El Departamento de Educación, Universidades e Investigación
del Gobierno Vasco ha trabajado en los últimos meses en la
elaboración de una ley del sistema universitario que en breve
será estudiada, debatida y votada en el Parlamento. El objetivo
que se persigue con dicha ley es claro: establecer un marco legislativo
que potencie la universidad y su inserción en el marco europeo.
A continuación, más detalles en la conversación
mantenida con la consejera Anjeles Iztueta.
-¿En qué
paso está la ley del sistema universitario vasco?
Ahora mismo es un anteproyecto de ley. Se han analizado todas las
enmiendas que nos han entregado la universidad pública y
las dos privadas, aparte de todas las presentadas por diferentes
agentes y personalidades. En total, han sido casi 150 enmiendas,
y muchas de ellas se han incorporado al texto. Una vez aprobado
por el Consejo del Gobierno Vasco, el anteproyecto de ley pasa al
Parlamento, donde se crea una ponencia. Esperamos que para junio,
tras el debate y estudio de las enmiendas, se apruebe, con lo que
entrará en vigor el próximo año.
-¿Por qué
esta ley, aquí y ahora?
La declaración europea de Bolonia obliga a todas las universidades
europeas a cumplir con una serie de parámetros. Por ejemplo,
todos los planes de estudios y toda la actividad docente, se tiene
que adaptar a dicha declaración. Además, debemos dar
a conocer en Europa el sistema universitario vasco, y a su vez,
las universidades europeas deben ser conocidas en nuestra comunidad.
Esto implica movilidad, tanto de alumnos como de profesores.
-¿Esto
significa que el universitario vasco estudiará las mismas
materias y conceptos que un universitario alemán, francés
o austríaco?
A eso se tiende, pero no se puede alcanzar de un día para
otro, entre otras cosas, porque los puntos de partida de cada país
son diferentes. Se está construyendo el nuevo espacio universitario
europeo, y de hecho, la declaración de Bolonia plantea, por
ejemplo, un único espacio de investigación europeo.
Hay que tener en cuenta que hoy en día la realidad es bien
distinta. En cada país el número de años para
cada titulación es diferente, los contenidos son distintos,
los títulos son válidos en cada país.
-¿La ley del sistema
universitario vasco reflejará la convivencia entre la universidad
pública y privada?
Por supuesto. Recoge la existencia de una universidad pública
y dos privadas. En este ultimo apartado, la Universidad de Deusto,
que pertenece a la Iglesia, y la Universidad de Mondragón,
que es parte de un grupo cooperativo. Además, añade
que en su momento pueden sumarse nuevas universidades al sistema,
aclarando que es al Parlamento a quien compete dicha decisión.
Por otra parte, se legisla una relación permanente con todas
aquellas universidades del ámbito internacional que trabajan
en el campo de la cultura vasca y el euskera, ya que no podemos
olvidar el trabajo de universidades, como Oxford, Nevada o Frankfurt,
por citar algunos casos.
-Hasta ahora,
en la universidad, como en otros muchos campos, lo público y lo
privado han aparecido como realidades antagónicas. En el futuro,
¿qué papel corresponderá a cada una de ellas?
En el sistema universitario vasco la centralidad es de la Universidad
del País Vasco, de la universidad pública. Eso es
evidente, pero eso no quiere decir que aparte de la universidad
pública, o de varias en un futuro, nos debamos olvidar de
las Universidades de Deusto y Mondragón. Estas también
dan un servicio a la sociedad vasca, y siempre que compartan unos
objetivos estratégicos, serán parte importante del
sistema universitario vasco. Las universidades privadas tendrán
fondos públicos, en la medida que cumplan con esos objetivos.
En resumen, la parte más importante de recursos está
en la universidad pública, tanto por el número de
alumnos como de docentes, pero también se abre la puerta
al resto de universidades privadas. Si todos somos capaces de compaginar
y complementar ambas realidades, compartiremos objetivos, fondos
y éxitos, pero no sólo debemos hacerlo así
en nuestro ámbito, en Euskadi, sino que debemos ser audaces,
y hacerlo también con otras universidades europeas, públicas
y privadas, por lo menos, si queremos favorecernos de los fondos
económicos europeos que se van a disponer con tal objetivo.
-¿Para un currículum
académico impoluto sigue valiendo más un título de la universidad
privada?
Yo creo que no, y además, rotundamente. En la actualidad
el prestigio de la universidad pública está demostrado.
