Manuel SOLÓRZANO SÁNCHEZ, Enfermero Hospital Donostia
1. INTRODUCCIÓN
Lo que caracteriza al desarrollo sanitario de San Sebastián desde principio de siglo hasta mediada la década de los 60, es el incremento y desarrollo de las clínicas privadas.
Dos razones fundamentales explican éste fenómeno:
1º.- La explosiva multiplicación y difusión de las especialidades quirúrgicas que precisaban espacios concretos para su aplicación técnica, control y desarrollo.
2º.- La prosperidad que el triunfo liberal en la Guerra Civil frente a los Carlistas, impulsó la demanda de una colectividad que pretendía alcanzar los niveles propios de una sociedad madura, plural y secularizada.
En suma, una opción de Modernidad coherente con el entorno europeo y con la provisión de las novedades médicas y sanitarias que la Ciencia y la Tecnología de la época aportaban bajo el lema del Progreso.
Sin duda alguna la etapa desde finales del siglo XIX hasta la última contienda civil, ha sido especialmente brillante para la medicina guipuzcoana. Baste recordar que nuestra provincia fue pionera en muchas iniciativas médico sanitarias, todas ellas debidas a individualidades, a personas concretas, que teniendo una buena intuición la pusieron en práctica con escasos medios.
Cabe destacar la ilusión y la buena preparación que recibieron practicantes y enfermeras guipuzcoanas superando con creces a los estudios que impartían en otras provincias. Es verdad que en San Sebastián contábamos con la Reina María Cristina, que tuvo una especial predilección por la Cruz Roja de Gipuzkoa convirtiéndose en su Fundadora, Bienhechora y Presidenta. En el verano de 1917 se produce el primer Curso de Damas de la Cruz Roja y los exámenes para las enfermeras del Dispensario de Santa Isabel. Dichas enfermeras fueron instruidas por los Doctores Ayani y Echauz. Anteriormente dichos profesionales cursaban estudios con los programas de la Cruz Roja Francesa.
Nos encontramos con el Doctor Juan José Celaya, que apostó fuertemente por el movimiento de la Colegiación, aunando voluntades y creando un “Boletín del Colegio” que sirviera de vehículo de unión entre los colegiados frente a los problemas que les acuciaban: caciquismo, intrusismo, morosos, relaciones con los Ayuntamientos, etc. Emiliano Eizaguirre fue un hombre fundamental para la vida médica, tisiólogo reputadísimo, implanta la “Fiesta de la Flor”, en San Sebastián, a raíz del II Congreso Internacional de la tuberculosis, celebrado en la capital donostiarra y, él sólo, llevó toda la lucha contra la tuberculosis hasta 1934, en que se involucra el Estado. El Dr. Eizaguirre fue pionero en la creación de Dispensarios y Sanatorios antituberculosos, y el primero en celebrar cursos de verano, en 1929, aprovechando el tirón veraniego de la ciudad.
El primer Centro Sanitario que vamos a tratar es el Hospital de San Antonio Abad.
Hospital de San Antonio Abad. |
Conocemos su existencia desde 1787 ya que sus Ordenanzas fueron aprobadas por Carlos III.
A comienzos del siglo XIX se hallaba extramuros de la ciudad, en el barrio de San Martín. Esta zona fue particularmente batida durante el sitio de San Sebastián en la primera Guerra Carlista. El riesgo de las campañas militares y los problemas de abastecimiento imponen diversos cambios en su ubicación pasando a ocupar sucesivamente espacios dentro del recinto amurallado o en fincas próximas de fácil acceso. En 1841 estaba situado en el derruido convento de San Francisco, en el Barrio de Eguía.
La insuficiencia de la instalación con problemas serios de espacio y la dificultad para aislar a los enfermos infecciosos, siempre muy numerosos y entre los que dominaba los afectados por la Viruela, obligaron a replantear la estructura completa del Hospital.
Por Decreto de 12 de Diciembre de 1884, la Junta de Beneficencia se hizo cargo del Hospital Civil y de acuerdo con el Ayuntamiento optó por trasladar el Hospital a los terrenos de Manteo, en la falda del monte Ulía.
El Nuevo Hospital se inauguró el 20 de Enero de 1888 de acuerdo con los planos trazados por José de Goicoa y persistió con diversas ampliaciones complementarias hasta 1960.
Los practicantes eran: Ramón Aldasoro, Luis Campo, Capella, Francisco Zurutuza, Bernardino Lasa, Teodoro López, Patxi Semperena, Feliciano Galparsoro, Isidro Fernández al que se sumaron jóvenes profesionales y estudiantes deseosos de aprender. Regentaban el establecimiento las Hijas de la Caridad con la superiora sor Emilia Castresana.
