La Sociedad de Fomento Euskal Ordua
En enero de 1933, comenzaba a emitirse, desde Radio Montevideo, ubicada en la avenida 18 de julio, principal arteria de la capital uruguaya, la audición de Euskal Ordua (La hora vasca). Este programa, primero de su tipo en Uruguay, y que fuera conducido por Roberto García Quevedo, tenía el propósito de difundir las ideas nacionalistas entre la población vasca de Montevideo.
El 2 de abril de ese mismo año se constituía la Comisión de Fomento de Euskal Ordua, siendo Felipe Regino Galdós su presidente, y Juan Otegui y Eulogio Arín, secretario y tesorero respectivamente. Este y otros hechos futuros vienen a confirmar que la voluntad de los fundadores no quedaba en la creación de un mero programa radial, sino que la nueva Institución vendría a hacer las veces de un verdadero batzoki.
Felipe Regino Galdós. |
Sería en el auditorio de Euskal Ordua donde, el 19 de abril de 1933, se enarbolaría, por vez primera en suelo uruguayo, la bandera vasca. Este hecho, según el artículo La labor de una emakume en Montevideo, inserto en el diario Euskadi del 24 de abril de ese año, se debió a la tenacidad de Angelita de Bilbao, quien integraba Emakume Abertzale Batza de la capital bizkaina.
La nueva enseña fue bendecida por el R. P. Mendivil, quien pronunció un discurso en euskara. Regino Galdós habló en nombre de la donante y madrina, siendo el padrino el músico Tomás Mujica, que había sido honrado con tal nombramiento en votación realizada por los oyentes de la audición.
Por esos días, gran parte de los vascos del mundo, y los bilbaínos en particular, se hallaban sorprendidos e indignados ante una resolución del Ayuntamiento de Bilbao, por la cual se había dispuesto la demolición del monumento al Sagrado Corazón de Jesús de aquella villa. En tal sentido, la Directiva de Euskal Ordua hizo oír palabras de dura condena para tal medida, amén de ello invitaría a sus oyentes a adherirse a una protesta escrita que, convalidada con doscientas firmas, se hizo llegar a los Concejales de Bilbao.
Sería también gracias a las gestiones de Angelita de Bilbao que la bandera vasca llegaría a la Sociedad de Confraternidad Vasca Euskal Erria de Montevideo.
La ceremonia tuvo lugar el día 6 de agosto en el predio que esta Institución tenía a las afueras de Montevideo, conocido como Recreo de Malvín. En tal oportunidad los padrinos fueron Francisco Goñi, presidente de la Institución, y la señora Francisca S. de Maimó.
Tras ser izada entre aplausos, Luis San Martín se refirió a la bandera: ...en este trozo de tierra uruguaya que pertenece a nuestra Institución de Confraternidad Baskongada Euskal Erria, flameará la bandera representativa de nuestra estirpe, no como expresión de rebeldía o desunión, sino todo lo contrario, como el emblema que, en un acto de nobles proyecciones, de interpretación simbólica, da unidad al sentimiento racial y es representación de ese amor profundo a nuestra raza...
Pero si la Sociedad Euskal Erria había recibido la bandera vasca con verdadero entusiasmo, muy distinta sería la respuesta del Centro Euskaro Español, donde no sólo la enseña vasca nunca fue aceptada, sino que, tan solo dos meses después, en oportunidad de realizarse una Asamblea General, se decidió unánimemente la creación y el diseño del que sería el nuevo pabellón de la institución. Este estaba formado por la roja y gualda enseña española, cruzado en diagonal por la bandera uruguaya y luciendo el sol en su ángulo superior izquierdo y el Árbol de Gernika en el centro.
Muy pronto las posibilidades locativas del estudio de Radio Montevideo fueron insuficientes para las ruidosas manifestaciones de la colectividad nacionalista, por lo que las fiestas organizadas por la Comisión Pro Fomento debieron realizarse en otro lugar.
Antonio Michelena. |
El 21 de mayo de 1933, la Comisión invitaba a una Jai Alai con el objeto de “retribuir la (fiesta) que gentilmente nos ofreciera la Dirección de Euskal Ordua el día de la bandera baska”. Esta fiesta tuvo lugar en la sede del Montevideo Rowing Club. Al pie de la tarjeta invitación, se recomendaba concurrir puntualmente con el fin de aprovechar las horas de sol para la filmación de la película Los Baskos en Uruguay. De esta película nada sabemos, e ignoramos si efectivamente se rodó.
A partir de septiembre de 1933, las audiciones se realizaban los sábados, domingos y lunes de 21.30 a 22.30 hs.
