiera de Bilbao. Ha sido una ilusión
muy grande para mí ver salir el Tour de casa. Desde que
me lo comentaron he tenido el Tour de este año en la mente,
y la verdad mejor no me podía haber salido. Ganar la prólogo
en Bilbao, salir a la tarde vestida de amarillo de líder,
y encima llegar de amarillo a París… Mejor imposible. Ha
sido un sueño.
-Te has convertido
en todo un referente para las corredoras venideras. ¿Qué
consejo les darías? Está claro que
aquí es difícil que salgan equipos fuertes. Esperemos
que salga alguno, pero aún así yo les aconsejaría
que no dejaran los estudios o el trabajo. Si pueden practicar
el ciclismo como hobby, adelante. Siempre está la opción
de correr fuera con la federación o la selección
y si andan bien siempre van a tener oportunidades. En el Tour
de este año han salido muchas corredoras de casa. La salida
de Bilbao ha animado a muchas corredoras a participar. Eso es
muy bueno para el ciclismo femenino estatal.
-¿Y no te da
miedo que tras tu retirada toda esta expectación decaiga,
que el ciclismo femenino vuelva al ostracismo? No
es que decaiga, porque de hecho en España el ciclismo no
se encuentra en un buen nivel. Hay chicas que tienen mucho futuro,
pero hay que trabajar con todas ellas. Lo importante es que vaya
subiendo poco a poco y no esperar a que caiga o que esté
peor de lo que está. Todo lo contrario. Yo creo que la
gente se tiene que dar cuenta tanto en las federaciones vasca
como española que hay que sacar a esta gente fuera a correr
para que cojan nivel y experiencia. Corriendo únicamente
aquí es imposible estar al nivel de las extranjeras. Hace
falta apoyo y sobre todo que haya sponsors que apuesten por el
ciclismo femenino.
-Hubo una época
en la que lo pasaste muy mal debido a las lesiones. Tú
misma has comentado que el ciclismo es un deporte muy duro, y
sin las debidas ayudas lo es más. ¿Todos estos años
de sacrificio han merecido la pena?Para
mí, con lo que he conseguido, todos los años que
llevo en el ciclismo están más que compensados.
Conseguir cuatro grandes vueltas es muy importante, y todos los
deportistas nos preparamos y luchamos para conseguir triunfos.
Yo me siento afortunada por haber podido conseguir esto. Como
en mi caso habrá miles deportistas que lo dan todo, que
se sacrifican muchísimo y no consiguen triunfos. En cambio
a mí me ha compensado todo el sacrificio. Después
de todos los años que he pasado en la sombra, con estas
cuatro vueltas me siento muy satisfecha.
-El Mundial
está cada vez más cerca. Una vez finalizado has
declarado que decidirás seguir con el ciclismo o no. ¿Cómo
ves el futuro? Estoy bastante centrada
en el Mundial porque este año es mi segundo objetivo de
la temporada y me gustaría hacerlo bien. Tengo una oportunidad
que no puedo desaprovechar. La contrareloj es el día 13
y estoy exclusivamente centrada en ello. Cuando acabe el mundial
ya veré. Mi marido (Ramón González Arrieta)
también deja el ciclismo este año, y en eso voy
a tener mucha suerte. Voy a contar con su ayuda y ya veremos que
planes hay de futuro.
-¿Te queda
alguna asignatura pendiente? No me queda ninguna.
Tal vez me queda la ilusión del Mundial, porque hasta ahora
nunca he logrado estar bien y esta vez me gustaría hacerlo
bien. Eso sería lo más importante, pero tampoco
voy con esa presión de tener que ganar, de "si
no lo consigo va a ser un fracaso". Todo lo contrario.
Estoy contenta con lo que he hecho y si puedo conseguir algo en
el Mundial mejor todavía.
-Hay quien
te compara con Miguel Indurain, así que se puede decir
que ya has hecho historia. Soy consciente de que
he hecho algo muy grande, pero no me puedo comparar con Miguel
para nada. Él tiene cinco Tour, yo de momento tengo dos
y tampoco espero correr mucho más. No me compararía
con él, la verdad. Fotografías: Iñigo Azkona
Euskonews & Media 137.zbk
(2001/9-28/10-5)
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