Varias son las historias de bilbaínos que atravesaron el actual territorio argentino entre los siglos XVII-XVIII. En artículos anteriores se trató sobre las de Iñigo de Urueta, Francisco de Ocaranza y otros vascos en vinculación con los mismos, como lo fue D. Mauricio Bruno de Zabala; ahora, pueden indicarse fuentes documentales sobre la vida de Fermín de Gil y Alipazaga (de la Orden de Santiago)1. Es de destacar que los archivos diocesanos de Bizkaia permiten descubrir que fue realizado el 11 de octubre de 1726 en la Iglesia de Santos Juanes2.
D. F. Gil y Alipazaga quien cursó sus estudios en Bilbao, pasó a Buenos Aires aproximadamente por 1751 para pasar luego al “reino del Perú”. Ocupó varios cargos, entre ellos fue veedor del cerro de Potosí en 1761; capitán del tercio de milicias de la ciudad de La Plata y luego de las milicias de igual ciudad en 1767.
En 1776 fue designado corregidor y justicia mayor encargado de convocar a los cabildantes de la sociedad paceña en momentos de la grave insurrección indígena a cuyo frente estaba Julián Apaza, a la sazón conocido como Tupac Catari. En las difíciles circunstancias de enfrentamiento entre españoles e indios fue nombrado a mediados del año 1780 D. Fernando Márquez de la Plata por el virrey D. Juan José de Vértiz, como juez y principal comisionado de la región. Este sería a su vez acompañado en el mando militar por el guipuzcoano de Azpeitía D. Sebastián de Segurola y Oliden. Pero pronto las relaciones entre Gil y Alipazaga con Márquez y Oliden entraron en un callejón sin salida debido a varias cuestiones y a lugares de preeminencia, tanto en lo jerárquico como en lo protocolar3. Para 1782 las disparidades llegaron a su punto máximo lo que significó que Gil y Alipazaga fuera depuesto por aquellos, medida que fue corroborada por el virrey en turno pasando a Madrid donde finalmente falleció en 1796.
Un largo y enojoso juicio seguido por parte de las descendientes del ya fallecido4 derrocado corregidor, llevó a que se lo reivindicara ya que, finalmente, Márquez y Segurola fueron obligados a pagar más de veinte mil pesos, voluntad real que en realidad nunca se cumplió. Se dijo que el proceso superó los 1.500 folios, llevado a cabo entre los años 1781 –fecha de iniciación del juicio– y 18075.
www.bizkaia.net Retablo con la crucifixión de N. S. Jesucristo en la Iglesia de los Santos Juanes-Bilbao. |
Los archivos dicocesanos tienen los datos correspondientes a Domingo de Urien Mesperusa, que fue hijo legítimo de Juan Bentura Urien Guezala y de Da. Juana Bentura Mesperuza Savala y Zertucha los que expresan, asimismo, los nombres de todos ellos en la parroquia de Santos Juanes de Bilbao, al ser bautizado su descendiente el 2 de agosto de 17256.
Urien fue fundador de su apellido en la margen occidental del Río de la Plata. Nació en esa última ciudad considerándose que arribó a tierra sudamericana por 1760. En 1763, casó con Da. María Victoria de Basavilbaso; hija legítima de Domingo Basavilbaso, y de Da. María Ignacia de Urtubia y Toledo. En esta ocasión fueron testigos del casamiento, Vicente de Azcuénaga de Dima y la hermana de la novia Da. María Victoria, de nombre Da. María Rosa de Basavilbaso.
A lo largo de su vida mantuvo relaciones comerciales y epistolares con miembros de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País en Vizcaya, intercambiando correspondencia permanente con familiares y conocidos de la tierra de sus antepasados.
La participación religiosa del primero de los tratados, fue destacada ya que ocupó el cargo de Ministro de la Tercera Orden de San Francisco en 1780, al igual que su esposa, Da. María Victoria Basavilbaso, ocupó el sitial de abadesa civil, en 1782. Ese fue un centro religioso que, además de ser una de las principales hermandades de Buenos Aires, tuvo por característica que estuvieran en sus filas involucrados una mayoría de vascos y grandes comerciantes. Sus mismos suegros, Domingo de Basavilbaso y Da. María Ignacia de Urtubía también fueron ministro y abadesa, elegidos para estos cargos en 1756, 1757, 1758 1759, 1760 y 1738, respectivamente7. Urien mandó confeccionar un copón de plata para la capilla de la Orden de los Terceros en la ciudad porteña.
Debido a su importante actuación en el seno de la hermandad fue relevado de pagar la luminaria8 que era como una cuota destinada a solventar los cargos de la hermandad. En 1787, en cartas dirigidas al Ilustrísimo Obispo de la Ciudad porteña solicitó, en la jefatura de aquella institución y en nombre de los demás miembros que los mismos, a pesar de ser civiles, fueran reputados como miembros “regulares” y que como a tales en los actos públicos, se les dispensara el tratamiento que le correspondía por su instituto9.