Hospital Provincial. |
En 1932, la Diputación y el Ayuntamiento que formaban parte de la Junta de Beneficencia, acordaron la construcción de un Hospital Provincial con capacidad para 600 camas. Para llevar a cabo la obra se adquirió mancomunadamente unos terrenos en el Alto de Amara en 1933. Una comisión visitó varios Hospitales europeos y uno de los modelos más considerados fue el Hospital Herriot en Lyon.
El proyecto fue de los arquitectos Aguirrebengoa y Urcola con asesoramiento del Doctor Manuel Usandizaga y con un presupuesto de 12 millones y medio de pesetas.
La Guerra Civil detuvo su construcción en la fase de estructura de hormigón y esta situación se mantuvo estable durante muchos años. En nuestra infancia, la inmensa mole de cemento encerraba infinitos misterios que la imaginación enriquecida con la fantasía de la edad mágica. La derogación del Concierto Económico y diversos problemas administrativos y pecuniarios, obligaron a la Diputación a renunciar definitivamente al proyecto inicial del Nuevo Hospital Provincial.
El pabellón previsto para enfermos tuberculosos se cedió al Patronato Nacional de Lucha Antituberculosa dando lugar al Hospital de Enfermedades del Tórax.
Hospital de Enfermedades del Tórax. |
En 1944 se tomó el acuerdo de construir el Sanatorio Psiquiátrico dependiente de la Diputación Provincial.
Como siniestra paradoja mencionaros que uno de los primeros pacientes del Psiquiátrico fue Sasiaín, alcalde de San Sebastián durante la Segunda República.
En 1957 se acuerda utilizar el Pabellón previsto para Escuela de Enfermeras y dedicarlo a Hospital Provincial limitado a 156 camas, diseñando la obra bajo la dirección del arquitecto Muñoz Baroja.
El edificio se inauguró el 19 de Marzo de 1960.
Desde el punto de vista médico, se respetaron la Titulación y derechos de tres Jefaturas de Servicio ganadas por oposición en el periodo anterior regido por la Junta de Beneficencia; Laboratorio (Doctor Irizar), Antituberculoso (Doctor Ansa) y Oftalmología (Doctor Azcoaga).
La Dirección del Centro correspondía administrativamente al Doctor Luis Martín Santos que ostentaba por oposición la dirección del sanatorio Psiquiátrico, pero decisiones ministeriales de índole política vetaron su nombramiento.
Era preciso designar un Director de gran prestigio profesional y evidente capacidad de gestión para estructurar el Nuevo Hospital. La designación recayó en el Doctor Carlos Elósegui y el tiempo demostró con rotundidad el acierto de la decisión. El duro desafío que representó organizar el Hospital fue superado con la inusitada calificación que era previsible cuando se opta por un excepcional profesional tan duro para el trabajo como inteligente y capaz para la empresa.
Carlos dirigió el Hospital hasta el nombramiento del Doctor Olarreaga en 1968. A este le sucedió el Doctor Olaso que recibió el nombramiento en 1971.
Sobre la estructura central del proyectado Hospital, reducida al esqueleto de hormigón, se construyó la Residencia Sanitaria del Seguro Obligatorio de Enfermedad llamado Nuestra Señora de Aránzazu que fue inaugurada el 15 de Agosto de 1960 por el Jefe del Estado.
Nuestra Señora de Aránzazu. |
Actualmente ha recuperado la titulación de Hospital del mismo nombre perteneciente a la Seguridad Social.
El Hospital de la Cruz Roja fue impulsado por el general Polavieja – ejecutor del oftalmólogo héroe de la Independencia de Filipinas José Rizal -, con el apoyo moral y económico de la Reina María Cristina. Se ubicó en Villa María, propiedad real excepto en el corto periodo correspondiente a la Segunda República. Esta particularidad de origen y propiedad ha condicionado fuertemente la evolución y posibilidades de desarrollo del Hospital.Éste sufrió un fuerte impulso con motivo de la derrota de Annual en 1921 y la posterior epidemia de paludismo en África. Nuevamente en 1930 y más recientemente bajo la dirección de los Doctores Senra y Burutarán ha experimentado una remodelación muy importante, transformándolo en un gran Centro Sanitario.El cuerpo médico, de excepcional calidad, ha contado con profesionales como los Doctores Cárdenas, Azpiroz, Albisua, Castañeda, Zurriarain, Arrazola, Samaniego, Urrutia, Eguiguren, etc.
Menciono brevemente al Hospital Militar General Mola, ubicado en el Grupo de Escuelas Municipales inspirado por la República y que contó como cirujanos y Directores a los Doctores Leandro Martín Santos, Cárdenas y Pérez Iñigo hoy en Madrid y con graduación de General. Al no ser San Sebastián cabeza de Región Militar, su hospital no pasaba de ser un centro de acogida de las urgencias médicas que se presentasen en la guarnición. 1936 – 1982.
