Joan GANYET I SOLÉ, Director general de Arquitectura y Paisaje. Generalitat de Catalunya. Exsecretario general de la CTP
La Presidencia de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, ejercida por el Gobierno de Catalunya durante los años 2003-2005, se marcó dos objetivos esenciales. Por una parte, dotar de personalidad jurídica a esta asociación de cooperación transfronteriza, creada hace más de veinte años por las regiones francesas y Comunidades Autónomas españolas, junto con el Principado de Andorra, con el fin de conferirle más fuerza y capacidad de acción. Por otra parte, la apertura de la CTP a la sociedad, en especial a los habitantes de los Pirineos, con la invitación a sus agentes económicos, culturales, políticos y sociales a participar directamente en las reflexiones y debates, con la firme voluntad de establecer las bases para un plan estratégico del conjunto de los Pirineos, del Atlántico al Mediterráneo, para los próximos lustros. Podemos afirmar con satisfacción que ambos objetivos han sido alcanzados.
El consorcio de la CTP se ha constituido en el 2006 como una entidad jurídica de carácter público, una vez finalizado el proceso de adopción del convenio interadministrativo entre las Comunidades Autónomas de Aragón, Catalunya, Euskadi y Navarra y las regiones francesas de Aquitania, Midi-Pyrénées y Languedoc Roussillon. El plan estratégico sobre el futuro de los Pirineos, eje de la presidencia catalana de la CTP, pretende sentar las bases para el debate sobre el papel del macizo en la nueva Unión Europea, que desde mayo de 2004 cuenta con veinticinco Estados miembros, llevando a cabo una reflexión global, ambiciosa y realista sobre el futuro del espacio pirenaico. Con esta finalidad, durante el primer semestre de 2005, se llevó a cabo un proceso de reflexión destinado a abrir la CTP a la participación pública, superando un cierto ensimismamiento que lastraba su proyección.
Presidentes de la CTP / Comunidad de trabajo de los Pirineos. |
El proceso participativo tuvo como objetivo implicar a los principales representantes institucionales del territorio y a su sociedad civil. En este sentido, entre febrero y julio de 2005, se organizaron reuniones y entrevistas con cargos públicos (políticos de ámbito local y regional) y miembros de la sociedad civil (representantes de cámaras de comercio, organizaciones profesionales, sindicatos, universitarios, etc.), para conocer las preocupaciones, problemas y retos de la población residente en la montaña pirenaica. El debate se centró en tres ejes prioritarios: la identificación de un modelo de desarrollo sostenible, la definición de un modelo de accesibilidad, referida a los diferentes niveles territoriales, y la promoción de la red de ciudades pirenaicas, que permita optimizar la calidad de vida de sus habitantes y el crecimiento diversificado de la región. De las diferentes reuniones realizadas durante el primer semestre de 2005 surgió una diagnosis de debilidades y oportunidades del macizo pirenaico, y un conjunto de propuestas específicas en el ámbito del desarrollo sostenible, de la accesibilidad y en materia de consolidación política del área de los Pirineos.
El patrimonio natural e histórico-cultural, el potencial como destinación turística, la existencia de actividades tradicionales y de microsistemas económicos respetuosos con el medio ambiente, o la elevada calidad de vida en la zona fueron destacados como ventajas de los Pirineos, mientras que se señalaron como debilidades la falta de masa crítica; la escasez de infraestructuras (tanto viarias y ferroviarias como telemáticas); las dificultades para atraer al sector privado o la inexistencia de medios de comunicación comunes.
En materia de desarrollo sostenible se apuntaron algunas propuestas, como la necesidad de invertir en microinfraestructuras, de incentivar la creación de nuevas empresas adaptadas al mercado global, y de promover y comercializar productos autóctonos, potenciando la marca Pirineos, así como de promover el turismo de calidad. En su vertiente sociodemográfica, el objetivo principal consistiría en fijar y atraer nueva población cualificada a los Pirineos; la mejora de los servicios básicos de proximidad (salud, educación); o la creación de incentivos lúdicos y culturales. Asimismo, para mejorar la accesibilidad y dotar al macizo de una “centralidad específica”, se propuso la mejora de las comunicaciones viarias transversales y longitudinales, así como la mejora del tendido ferroviario; la anexión a los ejes del Ebro y el Garona; o la accesibilidad a las redes telemáticas de calidad.
Las conclusiones de la reflexión estratégica de los Pirineos fueron presentadas con motivo del Congreso sobre el futuro de las montañas en la Unión Europea del siglo XXI, celebrado los días 14 y 15 de septiembre de 2005 en Barcelona. El Congreso contó con las intervenciones de representantes de todas las regiones de la CTP, del gobierno español, de las instituciones comunitarias y de asociaciones europeas de montaña. Más de 300 personas procedentes del mundo universitario, sindical, de asociaciones de montaña y otras entidades, así como de administraciones públicas y gobiernos regionales, asistieron al evento, que se estructuró entorno a cinco ponencias, dos mesas redondas y debates con el público asistente. Asimismo, en el Congreso participaron representantes de varias asociaciones europeas, como la Asociación Nacional de Autoridades Políticas de Regiones de Montaña, la Asociación de los Pueblos de Montaña del Mundo, o la Unión para la Conservación Mundial.
El binomio ciudad-montaña, que precisamente fue una de las líneas básicas surgidas como resultado del proceso de participación pública ya explicado, fue un eje central de discusión durante el Congreso. Desde la CTP consideramos, y así se puso de manifiesto durante el Congreso, que el hecho urbano y la montaña no han de verse como contrapuestos, sino como complementarios. Los Pirineos, y las montañas en general, no son y no tienen que ser exclusivamente un lugar de ocio y de segunda residencia. La montaña no debería aparecer como un área subordinada, sino como una extensión, profundización y exaltación de los mejores valores ciudadanos. En consecuencia, creo que es indispensable potenciar un sistema articulado de ciudades pirenaicas, bien conectadas con la potente red urbana extrapirenaica, que incluya las capitales regionales y otras ciudades significativas, si queremos avanzar hacia la igualdad de oportunidades y el acceso a los servicios esenciales del conjunto de la población. Por otro lado, los Pirineos tienen que incorporarse a los sistemas de producción modernos de bienes y servicios, primando la calidad por encima de la cantidad. Los Pirineos, en definitiva, tienen que inserirse en la modernidad sin perder su especificidad.
El Congreso y el XXIII Consejo Plenario de la CTP, celebrado el 16 de septiembre de 2006, pusieron fin a los dos años de presidencia catalana. El Gobierno de Euskadi tomó el relevo de este organismo de cooperación, que sin duda se ha visto reforzado con la creación del consorcio y con la sugestiva ampliación de su base democrática.
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