DEPARTAMENTO PARA INFRAESTRUCTURAS VIARIAS DE GIPUZKOA
Fotografía: DEPARTAMENTO PARA INFRAESTRUCTURAS VIARIAS DE GIPUZKOA
Traducción: DEPARTAMENTO PARA INFRAESTRUCTURAS VIARIAS DE GIPUZKOA
Jatorrizko bertsioa euskaraz
Atender
emergencias, señalizar accidentes, reparar biondas, bachear, rehabilitar
el asfaltado, renovar la señalización... La actividad es continua
en las carreteras de Gipuzkoa. 24 horas al día, 365 días al
año, centenares de trabajadores no escatiman su esfuerzo para que los
1.300 kilómetros de carreteras de la red viaria guipuzcoana se mantengan
en condiciones adecuadas. Una vocación de servicio que ha llevado a
la Diputación Foral de Gipuzkoa a doblar en esta legislatura el presupuesto
destinado a conservación, mantenimiento y seguridad vial de nuestras
carreteras, que supone una inversión de 250 euros por cada ciudadano
guipuzcoano. Un esfuerzo para colocar barreras de seguridad para motoristas,
implementar medidas antirruido, habilitar itinerarios cicloturistas, acometer
medidas de “tranquilización” del tráfico en travesías
urbanas, redoblar el dispositivo de vialidad invernal...
La “batalla” de la costa
Una “batalla” constante. La especial configuración del
frente costero entre Zarautz y Mutriku, compuesto por un inestable terreno
denominado “Flysch” y los efectos de desgaste provocados por la
acción del mar y el viento, convierte el mantenimiento de las carreteras
N-634 y GI-638 en un verdadero reto para los servicios de conservación
de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
En los últimos años, estos puntos han registrado más
de un centenar de actuaciones de protección de la calzada, sujeción
de laderas, construcción de obras de fábrica, reparación
de desperfectos y estudio de las características geotécnicas
del terreno.
El “flysch” deslizante
El terreno del frente costero por el que discurren las carreteras N-634, entre Zarautz y Deba, y GI-638, entre Deba y Mutriku, está compuesto por un tipo de secuencia sedimentaria en la que alternan materiales duros (areniscas y calizas) y materiales blandos (arcillas y margas). Este tipo de terreno recibe el nombre de “flysch”, que en alemán significa “fluir, deslizarse o terreno que resbala”.
Túneles artificiales en Getaria
El tramo costero de la N-634 situado entre Getaria y Zumaia, en el P.K. 24, uno de los más proclives a los desprendimientos, dispone desde 2004 de dos túneles artificiales, uno de 122 metros y el otro de 50 metros de longitud, para proteger adecuadamente la circulación de vehículos.
13 kilómetros de nuevas barreras en Deba
En la carretera N-634, a su paso por Deba, se van a colocar en los próximos meses 13 kilómetros de nuevas barreras de seguridad de hormigón. La colocación de estos elementos se producirá en el tramo comprendido entre la subida a Itziar desde Zumaia y el límite con Mendaro, y permitirá reforzar y uniformizar los elementos de protección lateral de la carretera.
Nuevo estudio geotécnico en 3D
La carretera N-634, por la especial configuración del terreno del frente costero, obliga a profundizar constantemente en el estudio de su composición y evolución. A los más de 30 estudios geotécnicos realizados en los últimos años, se suma el que se está realizando actualmente, que afecta a varios de los tramos más significativos de la N-634 y GI-638 e incorpora las últimas innovaciones en materia de geotecnia.
Un sistema de control de taludes pionero
La Diputación Foral de Gipuzkoa activó en 2003 un novedoso plan, pionero a nivel estatal, que permite controlar el estado y evolución de más de 5.000 anclajes y elementos de sujeción de laderas, colocados a lo largo de la red viaria guipuzcoana. El objetivo de este plan es que, una vez que los sistemas de sujeción sean colocados, la evolución del estado de estos elementos pueda ser registrada y seguida por los servicios de conservación, a fin de poder actuar con la suficiente antelación en caso de que se detecte una tendencia que pudiera derivar en un futuro en una situación anómala.
