Palabras de Xabier Retegi en homenaje a Jean HaritschelharEscuchar artículo - Artikulua entzun

Javier RETEGUI AYASTUI
Fotografía: Josemari VELEZ DE MENDIZABAL AZKARRAGA
Traducción: Koro GARMENDIA IARTZA
Jatorrizko bertsioa euskaraz

Este es un gran día para Eusko Ikaskuntza. Todos los actos de entrega del Premio Manuel Lekuona han sido siempre acontecimientos de gran relevancia, como habrán podido comprobar. Sean, pues, bienvenidos, a la fiesta que la cultura vasca celebra hoy aquí, en Baigorri. Y es que, sin restarle un ápice de seriedad y academicismo, quiero invitarles a vivir esta ceremonia en un ambiente festivo.

Como es bien sabido, el Premio Manuel Lekuona de Eusko Ikaskuntza se concede a aquellas personas que a lo largo de su vida han contribuido notablemente a la cultura vasca. Desde su creación en 1983, la relación de los premiados ha ido año tras año enriqueciéndose, y el galardonado en la presente edición no hace sino honrarla, como también se honra la propia Eusko Ikaskuntza.

Jean Haritschelhar recoge el premio de manos de Xabier Retegi
Jean Haritschelhar recoge el premio de manos de Xabier Retegi.

Con ésta, son ya cuatro las ocasiones en que el Premio Manuel Lekuona ha venido a parar al País Vasco continental. Vino por primera vez en 1989, cuando el Premio le fue concedido a Eugéne Goyheneche. Luego fueron galardonados Xabier Diharce “Iratzeder” (1994) y Piarres Charritton (1999). Cinco años más tarde, el Premio ha recaído en Jean Haritschelhar. En calidad de Presidente de Eusko Ikaskuntza, es para mí una gran satisfacción participar en este acto homenaje de nuestro buen amigo Jean.

En cuanto llegó a mi conocimiento, Jean, que el Vicepresidente de Eusko Ikaskuntza Iparralde quería presentar tu candidatura para el Premio Manuel Lekuona, sentí una profunda alegría, porque me parecía no sólo una propuesta justa, sino, además, una magnífica ocasión para reconocer públicamente el enorme trabajo que has realizado. La Comisión Académica de Eusko Ikaskuntza aprobó por unanimidad la propuesta de premiar a Jean Haritschelhar.

Al repasar el Curriculum de Jean Haritschelhar, nos encontramos con varios hitos claves que han marcado la trayectoria del hombre que hoy galardonamos:

Entre 1962 y 1986 fue profesor de la Universidad de Burdeos y Director del Museo Vasco de Bayona; en 1988 fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco; ha sido alcalde de Baigorri, su localidad natal, desde 1971 hasta 1980; miembro de número de Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca a partir de 1962, y Presidente de la misma desde 1989, tomando el testigo de Aita Villasante, hasta el año 2005, en que ha dejado el cargo. A lo largo de estos años ha elaborado un sinfín de trabajos científicos y culturales como investigador de C.N.R.S, profesor universitario, en su trabajo en el Museo de Bayona, y –cómo no- desde sus obligaciones en Euskaltzaindia, a la que ha dedicado cuarenta y dos años de su vida. Todos estos méritos, además de otros muchos que no voy a mencionar porque me llevarían demasiado tiempo, son los que atesora Jean Haritschelhar.

No voy a extenderme en detallar los logros científicos de Jean; ya lo harán mejor que yo los ponentes que vienen a continuación. Pero no quiero dejar pasar la ocasión de comunicarles que una de las primeras citas que programé cuando fui nombrado Presidente de Eusko Ikaskuntza fue la que habría de tener con Jean Haritschelhar.

Jean Haritschelhar recoge el premio Manuel Lekuona
Jean Haritschelhar recoge el premio Manuel Lekuona.

No debemos olvidar que Euskaltzaindia es fruto de Eusko Ikaskuntza. El mismo año de su fundación, 1918, sus máximos responsables pensaron en crear una entidad que protegiera a la lengua vasca en toda su extensión. Y no sólo lo pensaron, sino que, efectivamente, la crearon. Así, Euskaltzaindia es hoy una brillante realidad. En Eusko Ikaskuntza estamos muy orgullosos de aquella decisión de 1919. Una decisión histórica, sin duda.

Por todos es conocida la próspera evolución que desde entonces ha tenido Euskaltzaindia, entidad que, al igual que Eusko Ikaskuntza, trabaja en el País Vasco peninsular y en el continental, haciendo que sus trayectorias tengan una especial relevancia. Por este motivo, en mi calidad de Presidente de Eusko Ikaskuntza, sentí desde el primer momento la necesidad de estrechar los lazos con Euskaltzaindia.

Y encontré en Jean Haritschelhar a un interlocutor que se mostraba dispuesto a dar continuidad a la colaboración entre ambas entidades. Hoy, sin olvidar que el Premio Manuel Lekuona le es concedido por sus méritos científicos y culturales, debo transmitir a Jean mi reconocimiento por haber creído en el binomio Euskaltzaindia-Eusko Ikaskuntza, y mostrarle mi más profunda gratitud.

Asimismo, quisiera subrayar la positiva actitud que en sus años como Presidente de Euskaltzaindia mantuvo con Eusko Ikaskuntza. Además de ser un miembro activo de Eusko Ikaskuntza Iparralde, siempre ha mantenido una magnífica relación con nuestra entidad, especialmente con Jean Fagoaga, con quien comparte no sólo el amor por el euskara y la ciencia, sino también la pasión por la pelota.

Enhorabuena, Jean, por este Premio, y muchísimas gracias, de todo corazón, por todos los esfuerzos que has invertido en la cultura vasca. Pocos han aportado tanto como tú a la cultura. Eres un gran triunfador de la actividad cultual vasca, y así lo seguirás siendo. ¡Que sea para muchos años!

GAIAK
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