Para la celebración del segundo Jai Alai, la reunión se llevó a cabo en los salones del Casal Catalá. La fiesta fue un éxito, y en ella no faltaron representaciones teatrales, recitales y las infaltables jotas y porrusaldas.
Atentos a las noticias de Euskal Herria, y solidarios con las desdichas del pueblo vasco, a fines de 1933 sus directivos organizaban una suscripción a favor de los inundados de Gipuzkoa. Enfrentados a las dificultades que por entonces existían para enviar dinero en efectivo a la península, la inventiva y las gestiones realizadas por García Quevedo lograron el concurso de la Compañía Marítima Ibarra y del despachante de Aduanas Antonio Rovira, para hacer posible el envío de “especies que pudieran ser de utilidad en ese caso”.
En noviembre de 1933 organizaron dos significativos actos que resaltan aun más su carácter nacionalista: el primero de ellos consistió en una fiesta conmemorativa del triunfo del Estatuto Vasco, que se llevó a cabo el día 11; el segundo sería la consagración de una misa en memoria de Sabino de Arana Goiri. Esta última se celebró el día 26 en la iglesia Inmaculada Concepción (de los vascos), y fue oficiada por el R. P. Medivil. El coro de Euskal Ordua, con la conducción del maestro Tomás Mujica, interpretó la marcha de San Ignacio y Goizeko Izarra.
En el trascurso de la emisión radial del día 13 de noviembre y refiriéndose a la conquista del Estatuto, Regino Galdós, Joaquín M. Ibarburu, Ángel Fernández Abad, Dionisio Garmendia y Felipe Susena, destacaron “la magnitud de la conquista lograda, después de 94 años de lucha, encareciendo el esfuerzo desplegado por el nacionalismo basko, factor preponderante en esta nueva victoria, encaminada a devolver al pueblo basko sus libertades usurpadas”.
Días más tarde Euskal Ordua rendía homenaje a la memoria de José Rufo de Uriarte, fundador de la revista bonaerense La Baskonia, con motivo del primer aniversario de su desaparición física.
En septiembre de 1934, el arribo al puerto montevideano de la delegación vasca al XXXII Congreso Eucarístico Internacional que se realizaría en Buenos Aires, daría lugar a que, en la persona de Roberto García Quevedo, los nacionalistas vascos se convirtieran en protagonistas de un singular acontecimiento.
Ricardo de Guisasola. |
A la llegada del buque, sendas representaciones de Euskal Ordua y de Euskal Erria saludaron a los delegados, entre quienes se hallaban Teodoro de Ernandorena, presidente del Gipuzkoa Buru Batzar y al poeta Esteban de Urkiaga, “Lauaxeta”. Al parecer, durante el viaje habían sido constantes los enfrentamientos entre los pasajeros nacionalistas y los españolistas, encabezados estos últimos por Mons. Leopoldo Eijo y Garay, obispo de Madrid. La actitud beligerante del prelado no habría surgido en plena travesía atlántica, sino en su estancia en Euzkadi donde, siendo Obispo de Vitoria había mantenido frecuentes enfrentamientos con los nacionalistas vascos. Al llegar al puerto de Montevideo y ver a García Quevedo portando un manojo de pequeñas banderas vascas, se las arrebató y desgajándolas, las arrojó a las aguas, mientras otros miembros de la delegación española gritaban “viva España unida” y decían que “esas porquerías son un insulto a España”. Según relata Andoni de Astigarraga en su trabajo Abertzales en la Argentina, “el lío que se armó fue morrocotudo”.
Este episodio daría lugar a diversos actos de desagravio. Uno de estos fue el organizado por la Junta Extraterritorial del P. N. V. de Buenos Aires, contando con la adhesión de un grupo de uruguayos y del centro vasco Zazpiak Bat de la cuidad de Rosario, Argentina. Celebrado el 21 de ese mes en la capital argentina, el acto contó con la participación del padre Javier Irizar que bendijo la bandera vasca que había sido donada por la señora Emilia R. de Ugarte. Se cursaron, además, sendas protestas al obispo de Madrid, el Nuncio Apostólico y al arzobispo de Buenos Aires, Mons. Santiago Luis Copello.
La Comisión de Fomento Euskal Ordua también se ocupó de la edición de una revista que llevó el mismo nombre que el programa radial. De esta se llegarían a editar, por lo menos, tres números, además de dos ediciones de un trabajo para niños titulado Monografía Histórico- Geográfica de Euskadi.