Un plan contra la contaminación acústica
El denso y creciente tráfico que circula por las carreteras guipuzcoanas
no sólo arroja contaminación a la atmósfera por medio
de la quema de combustibles. La polución también puede ser acústica,
y el ruido producido por el tráfico en los tramos de carretera más
transitados es uno de sus principales agentes. En sintonía con las
normativas comunitarias en esta materia, la Diputación Foral de
Gipuzkoa ha puesto en marcha un plan para colocar dispositivos antirruido
en las carreteras con mayores intensidades de circulación. Este operativo
analizará los 172 kilómetros de carreteras en servicio en Gipuzkoa
que superan los 6 millones de vehículos al año, que son a los
que afecta la legislación en materia de ruidos, y que incluyen a ejes
clave como la N-I o la A-8. De esta manera, para el año 2008 Gipuzkoa
contará con un plan que identifique los lugares en los que deben colocarse
estos dispositivos, establezca los sistemas antirruido más indicados
en cada situación y fije las prioridades de actuación. El análisis
sólo afectará, sin embargo, a las carreteras ya construidas.
Los nuevos proyectos de carreteras en marcha, como la autovía del Urumea,
el 2º cinturón de Donostia-San Sebastián, la autopista
AP-1 o la autovía Beasain-Bergara, llevan ya incorporadas las medidas
antirruido necesarias.
Medidas antirruido
Pantallas acústicas:
Son el elemento más utilizado en las carreteras ya construidas. Pueden ser de diversos materiales (plásticos, metálicos, hormigón, absorbentes...) y su eficacia se incrementa cuanto más próximas estén a la carretera.
Tratamientos absorbentes:
Su aplicación permite aumentar el grado de absorción acústica de muros, trincheras o bocas de túneles.
Diques de tierra:
Esta solución requiere disponer de un gran espacio de terreno a los lados de la carretera, lo que dificulta su aplicación en Gipuzkoa.
Pantallas vegetales:
Es necesaria una gran acumulación, de unos 50 metros de bosque de pino denso, para lograr una reducción de uno o dos decibelios.
Juntas de dilatación:
Hay dispositivos que permiten reducir el ruido provocado.
Máquinas y sal contra la nieve
Cuando
el termómetro baja, decenas de trabajadores se preparan. El dispositivo
de vialidad invernal que la Diputación Foral de Guipúzcoa tiene
permanentemente dispuesto entre los meses de noviembre y abril, se activa
en cuanto se decreta la alerta de vialidad invernal. En ese momento, medio
centenar de máquinas quitanieves y otros muchos medios auxiliares se
despliegan con la misión de retirar el manto blanco que se forma sobre
las carreteras. En 17 silos distribuidos por toda Gipuzkoa, 4.000 toneladas
de sal esperan para ser vertidas sobre la capa de nieve. Esta sal fundirá
la nieve y evitará que se formen placas de hielo. La prioridad es mantener
abiertas al tráfico las vías principales, los accesos a las
grandes poblaciones, centros de trabajo y los complejos hospitalarios. En
un territorio montañoso como Gipuzkoa, la nieve hace acto de presencia
con gran frecuencia. Las carreteras principales, a su paso por las zonas de
montaña, son el principal reto para los equipos de vialidad invernal.
Es el caso de la N-I en Etxegarate y de la A-15 en su totalidad.
Dispositivo de vialidad invernal
¿Cuándo se activa?
Está permanente dispuesto entre los meses de noviembre
y abril. Se activa en
cuanto el Departamento de Interior declara la alerta por vialidad invernal.
¿Qué medios se despliegan?
Medio centenar de máquinas quitanieves y unos 200 operarios.
¿Cuánta sal se almacena?
En Gipuzkoa hay siempre a disposición 4.000 toneladas
de sal, almacenadas en
17 silos.
¿Cuáles son los puntos más difíciles?
Las grandes carreteras a su paso por zonas de montaña: la A-15 y el alto de Etxegarate en la N-I.
¿Cuáles son las prioridades?
Garantizar en todo momento el tránsito por las grandes vías, y el acceso a los principales núcleos urbanos, centros de trabajo y complejos hospitalarios.
Más seguridad para los moteros
Las carreteras guipuzcoanas han comenzado el proceso de adaptación de sus elementos de protección a las características de un colectivo muy específico. La Diputación Foral de Gipuzkoa, atendiendo a los requerimientos de las asociaciones de motoristas, ha puesto en marcha un programa de instalación de barreras de seguridad adaptadas para reducir las consecuencias, con frecuencia trágicas, del impacto de un cuerpo sobre los guardarrailes convencionales. La subida a Itziar desde Zumaia (N-634), la bajada a Iraeta y la variante de Azkoitia (GI-631) son las primeras carreteras guipuzcoanas que están siendo adaptadas a esta nueva demanda social. Este año se acometerán nuevas actuaciones, como la instalación de barreras para motoristas en la A-8, entre Elgoibar y Zarautz. Por su parte, las nuevas carreteras que se están construyendo llevan ya incorporadas estas medidas, como la variante de Elgeta, puesta en servicio a finales de 2005.
