2006.09.29

Oliver Stone Donostiako Zinemaldian

Oliver Stone Born on the Fourth of July (1989) edo Alejandro Magno (2005) filmen zuzendaria agertu zen atzo Donostiako Zinemaldian. World Trade Centre filmaren aurkezpena egin zen Belodromoan eta duela bost urteko irailaren 11an gertatutakoaz mintzo zen prentsaren aurrean.

Oliver Stone.

Copying Beethoven de Agnieszka Holland (Sección Oficial)

Más que un biopic sobre el sordo y atormentado músico- en partes iguales -es sobre el amor a la música y a Beethoven. No rematan el flashback para que la película fluya, y hay que destacar su excelente fotografía y la singular edición musical, pero sobre todo la carencia de exteriores urbanos, no así campestres. Y lo de la carencia lo resalto por dos motivos: porque al fin y al cabo fue rodada en Hungría -no en Viena- y porque al no resaltar los edificios se da más fluidez a su música, al corazón, y a la belleza de la protagonista.

Diane Kruger y Agnieszka Holland.

Niwemang de Bahman Ghobadi (Sección Oficial)

El ganador de la Concha de oro de 2004 se sumerge en el periplo de un anciano músico kurdo y sus numerosos hijos para poder tocar en el Irak post-Hussein. Los exteriores de Irak, Iran, Kurdistan y la terrible frontera turca darán paso a la culminación de una clásica generación de músicos kurdos testigos "mudos" de la dictadura del citado -y lo digo en el más estricto sentido de las palabras-. Un buen testimonio.

El director iraní de origen kurdo Bahman Ghobadi junto a la actriz Hedye Tehrani.

Nawja Nimri

En esta entrevista destacó la calidez del director de fotografía Guillermo Granillo -que llego a perder hasta 10 kilos-. Además, admite que aunque el guión estaba muy bien acabado el director de Las vidas de Celia, Chavarrías, les solía poner en situaciones comprometidas para obligarles a sacar lo mejor de sí mismos. Por otra parte, Nawja destacó que en esta película aparece uno de los pocos policías buenos que recuerda en el cine.

Nawja Nimri.

Agradeció el hecho de que la considerasen una mujer de presencia magnética en el cine -y que a veces incluso se inspira en modelos como las de los cuadros expresionistas germanoaustriacos de principios del siglo XX-, pero que quizás no le salió tan "terrible" como hubiera deseado la escena en que grita a su propia imagen en el espejo.

Paris, je t’aime de nueve afamados directores (Zabaltegi. Perlas)

Esta película abrió el último festival de Cannes, cuando no siempre han sido buenas las relaciones entre los César y Cannes (como tampoco entre los reyes de Francia y los dominicos, lo que llevó al papado de Roma a Avignon). Bromas aparte estas 9 historias combinadas adolecen en conjunto del mismo problema: las que no funcionan tan bien para cada uno apetece que acaben pronto y las más gustosas acaban pronto como los más tiernos besos -dejándonos un añejo sabor en la boca...-. Y está muy bien que la película de pie a varios desenlaces, por lo que cada uno se quede con la impresión que más le guste. Paris, je t’aime... mais non plus.

Fotograma de la película Paris, je t’aime.

The boss of it all de Lars von Trier (Sección Oficial, fuera de concurso)

No, no es el rol protagonista de Romy Schneider en la última película de ésta (La muerte en directo, Bertrand Tavernier) el responsable de este rodaje al azar, pero se le parece en algo: en el azar todo cabe.

Un director de empresa que no tiene redaños para serlo, contrata a un actor para que haga lo que debiera de hacer él; dar la cara. Y presenta al actor como "el dueño de todo esto". Lo que motiva esta situación no es tan sólo la timidez del dueño de la empresa -contratado como simplón empleado- sino para "poder tomar sopas sin sorber" es decir, poder caer bien al mismo tiempo que "tiraniza" a los empleados.

El señuelo crea vínculos y decide incidir en la peligrosa negociación con unos islandeses que quieren comprar la empresa -que no dejan de recordar como han estado durante 400 años bajo la férula danesa- y que cuentan con su presencia, tanto en lo personal como en lo físico.

Fotograma de la película The boss of it all.

Rodado en automavisión recuerda un poco al rodaje de los últimos momentos de algunas películas de Roger Corman, ya que en ambos casos el director de fotografía colocaba la cámara para rodar la película según las coordenadas estéticas habituales (inclinación panorámica, enfoque, apertura, posición vertical y horizontal...) y el bueno de Roger (maestro de Coppola, Lucas, Bogdanovich) se mantenía en rodaje en una situación conflictiva -una prohibición expresa de la policía para rodar- con su alto cuerpo de ex-jugador de baloncesto, y su cerebro de ingeniero.

Pero aquí el conflicto viene del azar ya que es un ordenador y no un humano quien selecciona aleatoriamente las imágenes, y no motivado por los impulsos de su corazón.

Todo según las reglas de automavisión excepto 4 pequeños insertos con los comentarios del director que no siguen sus propios nuevos dogmas. Con esta nueva película, y a sus 50 años, el director vuelve a rodar en danés -su lengua natal, con la que se siente más cómodo- e inaugura una nueva etapa, con una nueva productora (Meta Louise Foldager) y en su propia productora (Zentropa) para hacer películas menos pretenciosas pero que le fatigan menos. Como este nuevo formato le permite no ir a Cannes, en mayo se puede quedar cuidando de su huerto como verdadero " jefe de todo esto".

Ramuntcho Robles Quevedo