En ocasión del viaje que Roberto García Quevedo realizara a Bilbao en octubre de 1935, el periódico Euskadi de esa villa anunciaba el proyecto de éste de construir una biblioteca caserío para Sudamérica. La originalidad de este proyecto residía en que se trataría de un “caserío” ambulante. El dibujo que acompañaba el artículo es elocuente muestra de la iniciativa, que debía concretarse con el apoyo popular. A tales efectos, se insertaba la lista de los materiales necesarios para llevar a feliz término tan singular obra, encabezando el pedido con un chasis de auto o camión, con o sin motor, y culminando con Libros y discos.
El redactor explicaba que: La custodia de este santuario de nuestra cultura será confiada a Euskal Ordua, de Montevideo, la patriótica entidad vasco- uruguaya, que se compromete a llevar esta biblioteca ambulante por las principales ciudades de Uruguay, Argentina y Chile...
La respuesta a la convocatoria sería un éxito, y para el 22 de ese mismo mes se daba cuenta de haberse conseguido todo el material solicitado, incluido el vehículo, por lo que los trabajos ya habían dado comienzo. En esta oportunidad se insistía en la donación de libros, para que, por lo menos, se lograra enviar a América un ejemplar de cada libro vasco. Antes de transcurridas dos semanas, nuevamente el periódico Euzkadi recordaba el pedido y reseñaba los libros recibidos. Entre éstos se contaban treinta ejemplares de La Pelote Basque, de E. Blazy; ciento treinta y ocho tomos de la editorial tolosarra de López Mendizábal, treinta ejemplares de cada volumen editado por la editorial Verdes Atxirika; Discreteos, de Gabriel Biurrum Garmendia, y varios ejemplares de publicaciones periódicas.
Euzkeldun Itza. |
No obstante la información difundida por el periódico bilbaíno sobre los avances del proyecto de la “biblioteca caserío”, no nos consta que este haya prosperado, pues ninguna información al respecto hallamos en la prensa uruguaya.
El 4 de febrero de 1936, se realizaba la Asamblea General Ordinaria designándose las nuevas autoridades de la Comisión Pro Fomento. Esta designación resultó particularmente original, ya que se nombraron representantes de todas las provincias vascas:
Alava: Ernesto Urquijo y Luis Medrano Ochotorena.
Benabarra: Piarres Duthey.
Biskaia: Manuel Bolumburu y Antonio Michelena.
Guipuzkoa: Pedro Arteta y Regino Galdós.
Laburdi: Joaquín Ibarburu y Juan b. Bidart.
Navarra: Luis Arlegui y Antonio Larrayoz.
Zuberoa: Benigno Yriart.
Por los descendientes de vascos: Alfredo Tellechea y José Manuel Umérez.
La última noticia de esta institución será la celebración, el día 22 marzo de 1936, del Euzkadi – Eguna.
La Agrupación Radial Euzkeldun Itza
Cuatro años más tarde, la senda marcada por Euskal Ordua fue seguida por un nuevo grupo de nacionalistas vascos.
Aunque esta nueva audición se inauguraría oficialmente en agosto de 1940, ya el 26 de abril de ese mismo año, en oportunidad de conmemorarse el tercer aniversario del bombardeo y destrucción de la Villa de Gernika, se había realizado un programa extraordinario en el que se contó con la participación del periodista uruguayo Julio Caporale Celta quien, tras referirse al suceso que los convocaba, recitó la poesía Los Huérfanos de Euzkadi. El homenaje se cerró con los acordes del Gernika’ko Arbola.
Con la crónica de esta celebración, se publicó en el Euzko Deya de Buenos Aires un artículo titulado “Gernika! 1937- 26 de Abril-1940”, escrito seguramente por Miguel de Zárate, corresponsal de este periódico en Montevideo, quien más tarde sería secretario de la audición radial.
Cuatro meses más tarde, el 24 de agosto de 1940, la nueva institución vasca se daría a conocer a través de la radioemisora montevideana CX 14, El Espectador. Ésta, llamada Agrupación Radial Euzkeldun Itza, se emitiría todos los sábados de tres a tres y media de la tarde, y según sus fundadores ...su constitución, de base autónoma e independiente de toda otra entidad, tiene por fin realizar desinteresadamente una acción de índole exclusivamente cultural, al margen de toda idealidad política, con el propósito de llenar una necesidad sentida por la colectividad vasca del Uruguay, para exaltar nuestros grandes valores raciales y mantener vivo el espíritu de nuestra raza, hoy más necesario que nunca.
Euzkeldun Itza. |
No obstante las afirmaciones de los propios protagonistas de estar al margen de toda idealidad política, sus actividades tuvieron un marcado carácter nacionalista. No en vano la mayoría de los miembros de la Agrupación Radial eran militantes del Partido Nacionalista Vasco y estaban afiliados a la Junta Extraterritorial del P. N. V. en Uruguay, que presidía Ricardo de Guisasola.
