José de Ariztimuño Olaso (primero por la izquierda).
Realizó estudios sacerdotales en los seminarios de Vitoria y Comillas, ordenándose en 1922 en Vitoria y dedicándose al principio preferentemente a labores misionales tales como la organización de la exposición misional de Barcelona de 1929. Con posterioridad su dedicación al país fue intensa como lo atestiguan las diversas empresas que inició, los artículos diseminados por publicaciones y periódicos, las polémicas sostenidas con sus adversarios políticos, la recogida fresca de folklore, etc.
En 1930 asume la dirección de la naciente sociedad Euskaltzaleak; por entonces se halla entregado de lleno al renacimiento vasco y le atrae el movimiento obrero al que trata de infundir aliento demo-cristiano. En 1931 publica en San Sebastián La muerte del euskera o los profetas de mal agüero y toma parte directa en la fundación del diario “El Día”. La revista Yakintza-cuyos números van a aparecer hasta junio de 1936- es fundada por Aitzol en 1933. Una de las obras más significativas de su pensamiento político, La democracia en Euzkadi, aparece en 1935: la democracia es concebida por Ariztimuño como democracia representativa regulada por las instituciones forales.
En 1936 se refugia en Belloc (Lapurdi), vuelve rumbo a Bilbao en el buque “Galerna” el día 15 de octubre conducido preso a la cárcel donostiarra de Ondarreta, fue fusilado dos días más tarde en las tapias del cementerio de Hernani.