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Ponencia del III Seminario Internacional Euskal Herria Mugaz Gaindi realizado en Montevideo, Uruguay, entre el 3 y el 5 de mayo de 2006.
El presente trabajo no pretende más que enumerar y contextualizar las películas que, ya fueran filmadas o exhibidas en nuestro país, estuvieron de alguna manera vinculadas a la colectividad vasca del Uruguay y como tal representan un valioso testimonio sobre su presencia en nuestro país. No nos compete, ni estamos capacitados para hacerlo, realizar un análisis desde el punto de vista de la antropología visual, ni desde una perspectiva cinematográfica, invitando desde ya a los especialistas en estas áreas a abordar su estudio. En nuestra investigación hemos inventariado ocho películas uruguayas o extranjeras producidas entre 1915 y 1943, pero, como lo veremos más adelante, no todas fueron exhibidas en nuestro país.
A nuestro juicio, la razón fundamental de la fundación de la Sociedad Euskal Erria de Montevideo fue seguir el ejemplo del colegio Euskal Echea de Llavallol, monumental realización de la colectividad vasco argentina que comenzó a gestarse en 18991 convirtiéndose inmediatamente en un potente faro para los iniciadores de la sociedad montevideana. Realizar algo similar, aunque de más modestas dimensiones, fue el principal objetivo de su singladura y las dificultades económicas un insalvable escollo contra el que encallaron infinidad de veces.
En consonancia con los mencionados motivos fundacionales y con la intención de acercar benefactores que hicieran posible construir un colegio similar en Montevideo, era habitual que el periódico social difundiera los avances de las obras que se realizaban en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, así como también lo eran las visitas que miembros de la colectividad uruguaya realizaban a las instalaciones del colegio bonaerense, algunas a título oficial y en fecha tan temprana como noviembre de 1912, cuando Arnaldo Pedro Parrabere fue investido como representante el Consejo Directivo en oportunidad de inaugurarse el asilo y los colegios.
De estos viajes resulta particularmente interesante el realizado el 31 de octubre de 1915, fecha en que una nutrida delegación de Euskal Erria visitó el establecimiento2 y se filmó una película con las actividades realizadas en la jornada.
Esta filmación, a la que podemos atribuirle una intención testimonial e informativa, fue proyectada en Montevideo en agosto del siguiente año, en el marco de la “Fiesta cinematográfica” organizada por la Comisión de Señoras.
En lo que sería habitual en este tipo de festividades, que en esta ocasión se realizó en el Biógrafo Parlante ubicado en la plazoleta del Teatro Solís, el programa estuvo constituido por piezas musicales, poéticas y cómicas, aunque seguramente el número más esperado fue la proyección de la cinta que recogió la visita que miembros de la colectividad vasco uruguaya realizaran al colegio en octubre del año anterior.3
Testimonio de la importancia que se dio a esta película es el hecho de haberse designado a los socios Agustín Zabaleta y Fidel Garayalde para que viajaran a Buenos Aires con el único propósito de recogerla.4
Lamentablemente no hemos logrado ubicar esta cinta y no tenemos constancia de su existencia.
Las llamadas “Fiestas cinematográficas” fueron frecuentes en los programas elaborados por las comisiones de Damas, de Fiestas y el Comité Auxiliar Femenino para recaudar fondos con que atender las necesidades de los ancianos socorridos por la institución, además de propalar el ejemplo bonaerense entre los asociados con la intención de repicarlo en la capital uruguaya.
En estas jornadas, donde era común alternar el “biógrafo” con audiciones musicales, no siempre se proyectaban películas relacionas con la colectividad. Tal fue el caso de la fiesta celebrada en el Biógrafo Uruguayo el 4 de octubre de 1917, donde se proyectaron varios capítulos de la cinta titulada “Fe” intercalados con poesía y música, aunque también se proyectaron “Vistas panorámicas del País Vasco”.5
En el mes de septiembre del año 1916, los socios de Euskal Erria, reunidos en Asamblea General Extraordinaria, dieron su aprobación al proyecto de compra de un amplio terreno en las afueras de Montevideo, ubicado sobre el camino Aldea en el barrio Malvín, para asiento de la escuela y asilo que, tal como lo acabamos de exponer, había sido uno de los más caros anhelos de la sociedad.6 La transacción se llevó a cabo mediante el pago de $11.000 a Blanca Margarita y María Teresa Martinelli, sus antiguas propietarias.