Hospital Militar. |
En 1933 se inauguró la Maternidad dirigida por el Doctor Juan María Arrillaga, complementada con una Escuela de Enfermeras de la Especialidad (comadronas y visitadoras); la Enfermera Jefe era María Luisa Lusarreta, con los Doctores Jusué, Maeso y Tellería como pediatras. Durante la Guerra Civil, la Maternidad recibió el impacto de un proyectil procedente del crucero “Almirante Cervera” que bombardeaba con frecuencia la ciudad durante el periodo republicano.
Maternidad. |
El 13 de Agosto de 1933, la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa inauguró el Instituto Anticanceroso, dirigido por el Doctor Ayestarán con la colaboración de los Doctores Irigaray, Iparraguirre, Anguera, Llombart, Zubizarreta, etc. El practicante era José Mari Arizurrieta y se encargaban del cuidado de los enfermos cinco Hijas de la Caridad.
Mas tarde, y durante muchos años fue dirigido por el Doctor Uriarte, experimentando bajo su periodo importantes ampliaciones y mejoras de material y aplicaciones tecnológicas. El Centro, bajo la denominación de Instituto Radio-Quirúrgico continua llevando a cabo su función selectiva en la Medicina y Cirugía. (Hoy llamado Oncológico).
Instituto Radio-Quirúrgico. |
I.I. Clínicas Privadas
La Clínica de San Ignacio se inauguró el 16 de Septiembre de 1906 por la Reina Victoria. Fue prácticamente la primera Clínica con diversificación de especialidades médicas. Probablemente el modelo fue el Instituto Rubio de Madrid con su incorporación de las especialidades médico – quirúrgicas en rápida evolución.
Clínica de San Ignacio. |
El cuerpo médico estaba compuesto por los Doctores Benigno Oreja (urólogo), Ramón Castañeda y Mariano Antín (O.R.L.), Miguel Vidaur (oftalmólogo), Hilario Gaiztarro (cirujano), Ramoneda (cirujano), Luis Egaña y más tarde Luis Urrutia (digestólogo) y Julián Bergareche.
Ramón Castañeda, especializado en Viena y Paris, atendió con el afamado Dr. Moure de Burdeos a la Casa Real Española, concretamente en la operación practicada a don Alfonso XIII y asistiendo al Infante don Jaime, afecto de sordomudez.
La clínica desde sus comienzos y durante años se preció de ser destacado centro científico de la medicina donostiarra.
Continuaron Sebastián Córdoba (al frente del Servicio de Radiodiagnóstico, único existente y de aplicaciones eléctricas como la diatermia), Eusebio Polit, Luis Garmendia, Carmen Unzueta (fue la primera anestesista femenina), Ricardo Bueno, José Elósegui, Francisco Arriola, Juan Miguel Sansinenea, Antonio Llombart, etc.
Clínica del Perpetuo Socorro. |
La Clínica del Perpetuo Socorro fue promovida por el Doctor francés Michel Leremboure en 1907 con la colaboración de los hermanos Rodríguez del Castillo (Miguel tocólogo y Luis radiólogo). Como súbdito francés se incorporó a su ejército cuando la guerra europea y se incorporó en el año 18. Hábil operador, marcado en su técnica por la cirugía de guerra, era la simpatía personificada y constituían su clientela tanto familias de la aristocracia donostiarra con la que emparentó por matrimonio, como con la gente sencilla, ya que hablaba perfectamente el euskera.En 1936 a la entrada de los nacionales el Doctor Leremboure se retiró a Sara (Laburdi) y continuó con la clínica el Doctor Ángel Jaén, que se exilió a México. En la Guerra Civil la Clínica fue incautada y la regentó el Doctor Álvaro Figuerido hijo del célebre violinista César Figuerido.
La Clínica de Nuestra Señora de las Mercedes fue promocionada por los Doctores Huici y Egaña e inició sus actividades el 12 de Enero de 1913. Acondicionaron una villa cercana a las cocheras de Ategorrieta, para atender a sus enfermos privados, que no tenían acceso al Hospital de Manteo. En 1936 entran para hacerse cargo las Religiosas de la Providencia sor Stanis, sor Celeste y sor Mecthilde. Completaban el servicio una Enfermera de noche, el enfermero y dos sirvientas.
Clínica de Nuestra Señora de las Mercedes. |
En el quirófano estaban Gerardo y Enrique Cormenzana, una enfermera que hacía de instrumentista. Para anestesias no locales o raqui estaba el practicante Patxi Semperena conocido del Hospital quien con mascarilla o el aparato de Ombredanne dormía a los enfermos con cloruro de etilo en intervenciones cortas o con éter, sin haber tenido jamas un contratiempo.
