Hasta
ahora, siempre que nos hemos referido al euskera, lo hemos hecho
exclusivamente al lenguaje oral. En el País Vasco peninsular
y continental contamos con dos realidades muy distintas, ya que
las lenguas oficiales son el español y el francés.
Sin embargo, este año hemos empezado a tomar en consideración
el lenguaje de signos, ámbito donde igualmente cabe diferenciar
la realidad del País Vasco continental, donde se emplea
el lenguaje de signos francés, y el del País Vasco
peninsular, en el que se utiliza el español.
Mi
tesis tiene como objetivo el unificar ambas realidades, para lo
cual es necesario normativizar el lenguaje de signos, que es lo
que actualmente estoy realizando, tarea nada fácil dada
la escasez de material bibliográfico. Se trata de un campo
en el que ya se viene trabajando en Madrid y en Alicante, pero
es la primera vez que en Euskal Herria se desarrolla un trabajo
de estas características. Cabe recordar que existe un pequeño
diccionario de uso escolar, aunque muy somero en mi opinión.
Por otra parte, en
las escuelas, ikastolas y universidades el modelo D está
cobrando cada vez más fuerza. ¿Por qué pueden los
oyentes estudiar euskera y en euskera, y los sordos no? ¿Por qué
tienen que aprender el castellano en el caso del País Vasco
peninsular, cuando toda su familia, su pueblo y, en general, su
entorno es euskaldun?
Hasta ahora mucha
gente ha tratado a los sordos como enfermos, o, mejor dicho, y
dada su minusvalía, como desgraciados, motivo por el cual
nunca se les ha concedido la oportunidad de aprender otra lengua
de su entorno que no sea, la mayoría de las veces, el castellano.
No hay más que un par de personas sordas que han aprendido
el euskera y desarrollan su vida en esta lengua; en el resto de
los casos no se les enseña por expresa voluntad de la familia
o del educador, que suelen tener que oír cosas como "no
puede aprender euskera porque es muy difícil, no lo va
a utilizar, es poco práctico, es mejor que aprenda bien
una lengua oral, que va a utilizar en el colegio, etc.". No
obstante, esta actitud obliga a los sordos euskalzales a aprender
el castellano y a vivir en dicha lengua. ¿Cómo llamarle
a esto, sino discriminación?
En mi opinión,
también los sordos pueden aprender el euskera, y es que
el problema que tienen es auditivo, no cerebral. Es necesario
preparar a profesores y educadores para poner fin a una educación
discriminadora y ofrecer a los sordos la oportunidad de aprender
el euskera y en euskera, aun cuando mucha gente siga aprendiendo
el castellano.
Por todo ello considero
que tanto mi tesis como el curso de euskera dirigido a los sordos
que se ha puesto en marcha el presente año son realmente
importantes, ya que los sordos que asistan a las escuelas, ikastolas,
guarderías y a la universidad tendrán la posibilidad
de aprender euskera, y por otro lado las personas de su entorno
podrá aprender el lenguaje de signos. Confío en
que mi tesis sirva de ayuda a los sordos en su proceso de alfabetización
lingüística y contribuya tanto a difundir el lenguaje
de signos, que además de ser su idioma es parte de su identidad,
como a fusionar el euskera y el mencionado lenguaje. El objetivo
del curso, cuya puesta en funcionamiento responde a diversos motivos,
consiste en que las personas sordas de Zarautz y sus alrededores
tengan la ocasión que aprender euskera y vivir en euskera.
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Hasta la celebración
del Congreso de Milán hace diez años, los sordos
han permanecido totalmente discriminados, ya sea en el ámbito
educativo, ya sea en el lingüístico. Ante la prohibición
de practicar su lenguaje, han recibido una educación oralista
en la que la totalidad de las asignaturas habían de aprenderse
de forma verbal. Ignoro si usted, lector/a, probablemente euskaldun,
conoce esta realidad. Puede que no lo vincule al lenguaje de signos,
sino al suyo propio. Si en lo que respecta al euskera todavía
queda mucho por hacer, falta muchísimo más en el
ámbito del lenguaje de signos. Éste no es más
que un primer paso.
Por otra parte, he
tratado de transmitirles el euskera, que también es su
lengua, ya que en muchas familias vascas hay hijos o padres sordos
que se comunican en castellano. Pero, ¿por qué emplear
con el sordo un lenguaje que no es el materno? Como vascos que
son, también ellos deberían tener derecho a aprender
el euskera, que además sería un punto de partida
para la actualmente tan mencionada integración.
Todos los objetivos
inicialmente marcados se han visto cumplidos, bien en el ámbito
lingüístico, bien en el social. Mucha gente desconoce
que los sordos no emplean el euskera. El 29 de septiembre se acaba
de celebrar en Donostia el Día Mundial de los Sordos, una
excelente ocasión para ponerse al corriente sobre la situación
en la que se encuentran los sordos.
El curso desarrollado
en julio ha tenido una duración total de treinta horas,
nada mal para tratarse de un curso nuevo, aunque los alumnos y
yo misma consideramos que ha sido demasiado breve. La gente se
ha volcado en aprender lo máximo posible en un tiempo limitado,
algo ciertamente difícil en un curso de estas características.
Sin embargo, es muy plausible que se le quiera dar continuidad.
En resumidas cuentas,
el curso ha sido muy enriquecedor y positivo. En cualquier caso,
ha tenido lugar un curioso fenómeno, ya que si bien en
un principio iba destinado a los sordos, finalmente han asistido
tanto sordos como no sordos, hecho que ha venido a obstaculizar
la comunicación, dado el hermetismo que presentaba una
de las comunidades.
También
ha sido sumamente valioso para mi tesis. Estoy investigando el
Lenguaje de Signos del Estado Español y creando un sistema
descriptivo, y sería fabuloso, además de necesario,
ligar los resultados obtenidos en la tesis con el curso, aunque
eso ya no está en mis manos. Si el que el Ayuntamiento
de Zarautz haya puesto en marcha este curso es muy importante,
lo es mucho más, incluso necesario, darle continuidad,
que sólo resultaría posible gracias a la colaboración
del Gobierno Vasco, de la Diputación, de la Sociedad de
Sordos y de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea. Convendría que todos ellos cooperaran en
un programa unificado.
Por lo tanto, así
como la normalización del euskera supone un importantísimo
avance para los oyentes, estos primeros pasos que se están
dando en la comunidad de los sordos lo son aún más,
¡porque también los sordos son vascos y tienen derechos!
Martha Kaperotxipi Urain, responsable
del Curso de Euskera para Sordos, orientado por el Servicio de Euskera
del Ayuntamiento de Zarautz
Martha_Kaperotxipi@hotmail.com
Fotografías: De las páginas web "Comunidad escolar",
"CEE de Sordos CRAS, Sabadell" y "Diario de Hoy" |