De Bruselas a Londres pasando por Oiartzun y Rentería: El itinerario de la red ComèteEscuchar artículo - Artikulua entzun

Juan Carlos JIMÉNEZ DE ABERÁSTURI CORTA

El 1 de septiembre de 1939 estallaba oficialmente la II Guerra Mundial. Meses después, los nazis comenzaban una fulminante ofensiva que en unas pocas semanas acabaría –en junio de 1940- con la rendición de los principales países europeos, incluida Francia, cuyo Ejército se consideraba en aquel entonces invencible. En virtud de las cláusulas del armisticio el país vecino quedaba dividido en dos por una frontera interior conocida con el nombre de “línea de demarcación”. Por un lado quedaba la “zona ocupada” bajo la dictadura del General Pètain con sede en Vichy, por la otra la “zona ocupada” bajo control de las autoridades militares alemanas. Esta “línea” que será cuidadosamente vigilada por los nazis, partiendo de Arneguy, subía hacia Saint-Jean-de-Pied-de-Port y Maulèon para salir a Salies de Béam, dividiendo en dos Zuberoa, continuando luego hasta cerca de la frontera suiza.

Con motivo del gran éxodo de población que produjo la ofensiva nazi de mayo de 1940, un grupo de belgas que venían huyendo desde su país terminó por instalarse en la zona de Bayona-Anglet-Biarritz (el B.A.B.). Entre ellos se encuentra el matrimonio De Greef compuesto por Fernand, su esposa Elvire y sus hijos Freddy y Janine. El padre se coloca en el Ayuntamiento de Anglet como intérprete de alemán ante las autoridades alemanas de ocupación. Casi al mismo tiempo, en Bruselas, una joven de 24 años Andrée de Jongh entra a formar parte de los primeros círculos de la resistencia contra el invasor que comienza a surgir de manera espontánea. Una de las primeras tareas a la que deben hacer frente es la de ayudar a los numerosos soldados y oficiales del cuerpo expedicionario británico que han quedado escondidos en Bélgica después de la ocupación nazi por no haber podido seguir la retirada de sus ejércitos hasta Dunquerque donde, como es sabido, la mayor parte pudo embarcar y ponerse a salvo en Inglaterra.

Andrée de Joagh
Andrée de Joagh, fundadora de Comète, poco después de haber terminado la guerra mundial y haber sido liberada en los campos de concentración nazis.

Ante lo difícil de la situación Andrée de Jongh, que será conocida en la clandestinidad cono “Dédée”, piensa junto con su amigo y compañero Arnokl Deppé, que lo que hay que hacer es conducir a los fugitivos hasta las líneas aliadas haciéndoles llegar a Gibraltar desde donde podrán volver a Gran Bretaña. Para ello es necesario hacerles pasar a la España franquista, país “no-beligerante” oficialmente, pero partidario de los nazis a los que ayuda activamente.

Deppé, que ha trabajado algunos años antes de la guerra en Bayona y su región, marcha a Iparralde y allí entra en contacto con los De Greef que se muestran de acuerdo en participar en la evacuación de fugitivos de la Europa ocupada. Enseguida organizan su primer viaje, con 11 fugitivos, a los que acompaña “Dédée”, junto con el contrabandista de Hernani Tomás Aracama que tiene un Garaje en la calle Aguirre Miramón de la capital donostiarra y que está también de acuerdo en participar en la aventura.

Sin embargo todo no está a punto todavía. Una vez pasados los fugitivos caen en manos de la Guardia Civil y son devueltos a la Francia ocupada o enviados al campo de concentración de Miranda de Ebro. Para evitar esto, “Dédée” decide entrar en contacto con los británicos y, de esta manera, en uno de los primeros viajes que realiza, y acompañada de Aracama, marcha a Bilbao. Allí, acude al Consulado británico donde mantiene una serie de conversaciones con los representantes de los servicios de inteligencia el -MI 9- con los que llega a un acuerdo. La organización se mantendrá independiente pero recibirá ayuda británica para sufragar los gastos de funcionamiento, pagar a los guías, alimentos, alojamientos, desplazamientos, etc. La única condición será que “Comète” deberá evacuar prioritariamente aviadores aliados derribados sobre la Europa ocupada cuando efectúan sus incursiones sobre Alemania. Estas operaciones aéreas aumentan considerablemente a partir de 1942 y con ello los aviadores derribados que, escondidos primero en casas de confianza en Bélgica y Francia, deberán ser conducidos hasta San Juan de Luz para pasar la muga.