Pero no obstante los buenos propósitos reiteradamente manifestados en asambleas y memorias, los planes originales jamás llegarían a concretarse en realidades. A decir verdad, los asociados de la institución siempre se mostraron más dispuestos a colaborar pecuniariamente con la Comisión de Fiestas que con la de Beneficencia e Instrucción, y como resultado de esta situación y tal como lo insinúa su nombre, el Recreo de Malvín fue creciendo en infraestructuras ajenas a su cometido original.
La primera de ellas fue la adquisición de un kiosco conocido como “chalet del Recreo Agraciada”, ubicado en las proximidades de la iglesia de la Aguada y donde, al parecer, había funcionado una cervecería.7 Este fue comprado con la totalidad de sus mesas, sillas y mostradores8 y se convirtió, a partir de su rearmado en su nuevo destino, cita obligada para las fiestas, oficiales o no, realizada por los miembros de la institución. También fueron realizadas importantes obras de caminería, puente incluido, que permitieron llegar cómodamente superando el obstáculo del arroyo Malvín.
Para el año 1923, y aunque ninguna de las obras edilicias que habían sido proyectadas hacía ya nueve años para instituto de enseñanza y asilo9 se habían concretado,10 la Directiva creyó oportuno dotar al predio con una plaza de juegos destinada a los más jóvenes de la Sociedad. Estas mejoras fueron inauguradas el 22 de abril de ese año, coincidiendo con la celebración de la fiesta anual.
Foto:Travis Hornung.
Las actividades de esta jornada fueron registradas por la cámara de Dionisio Garmendia, miembro de la institución y activo simpatizante del Partido Nacionalista Vasco, a quien años más tarde encontraremos en organizaciones nacionalistas como la Junta extraterritorial del PNV en Uruguay, la Comisión de Fomento Euskal Ordua, Euzkeldun Itza – Palabra Vasca y fue uno de los “catecúmenos de la fe”, título éste acuñado por el Delegado Vasco en Argentina Ramón María de Aldasoro, para designar al minúsculo grupo de nacionalistas vascos que hicieron posible que el presidente vasco en el exilio José Antonio Aguirre, que huyó de Europa con identidad falsa, fuera recibido por las autoridades uruguayas en los aciagos días de la II Guerra Mundial.
La jornada comenzó a las 11 horas con la recepción, al son del txistu y del tamboril, de los invitados especiales, entre las que se encontraba el Ministro de España, Manuel García Acilú y su esposa, y Alfredo Rodríguez Berjot, quien acudió en representación de la Sociedad Criolla.
La conmemoración fue presidida por Juan Bidegaray, primer uruguayo en desempeñarse como presidente de la sociedad; a la hora de los bailes la parte musical estuvo a cargo del txistulari Julián Labaca y del atabal José Lizarazu; mientras que durante el almuerzo le correspondió al maestro Tomás Mujica interpretar canciones típicas en el piano.
En horas de la tarde, tras la interpretación del Himno uruguayo, La Marsellesa, la Marcha Real española y el Gernika’ko Arbola, se realizó una tómbola en beneficio de los ancianos socorridos por la Comisión de Señoras. El primer premio consistió en dos figuras típicas que habían sido enviadas desde San Sebastián por la socia Cedita López de Aguirre, residente en aquella ciudad.
Por último se procedió a la inauguración de la Plaza de Deportes y la romería general. El aurresku de honor estuvo a cargo de los hermanos Joaquín y María Mariezcurrena.
Nuevamente nos encontramos ante una película filmada con objeto de recoger testimonio de un episodio concreto, sin argumento alguno y sin más secuencia que el mismo desarrollo del programa establecido para esa jornada.
El film fue proyectado el 16 de noviembre de ese año en el Biógrafo Concert, ubicado en la avenida 18 de julio. Ese día también se proyectaron vistas y paisajes de caseríos vascos y la cinta obtenida en el festival gimnástico realizado en la Euskal Echea de Llavallol el 29 de octubre de 1922.
El tamborilero Julián Labaca acompañó con su música los bailes proyectados en la pantalla y el Maestro Tomás Mujica tuvo a su cargo la interpretación del Gernika’ko Arbola.
El original de esta película se conserva en la Filmoteca Vasca gracias a un convenio filmado entre esta institución y la Universidad Católica de Montevideo.
