“Aterpe 1936” coloca una escultura en Artxanda como homenaje a los combatientes
“A
terpe
1936. Desde Euskadi en recuerdo de los combatientes por la democracia y la
libertad” se constituyó en enero de 2005 con el principal
objetivo de promover la creación y colocación de una escultura
conmemorativa en recuerdo y reconocimiento de todos aquellos y aquellas que,
bajo el mando del Gobierno de Euzkadi, presidido por el lehendakari Agirre,
defendieron a las legítimas autoridades y las libertades y derechos
de los ciudadanos y ciudadanas vascos y vascas en la guerra del 36 y la posterior
dictadura franquista.
El pasado 18 de junio, y coincidiendo con el 69 aniversario del bombardeo de Artxanda, el fruto del trabajo de esta asociación, que se ha basado en la pluralidad y el entendimiento, se hizo realidad. La escultura, obra del portugalujo Juanjo Novella, se colocó en el mismo monte Artxanda en un acto homenaje cargado de emoción por el objetivo logrado tras un año y medio de trabajo de la asociación. Asimismo, el 30 de junio se colocó una réplica de dicha escultura en el ámbito del museo Guggenheim de Bilbao. La escultura, que tiene unas dimensiones más reducidas que la original, estará presente durante unos meses en los que el monumento de Artxanda se podrá ver reflejado en el espejo de Bilbao a través del Guggenhein.
“Aterpe 1936” está de acuerdo con perdonar lo ocurrido, pero nunca a olvidar y qué mejor que la colocación de este monumento que recuerde a todas esas personas para siempre. La escultura está realizada en acero al carbono, tiene una altura de 6 metros y un peso de 8000 kilogramos. Además, cuenta con una placa conmemorativa en la que se recordará a todos los que combatieron contra el fascismo, ya fueran organizados en los batallones del Ejército de Euzkadi o en batallones solidarios llegados de Santander y Asturias, haciendo mención también a la marina Auxiliar.
“Aterpe 1936” lo integran miembros y simpatizantes de los diferentes partidos políticos, sindicatos, gudaris, combatientes, guerrilleros, exiliados, familiares de víctimas, represaliados, niños de la guerra etc. y aunque cada uno tenga su legítima posición política son conscientes de que esta reivindicación es de todos.
En este proyecto la asociación “Aterpe 1936” ha logrado reunir a hombres y mujeres de los diferentes partidos políticos y sindicatos (EAJ-PNV, ANV, PSOE, PCE, CNT, UGT, SOV e Izquierda Republicana) que, agrupados en diferentes batallones de combatientes, o bien individualmente, defendieron y lucharon por el restablecimiento de las libertades de todo un pueblo.
Con esta escultura colocada en Artxanda, y después de 30 años de la muerte del dictador, es justo reconocer la labor que hicieron muchas personas y el sufrimiento que tuvieron que padecer por la represión franquista. Sin embargo, no es voluntad de la asociación reabrir viejas heridas con el afán de querer dividir a la sociedad en la que vivimos, porque, precisamente, los que forman parte de esta asociación siempre han defendido y creído en los derechos humanos y en la libertad en el más amplio sentido del término.
“Aterpe 1936” siempre ha creído que conocer bien el pasado es un requisito clave para consolidar la libertad y ahora que han pasado 70 años desde aquel desastre que fue la guerra es hora de mirar al pasado de frente y obtener para el futuro todas las enseñanzas y todas las consecuencias que podamos extraer de él. Por eso, reivindicamos una recuperación consensuada de nuestra memoria histórica, pues, mirar al pasado de frente nos hace más sabios, nos hace más conscientes de sus riesgos, nos hace más firmes en nuestras convicciones democráticas. Deberíamos aprender del pueblo alemán que ha sido capaz de condenar al nazismo sin temor a reconocerlo.
“Aterpe 1936” quiere reconocer la labor de hombres y mujeres, republicanos, socialistas, nacionalistas, anarquistas, comunistas etc. que lucharon por acabar con la dictadura franquista llevando a cabo una resistencia heroica que les condujo a la cárcel, el exilio e incluso a la muerte.
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