Zuriñe VELEZ DE MENDIZABAL ETXABE
Traducción: BELAXE. ITZULPEN ZERBITZUA
Jatorrizko
bertsioa euskaraz
¿Quién no ha soñado de niño con ser pirata? Hemos vivido miles de aventuras viendo películas y leyendo libros. Los barcos, el mar, los abordajes, las canciones piratas... No se le puede negar cierto romanticismo.
Ya sabemos que esas prácticas se dieron sobre todo durante los siglos XVI y XVIII, pero hoy en día también hay piratas. Claro que son más modernos. La última noticia nos ha llegado de Somalia, ya que el 20 de abril de 2008 secuestraron el barco Playa de Bakio de Bermeo. Y éstos no han utilizado espadas; con medios más modernos, han amenazado a los tripulantes del barco con lanzagranadas.
Pero en las siguientes líneas tomaremos como referencia a los piratas de siempre y explicaremos algunos detalles.
Piratas y corsarios
El parche del ojo, el loro, el ron y las espadas son las objetos que nos vienen a la mente cuando hablamos de piratas, porque son las descripciones que suelen aparecer en los libros y películas. Todos sabemos qué eran los piratas: personas que robaban en el mar sin permiso de los países. Normalmente, el escenario de sus actividades eran las aguas internacionales, las aguas de nadie. Robaban la carga de los barcos y a menudo apresaban como esclavos a los viajeros.
Pero también había piratas que trabajaban con el permiso de un jefe de estado, es decir, a sueldo. Se les llamaba corsarios. Normalmente, robaban a los enemigos de esa nación o estado. A menudo no se distinguen los piratas de los corsarios ya que se diferencian por pequeños detalles.
Diario original del pirata Luis de Bayon (siglo XVII). Ver libro (12MB) |
En el siglo XVIII hubo piratas en la costa vasca. Por ejemplo, en 1658, un grupo de armadores de Hondarribia y San Sebastián abordaron el barco mercante holandés Esperanza. Por otra parte, según datos de referencia, el Golfo de Vizcaya fue testigo de las actividades de los corsarios en 1672. En esa época se vivió la llamada Guerra de Holanda, y España y Holanda estaban unidas contra Francia.
Así mismo, el corsario Antoine Balanqué, nacido en Bayona, tomó el barco Salle de Liverpool el 18 de junio de 1757. El barco transportaba azúcar, tafia y clavo (especias). Antoine Balanqué utilizaba un barco de veinticuatro cañones con una tripulación de 350 personas. Fue premiado por sus actividades y logros, por supuesto.
Se pueden encontrar muchas referencias sobre los piratas vascos. Se hacían a la mar en busca de aventuras, con o sin permiso, y en la mayoría de los casos encontraban resistencia. Lo mejor que les podía pasar era tener habilidad, estrategia y la suerte de su lado. Peligrosos para algunos, héroes para otros muchos, los piratas no dejaban indiferentes. Lo que sabemos es que muchos se han convertido en parte de nuestra historia.
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