Carriles- bici
La Diputación Foral de Gipuzkoa está integrando la habilitación de carriles-bici en diversas obras de reforma de carreteras.
- Alegia-Ikaztegieta (GI-2131)
- Beasain-Ormaiztegi (GI-2632)
- Idiazabal-Segura (GI-2637)
- Vial sur de Errenteria
- Irun-Endarlatsa (N-121-A)
Vía libre al “pelotón” ciclista
Las carreteras guipuzcoanas no son un coto cerrado para los vehículos a motor. También registran, especialmente los fines de semana, un animado tráfico de cicloturistas, un colectivo numeroso en un territorio en el que la afición al ciclismo está muy extendida. Para dar una respuesta adecuada a esta demanda, la Diputación Foral de Guipúzcoa ha habilitado seis itinerarios cicloturistas protegidos y debidamente señalizados, en los que se concentra un apreciable número de ciclistas. La convivencia en condiciones de seguridad entre los vehículos a motor y los ciclistas, sin embargo, obliga a un respeto escrupuloso de la señalización establecida, así como de las normas de circulación y de la distancia de seguridad.
Prioridad para el peatón
Más de una docena de municipios guipuzcoanos han incrementado la seguridad del tránsito de sus peatones, por medio de medidas de “tranquilización” del tráfico. Estas actuaciones, acometidas por la Diputación Foral de Gipuzkoa con el acuerdo de los respectivos ayuntamientos, se producen en travesías urbanas de carreteras generales y persiguen reducir la velocidad de circulación de los vehículos y favorecer la movilidad de los peatones en condiciones de seguridad. En la mayoría de los casos, estas actuaciones se producen en tramos de carretera que han variado su función inicial, al ponerse en servicio nuevas variantes o vías alternativas. La anchura de las calzadas permite encarar diversas medidas para “tranquilizar” el tráfico que aún continúa utilizando la vía.
Estas principales medidas de “tranquilización” son; la ejecución de las isletas centrales, los pasos peatonales elevados, ensanche de las aceras, los aparcamientos alternados y la reordenación de paradas de autobús y de pasos peatonales.
Reforma y reparación de túneles
La
construcción de carreteras en Gipuzkoa implica, por su accidentada
orografía, la construcción de numerosos túneles. La conservación
de estas infraestructuras en un estado óptimo obliga a un constante
esfuerzo de renovación y reparación, que permita restañar
los efectos de la humedad, del desgaste por el uso y del numeroso tráfico.
La reforma integral de los túneles de Legorreta e Itsasondo, en la
N-I, la renovación del túnel de Oindolar (A-15) o el acondicionamiento
del túnel de Polloe, en la variante de Donostia-San Sebastián,
son buena prueba de un trabajo constante.
Renovación de la señalización
La existencia de una señalización adecuada a las características de la carretera es uno de los pilares de la seguridad vial. A lo largo de la presente legislatura, se ha acometido la adaptación a la norma 8.1-IC de los elementos de señalización de carreteras como la Legazpi-San Prudenzio (GI-2630), Zarautz-Zestoa (GI-2633), Oiartzun- Hondarribia (GI-2134), Ordizia-Alegia (GI-2131), Beasain- Zumarraga (GI-2632), Alegia-Ordizia (GI2133), Arrasate-Aramaio (GI-2620) y Lazkao-Ataun (GI-2120). Más de 100 kilómetros de carretera con la señalización totalmente renovada.
Mejora de la iluminación
Las carreteras guipuzcoanas, especialmente las vías principales, registran un intenso tráfico, incluso en horario nocturno. La mejora de las condiciones de seguridad vial obliga a realizar un constante esfuerzo de refuerzo de los elementos de iluminación, como los que han sido realizados en los túneles o en puntos tan sensibles de la red viaria como el enlace entre la N-I y la A-15 en Andoain. Un retén permanente se encarga del mantenimiento de la red eléctrica en las carreteras guipuzcoanas las 24 horas del día.
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