La primera película vasca de carácter “comercial” de la que tenemos constancia que fue exhibida en Uruguay, se trató de la producción de la casa Gaumont titulada “En el País Vasco”. Este film había sido adquirido por Julián Ajuria, inmigrante vasco radicado en la República Argentina y propietario de la firma Sociedad General Cinematográfica, cuyo representante en nuestro país era Juan Laclède.11
Proyectada en varias salas capitalinas, Ajuría dispuso que un tercio de lo recaudado en el Cine Rialto en las jornadas del 30 y 31 de agosto y el 1 de septiembre de 1932, fuera destinado a las obras sociales de la Comisión de Señoras de Euskal Erria.
La película, que había sido filmada en 1930 por los realizadores Maurice Champreux y de Tabuteau, era una mirada idílica del país y sus habitantes, incluyendo escenas de pastores, marinos y contrabandistas; música, danzas y pastorales; deportes tradicionales y una romántica representación de un joven emigrante embarcándose rumbo a tierras americanas. En cuanto a su geografía, se incluyeron vistas de de varios pueblos de Euskal Herria, entre los que se contaban Baiona, Biarritz, Donosita, San Juan de Luz, Guipur, Gernika, San Juan de Pied de Puerto, Ezpeleta, Olarra, Fuenterrabia, Pasajes, Oyarzun, Orio, Ondarroa, Oscala y Scurre.
Además de los irrintzis que emocionaron a los asistentes, se incluyen en el film numerosas canciones populares interpretadas por la Scola Cantorum de Saint Jean de Luz, La Córale Lous Muts de Bayonne y la Scola Cantorum de Bilbao.
Esta obra tiene el mérito de ser la primera película de la historia en la que se habla euskera y está considerada la primera película francesa sonora filmada en exteriores.
En el año 1941, Arnaldo Pedro Parrabere, secretario de Euskal Erria, elaboró un completo inventario del archivo de la sociedad en donde consta, con minucioso detalle, la existencia de Libros de Actas de Asambleas, de Directorio, de las distintas comisiones, cuadernos de la correspondencia entrada y salida, registros de socios, contabilidad, cobranzas, en fin, todo cuanto hace al desenvolvimiento de una institución social. Pero lo que hoy nos interesa es su referencia a la existencia de tres películas que él clasificó de la siguiente manera:
Gracias a sus indicaciones hemos hallado estas tres películas de las que, sorprendentemente, no agregó más detalle que el que acabamos de reseñar.12 Y decimos sorprendentemente pues no comprendemos como a una persona tan meticulosa como Parrabere puede habérsele escapado que tales cintan fueron obtenidas por el doctor Carlos Murguía en ocasión de celebrarse “El día del Pelotari”, jornada que no sólo fue ampliamente documentada en la revista de la que él mismo fue responsable durante más de cuarenta años, sino que fueron proyectadas en la sede social cuando el se desempeñaba como secretario de la institución.
Foto: magicicada.
Pero dejando de lado estas interrogantes, diremos que la primera de estas cintas, filmadas el 12 de octubre de 1932, se trata de un partido de fútbol donde, a juzgar por las imágenes, era más importante divertirse que obtener un buen resultado.
Este encuentro, donde los jugadores lucen los inconfundibles colores de Peñarol y Nacional, está filmado desde el momento en que se construyen los arcos hasta los festejos de los jugadores de Nacional, quienes, a pesar de que por la rudeza de su juego merecieron el título de “Hacheros Unidos”, se impusieron por 4 a 1, debido a que el juez Rethen, de quien los peñarolenses se quejaron por sus simpatías nacionalófilas, debió anularles un gol.
Esta fiesta, a la que concurrieron trescientos comensales, contó con la presencia del doctor Fernando Asuero, llegado de Euskadi ese mismo día.
Luego de un almuerzo generosamente regado con sidra, vino y cognac, donde a juicio del cronista algunos se levantaron muy pesados y otros con la ilusión que volaban, se organizaron sendos campeonatos de soka tira y barra, juegos del sapo, bolos y un intento de corrida de toros a cargo del frustrado matador Asencio Gutierrez.