Tras la entrevista de “Dédée” con los británicos, en el Consulado de Bilbao, en agosto de 1941, la línea se organiza ya definitivamente y comienza a trabajar pleno rendimiento. Los pasos se multiplican. Los fugitivos, una vez llegados a San Sebastián se esconden en casa de Aracama, en la calle Aguirre Miramón. Este avisa al Vice-Consul belga en la capital donostiarra. D. Luis Lizarosturri o al de Gran Bretaña, Goodman, que se encarga de ponerlo en conocimiento de los servicios aliados desde Madrid a recoger a los aviadores a los que, en coches diplomáticos, conducen hasta Gibraltar.

Florentino Goikoetxea
Florentino Goikoetxea en el acto en el que le fue impuesta la “Legión de Honor”, en Biarritz, el 2 de junio de 1977, rodeado de algunos aviadores australianos y canadienses.

Una pieza clave en el buen funcionamiento de la red es el nuevo mugalari que Aracama ha buscado para organizar los pasos de la muga. Se trata de Florentino Goikoetxea, del caserío Altzueta de Hernani, que vive refugiado en Francia desde la guerra civil, dedicándose al contrabando.

Una vez que los aviadores han llegado hasta San Juan de Luz después de mil peripecias y tras pasar numerosos controles desde su lugar de origen, generalmente Bélgica como ya se ha dicho, son concentrados en Ciboure, en casa de Kattalin Aguirre, otra colaboradora de “Comète”. Desde allí, de noche, marchan a Urrugne, al caserío “Bidegain-Berri”, donde se preparan para el paso. De aquí, encabezados por Florentino y con “Dédée” detrás, se dirigen, de noche, hacia el Bidasoa al que llegan después de unas cuatro horas de marcha. Atraviesan el río, unos detrás de otros a la altura de “San Miguel”, la antigua estación del ferrocarril del Bidasoa, que todavía hoy en día puede verse antes de llegar a Endarlaza (a la izquierda de la carretera viniendo de Irún, aproximadamente en el Km. 83 de la N 121 de Irún a Pamplona) y, una vez allí, suben rápidamente en dirección a Oyarzun, hacia Pagogaña y Erlaitz, adonde llegan generalmente extenuados. La siguiente etapa es llegar a Oyarzun y de allí a Rentería donde cogerán el tren que les conducirá a San Sebastián. Aquí, en casa de Aracama, podrán considerarse ya a salvo. No hay que olvidar que la vigilancia en esta época era muy fuerte entorno a la muga. Por un lado los alemanes vigilaban las orillas del Bidasoa y por otro la Guardia Civil establecía severos controles y patrullas volantes que recorrían los montes de la comarca.

Pero antes de bajar al pueblo debían recorrer todavía un camino que si no era muy largo les parecía, en el estado en que se encontraban, interminable. Desde Pagogana se dirigían, coincidiendo con lo que hoy es carretera de Irún, Hacia el llamado “Castillo del Inglés”, (antiguas instalaciones de una compañía minera), siguiendo por lo que entonces era una pista para carros de bueyes, hasta que en un momento dado, en el punto denominado Bostbidieta, emprendían el descenso bordeando el montículo de Urkullu hasta llegar al caserío “Sarobe” del barrio de Ergoien, también conocido con el nombre de “Xagua”. Aquí, “Dédée” y Florentino, con sus aviadores, hacían un alto ya que sus habitantes estaban en la conspiración y colaboración con “Comète”. El dueño actual del caserío, Paco Iriarte Recalde, que era un niño de 8 años en aquel entonces, recuerda todavía aquellos tiempos en que “Dédée”, a la que llamaban “Pescadilla” por su delgadez y porque parecía emerger del Bidasoa, llegada de noche a “Sarobe” con Florentino y los aviadores. Estos, agotados y con los pies hinchados, descansaban un rato sumergiendo sus pies en baldes de agua con sal. No puede olvidar cómo, una vez, “Dédée” le dio 10 pesetas, cantidad considerable en aquella época para un niño, para que no dijese nada de lo que allí veía. En otra ocasión oyeron fuera, en la noche, un ruido sospechoso y los aviadores y Florentino se tiraron por la ventana del caserío a un campo de maíces cercano. Fue una falsa alarma aunque más tarde sí vinieron dos policías secretas a visitar el caserío y recuerda cómo les vieron las placas en un movimiento de la chaqueta de uno de ellos. En aquellos tiempos vivían en el caserío sus tíos Manuel Iriarte Berasategui, Francisco Iriarte Berasategui y sus hermanos Regina Y Fermina.

Claudia Escudero y Francisco Garayar
Claudia Escudero y Francisco Garayar “Paco” hacia los años cuarenta.

Los fugitivos traían con frecuencia las alpargatas que se habían puesto al comenzar el trayecto, en Urrugne, completamente destrozados por lo que tenían que cambiarlas por otras nuevas. Para ello debían comprar muchos pares, cosa que los de “Sarobe” hacían por diferentes tiendas con el fin de no llamar la atención.

