"Yo soy un vasco cabeza dura, y ante una crisis pongo más esfuerzo". Así describe su actitud para enfrentar el gobierno y la grave situación política, económica y social Eduardo Duhalde, actual presidente de la Argentina.

El comentario, que no pasa de ser simplemente pintoresco en las gravísimas circunstancias que atraviesa este país, da cuenta de una noción arraigada en el sur de América: el vasco es una persona de tesón.

Quizá por ello varios hijos de familias inmigrantes, como Hipólito Yrigoyen y Roberto Ortiz, alcanzaron la posición más alta del país, la presidencia, en el transcurso de una sola generación.

Lo cierto es que el primero presidente constitucional argentino, Justo José de Urquiza, fue vasco; y el actual presidente (2002), Eduardo Duhalde, también tiene ese origen.

Entre 1854 y 2002 hubo once presidentes de apellido vasco que ocuparon el cargo durante doce períodos (uno de ellos fue presidente dos veces, Hipólito Yrigoyen), sobre un total de 43 personas que ocuparon ese puesto en 48 períodos (Julio A. Roca fue dos veces presidente, Hipólito Yrigoyen dos veces, Juan Domingo Perón tres veces y Carlos Saúl Menem dos veces).

De los once presidentes vascos, nueve lo fueron durante períodos democráticos y dos en períodos de ruptura del orden constitucional (los militares José Félix Uriburu y Pedro Eugenio Aramburu).

Además, entre los años 1854 y 2000, hubo 87 Ministros del Poder Ejecutivo Nacional y 299 gobernadores de provincias de ese origen; lo que da cuenta de la relevancia de este colectivo en la dirección de las esferas de poder más altas en este país.

Presidentes argentinos en el período comprendido entre 1854 y 1914