A lo largo de su vida desempeñó varios cargos en el cabildo entre ellos, en 1773, alcalde de primer voto, destacándose en las funciones administrativas de la colonia.
El matrimonio Urien-Basabilbaso tuvo varios hijos: José Domingo Pantaleón, oleado en 1770; Da. Angela María, bautizada en 1772; Antonio Castro, lo fue en 1773; Pedro Juan Ramón, recibió el sacramento bautismal en 1774; Ramón José Francisco Soriano, bautizado en 1780; Eugenio María, oleado en 1781; José Román, recibió el bautismo en 1783; Da. Antonia Crescencia, en 1784.
En esta descendencia descolló en las relaciones con la sociedad, las armas y la política, el primero, José Domingo (1770-1817), quien en 1786 ingresó como cadete de los “Voluntarios de Cataluña”; ascendido poco después como subteniente , se retiró del servicio en 1791. Más tarde, fue Contador del Real Consulado de Comercio y, finalmente, volvió a incorporarse al ejercicio de las armas en 1797, actuando como comandante del tercer Batallón de los Patricios, cuerpo militar bonaerense. En momentos de las invasiones inglesas contra Buenos Aires (1806), actuó en su defensa.
Fuente: www.cascoscolección.com/argentina |
Fuentes inéditas en archivos:
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. ARGENTINA, Cabildo de Buenos Aires, División Colonia. Índice de Nombres: 1589-1821. Catálogo manuscrito, s/f.
ARCHIVO DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA DE SAN FRANCISCO. SAN ROQUE DE MONTPELLIDER. Buenos Aires, Argentina, Libro de Hermanos y Hermanas profesos (varios años).
Otras fuentes bibliográficas:
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. ARGENTINA, Partes oficiales y documentos relativos a la guerra de la Independencia Argentina, Buenos Aires, Penitenciaría de la Nación, 1900-1901-1902-1903.
IDEM, Documentos referentes a la guerra de la independencia y emancipación política de la República Argentina y de otras secciones de América a que cooperó desde 1810 a 1828, Buenos Aires, Establecimiento Tipográfico de J. Weiss y Preusche, 1914.
IDEM, Tomas de razón de despachos militares, cédulas de premio, retiros, empleos, Buenos Aires, G. Kraft impresiones, 1925.
IDEM, Consulado de Buenos Aires. Actas-Documentos, Buenos Aires, Guillermo Kraft Ltda. Impresiones, 1947, T° IV.
SENADO DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, Biblioteca de Mayo. Colección de obras y documentos para la Historia Argentina, Buenos Aires, 1963.
Nora Siegrist. Conicet. Argentina.
1 Luis C. Montenegro,
“El Pleito de los abuelos y sus árboles de costado. Apuntes históricos-genealógicos
sobre los caballeros D. Sebastián de Segurola y Oliden y D. Fermín
de Gil y Alipazaga”, en Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas,
Genealogía N° 30, Buenos Aires, 1999, pp. 331-372 y p.
357; especialmente, pp. 350 y ss.; la ascendencia de D. F. Gil y Alipazaga
en pp. 360 y ss. También, ver: Archivos Diocesanos (Irargi net). 01.02.01.081
/ Fondos Parroquiales / Archivos Parroquiales / Bilbao - / Santos Juanes.
2 Otros datos sobre esta Iglesia, en: Euskonews&Media, 2003/10/03-10, Juan Manuel Gondra Rezola, “El primer Hospital de los Santos Juanes - Bilbao (1469-1661)”.
3 L. C. Montenegro, “El Pleito...”, cit., pp. 333-334.
4 L. C. Montenegro, “El Pleito...”, cit., pp. 356, nombra a los cinco hijos de D. Fermín Gil de Alipazaga y de Da. Braulio Camberos de la Fuente: Da. María Jacinta Braulio Gil y Camberos; D. José Antonio Gil y Camberos; Da. Cecilia María Gil y Camberos; Da. Rafaela Petronila Gil y Camberos; Da. Rosa Antonina Gil y Camberos. Las dos últimas vivieron en Buenos Aires y exigieron el cumplimiento del juicio por cobro de pesos.
5 L. C. Montenegro, “El Pleito...”, cit., pp. 337-338. El juicio en el Archivo Histórico de Madrid se encuentra digitalizado. Duró 26 años.
6 Archivos Diocesanos (Irargi.net). 01.02.01.081 / Fondos Parroquiales / Archivos Parroquiales / Bilbao - / Santos Juanes.
7 Enrique Udaondo, Crónica de la Venerable Orden Tercera de San Francisco en la República Argentina, Buenos Aires, 1920, pp. 131 y 135.
8 Archivo Orden Fanciscana Seglar. Buenos Aires, Registro de Hombres. Luminarias: 1760-1860.
9 Nora Siegrist de Gentile, “Españoles e la ciudad de Buenos Aires y su actuación social religiosa convocante con criollos y extranjeros en los siglos XVIII y XIX”, en Néstor T. Auza (Recop.), Iglesia e Inmigración, Buenos Aires, CEMLA; 2001, T° IV, p. 37.
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