Antoine D’Abbadie.
Explorador, investigador en muy diversas ciencias, lingüista... habitaba un castillo en Hendaya diseñado por el mismísimo Viollet Le-Duc (restaurador máximo del gótico francés), adoraba Euskadi, con todas sus contradicciones.
En una película que rodaron en los 80 el pintor Vicente Ameztoy lo encarnó con elegancia. El difunto Iñigo Sagarzazu le dedicó un libro.
Y por supuesto, el homenaje que le dedicó Eusko Ikaskuntza en el centenario de su muerte. Desde su propio Castillo junto a Sansonarri. Muy amigo de Pierre Loti, quien también adoraba Euskadi.