Cuidado del niño en Atención Primaria
Pedro GORROTXATEGI GORROTXATEGI, Centro de Salud de Beraun. Errenteria. Gipuzkoa
Los sistemas de salud en todo el mundo han evolucionado hacia una potenciación de la Atención Primaria (AP) como elemento básico del sistema sanitario, tanto por la mayor proximidad a la población como por la búsqueda de una reducción de los costes sanitarios1 (se atienden las mismas patologías a un menor precio que en otras instituciones sanitarias), a la vez que se realizan una serie de actividades preventivas y de promoción de la salud. Lo mismo ha ocurrido en el estado español a partir de 1986, cuando la Ley General de Sanidad2 dividió el Sistema Nacional de Salud en dos niveles asistenciales: primario y hospitalario.
La AP supone el primer punto de contacto y de acceso de la población a los servicios sanitarios, servicios que se ofrecen de forma integrada, orientada a las personas y a la comunidad. Una característica de la AP es que atiende a sujetos tanto enfermos (tratamiento y control de las enfermedades agudas y crónicas) como sanos (actividades preventivas y de promoción de la salud). (INDICE)
Los pediatras en Atención Primaria
En ese entramado, inicialmente la figura fundamental era el médico de familia, cuya formación estaba orientada de forma exclusiva a la AP, aunque junto a él surgieron dos elementos más del sistema sanitario que tenían su asiento en los equipos de atención primaria: la enfermera y el pediatra. Los dos, junto al médico de familia y trabajando conjuntamente, como un “equipo”, son los pilares sobre los que se asienta la AP.
Con el paso de los años, la tarea del pediatra de atención primaria se ha ido consolidando como un servicio altamente valorado por los ciudadanos, según los datos que aporta la encuesta de satisfacción de los usuario del Sistema Nacional de Salud3. (INDICE)
Actividad del pediatra en Atención Primaria
La actividad del pediatra en AP, como indica el título de este artículo, se dedica al cuidado del niño, entendiendo la palabra “cuidado” en el sentido más extenso de la misma. En ese cuidado tiene un papel muy importante la enfermera pediátrica que, junto al pediatra y colaborando con el mismo objetivo, es la referencia de los padres en cuanto a la salud de los niños.
Desde el momento en el que el niño abandona el Hospital, cualquier duda sobre su salud o comportamiento es confiada al equipo pediátrico de atención primaria, formado por el pediatra y la enfermera pediátrica. Ambos tratan de formar e informar a los padres sobre las actitudes más adecuadas en todos los aspectos de la vida del bebé, la alimentación, el sueño, la higiene, etc., a la vez que observan y comprueban que el crecimiento y desarrollo del niño es adecuado. (INDICE)
Si hasta aquí la exposición ha pretendido dar una visión general, en este punto trataré de concretar algo más las actividades propias de la pediatría de AP. De estas actividades, algunas se realizan por el pediatra de forma exclusiva, pero la mayoría cuentan con la colaboración de la enfermera de pediatría.
Las actividades específicas las dividiremos en dos grandes grupos: las de promoción de la salud y las de control de las enfermedades agudas y crónicas. (INDICE)
1- Actividades de promoción de la salud
Existe un grupo de trabajo, dentro de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria, denominado “Previnfad” (Grupo sobre actividades preventivas y de promoción de la salud en la infancia y adolescencia) 4-7, que ha definido las actividades de prevención y promoción de la salud y que incluye todos los siguientes aspectos: Detección de las enfermedades metabólicas congénitas, como fenilcetonuria o hipotiroidismo (que se realiza en el hospital), detección de sordera congénita (realizada también en los hospitales antes del alta del niño), prevención de la muerte súbita del lactante, de los accidentes infantiles, del maltrato en la infancia, detección precoz de la luxación de la cadera, promoción de la lactancia materna, supervisión de la alimentación en el primer año de vida y consejos sobre la protección solar, administración de las vacunas recomendadas por los sistemas sanitarios, detección de los problemas del crecimiento, desnutrición y obesidad, detección de los retrasos psicomotores y los trastornos del lenguaje, de los problemas visuales, de las alteraciones de la audición, de los problemas de espalda y extremidades, de la caries dental y de las anomalías en la posición de los dientes. A nivel de los niños mayores y adolescentes, prevención del tabaquismo, del consumo de alcohol, de las enfermedades de transmisión sexual y del embarazo no deseado. Existen programas específicos de niños con necesidades especiales, como los prematuros y los afectados de síndrome de Down, por citar dos ejemplos. Esta es la larga lista de actividades preventivas que, día a día y en íntima colaboración entre la enfermera y el pediatra, se realizan en los centros de salud. (INDICE)
2- Control de las enfermedades agudas y crónicas
Una buena parte de la actividad del pediatra de AP se dedica al tratamiento de las enfermedades agudas (en general, procesos infecciosos de las vías respiratorias, aparato digestivo o sistema urinario), aunque también existe un control de enfermedades crónicas. Entre ellas, podríamos citar el asma bronquial, la obesidad y los trastornos del comportamiento. Estas tres patologías son cada día más frecuentes y precisan de una mayor dedicación del pediatra de AP en su seguimiento y control. (INDICE)
La actividad del pediatra de Atención Primaria en el futuro
Es difícil afirmar cómo será la actividad del pediatra de atención primaria en los años venideros. Los cambios que observamos en la sociedad se reflejarán también en la actividad pediátrica de AP. Así, por ejemplo, el aumento de la inmigración conllevará un aumento de enfermedades propias de otras latitudes, como paludismo o parasitosis y volveremos a ver enfermedades cuya incidencia había disminuido mucho en nuestra sociedad, como la tuberculosis. La mayor contaminación ambiental hará que los procesos respiratorios continúen en aumento, así como las enfermedades alérgicas. Los problemas sociales ocasionarán un aumento de las enfermedades psicológicas y de los problemas del comportamiento en los niños.
Estas son, a grandes rasgos y en mi modesta opinión, las características previsibles del futuro de la atención primaria. (INDICE)
1- Macinko J, Starfield B, Shi L. The contribution of primary care systems to health outcomes within organization for economic cooperation and development countries, 1970-1998. Health Serv Res. 2003; 38: 831-65.
2- Ley 14/1986, de 25 de abril. General de Sanidad.
3- Subdirección General de Atención Primaria. Encuesta de satisfacción de los usuarios con los servicios de atención primaria. Instituto Nacional de la Salud. Madrid. 2001.
4- Grupo PREVINFAD/PAPS. Actividades preventivas en la infancia y adolescencia. Disponible en: http://www.aepap.org/previnfad/prev-recom.htm
5- Bras i Marquillas J. Recomendaciones de pediatría preventiva. XII Jornadas de Pediatría en Atención Primaria. Vitoria-Gasteiz, 16 y 23 de Noviembre de 2001; págs. 11-58.
6- Arroba ML, Duelo M. Programa de atención al niño sano. Revisiones en el niño menor de 2 años. An Pediatr Contin 2004; 2: 81-89.
7- Duelo M, Arroba ML. Programa de atención al niño sano. Revisiones de 2 a 14 años. An Pediatr Contin 2004; 2: 90-96. (INDICE)
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