En su primera emisión estaba integrada de la siguiente manera:
Antonio Michelena – Presidente
Ricardo de Guisasola – Vicepresidente
Mario Pablo Uribarri –Tesorero
Manuel Arin – Pro tesorero
Dionisio Garmendia - Secretario
Adrián Otegui - Pro secretario
Juan Domingo Uriarte – Vocal
Miguel de Zárate – Vocal
Luis Aizpuru- Vocal
Esta Comisión Directiva nombraría a su vez una Comisión de Redacción formada por los siguientes encargados:
Profesor Tomás Mugica – Sección Musical.
Antonio Michelena – Txistulari
Adrián Otegui - Sección de Euskara
Mario Pablo Uribarri –Sección Literatura
Miguel de Zárate – Secretario de Audición
La primera audición tuvo lugar en vísperas de la conmemoración de la Independencia uruguaya como adhesión a tal efemérides. La programación se inició con lo que sería su banda musical de apertura: el himno Eusko Gudariak.
Cada suceso histórico que a juicio de la Comisión Directiva mereciera recordarse, hallaba un espacio en la programación de cada sábado. De esta manera, el cinco de octubre de 1940, con la dirección de Miguel de Zárate se conmemoró al cuarto aniversario de la constitución del Gobierno Vasco. En tal oportunidad se leyeron los discursos que el Lehendakari José Antonio de Aguirre pronunciara en el Palacio de Congresos de Madrid y en la Casa de Juntas, en momento en que asumía su magistratura, así como el juramento ritual.
En el programa irradiado en ocasión del Día de la Raza, Miguel de Zárate se hacía esta pregunta ¿Hispanidad Americanidad?, que al final de su exposición contestaba: Después de cuatro siglos, los hijos del solar de Lope de Aguirre, que profirió el primer grito de libertad en América, al celebrar el descubrimiento de este Continente, nos sumamos a los afanes sustanciales del alma de los habitantes de estos pueblos y prometemos estar junto a nuestros hermanos americanos, en defensa de su libertad y del régimen democrático que disfrutan.
Alerta Americanos! Vigilad vuestra independencia y soberanía!
HISPANIDAD IMPERIALISTA, NO!
AMERICANIDAD DEMOCRÁTICA, SÍ! ¡VIVA AMÉRICA!
La siguiente audición estuvo a cargo de Adrián Otegui, quien se refirió a la figura del asesinado padre José de Ariztimuño “Aitzol”. Esta alocución fue realizada en euskara.
Pero al igual que su antecesora, Euzkeldun Itza no se limitaba exclusivamente a las audiciones radiales, y en octubre de 1940 se le hacía llegar una nota a Guillermo Mulet, presidente del Casal Catalá, condoliéndose del asesinato del Presidente de la Generalitat Luis Companys.
No sólo los sucesos peninsulares tuvieron cabida en los estudios de Radio El Espectador. En ocasión de celebrarse el 11 de noviembre un nuevo aniversario de Polonia, a la sazón invadido por las tropas nazis, el programa contó, como invitado de honor, con la presencia del Prof. Radetzy, Presidente de la Asociación Uruguaya Pro Polonia. En esa audición, amenizada por música de Chopin, la señorita Cristina Donbroska interpretó Preludio de Tetmajer.
No faltaron homenajes al Presidente de Catalunya, Luis Companys y al fundador del Partido Nacionalista Vasco, Sabino de Arana y Goiri, programa éste último que contó con la adhesión de la Junta Extraterritorial del P.N.V. en Uruguay, del cual Adrián Otegui era su secretario, y de Acción Nacionalista Vasca de Argentina, de la que Guisasola era representante en Uruguay.
Para entonces se habían incorporado nuevos colaboradores que tenían a su cargo la presentación de “cuadros dramáticos”. Se trataba de Máximo Andueza y del txistulari Antonio Vicente Michelena.
La última noticia que hemos hallado sobre las actividades de esta Institución es la invitación que, a mediados de marzo de 1941, se envió al Centro Euskaro Español para participar en la organización de un festival benéfico a favor de la Cruz Roja inglesa. Tras aceptar la propuesta, la Directiva de esta euskal etxea designó a Constante Llorente y a Juan Domingo Uriarte para que actuaran como delegados.
Tras las dos iniciativas enumeradas, el silencio radial de los vascos montevideanos se prolongaría casi medio siglo. Exceptuando las numerosas participaciones que en distintas radios tuvieron destacados miembros de la colectividad en ocasión de celebrarse la Semana Cultural Vasca de 1943, no sería sino hasta el año 1988 cuando la audición “La Voz de Euskal Erria, perteneciente a la institución homónima, volvería a difundir, a través de las ondas radiales, el sentir y pensar de la colectividad.
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