Eva
VELASCO, Departamento de Organización de Empresas. UPV-EHU
Jon
OLASKOAGA LARRAURI, Departamento de Organización de Empresas.
UPV-EHU
La contribución de la Universidad a su entorno social consiste principal, aunque no únicamente, en la generación, acumulación y transmisión de conocimiento. La naturaleza de esta contribución resulta heterogénea por la diversidad misma de los tipos de conocimiento y de los soportes para su difusión.
1. La política tecnológica vasca y su papel en la promoción de las RUE.
La evolución de la política tecnológica vasca puede ser descrita en tres etapas.
Primer etapa: ausencia de objetivos estratégicos en la década de los ochenta
En los ochenta la inclusión de la UPV-EHU en los objetivos de la política tecnológica del gobierno vasco se vio lastrada por diversas circunstancias, entre las que cabe destacar:
- La juventud de la universidad, algunos de cuyos centros no superaban diez años de funcionamiento cuando se pusieron en marcha las primeras medidas.
- El diseño de las políticas públicas, que se centró en las medidas financieras de apoyo a las actividades de I+D sin previo establecimiento de objetivos ni prioridades en cuanto a las áreas de investigación o las organizaciones que habrían de formar parte en el sistema.
- La preeminencia de los Centros Tecnológicos agrupados en la Red EITE, candidatos ideales para ejercer el papel de referente tecnológico en la Euskadi por su experiencia en investigación aplicada y su cercanía al tejido empresarial.
Segunda etapa: Comienzo de la planificación estratégica (1990-1997)
Esta fase abarca los dos primeros planes tecnológicos, el “Plan de Estrategia Tecnológica” (PET) y el “Plan de Tecnología Industrial” (PTI). Con estos planes tienen lugar los primeros intentos de coordinación de las medidas de política tecnológica y científica, así como de coordinación de los diversos agentes llamados a configurar lo que más tarde se denominaría Red Vasca de Tecnología.
Las declaraciones en el plan hacían ver esta fase como una oportunidad para una mayor integración del sistema universitario y, en particular de la UPV-EHU, en un sistema integrado, a través del fortalecimiento de las RUE. Sin embargo, las intenciones se vieron en cierto modo defraudadas; el Plan tenía prevista una tradicional división de funciones que dejaba a la universidad fundamentalmente a cargo de la investigación básica, mientras que la coordinación entre política científica y tecnológica no pasó de la participación formal del Departamento de Educación en la Unidad de Estrategia Tecnológica (UET)1.
La responsabilidad de elaborar el segundo Plan (PTI) correspondió a los Centros Tecnológicos que no vieron necesidad de establecer programas específicos destinados a promover la colaboración entre la Universidad y otros organismos en materia de I+D. En contraste, los Centros Tecnológicos disponían de una ventaja sustancial en las convocatorias que implicaban la colaboración entre agentes de demanda y oferta, puesto que las conocían a fondo y en algún caso estaban dirigidas exclusivamente a ellos. En toda la primera mitad de los noventa las diferentes convocatorias de proyectos de investigación del Gobierno Vasco supusieron para la UPV un volumen de recursos que representaba en torno a una décima parte de los que se destinaron a los Centros Tecnológicos2.
Tercera etapa: Consolidación de la visión estratégica y el enfoque de sistema de innovación (1997-2004)
El “Plan de Ciencia y Tecnología 1997-2000” (PCT) y el vigente “Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2001-2004” (PCTI) constituyen no sólo la consolidación del enfoque estratégico en materia de política tecnológica, sino también la incorporación de una nueva visión, que se resume en el concepto de sistema de innovación, y que tiene una serie de implicaciones:
- Coordinación de las acciones de las administraciones públicas en una estrategia común que en el primer plan se traduce en la integración de la política científica y tecnológica, que se había venido demandando desde el inicio de la fase planificadora. Por su parte, el PCTI da un paso más en la coordinación institucional, aglutinando todas las iniciativas de promoción de la innovación de distintos departamentos y organismos del Gobierno Vasco.
- Consideración de la innovación como un proceso que implica diferentes fases y agentes en interacción dinámica.
