En
"Cartas a Mr. Gardener" Julia Otxoa escribe que "la
poesía pertenece más al naufrago que al navegante".
Y es que, para esta escritora donostiarra, la poesía "como
la existencia, es un lugar de indagación constante, entrever
el mundo desde la relatividad absoluta que supone cualquiera de
sus interpretaciones posibles". Empezó a escribir
a la edad de doce años y publicó "Composición
entre la luz y la sombra", su primer libro, cuando tenía
veinticinco. Hoy, confiesa sentarse a trabajar todos los días
para investigar, para provocar esa especie de raptos de inspiración
que le impulsan a escribir poemas y relatos breves. No muestra
intención de relatar novelas extensas o libros largos,
se siente a gusto en el formato breve, en la poesía. En
el género que la eligió a ella.
-¿Cómo
y cuándo ocurrieron sus primeros roces con la literatura? Empecé a escribir
cuando tenía doce años, y lo hice impulsada por
el mismo motivo que me impulsa a escribir ahora que tengo cuarenta
y nueve, el de explicarme a mi misma el enigma de la existencia,
el misterio, lo que no entiendo. Le doy un valor fundamental
a la lectura. Empecé a leer en la adolescencia. Intentaba
encontrar respuestas en los existencialistas franceses, Sartre,
Camus, Simon de Beauvoir... Conforme fue cambiando mi vida, como
es lógico, fueron cambiando mis lecturas, me fueron surgiendo
preguntas diferentes. La escritura como literatura empezó
cuando tenía doce años, como un proceso de expresión
muy primario que fue madurando con lecturas, formación
y experiencia. Cuando tenía veinticinco años publiqué
"Composición entre la luz y la sombra" (1978),
mi primer libro depurado. Luego llegaron "Luz del aire"
(1982) (Junto con el escultor Ricardo Ugarte), "Cuaderno
de Bitácora" (1985), "Antología Poética"
(1988) y "Centauro" (1989). A partir de "La edad
de los bárbaros" (1997) comienzo una poética
de la brevedad: "La Nieve en los manzanos" ( 2000) ,"Taxus
Baccata" (2001), "Al Calor de un lápiz"
(2002) y "Cartas a Mr.Gardener" (2002).
-¿Qué
motivo le impulsó a publicar sus poemas? No recuerdo concretamente
ningún motivo, pero sí recuerdo que me ilusionaba
dar a conocer mis escritos, comunicar. Pienso que ese fue uno
de los principales motivos y hoy aún persiste. La lectura
de muchos admirados escritores me ha transmitido una gran carga
de belleza que me ha ayudado siempre mucho espiritualmente. Humildemente,
como escritora, siento que tal vez yo también esté
contribuyendo con mi obra a transmitirla a los lectores, por eso
cuando la gente me dice que se identifica con algo que he escrito,
siento dentro de mi una gran satisfacción.

-Sus poesías
y relatos se caracterizan por ser muy breves... Frecuentemente me preguntan
por la brevedad de mis relatos. Siempre me ha interesado la síntesis
del lenguaje como herramienta esencial en la precisión
de lo narrado, es algo que tiene mucho que ver con el concepto
de intensidad expresiva, muy cercano a la abstracción poética.
Huyo como de la peste de la retórica, de todo barroquismo,
me preocupa potenciar al máximo la expresión mediante
una austeridad de medios que eleve la tensión en el interior
de la narración. Me apasiona toda forma de hiperbrevedad
narrativa o discursiva en cualquier dimensión literaria:
microficción, aforismos, prosas poéticas mínimas,
ensayos diminutos; encuentro en todas esas variantes una valiosa
identidad literaria transfronteriza, abierta a infinitas posibilidades
combinatorias. Encuentro en este modo de narrar
que algunos estudiosos etiquetan como "literatura del absurdo"
el mejor medio para traducir cuanto ocurre a mí alrededor.
"Permanecer en
la inquietud, permanecer en la inquietud. No quiero
ser sorprendida. Apaciento mi sombra en los lugares
más inseguros del pensamiento. Oigo crecer mi
osamenta cada día, mi infancia, no ha terminado" |
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-¿Por qué
eligió la poesía como forma de expresión?