En horas de la tarde, el visitante y el improvisado torero recibieron un saludo por demás original cuando el socio Lorenzo José María Zabaleta arrojó un paracaídas desde el avión que pilotaba. El artefacto portaba un mensaje que decía Ongi Etorri.13
En este caso, y a pesar de tratarse del testimonio de una jornada de carácter “oficial” al conmemorarse el Día del Pelotari, podemos afirmar que se trata de una película de aficionados sin mayor intención que la de perpetuar, a través de imágenes en movimiento, la reunión de un grupo de amigos. A nuestro juicio esto se hace evidente en cuanto que el autor no incluyó imágenes de los momentos “protocolares” de la jornada, tales como la llegada de invitados o los discursos de las autoridades de la institución.
En enero de 1933, y gracias a la iniciativa de Angelita de Bilbao y Miguel de Zarate, comenzó a emitirse, desde Radio Montevideo, ubicada en la avenida 18 de julio, la primera audición de Euskal Ordua (La hora vasca). Este programa, conducido por Roberto García Quevedo, tenía el propósito de difundir las ideas del Partido Nacionalista Vasco entre la colectividad vasca del Uruguay.
Esta actividad se vería reforzada cuando, el 2 de abril de ese mismo año, se constituyó la Comisión de Fomento de Euskal Ordúa, siendo Felipe Regino Galdós su presidente y Juan Otegui y Eulogio Arín, secretario y tesorero respectivamente. Fue en Euskal Ordua donde, el 19 de abril de 1933, la bandera vasca se enarboló por vez primera en suelo uruguayo. Este hecho, según el diario Euskadi de Bilbao del 24 de abril de ese año, se debió gracias a la tenacidad de Angelita de Bilbao, inmigrante vasca radicada en Montevideo.
En las siguientes ediciones de este periódico, el cronista continuó relatando los pormenores del acto celebrado en la capital uruguaya. En estos artículos se consignaba que la ikurriña había sido bendecida por el R. P. Mendivil, habiendo estado la parte oratoria a cargo de Regino Galdos y Angelita de Bilbao, siendo el padrino el músico y director del coro de la institución Tomás Mujica.
La jornada culminó con la actuación del coro que entonó Azkatasun Eguskija, y, por estar enfermo el txistulari Julián Labaca,17 la parte instrumental corrió a cargo del acordeonista Miguel Mariezcurrena.18
En esta oportunidad se le encomendó a la casa Max Glücksman19 la filmación del acto para elaborar una película titulada “Los vascos en Uruguay”, que sería proyectada en los cines de este país y posteriormente enviada a Euskadi para “dar a conocer la obra de progreso llevada a cabo por los vascos en nuestro país”, según palabras de Roberto García Quevedo director de la obra. 20
El 21 de mayo de ese año, la Comisión invitaba a una Jai Alai con el objeto de “retribuir la (fiesta) que gentilmente nos ofreciera la Dirección de Euskal Ordua el día de la bandera baska”. Esta fiesta tuvo lugar en la sede del Montevideo Rowing Club. Al pie de la tarjeta invitación se recomendaba concurrir puntualmente con el fin de aprovechar las horas de sol para la filmación de la película Los Baskos en Uruguay21, la misma a la que nos hemos referido anteriormente.
Pocos días más tarde, el ofrecimiento de sendas ikurriñas enviadas por Emakume Abertzale Batza de Bilbao realizado por Angelita Bilbao a los dos centros vascos que por entonces existían en Montevideo, arrojó como resultado la aceptación por parte de Euskal Erria y el rechazo del Centro Euskaro Español. En virtud de ello, la Sociedad Euskal Erria organizó una ceremonia que tuvo lugar en el Recreo de Malvín el 6 de agosto de 1933. En ésta, realizada con toda solemnidad, fueron los padrinos Luis San Martín, Presidente de la institución y la señora Francisca S. de Maimó.
Esta fiesta se constituyó en una excelente oportunidad para filmar un nuevo capítulo de la ya mencionada película, y en una de las fotografías tomadas durante la jornada es posible distinguir al camarógrafo de la casa Max Gueksmann.