Así, el PCT establece el objetivo de integración de la universidad en el sistema de innovación, identificando la necesidad de generar una dinámica de colaboración entre ésta y el resto de los agentes, en particular las empresas, dinámica sin la cual el resto de las iniciativas resultaba simplemente ineficaz. Para forzar las inercias existentes en este sentido, e instaurar nuevos hábitos entre los agentes, se instrumentó una convocatoria específica de proyectos universidad – empresa vigente en ambos planes. A ello hay que añadir otras medidas y programas ensayados en el PTI como el Plan de Profesorado de Investigación, el de Recuperación de Científicos Jóvenes, o el de fomento de redes temáticas de investigadores y tecnólogos pertenecientes a las universidades y a los centros tecnológicos.
A pesar de estos intentos, el último de los planes reconoce explícitamente la aún deficiente articulación de la universidad con el resto de los agentes de la oferta y demanda, y su débil imbricación en el sistema de innovación, afirmando que “el enorme potencial de la universidad tanto en la formación de tecnólogos, como en el desarrollo de proyectos de investigación aplicados a la resolución de problemas empresariales, está todavía infra-valorado e infra-aprovechado”. Reflexión que conduce a plantear como objetivo estratégico del plan la búsqueda de una mayor integración del sistema ciencia-tecnología-empresa.
Los Proyectos de Investigación Estratégica son uno de los instrumentos más destacados del PCTI, que promueven una investigación orientada hacia ámbitos emergentes particularmente interesantes para el futuro de Euskadi y que deben desarrollarse de manera conjunta por agentes del ámbito científico y tecnológico formando así un consorcio de agentes tecnológicos multidisciplinar y complementario. Además de esta herramienta, el PCTI recurre a instrumentos más tradicionales y conocidos como son la formación de investigadores y tecnólogos, la creación de empresas de base tecnológica, el apoyo a actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica (donde se incluyen los proyectos universidad-empresa), acciones de difusión y sensibilización, etc.
Una segunda novedad consiste en las medidas de integración de los agentes del sistema vascos en las redes internacionales científicas y tecnológicas a través de una Acción Integral de Cooperación Internacional.
2. Valoración del desarrollo de las RUE en la UPV-EHU
Emitir una valoración relativa del grado de desarrollo de las RUE entre la UPV-EHU y su entorno productivo resulta sumamente complicado en tanto no se disponga de indicadores comunes ni, en consecuencia, de datos homogéneos de otras regiones y universidades. Aun así, cabe emitir algunos juicios generales:
La UPV-EHU por el número de investigadores que reúne constituye con diferencia la institución con mayor potencial investigador en Euskadi. Gran parte de este potencial está dedicado a investigación básica y su trabajo se materializa y circula a través de los canales científicos, publicaciones científicas, congresos, etc. Aún así, buena parte de ese esfuerzo investigador y esa cualificación profesional es susceptible de un aprovechamiento más directo por parte del entorno productivo.
Sin embargo, la timidez y relativa novedad del apoyo institucional a las RUE, una cultura universitaria en la que las RUE constituyen un fenómeno extraño cuando no sospechoso, y las rémoras organizativas derivadas de una institución grande y excesivamente burocrática, constituyen serios obstáculos al desarrollo firme de tales fenómenos.
Los programas de apoyo a la investigación en el marco de la política tecnológica han tardado en favorecer la cooperación de los grupos de investigación universitarios con los ámbitos tecnológicos o empresariales. Tan sólo en los dos últimos planes se ponen en marcha programas específicos en este sentido. La participación de la universidad pública en proyectos financiados por el Gobierno Vasco que implican cooperación ha aumentado considerablemente con el último plan (la financiación del GV a proyectos de investigación de la UPV-EHU ascendió a 7,4 millones de euros en 2002 cuando, hasta entonces, no había sobrepasado los 3 millones). Los proyectos de investigación estratégica que implican la existencia de grupos mixtos de investigación explican la mayor parte de este aumento y representan 4,7 millones de euros. Aparentemente, la cooperación en I+D es un terreno en el que pueden producirse importantes avances en el futuro.
La Ley de Reforma Universitaria, en su artículo 11 reguló la figura de los contratos entre los departamentos e institutos universitarios con empresas y otras instituciones. Estos contratos, a través de los cuales la universidad ofrece servicios formativos, de asistencia técnica, asesoría o investigación, constituyen la prueba más palpable de que empresas y administración valoran determinados servicios que los académicos pueden ofrecer. El volumen de contratación en la UPV ha seguido una tendencia al alza desde 1990, año en el que se firmaron contratos por un valor de 1,17 millones de euros; en 1995 la cifra había ascendido hasta los 4,45 millones, y en 2000 se había convertido en 7,73 millones de euros. Aunque en los dos últimos años la cifra ha descendido levemente, la previsión para el futuro debe ser favorable.
