Pedagogía social en el centro Clarita LaminatEscuchar artículo - Artikulua entzun

Arantxa UGARTETXEA ARRIETA
Erika FUENTEALBA
Sebastián FUENTEALBA

Pedagogía social de la mano de una experiencia como la que se vive en el centro “Clarita de Larminat” de Santiago de Chile, aunque parezca una realidad lejana y casi forzada dentro de las experiencias pedagógicas de Euskal Herria, resulta ser ese complemento del hemisferio sur que como pertenecientes al hemisferio norte nos hace falta y viceversa.

Desde la búsqueda de un compartir más humano y la inquietud personal que el evangelio me causaba en esta búsqueda, llegué a conocer en la década de 1970, este espacio peculiar chileno, situado en la Comuna de La Granja de la capital de Santiago. Y resulta que hoy después de más de treinta años, existe en el mismo lugar, este centro de ayuda social, del que también formo parte, en donde la fuerza de la creencia humana, el deseo de compartir, el espíritu de servicio y la permanente búsqueda pedagógica, nos hacen ir poniendo nombre al “saber hacer” sanador tan necesario en la cotidianidad que nos invade.

En el día a día del centro, se intenta prevenir, curar y educar. Es como ir respondiendo a sucesivas preguntas, que al ir caminando van adquiriendo respuestas mas perfiladas, en ese intento permanente del diálogo existente como modo relacional, en donde aparece con mas naturalidad, que no podemos muchas veces hablar, pensar, amar, trabajar, creer…, con la libertad deseada. Profesionalmente se dan intentos de respuestas. Andamos en la búsqueda porque deseamos una formación más integral.

El Centro Clarita de Larminat, es una organización comunitaria, constituida por pobladores y profesionales con experiencia en la salud mental. Legalizada el 11 de noviembre de 2001. Hoy día reconocida como corporación de derecho privado sin fines de lucro. ¿De donde le viene el nombre? Pues del mito que nos convoca a participar en esta labor social. El mito tiene nombre de mujer porque Clarita de Larminat es la mujer que conocimos y que hasta el día de hoy su “saber hacer” nos dejó marcados y marcadas, uniendo el aprendizaje y el conocimiento profesional a este espacio concreto chileno, en el que las carencias de la vida se convierten en el real texto a ser leído e interpretado, como a ella le vimos hacer.

Argazkia
Foto: Joan Planas.
http://www.flickr.com/photos/joanplanas/46314891/

De origen francés, había sido religiosa de la Congregación de la Hermanitas de la Asunción, así llegó a Chile, pero posteriormente dejando el convento, realizó un trabajo comunitario en el campo de la salud, en la citada Comuna de La Granja de Santiago de Chile a donde llegó a colaborar en la catequesis, por mediación del P. Esteban Gumucio, sacerdote perteneciente a la congregación de los Sagrados Corazones, conocido por su vivir el evangelio a pie de calle de manera ejemplar. Clarita nació el 4 de enero de 1929 y falleció en Santiago el 14 de diciembre de 1982. Inquieta por la Iglesia y la sociedad chilena de la época y actuando en las fronteras de lo religioso se insertó en el mundo secular codo a codo con las gentes de la población. Lo extraordinario de ella estaba precisamente en lo absolutamente ordinario de la misma.

Catequista en medio de una comunidad de base. Incorporó a los hombres a la catequesis familiar, en aquel ámbito marcadamente machista en el que las madres asumían esta responsabilidad, porque consideraba que la pareja era fundamental. Promovió la igualdad de oportunidades para el hombre y la mujer a todos los niveles. Auxiliar de enfermera y desde este pié en tierra organizó: comedores infantiles, un policlínico parroquial, club de alcohólicos anónimos, una guardería infantil y una “escuelita” para los niños y niñas que tenían dificultades. Fue una pedagoga no neutral a favor siempre de los desfavorecidos y porque entre otras cosas la tortura política estuvo presente en ella y en su entorno, sufrida con dignidad y produciendo frutos mas allá de la perversión social existente en la época de la dictadura. Su vida fue un “estar siendo” al servicio de la salud de las personas necesitadas. Formadora integral. Buena profesional con amplio abanico relacional. Comprometida en la acción. Creyente para creer y formada para formar. La situación política chilena casi acabó con aquel estilo comunitario de la población y junto con la propia ausencia de Clarita, quedó casi todo sumido en un letargo hasta hace unos pocos años en los que Erika Fuentealba, junto a otros y otras que conocimos aquella mujer, nos arrancamos con lo que hoy lleva su nombre.