No sabemos si este film que nos permitimos incluir dentro de la categoría de documental y que consideramos el primero y único de su tipo filmado en Uruguay, llegó a ser exhibido en nuestro país tal como estaba anunciado, pero sí podemos presumir que fue proyectado en el País Vasco. Nuestra suposición se basa en que, en su edición del 26 de octubre de 1935, el periódico Euzkadi de Bilbao anunciaba la conferencia “Los vascos en la independencia del Uruguay” que, a cargo del periodista uruguayo Roberto García Quevedo, se desarrollaría en el Batzoki de Sabin Etxia el siguiente domingo a las 11.00 hs.22 Tres días más tarde, el mismo medio informaba que la disertación se había desarrollado ante una nutrida concurrencia y fue acompañada por una proyección cinematográfica.23
Pocas semanas más tarde, el 2 de noviembre, la antigua Carretera de Santiago, en Zornoza, Bizkaia, recibía el nombre de Avenida de Montevideo en cumplimiento de lo acordado por el Ayuntamiento de la villa, que de esta manera rendía homenaje a la República Oriental del Uruguay. Entre las autoridades que participaron en el descubrimiento de la placa se encontraba el gobernador de la provincia, el alcalde, los consejales, el Cónsul de Uruguay y Roberto García Quevedo.
Ese mismo día, y en el marco de los festejos, el último de los nombrados dictó una nueva conferencia en el paraninfo del Instituto. En esta oportunidad, que también contó con el auxilio de una proyección cinematográfica, el público fue escaso.24
Una vez más debemos confesar nuestro desconocimiento sobre el paradero de esta película y nuestros temores de que se haya perdido definitivamente.
El día 7 de octubre de 1934, llegó a Uruguay, a su paso hacia la vecina ciudad de Buenos Aires, donde asistiría al XXXII Congreso Eucarístico Internacional, Teodoro Ernandorena presidente del Gipuzko Buru Batzarra.
En diversos medios se anunciaba que era portador de la película de carácter nacionalista “Euzkadi”, adaptada para ser vista por la colectividad vasco americana. En ella se demostraba, según el propio Ernandorena, la enorme personalidad que ha tenido Euzkadi a través de los siglos.25 Confirmando esta información, el propio Ernandorena envió una carta, fechada en Donostia el 19 de septiembre de ese año, en la que comunica al presidente de Euskal Erria “que el 20 de este mes, o sea mañana, embarcamos en Barcelona en el cabo “San Agustín”, llevando de paso con nosotros la película “Euzkadi” que tan resonantes éxitos ha tenido en todas partes donde ha sido proyectada y que esperamos continúen dichos éxitos por esas tierras americanas”26; y en el periódico bonaerense nación Vasca se anunciaba que el G. B. B., tras haber proyectado la película en Euskadi con “un éxito sin precedentes” se proponía “realizar cuantos sacrificios sean necesarios para salvar los obstáculos, principalmente de carácter económico” para hacerla llegar a América.
Foto: kevindooley.
No obstante estos anuncios, Ernandorena no lograría –por lo menos en este viaje– que la película Euzkadi fuera exhibida en América, tal como quedaba reflejado en el artículo que, sobre su visita, se insertaba en Nación Vasca de diciembre de 1934: ...El sólo gesto –imposibilitado de cumplirlo, desgraciadamente– de querer traernos el film documental titulado Euzkadi, ya predispuso nuestros ánimos a la simpatía hacia la personalidad relevante del doctor Ernandorena...27
La razón de este fracaso sería expuesta en la “Memoria” anual presentada por el Consejo Directivo Acción Nacionalista Vasca de Buenos Aires en la Asamblea de mayo de 1935:
...Atendiendo nuestros deseos y los de nuestros hermanos de Uruguay y Chile las autoridades del Gipuzko-Buru-Batzarra decidieron remitirnos la película “Euzkadi” que a su iniciativa se filmó el año pasado con motivo de las fiestas patrióticas que tuvieron lugar en nuestra patria. Este Consejo directivo tomó a su cargo la organización de los trabajos para el mejor éxito de su exhibición en una de las principales salas de esta capital, mandando confeccionar a este objeto, unos artísticos carteles de propaganda.
Cuando nuestra labor llegaba a su fin con hondo sentimiento nos fue transmitida la noticia que el gobierno español había impedido su embarque en el puerto de Barcelona...28
Hasta el momento no hemos hallado documentación alguna que nos permita asegurar si esta película, de la que no se conserva ninguna copia, fue exhibida en suelo americano.
Aproximadamente en el año 1940 el inmigrante bilbaíno Pedro Arteche realizó una serie de filmaciones caseras, por cierto de no muy buena calidad, donde recoge diversas imágenes familiares.