No se elige el género. Es el
género quien te elige. Y yo me encontré un buen
día escribiendo poesía. La circunstancia de máxima
incertidumbre en la que se debate la cultura de la postmodernidad
afecta de un modo muy especial al lenguaje como identidad significante
a la hora de enumerar
el caos y traducir el laberinto. Mi poesía surge de ese
paisaje de la variabilidad y cuestionamiento constante de los
dogmas, de las formas y los conceptos en la persecución
de un tipo de lenguaje representativo de la relatividad, de esa
estética de la catástrofe en la que vivo. La perplejidad
ante el paradójico orden de las cosas siempre ha sido el
origen de mi escritura, la intensa percepción del enigma
motivando la búsqueda múltiple en distintas disciplinas
del pensamiento: poesía, narrativa, filosofía, arte,
botánica... La poesía, como la existencia, es para
mí un lugar de indagación constante, entrever el
mundo desde la relatividad absoluta que supone cualquiera de sus
interpretaciones posibles.
-¿Qué
autores ha seguido como referencia? La preferencia por
unos autores u otros va evolucionando. Aquellas primeras lecturas
adolescentes me impactaron mucho: Dostoievsky, Chejov, La Generación
del 27, los escritores franceses... Con el tiempo todo esto evoluciona.
Hoy, por ejemplo, estoy muy interesada en Italo Calvino, un autor
muy representativo de nuestro tiempo confuso, convulso e incierto.
Si dentro de ocho años me hacen la misma pregunta, sin
dejar de interesarme los autores que hoy leo, posiblemente estaré
interesada en otros ya que estaré intentando responder
a otras preguntas con otro tipo de lecturas. Llegado este punto,
quisiera puntualizar que cuando hablo del equipaje cultural del
poeta o del escritor no me estoy refiriendo únicamente
a un equipaje literario. Ese equipaje cultural es algo muy complejo,
formado por una gran variedad de conocimientos intelectuales,
artísticos, vivencias. Todo esto influye a la hora de ponerte
a escribir. Incluso la geografía determinada donde naces
es un factor a tener en cuenta en la percepción y traducción
simbólica del tiempo que te rodea.
-Usted es vasca,
y mujer, dos factores que han influido en su trabajo... Yo parto de la base
de que todo autor o autora tiene que estar cosido a su tiempo.
Es impensable, por ejemplo, leer a Chejov y no encontrar en su
literatura nada de su tiempo. Encuentro absurda una estética
fuera del tiempo. Yo que siento un amor apasionado por mi país,
por su paisaje, por su cultura... es lógico que esta herida
de la violencia que arrastramos desde hace tanto tiempo esté
presente en mi obra. No concibo la relación con el lugar
al que pertenezco de otro modo, tu país es semejante a
un ser que amas y te causa preocupación, y deseas verlo
salir de la situación en la que se encuentra. El hecho
ocurre desde el amor y cuando amas duele.
 |
Julia
Otxoa con su marido el escultor Ricardo Ugarte, en la estación
de Cincinnati (Estados Unidos). |
"Asistiendo
a la barbarie cotidiana, el instante tiene la turbulenta
inseguridad de lo inestable y amenazador. En mi inexperiencia
del horror futuro, me reconforta pensar que también
a mis antepasados les tocó vivir un tiempo
semejante. En su recuerdo me fortalezco. La Historia
como ser circular, el presente como resistencia poética
en la repetición" |
|
-¿Le gustaría
escribir en euskera? Me gustaría
poder publicar en euskera y poder leer a mis compañeros.
Creo que es fundamental; un acto de mera justicia el que si ellos
me pueden leer a mí yo sea capaz de leerles a ellos.
-¿Qué
opinión le merecen los jóvenes escritores vascos? Los veo muy bien, con
perspectiva y con unas inquietudes muy saludables. Las nuevas
tecnologías han ayudado mucho, cualquier joven escritor
de Donostia tiene la oportunidad de estar conectado con colegas
suyos del resto del mundo. Creo que en Euskadi existe una mayor
inquietud literaria, tal vez debido a que tenemos una inestabilidad
de todo tipo que nos empuja a indagar, a investigar, a buscar
respuestas.