Nos movemos y conmovemos impulsados e impulsadas por un instinto, es la vivencia que nos dejó, esa sensibilidad intuitiva que nos dice: por aquí debemos de ir. Y es que creemos en una obviedad “nadie se malogra solo y nadie se educa solo”. Por eso somos una comunidad de trabajo social. Una comunidad mítica cargada de realidad. Por todo ello, sentimos la necesidad de expresarnos en esta sociedad vasca porque hemos llegado a conocer en nuestra relación con personas de la misma (Chile cuenta con una gran población de origen vasco, somos socios de Eusko Ikaskuntza y conocemos la delegación vasca de Santiago) nuestras diferencias estratégicas, nuestras diferencias económicas, nuestras diferentes sensibilidades y las muy diferentes oportunidades. Sin embargo, desde nuestra cotidianidad a ras del suelo y casi como tocando con las manos la tierra que pisamos, hemos llegado hasta aquí y aquí estamos, como muchos que han llegado de otras culturas y mundos siguiendo algún mito ¿Por qué no? ¡Y hemos sido acogidos!

Argazkia
Foto: A. www.viajar24h.com.
http://www.flickr.com/photos/soschilds/713229379/

También buscamos, y estamos seguros de que aprenderemos. Consideramos que es necesario ir tejiendo una trama social, desde la estrategia del diálogo, los de allá y los de acá. Si no nos damos la oportunidad de convivir, de hablar, de comunicar las ideas, los conocimientos, los valores, y los afectos, será difícil educar, prevenir y curar las heridas causadas por las diferencias y la propia limitación política y cultural durante siglos. Necesitamos de un diálogo crítico al que le dediquemos espacio y tiempo para poder analizar y diagnosticar los dolores, las incomodidades, los no poderes, las dificultades y las posibilidades, sin seguir planificando desde la exclusión ejercida incluso inconscientemente desde todas las partes. Y es que muchas veces no tenemos la capacidad de poder optar.

Deseamos colocarnos junto a este pueblo, en medio de la pregunta radical: ¿Qué nos está pasando cuando la droga invade a pobres y ricos llegando hasta los confines de la tierra? ¿Qué hacemos ahora con tanta tecnología en este caos de desigualdad económica? ¿a dónde vamos si no podemos ni vivir y el hambre nos acosa? ¿dónde está el derecho a una educación integral transformadora para todos y todas? Necesitamos de espacios de real participación en el hoy histórico que nos corresponde, para responder a las necesidades inmediatas de la salud mental y de la educación, en la actualidad amenazada por una apatía enquistada en la sociedad poblacional y que nos atraviesa como ciudadanos y ciudadanas pertenecientes a nuestros respectivos países.

Centros como el de Clarita de Larminat y Loiola Etxea, tratan de decirse y decirnos que, es urgente una reflexión sobre la educación como prevención mental. La pedagogía de la salud y la salud de la pedagogía están en tela de juicio, al mismo tiempo que estas dos corporaciones nos muestran que trabajar bajo este prisma es posible. Pensamos que podemos reinventarnos siempre que consideremos que existen nuevas sabidurías o el reconocimiento de lo que no se considera como tales, incluso mas allá de lo reglado. Si queremos curar deberemos comenzar a conocer y reconocer nuestros errores y abrir el campo experimental, compartir conocimientos, fomentar redes interculturales, vivir en la búsqueda. Practicar la osadía de curar-aprender-enseñar ante un sistema individualista, con cara de conformismo no es fácil pero es posible y hay que hacerlo. El Centro Clarita de Larminat nos pone en evidencia que puede hacer mucho con muy poco, mientras algunos y algunas lo tienen todo y no quieren hacer nada, y es que la verdad es que ¡no tenemos nada y queremos hacerlo todo! Lo mejor es nuestro constante actuar, convencidos y convencidas de que se hace camino al andar.

 

En un régimen de dominación de conciencias, en que los que mas trabajan menos pueden decir su palabra, y en que inmensas multitudes ni siquiera tienen condiciones para trabajar, los dominadores mantienen el monopolio de la palabra, con que mistifican, masifican y dominan. En esta situación, los dominados, para decir su palabra, tienen que luchar para tomarla. Aprender a tomarla de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil, pero imprescindible aprendizaje: es “la pedagogía del oprimido”.

(FREIRE, Paulo. Pedagogía del oprimido. España, 1979. Siglo XXI. P. 26.)

 

Zure iritzia / Su opinión
euskonews@euskonews.com
Búsqueda

Búsqueda avanzada

¡Participa!
 

¿Quiere colaborar con Euskonews? Envíe sus propuestas de artículos

Artetsu Saria 2005
 
Eusko Ikaskuntza

Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik

Buber Saria 2003
 
Euskonews & Media

On line komunikabide onenari Buber Saria 2003

Argia Saria 1999
 
Euskonews & Media

Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria

GAIAK
 Aurreko Aleetan
Bilatu Euskonewsen
2008 / 06 / 06-13