Nos permitimos insistir en la advertencia que hemos realizado al comienzo de este trabajo, en cuanto a que no no nos corresponde analizar el interés que tales documentos puedan poseer, sino simplemente dar cuenta de su existencia.
La primera toma la ubicamos en la playa Ramírez, en las proximidades del Parque Hotel. Las dos niñas pequeñas son Nora y Martha, hijas de Pedro Arteche. La mayor era una empleada de la familia.
La segunda toma, en donde también aparece Teresa Rizzi, esposa de Arteche y madre de las niñas, corresponde a una filmación realizada en el Prado, en las proximidades del jardín Botánico.
Las siguientes, tomadas en la casa de la calle Carabelas y en plazas que no hemos logrado identificar, incluyen juegos infantiles, paseos y disfraces de carnaval.
Por último vemos a Pedro Arteche junto a unos amigos en el Parque Salus, departamento de Lavalleja.
Es necesario recordar que Arteche, al igual que el ya mencionado Garmendia, fue uno de los “los catecúmenos de la fe” que propiciaron el recibimiento de José Antonio Aguirre por parte de las autoridades uruguayas en el año 1941.
A partir de 1960 se desempeñó como Delegado del Gobierno Vasco en el Uruguay hasta su fallecimiento en Montevideo en el año 1971.
Influenciada por los ecos de la Gran Semana Vasca que con notable suceso se había realizado en Montevideo en octubre/noviembre de 1943, al año siguiente se creaba en Euskal Erria la Comisión de Fiestas, Arte y Cultura que, bajo la presidencia de Vicente de Amezaga estaba constituida por Martín Aguirre Rodríguez Larreta, Aitor Hormaeche, Antonio Ezcurra, Ricardo Guisasola, J. P. Zubillaga, y Javier Igoa Erasun.29
Una de las primeras innovaciones realizadas por esta nueva comisión fue la conmemoración de la fiesta de San Ignacio para la cual se programó un oficio religioso, un partido de pelota y un almuerzo de camaradería.
Llegado el domingo 6 de agosto y tal como se había programado, la jornada se inició con una misa celebrada en la Iglesia de los Vascos por el R. P. Pedro Mendivil, continuó con un partido a paleta entre P. Martínez y Andruquito contra Petrini y San Martín, para culminar con un almuerzo de camaradería.
Esta fiesta, además de ser la primera conmemoración de la festividad de San Ignacio realizada por la institución, se caracterizó por haber sido filmada por un equipo de Noticias Uruguayas, organización periodística que proyectaba sus cintas en los cines de la capital bajo el nombre de Informativo Cinematográfico realizado con noticias de La Razón.
Esta cinta, que lleva por título “Fiesta en Euskal Erria” y tiene apenas 30 segundos de duración, comienza con una vista de los pelotaris disputando un encuentro en lo que a juicio del periodista es la “Catedral de la Paleta” y a un grupo de espectadores que presencias el partido desde el túnel de la cancha y desde el balcón posterior, finalizando con una rápida y jocosa mirada a los comensales, particularmente a Joaquín Berroa, seleccionado por el camarógrafo por su destacable humanidad y su alegría contagiosa.
El rollo original de este film se conserva en el archivo de la Sociedad Euskal Erria.30
Por último debemos citar la colección de películas que pertenecieron a Dionisio Garmendia, cuyas copias se conservan en la Universidad Católica del Uruguay –a quienes agradecemos su colaboración en esta investigación.
En este trabajo ya nos hemos referido a una de las películas de esta colección, seguramente la más conocida por haberse incluido en el programa televisivo Inéditos. Entre las restantes, la mayoría se trata de películas que recogen episodios históricos de sumo interés aunque ajenas al tema que hoy nos ocupa, con excepción de dos de ellas, que, al parecer, son películas familiares.
Dos razones nos impiden extendernos sobre estos films: en primer lugar hemos tenido dificultades para convertirlas a formato digital para poder proyectarlas en este foro, y en segundo lugar, no hemos logrado identificar a ninguna de las personas filmadas ni hemos podido acceder a referencia alguna que nos permita suponer que en efecto se trata de la familia de Dionisio Garmendia.
1 Irían Zalakain, Marcelino; Álvarez Gila, Óscar; Euskal Echea. La Génesis de un sueño (1899-1950). Llavallol; Vitoria, 2000.
