Pedro María Irujo Ollo.
Personalidad navarra nacida en Estella - Lizarra el 23 de febrero de 1910. Militó en el nacionalismo desde muy joven optando por Acción Nacionalista Vasca en 1930. Estudió Derecho perteneciendo a la Agrupación de Cultura Vasca de Madrid de la que fue bibliotecario en 1931. Era hijo del abogado estellés Daniel Irujo y Urra, adelantado del nacionalismo vasco en Navarra.
Se halla en Estella - Lizarra cuando estalla la insurrección militar del 18 de julio de 1936 consiguiendo reunirse con sus hermanos Andrés María y Manuel en Donostia-San Sebastián. Desde este momento, con 26 años, va a verse envuelto en los acontecimientos en los que perderá gran parte de su juventud.
Condujo el coche en el que elementos nacionalistas y el anarquista Jesús Escauriaza lograron sacar al obispo R. Gandásegui de San Sebastián pasándolo a zona nacional en septiembre de 1936. Días después (13 sep.) fue detenido en alta mar cuando, tras la caída de la capital donostiarra, se trasladaba, a efectos informativos, a territorio francés. La declaración de Gandásegui ante las autoridades militares de Pamplona / Iruña le salvó la vida, aunque tuvo que aprender a vivir varios años de su vida con una condena a muerte que podía hacerse efectiva en cualquier madrugada. Fue indultada la pena en 1939 pero la prisión prosiguió, atenuada sólo con la presencia del pintor Ciga con el que aprende a pintar en los seis años y medio de reclusión. Sale de la cárcel desterrado a Cuenca. De allí, atendiendo a la proposición de Ajuriaguerra, se traslada a Madrid, ciudad en la que se enrola en la actividad clandestina vasca. A los tres años debe de traspasar la frontera debido a la caída de varios compañeros, en septiembre de 1946. Al año siguiente desempeña el cargo de agregado cultural de las Delegaciones del Gobierno Vasco en Sofía y Budapest, tras lo cual marcha a la Argentina donde reside su hermano Andrés. En Buenos Aires llega a exponer varias veces, manteniendo una muestra permanente en el Estudio-Galería de Flores Kaperotxipi, en Mar del Plata. Varias de sus obras figuran en prestigiosas colecciones particulares. Ejerce también la crítica de arte y, desde 1960 a 1975, dirige Tierra Vasca, publicación de ANV editada en América y distribuida en ésta y en Europa. A su mano se debe el prólogo de la obra Por la libertad de Juan García Durán (Méjico, ed. CNT, 1956, 226 pp.). Vuelve a Navarra tras la muerte de Franco residiendo en Pamplona / Iruña donde fallece el 24 de febrero de 1983.
En las primeras elecciones celebradas en el Estado Español tras el franquismo fue candidato a Senador por Acción Nacionalista Vasca, 1977.