La Clínica de Nuestra Señora de Aránzazu fue inaugurada en Mayo de 1921 bajo la dirección del Doctor Luis Ayestarán que fue Jefe y después Director del Hospital de San Antonio Abad. Tuvo como colaboradores al notable otorrino Olalde, el tocólogo Altolaguirre y Florencio Mª Mozo gran caballero reputado especialista en piel y venéreas con trabajo en la Sanidad Exterior en el Puerto de Pasajes. Para atender el Laboratorio el Dr. Peset que llegó como Inspector Provincial de Sanidad y con el radiólogo Venancio Iparraguirre, etc.
Clínica de Nuestra Señora de Aránzazu. |
El eminente tisiólogo Doctor Emiliano Eizaguirre fundó la Clínica de San José en 1922 con la colaboración de los Doctores Miguel Kutz cirujano y Guillermo Zubía otorrino.
Con mayor capacidad y mejor equipamiento se inauguró en Febrero de 1928 la Clínica de San Antonio por los Doctores Zuriarrain, Ortíz de Urbina (Ignacio y Luis), Larrañaga, de la Riva, Albea, Recarte, Gómez Sanz, Echevarren, etc. Los practicantes que trabajaban en dicha clínica eran: Eugenio Urrestarazu Iguaran; Juan Mari Anza Irazusta; Manolo Bermejo Zulaica; Ángel Monreal Cordobes y Victor Insausti Sansinenea. La Clínica de San Antonio cesó su actividad en Mayo de 1984.
Clínica de San Antonio. |
El Sanatorio Médico – Quirúrgico Martín Santos inició su singladura bajo la dirección del cirujano militar Doctor Leandro Martín Santos en 1935 en el antiguo Palacio Pilarte. Con dicho médico se fueron las monjas de la Comunidad de Hijas de la Caridad, abandonando la Clínica de las Mercedes y dejándolo sin personal. En la actualidad está vinculada al complejo Hospitalario Quirón.
La Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios fundaron el Sanatorio Quirúrgico Ortopédico que lleva su nombre dedicado fundamentalmente a la atención médico – quirúrgica de las malformaciones óseas infantiles. Inició sus actividades en 1945 y en 1977 se transformó en el Centro Médico – Quirúrgico de San Juan de Dios con diversificación a varias especialidades.
La Clínica de Nuestra Señora del Pilar fue inaugurada por el doctor Adolfo Gómez Sanz en 1947. Su hijo el Doctor Pedro Gómez Ruiz la amplió para Toco – Ginecología. Aquí trabajo “Tío Juan” apelativo cariñoso que le llamaban la multitud de niños que fueron vistos por el, se llamaba Juan Pedro Rodríguez Picavea. En 1948 se hacen cargo de la clínica las monjas Terciarias Capuchinas al mando de la superiora madre Sofía de Munata. Además de las comadronas y enfermeras que ya estaban.
En la actualidad el Centro Sanitario Virgen del Pilar regentado por el nieto del fundador, el Doctor Jesús Gómez Montoya ha ampliado sus instalaciones y alberga un elevado número de médicos y cirujanos de las mas diversas especialidades.
La Clínica de Nuestra Señora del Coro fue fundada en 1947 por los Doctores Ramón Orcolaga, Félix Mocoroa, Francisco Echeverría, Luis Arrazola (oftalmólogo), Florencio Garayalde, José María Recarte, etc. Lo regentaban las Religiosas de la Providencia, que se encargan de la asistencia a los enfermos. Cesó en 1987.
Clínica de Nuestra Señora del Coro. |
Esta panorámica extremadamente simple de la sanidad de San Sebastián está dominada en su último periodo por el problema de la crisis de muchas Clínicas privadas, cuyo esquema empresarial ya no respondía a los requerimientos de los nuevos tiempos y sus dotaciones materiales tampoco cubrían los imperativos de la Medicina y Cirugía moderna.
La excelente calidad del personal médico y de enfermería no podía cubrir deficiencias que se hacia extremadamente patentes con la evolución del tiempo y de la tecnología al servicio de la medicina.
La Policlínica Guipúzcoa se creó con el criterio de modernidad técnica y empresarial adecuada a los tiempos y todos esperamos que su difícil misión se cumpla con la suma de cada uno y de todos los que trabajamos en ella.
2. BIBLIOGRAFÍA
Como de bien nacido es ser agradecido, declaro mi deuda con los Doctores Iñaki Barriola, verdadero archivo de la medicina guipuzcoana, al Profesor José Luis Munoa y al Profesor José María Urkia que con tanta dignidad y competencia está desarrollando su trabajo en la cátedra de la Historia de la Medicina en la Universidad del País Vasco.
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