2 Euskal Erria, Año IV, Nº 164, Montevideo, 30 de octubre de 1915. La delegación de Euskal Erria estuvo integrada de la siguiente manera. Por el Consejo Directivo: José María Lizarraga, Nicolás Inciarte, Juan B. Bidegaray (h) y José Gorriti. Por la Comisión de Beneficencia e Instrucción: Pedro Bidart, Juan Harambure, Lorenzo Zabaleta, Martín Mariezcurrena y Francisco Garayalde. Por la Comisión de Damas: Manuela Imenarrieta de Inciarte, Antonia E. de Mariezcurrena, Juanita Bidart, Ana Harambure y Baldomera Imenarrieta de Zabaleta. Por la Comisión de Fiestas: Fernando Parrabere y Agustín Zabaleta. Por la Revista: Arnaldo P. Parrabere.
3 Esta película estaba distribuida en siete episodios:
a) Panorama.
b) Vista general.
c) Vistas particulares de los edificios.
d) Bailes Baskos.
e) Comisiones de Euskal Echea y Euskal Erria.
Fiestas del Colegio de niños y niñas.
4 Euskal Erria, Año V, Nº 194, Montevideo, 30 de agosto de 1916.
5 Euskal Erria, Año IV, Nº 234, Montevideo, 30 de septiembre de 1917.
6 Euskal Erria Nº 197; Montevideo 30/9/1916.
7 AEE, ACD Nº 190; 12/9/1916.
8 AEE, ACD Nº 191; 19/9/1916.
9 El proyecto había sido elaborado por el directivo Lorenzo Zabaleta.
10Euskal Erria Nº 208; Montevideo, 20/1/1917.
11Euskal Erria, Año XX, Nº 648; 1 de septiembre de 1932.
12 Archivo; Euskal Erria, Montevideo, 1941.
13Euskal Erria, Año XX, Nº 652, 1 de noviembre de 1932.
14Euzkadi, 27/4/1933. Este periódico, en un artículo titulado Los Vascos en América; La labor de una emakume en Montevideo, decía, refiriéndose a Angelita: “La emakume ha desarrollado un plan de la causa por la que lucha. No le ha bastado poner en pie de guerra a la colectividad vasca de Montevideo. (...) Todo lo cual ha podido hacerse porque el fundador de la emisora (Euskal Ordua ) es un uruguayo inteligente, cuya entusiasta cooperación a la causa nacionalista se debe también a la fervorosa propagandista”.
15 La Baskonia, 1/1/1934.
16 Archivo de Euskal Erria (A.E.E), Carta de Euskal Ordua a Euskal Erria, 3/4/1933.
17 Julián Labaca ya no se repondría de su larga enfermedad, falleciendo en Montevideo el 3 de enero de 1934.
18 Euskal Erria, Nº 665, del 15 /5/1933. Sin embargo, el diario Euzkadi, en su edición del 27 de abril de ese año, dice que el padrino fue Regino Galdós, vasco benemérito que lleva sus ochenta y pico de años a cuestas con fortaleza racial...
19 El belga Enrique Lepage junto a sus colaboradores el austríaco Max Glücksman y el francés Eugenio Py –todos ellos radicados en Argentina– fueron los pioneros del cine argentino, habiendo comenzado en el año 1896 las primeras exhibiciones de los films de los Hnos. Lumière en el teatro Odeón de Buenos Aires. En 1897 ruedan el primer documental argentino titulado “La Bandera Argentina”.
20 Euzkadi, 19/7/1933.
21 Archivo de la Sociedad Euskal Erria de Montevideo (A.E.E). Invitación del 21/5/1933.
22 Euzkadi,26/10/1935
23 Euzkadi, 30/10/1935
24 Euzkadi, 2/11/1935
25 UGALDE ZUBIRI, Alexander; La Acción Exterior del Nacionalismo Vasco (1890-1939): Historia, Pensamiento y Relaciones Internacionales; Bilbao, 1996.P. 429.
26 A. E. E. Carta de Ernandorena al Presidente de Euskal Erria. 19/9/1933.
27 Nación Vasca, Año XI, Nº 79, Buenos Aires, diciembre de 1934.
28 Nación Vasca, Año XI, Nº 81, Buenos Aires, mayo de 1935.
29 Euskal Erria, Montevideo, , Nº 898, 1/8/1944.
30 Euskal Erria, Montevideo, Nº 899, 1/9/1944.
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