-El poeta,
¿nace o se hace? Yo creo que, como dirían
los gitanos, "vienes tocado por el ángel"; pero
luego se trata de una formación intelectual constante.
Hay que leer mucho, la investigación es esencial. Soy una
persona muy inquieta respecto a mi trabajo, siempre estoy buscando
en direcciones muy variadas. No sólo en libros de poesía
y literatura, sino también en filosofía, botánica,
arte... Incluso en tratados médicos, que me interesan como
lenguaje para poemas o para ficción.
"No
pertenezco al mundo de los gigantes, mi territorio
no es el de la seguridad sino el del movimiento infinito
de la duda, equilibrista sobre un fino cordel entre
la niebla, tan sólo hallo certidumbre exacta,
exacerbada, en la sensación de permanente culpabilidad
que me acompaña siempre. Vivo bajo una constante
súplica de perdón al igual que otros
pasean bajo un paraguas, sólo que el mío
tal vez sea un pobre paraguas agujereado que no impide
que la lluvia me presente ante los otros como un pobre
payaso mojado y tartamudo" |
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-¿Se ve a sí
misma haciendo otra cosa que no sea escribir? No, para nada. Estoy
muy a gusto como escritora.
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Julia
Otxoa con su marido el escultor Ricardo Ugarte, Jorge Oteiza,
Juan Garmendia Larrañaga, Michel Perales, el arquitecto
Iñaki Etxeberria y Antxon Elosegui en Zarautz. |
-A efectos
prácticos, ¿es difícil vivir de la literatura? Una vez echamos un
vistazo a las biografías de los autores y artistas que
nos rodeaban y nos dimos cuenta de que casi nadie vivía
de los libros. Hay que compaginar la literatura con otra serie
de actividades como las conferencias, las empresas editoriales,
colaboraciones, traducciones...
-¿Hay algún
libro o escrito suyo que guarde con más cariño? Creo que no, porque
cada libro te parece la joya de la corona en su momento, luego
vas evolucionando. Yo, por ejemplo, soy muy rigurosa con mi trabajo,
y hasta que no me siento plenamente satisfecha de algo no lo publico.
Por eso siempre estoy muy contenta de lo último que hago.
Ahora estoy francamente contenta con "Taxus baccata",
que ha gustado mucho y se va a reeditar únicamente en español,
ya que la edición anterior fue en castellano y en italiano
conjuntamente y está agotada. Hay invitación para
sacarlo en euskera también. "Taxus baccata" es
el nombre botánico del Tejo, el árbol.
-La brevedad,
la microficción. Al decir tanto en tan poco espacio tiene
que darse una gran condensación, las palabras escogidas
tienen que ser perfectas... Cierto, no puede sobrar
ni una sola palabra. La narración tiene que ser rotunda
y de una intensidad máxima. Esta condición vale
tanto para el relato como para el poema, por supuesto. Mis relatos
breves están muy cercanos a la abstracción poética.
-¿Cómo
es el día a día en el trabajo de Julia Otxoa? La cabeza tiene que
estar 24 horas vigilante, la inspiración y las ideas pueden
llegar en cualquier instante del día. Yo trabajo por las
tardes y parte de las noches, me siento a escribir todos los días.
Mi disciplina es el trabajo diario constante como provocación,
como llamada a la inspiración. Cuando escribo un poema
generalmente suelo hacerlo de una sola vez, es decir, no por partes,
y lo mismo me ocurre con los relatos. Al día siguiente
pueden llegar pequeños cambios, sustitución de alguna
palabra, pero la estructura fundamental que da cuerpo al poema
o relato ya está perfilada en el instante de la inspiración.
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Julia
Otxoa con su marido el escultor Ricardo Ugarte, el poeta José
Hierro y los escritores Luisa Etxenike, Olvido Garcia Valdes
y Asier Muniategi. |
-¿Se ha planteado
alguna vez escribir un tipo de literatura más extensa,
alguna novela? No. Hay pintores que
sólo pueden crear en pequeños espacios y otros que
necesitan metros para hacer sus obras. No todos dominamos todos
los espacios, mi espacio es lo pequeño, lo breve. Pero
no sé si dentro de un tiempo estaré haciendo algo
más largo; hoy me siento a gusto en la brevedad.