La calidad no depende de la titularidad pública o privada
de las universidades. Al hilo de eso, en el caso nuestro, la Universidad
del País Vasco tiene nivel. Hay quienes se empeñan
en contraponer las ofertas públicas y privadas, en vez de
subrayar su complementariedad. Deusto tiene su perfil, con un tipo
de carreras, Mondragón otro, y la UPV tres campus con un
amplísimo abanico de titulaciones.

-Y a partir de
ahora, ¿quién decidirá qué, dónde y cómo, respecto a la implantación
de nuevas carreras?
El Consejo Vasco de Universidades coordinará los esfuerzos
de todos y decidirá al respecto. Hasta el momento, cada universidad
toma sus decisiones, pero en un futuro próximo deberán
informar al Consejo, quien decidirá sobre el mapa de titulaciones.
Uno de sus objetivos principales, no será otro que mantener
y primar el equilibrio entre territorios. El sistema universitario
vasco no sólo significará compartir recursos económicos,
insisto en que primero habrá que compartir objetivos, siempre
en beneficio de la sociedad vasca.
-La ley también
habla de plurilingüismo, a pesar de que todavía no se ha podido
abarcar en su totalidad la oferta desde el bilingüismo existente
en nuestra sociedad. ¿Para cuándo se podrá estudiar cualquier materia
en cualquier carrera tanto en euskera como en castellano?
Creo que en todo lo que tiene que ver con política de normalidad
lingüística hay que dar los pasos despacio. Sin pausa,
pero despacio. Se ha avanzado, pero está claro que hay que
avanzar más, porque ya la mitad de los alumnos que realizan
selectividad lo hacen en euskera. Con esta realidad sobre la mesa,
que año tras año es más evidente, cualquier
universidad, y más la pública, tiene que responder
adecuadamente a dicha demanda social. Lo mismo para las privadas,
si quieren contar con fondos públicos. Pero no es porque
lo exija la consejera, sino que lo exige la sociedad vasca, porque
de aquí a 15 años lo que hoy es la mitad de los alumnos
va a ser casi el 100%. No olvidemos que el 92% de los niños
matriculados con tres años en el sistema educativo lo hacen
en modelos euskaldunes. Hay que responder a esa demanda progresivamente.
Pero es que, además, ya no sólo debemos pensar en
euskera y castellano, porque si estamos planificando un sistema
universitario vasco que nos coloque en Europa, tenemos que impartir
docencia e investigar, además de en euskera y castellano,
en inglés, francés o alemán. Por eso, la ley
ya no habla sólo de bilingüismo, sino de plurilingüismo.

-Aún así, si en
casi 25 años en materia de bilingüismo hemos recorrido la mitad
del camino, necesitaremos otros tantos o más para conocer el plurilingüismo.
Claro, pero las leyes no se hacen para un período de dos-tres
años. Cuando se plantean leyes de este nivel se hacen para
regular el espacio universitario por diez-quince años. Hay
que tener visión de futuro. Y, por supuesto, que se impartirán
materias en inglés, francés o alemán, de hecho,
cada vez más alumnos son trilingües al llegar a la universidad,
ya que dominan el euskera, el castellano y el inglés. Y de
aquí a diez años serán muchos más, con
lo que el panorama que se nos plantea será muy diferente
al anterior. Usted decía que estamos a mitad del camino en
cuanto al bilingüismo, y es verdad. Por eso, la ley plantea
que el euskera debe consolidarse definitivamente como una lengua
de uso universitario. Hay que seguir desarrollándolo y tiene
que haber medidas de alteración positiva. Por ejemplo, a
nivel de materiales de estudio hay que hacer mucho más, en
algunas áreas más que en otras, pero queda mucho por
hacer. Si miramos hacia atrás hemos avanzado mucho en los
últimos 20 años, ahora estamos planteando que se va
a hacer en los próximos 20. Debemos ser ambiciosos.
-Si hablamos de
bilingüismo, a la universidad privada, y en concreto, a la de Deusto,
le queda todavía mucho más por hacer.
Sí, tiene un camino más largo por recorrer. Los objetivos
de normalización lingüística serán realistas
para cada universidad. No es lo mismo Deusto que Mondragón,
o la universidad pública.
-Todo lo comentado
es importante, pero falta lo fundamental: la financiación.