En cualquier caso aquí no paraban mucho tiempo. Era justo un alto antes de descender hacia Oyarzun.

La siguiente etapa era bajar a Altzibar para lo cual se contaba con la colaboración de la familia Garayar que tenía casa en el barrio. E ocasiones era el mismo Florentino quien bajaba de “Sarobe” a Altzibar para avisar a los Garayar. En otras ocasiones mandaba a alguien del caserío con el aviso con el fin de ver cómo estaba la situación en lo que se refería a la vigilancia y patrullas de la Guardia Civil. Luego subía de Altzibar alguien de la familia Garayar, para recoger a los aviadores. Una vez abajo éstos se refugiaban en la casa llamada “Bastero-Berri”, también conocida como “Torre”, donde Pedro Arbide Martiarena, natural de Oyarzun, del caserío “Aldako”, y María Garayar tenían una especie de bar-fonda o sidrería. Esta última, cuyo nombre completo era María Garayar Recalde (1894-1984), del caserío “Lizarraga” de Hernani, era la que llevaba los contactos con “Comète” ya que su marido Pedro se mantenía al margen.

Los hijos de Pedro Arbide y María Garayar recuerdan también aquellos tiempos pues varios de ellos colaboraron en la actividad de se madre María en ayuda a “Comète”. En aquella época eran siete hermanos: Juanita, Luciano, Manuel (único fallecido), Venancio, Vicente, Nicolás, María Teresa. A “Bastero-Berri” llegaban los aviadores desde “Sarobe”, donde descansaban y comían algo. En ocasiones llegó a haber 12 hombres y aunque generalmente salían para Rentería a la mañana, alguna vez llegaron a pasar la noche en espera de condiciones favorables para el desplazamiento. Otra vez los aviadores tuvieron que ocultarse en un maizal cercano y permanecer allí toda la noche esperando que pasase la alarma mientras alguno de los hijos les llevaron tortilla de patatas que británicos, canadienses o norteamericanos, por no hablar de los belgas, engullían con delectación.

Venancio Arbide Garayar se acuerda perfectamente de cuando “Dédée” se cambiaba de ropa en su casa de Altzibar, quitándose los pantalones y las alpargatas con los que venía del monte, para vestirse de manera más “normal” para la época con el fin de desplazarse a San Sebastián, a casa de Aracama, sin llamar la atención. También cuando le decía a Florentino: “No bebegr, Florentino, no bebegr”, conociendo la afición del mugalari de Hernani que acostumbra volver a pasar la muga, hacia San Juan de Luz, tras largas horas de caminata nocturna, dando tumbos por los montes.

Caserio Sarobe
En la fotografía , en la facada del caserio “Sarobe” del barrio de Ergoien, de pie Adolfo Leibar, Paco Iriarte y su mujer y, con abrigo, Maria Luisa Garayar. Agachados: Juan Carlos Fernández de Aberasturi y Jean-François Nothomb “Franco”.

En ocasiones, Venancio y algunos de sus hermanos acompañaban a los aviadores-generalmente dos o tres- en bicicleta hasta Rentería, aprovechando la hora en que muchos oyarzuarras marchaban a trabajar a la Villa vecina también en bicicleta, medio de transporte entonces mayoritario, con lo que no llamaban la atención al pasar el cruce de Larzábal donde se encontraba el control de la Guardia Civil. Otras veces, para evitar el cruce de Larzábal salían hacia Rentería por Arizabalo y mármoles “Ureche”, para salir a la CN 1.

Una vez que los aviadores cogían el tranvía para San Sebastián, Venancio Arbide dejaba las bicicletas en casa de sus tíos de Rentería. Aquí, su tía María Arbide, hermana de su padre Pedro, regentaba junto con su marido Ignacio Urbieta una tienda de ultramarinos en la calle Viteri (donde se encuentra hoy día la pastelería Lecuona). Más tarde, Venancio cogía las bicicletas y las volvía a llevar a su casa, en Altzibar.

Colaboraba en estos menesteres con la familia Arbide-Garayar, Severino Ortego, taxista, natural de Oyarzun pero residente en Rentería. Su padre había sido carabinero y él, para librarse del servicio militar, había ingresado en la Guardia Civil, donde sirvió durante un tiempo. Parece ser que esto le sirvió posteriormente para conseguir información útil. Utilizaba su taxi para trasportar a los aviadores y, a menudo, iba por la carretera de Astigarraga para evitar el cruce de Ugaldetxo y Larzábal. En cierta ocasión se enteró de que había un chivatazo y que la Guardia Civil le estaba esperando. En efecto, fue detenido en un control pero el taxi iba vacío. Tampoco encontraron nada en “Bastero-Berri”, en Altzibar.