-¿Cómo
se siente cuando mira hacia atrás y ve lo que ha hecho
o conseguido?
Estoy contenta de lo que he hecho
y con curiosidad por lo que todavía me queda por hacer.
No siento ninguna insatisfacción respecto a cosas no hechas...
Reflejar mi tiempo es mi objetivo y que en el futuro, y ahora
mismo, pueda aportar a quienes me lean esa belleza que otros autores
me han aportado a mí.
-¿Qué
tiene sobre la mesa? Estoy seleccionando
poemas para una antología de poesía vasca que se
va a publicar en Brasil y preparando un texto sobre mi libro de
relatos "Un león en la cocina ", para el periódico
Deia. Además, una editorial de Jaca me ha invitado junto
a Rosa Regás, Carmen Sarmiento, Soledad Puértolas,
Espido Freire y otras escritoras a escribir la memoria de mis
antepasadas en el espacio rural. Personalmente me está
resultando un verdadero placer escribir ese relato, ya que a la
vez que rindo homenaje a la memoria de mis antepasadas, mi abuela
y mi madre, me permite narrar ritos y leyendas vascas presentes
en ese tiempo.
"Sé
que moriré extranjera" |
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-Ha comentado
al principio que escribe para entender, ¿qué ha conseguido
entender a lo largo de estos años?
Escribo
para entender. Conforme vas cumpliendo años, eres más
desconocida para ti misma y yo creo que esto es muy saludable,
un nacer de nuevo cada día. También está
dentro de esa inquietud la positiva capacidad de vivir en la sorpresa.
Este territorio inestable, abierto del que parto en la literatura,
me permite expresar todo aquello que conforma el misterio azuzando
mi curiosidad, bien se trate de un misterio maravilloso o terrible.
El mundo siempre ha sido para mí francamente ilegible,
creo que todo lo que nos rodea es un encadenamiento de paradojas
difíciles de comprender. En la vida hay cosas esenciales,
maravillosas, como el amor, la amistad o la solidaridad. Y también
hay otras realidades monstruosas indigestibles como la barbarie,
la crueldad, la mentira, la falta de solidaridad, la desigualdad
o el hambre...
Julia
Otxoa (Donostia, 1953)
Poeta
y narradora, además de su labor como
escritora, su creación se extiende al
campo de la poesía experimental y las
artes plásticas en general. Desde hace
algunos años también viene trabajando
en el universo de la ilustración infantil.
Colabora
actualmente en los periódicos "Diario
Vasco", "Diario Bilbao", "El
País", "Diario de Córdoba"
y en revistas literarias como "Rosa Cúbica",
"Turia", "Leer", "Texturas",
"Litoral", "Lateral", "Zurgai",
"Prima Littera", "La Manzana
Poética", "Paréntesis",
"Agulha" (Brasil), "Journal de
Poesía" (Brasil) y "La Galerna"
(New York).
Ha
sido invitada para hablar de su obra en distintas
ocasiones por las universidades de Sevilla,
Zaragoza, Smith College (Massachussets), Connecticut
y Cincinnati en EEUU. Su obra poética
forma parte de la asignatura de literatura hispánica
en las universidades de Smith College y en la
Universidad de Cincinnati.
Bibliografía:
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Poesía: "Composición
entre la luz y la sombra" (1978), "Luz
de aire" (1982), "Cuaderno de Bitácora"
(1985), "Antología Poética"
(1988), "Centauro" (1989), "L´eta
dei barbari" (1997), "La Nieve en
los Manzanos" (2000), "Al calor de
un lápiz" (2001), "Taxus Baccata"
(2001), "Cartas a Mr. Gardener" (2002).
.
Narrativa: "Kiskili-Kaskala" (1994),
"Un león en la cocina" (1999).
.
Ensayo: "Poetas Vascas" (1990), "Narrativa
corta en Euskadi" (1994)
.
Narrativa Infantil: "Lucas y el búho"
(1997), "Historia de unos bigotes"
(1998), "El bosque de las zanahorias"
(1997), "La canción de Mister Popoff"
(1998), "El mundo en una manzana"
(1998), "El sueño de Hakam"
(2000). |
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Fotografías: Julia Otxoa
-
Euskonews & Media 175.zbk
(2002 / 7 / 12-19)
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