Desde el Vicerrectorado de Relaciones con la Empresa se reconoce la escasa propensión por parte del profesorado universitario a patentar los resultados de su investigación. En este aspecto actúan dos importantes obstáculos; por un lado, la investigación universitaria que, por su organización y por la cultura que en ella subyace, no es el ámbito más propicio para la definición de los derechos de propiedad; por otro, el apoyo a los profesores ha sido tradicionalmente insuficiente. En 2001, por ejemplo, la OTRI gestionó la concesión de 8 patentes de las 218 concedidas en Euskadi.
El respaldo institucional al spin off académico también es muy reciente. Aunque en Euskadi existen iniciativas similares, el Vivero de Empresas Universitario es la única específica del entorno académico y fue puesta en marcha en fecha tan reciente como 1999. En otras regiones iniciativas en este sentido han sido muy anteriores3 y han dado lugar a resultados favorables. En su corta existencia el Vivero de Empresas Universitario ha recibido a 14 empresas de base tecnológica que han permitido la creación de 77 empleos. Aunque todavía es pronto para valorar una iniciativa de este tipo, queda claro que el programa en sí mismo constituye una necesidad por su carácter innovador y su contribución al cambio cultural en la comunidad universitaria.
En cuanto al papel de las estructuras de interfaz (EDI), la UPV cuenta con dos estructuras de este tipo: la OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación, integrada en el Vicerrectorado de Relaciones con la Empresa) y la Fundación Universidad-Empresa, Euskoiker. Ambas están centradas en la gestión de los contratos, aunque la OTRI se encarga, adicionalmente, de la gestión de los proyectos de investigación subvencionados. No obstante la escasa dotación de recursos materiales y humanos ha influido en que ambas estructuras no hayan podido ir más allá en sus funciones.
Podría decirse que el desarrollo de las estructuras de interfaz asociadas a las universidades no es independiente de la madurez con que éstas enfrentan las RUE. Suelen identificarse tres estadios en el desarrollo de las EDI: de mera formalización de la oferta de la universidad; de impulso y dinamización; y de cooperación e integración con otros agentes. En el caso de la UPV-EHU las EDI no han superado la primera fase, lo que concuerda con una institución en las que las RUE no forman parte aún de su identidad.
Bibliografía
Beveridge, G. (1991): “Technology transfer from a regional university: origins, developments and diversity”, International Journal of Technology Management. vol.6, Nos 5/6, pp. 441-449.
Geisler, E. and Rubenstein A. H. (1989): “University Industry Relations: A review of Major Issues”, Link, A. N. Cooperative Research and Development. The Industry-University-Government Relationship. Boston y Londres.
OCDE (1989): Universidad, Industria y Desarrollo. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Madrid.
OCDE (1992): Technology and the Economy. The key relationships. Paris.
Olaskoaga, J. e Intxaurburu G. (2000): “Iniciativas y experiencias europeas en la configuración de espacios regionales de colaboración universidad – empresa”, Revista de Estudios Regionales, septiembre – diciembre, 209-226.
Sutz, J. (1997): “The new role of the university in the productive sector”, H. Etzkowitz and L. Leydesdorff Universities in the global knowledge economy. A triple helix of University - Industry - Government relation. Pinter. London.
Velasco, E. (2002): El papel de las organizaciones de apoyo a la innovación en los sistemas de innovación regional: reflexiones sobre su diseño y funcionamiento en Ekonomiaz, nº 50, pp. 262-277.
1La UET era la encargada de la elaboración y el seguimiento del PET
2Según datos de la oficina de apoyo a la investigación y el Plan de Tecnología Industrial.
3El Centro de Innovación del Trinity College de Dublín, por ejemplo, fue creado en 1986, y constituye una de las iniciativas más consolidadas en Irlanda en lo que se refiere al establecimiento de empresas en el interior de los campus universitarios. Un análisis de este programa puede encontrarse en Olaskoaga e Intxaurburu, 2000.
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