Justo al lado, en la casa llamada “Bastero-Txiki”, que era la antigua escuela de Altzibar, vivía un hermano de María, Francisco Garayar, conocido también como “Paco” o “Patxi” (fallecido en 1981), casado con Claudia Escudero, natural de Oyarzun, del caserío “Arizluzieta Goikoa”, en la carretera de Artikutza. El matrimonio tenía entonces cinco hijos. Todos estaban en el secreto y colaboraban con “Comète”, junto con sus parientes y vecinos.

María Luisa Garayar, hija de Francisco y Claudia, que actualmente vive en Hendaya con su madre, recuerda aquellos tiempos en que con apenas 14 años ayudaba a su padre a transportar a los aviadores hasta Rentería. Recuerda cómo, una vez, recogieron a seis aviadores en “Sarobe”, -cuando sonaba la primera misa en la iglesia de Oyarzun. Su padre les hacía correr pero ellos no podían porque estaban muy cansados. A la altura del caserío “Fortaleza” uno de ellos se perdió. Francisco Garayar le anduvo buscando pero no logró encontrarle. Marchó hacia el pueblo y allí, justo a la entrada, se volvió a encontrar, con gran alivio para todos.

Entrevista a Jean François Nothomb
El 28 de Marzo de 1992, la TV belga rodó una entrevista a Jean François Nothomb “Franco”, en la zona Erlaitz-Pagogaña, para una pelicula que narra la historia de “Comète”.

Había siempre un control de la Guardia Civil en Larzábal que era necesario pasar para llegar a Rentería. Ella, con su hermana Xele (Celedonia) iba en bicicleta por la carretera de Altzibar a Larzábal con los aviadores detrás, a cierta distancia a pie.

Cuando ellas se paraban ellos también lo hacían. El padre, Francisco Garayar “Paco”, que venía en dirección contraria, es decir, desde Rentería, se cruzaba en un momento dado con ellas y les decía cómo estaba el control de la Guardia Civil de Larzabal y si era fácil pasarlo. Al llegar por fin a Rentería María Luisa y su hermana Xele conducían a los aviadores a San Sebastián, a casa de Aracama, o en ocasiones, iban directamente a avisar al Cónsul.

En noviembre de 1943, sin que se pueda precisar la fecha exacta, la policía acudió a Altzibar. Francisco Garayar que se encontraba en ese momento en San Sebastián, fue avisado por el Cónsul y se escondió. Sin embargo, su mujer Claudia y su hermana María, junto con su marido Padro Arbide, fueron detenidos y encarcelados en Ondarreta donde permanecieron durante cerca de seis meses. Luego serían liberados sin juicio. Los cinco hijos del matrimonio Garayar-Escudero fueron repartidos entre sus parientes. El Cónsul les aconsejó que no volviesen a Oyarzun por lo que se fueron a vivir a Behobia y más tarde, hacia 1947, no sintiéndose seguros emigraron a Francia. Tras la detención de “Dédée” por la GESTAPO en el caserío “Bidegain-Berri” de Urrugne, el 15 de enero de 1943, fue su compañero Jean-François Nothomb, conocido por el seudónimo de “Franco” quien le sustituyó y dirigió los viajes hacia Oyarzun, haciendo el mismo recorrido. Este recuerda, sin embargo, cómo en ocasiones, dependiendo de las condiciones de seguridad, variaban algo el itinerario. Esta variación se desarrollaba sobre todo en el camino de Altzibar desde dorxle, para evitar la carretera, cruzaban el río Oyarzun, a su margen derecha, para tomar allí la vía del ferrocarril minero que les llevaba hasta Ugaldetxo, pasando por el túnel que se encontraba en su recorrido. De esta manera lograban apartarse de los caminos habituales, más vigilados.

Esta es, brevemente, la historia de “Comète” en nuestra comarca, historia desconocida por la mayoría pero que ha quedado grabada en los anales de la Resistencia europea contra el nazismo.

La red “Comète”

Logró salvar a 770 aviadores aliados de 1941 a 1944.
Contó, a lo largo de todo su recorrido, con 1700 agentes y colaboradores.

228 aviadores pasaron la muga vasca en dirección a Londres:
De agosto de 1941 a agosto de 1942 -------------- 36 aviadores
De agosto de 1942 a agosto de 1943 -------------- 76 aviadores
De agosto de 1943 a junio de 1944 ----------------- 176 aviadores

216 miembros o colaboradores de “Comète” murieron víctimas de la represión nazi:
Entre ellos los vascos:
Frantxia Usandizaga, de Urrugne
Alejandro Elizalde, de Elizondo
Manuel Larburu, de Hernani

 

Travesía conmemorativa de la red “Cométe” en el País Vasco

 

Artículo publicado en la Revista Oarso de Rentería en 1992.

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