El sistema universitario vasco tendrá recursos públicos
y privados, pero la ley sólo regula los recursos públicos,
y lo hace, además, con tres principios claros: suficiencia,
finalista y responsabilidad. Dicho de otra manera, por una parte,
tiene que haber suficientes recursos económicos que den estabilidad
a la universidad, por otra parte, serán recursos finalistas,
esto es, la financiación estará ligada a objetivos,
y en tercer lugar, responsabilidad que nos obligará a supervisar
y controlar el uso del dinero público. Sin embargo, la ley
no habla sólo de recursos económicos, también
legisla y mejora los recursos humanos. Aquí la palabra clave
es la flexibilidad. Por primera vez en la universidad, aparte de
la carrera funcionarial, existirá también la carrera
contractual.

Así, se podrá contratar a una persona, externa a la
universidad, a tiempo total o parcial. A su vez, facilitará
la movilidad entre diferentes universidades, tanto para la docencia
como para la investigación. Resumiendo, en un futuro, las
posibilidades de contratación serán mucho mayores.
Se podrá contratar a un profesional acreditado o a un profesor
holandés de prestigio para no sé qué curso
de unas semanas. Esto mejorará los vínculos de relación
entre la universidad y el mundo de la empresa, y lo que es todavía
más importante, la propia sociedad. No debemos olvidar que
cualquier sociedad necesita de una buena universidad, porque no
hay país que avance sin un sistema universitario fuerte.
Los países sin universidades de calidad son totalmente dependientes.
-Para terminar
con los principios de la ley, también se habla de calidad.
Pero, calidad entendida no sólo como un principio, sino también
como un instrumento. Calidad aplicada a tres ámbitos: gestión,
docencia e investigación. El organismo que va a velar por
su cumplimiento es la Agencia Vasca de Calidad y Acreditación.
Dicha agencia evaluará y acreditará la calidad de
la gestión, docencia e investigación.
-¿Y se ha invertido
lo suficiente en los últimos años?
Claro que se ha invertido. Por poner un ejemplo, en los últimos
20 años se ha multiplicado por 20 la inversión realizada
en ciencia y tecnología. Pero hay que invertir más,
y como objetivo tenemos que en el 2010 el 3% del producto interior
bruto de la CAV se dedique a proyectos científicos y tecnológicos.
Si comparamos la financiación de la universidad vasca con
el sistema norteamericano nos damos cuenta de que algo debemos cambiar.
En los EE.UU. un tercio de los recursos económicos que emplea
la universidad se financia vía matrículas, otro tercio
de dinero público, y lo que es más destacable, el
último tercio es sufragado por la empresa privada. Fíjese,
si comparamos este tipo de financiación con nuestro caso,
en el que más del 90% del presupuesto universitario proviene
de los fondos públicos. Ni que decir tiene que allí
las matrículas son mucho más caras.
-¿Nos
está diciendo que tendremos que pagar más?
No, no tenemos que pagar más, sino tenemos que conseguir
más fondos, y tenemos que ser más eficientes con los
recursos de los que disponemos. Debemos ser capaces de involucrar
a la empresa privada, y si somos conscientes de lo que nos jugamos,
y participamos en objetivos estratégicos o prioritarios para
nuestra sociedad, conseguiremos fondos europeos. Estamos en un momento
clave.
-Hay quien dice
que con esta ley se va a aumentar el control político, y se va a
perder la autonomía universitaria.
Eso es pura demagogia. La ley ordena nuestro sistema universitario,
con la única intención de convertirlo en un sistema
puntero dentro de Europa. Y estamos hablando de fondos públicos,
con lo que hay que actuar con responsabilidad.
-¿Cambiarán
mucho las titulaciones?
Habrá importantes cambios en los próximos años.
El mercado de trabajo está cambiando, a la vez que lo hace
la sociedad, con lo que las necesidades son otras. Cambiarán
la duración de las titulaciones, los contenidos, la flexibilidad...
Serán titulaciones más abiertas, no tan rígidas.
Anjeles
Iztueta (Tolosa, 1954)
Anjeles Iztueta nació el 16 de octubre
de 1954 en Tolosa (Gipuzkoa). Casada y madre de
tres hijos, es licenciada en Ciencias Matemáticas,
carrera que terminó en la Universidad de
Valladolid en 1977. La Consejera de Educación,
Universidades e Investigación, tanto por
profesión como por vocación, es
una mujer ligada a la Administración Vasca,
al euskera, la Universidad y la estadística.
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Fotografías: Las
dos primeras han sido cedidas por el Departamento de Educación,
Universidades e Investigación. Autor: Mikel Arrazola. Las demás,
Ismael Diaz de Mendibil
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Euskonews & Media 212. zbk (2003 / 05-30
/ 06-6) |