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Jorge BERAMENDI
Trataremos la vida y obra de un vasco bien argentino de obra multifacético. Luis Bayón Herrera nació el 23 de septiembre de 1889 en Bilbao, España. Desde pequeño fue afecto a la lectura. Estudió declamación en España con Margarita Moreno, según contaba la actriz cómica argentina Niní Marshall en sus memorias. Luego aún muy joven se trasladó a Buenos Aires.
Su pasión era la literatura e iba ensanchando su cultura con la lectura de libros. Le gustaba la poesía y el teatro. Primero pensó en dedicarse a la poesía y colaboró enviando poesías a la publicación Nosotros.
Luis Bayón Herrera.
Se incorporó a la publicación Vida Moderna que dirigía Manuel Láinez. Pero las circunstancias lo llevaron al teatro. En 1907 escribió la pieza Cómo se olvida, la obra fue leída por Nicolás Barros. Fue estrenada por el gran actor y cabeza de compañía Pablo Podestá en 1913. A esta comedia le siguió dos meses más tarde en ese mismo año Santos Vega que también fue estrenado por Pablo Podestá. Al respecto el historiador del teatro Mariano G. Bosch en su Historia de los orígenes del teatro nacional argentino y la época de Pablo Podestá, publicada en 1929, dice: Después de las obras mencionadas, que estrenó la compañía Podestá-Pagano en el Nuevo en 1913, hubo un estreno en junio 5, del poeta español L. Bayón Herrera, un admirable versificador: Santos Vega, arreglo de la leyenda; pero la mayor parte de sus escenas, estaban constituidas por payadas, contrapuntos, gatos, pericones, cielitos, etc. Poco dinero dio esta obra a su autor, pero él fue, andando los años, uno de los que, imitando más o menos bien el género que importó Mme Rosimi a la Ópera, la revista bataclánica, ganó fortunas. El Santos Vega, lo repitió dos años después Alippi, en una temporada algo extravagante que hizo en el teatro San Martín; se dio muy pocas veces. Y Bayón Herrera apareció en 1916 en el Royal, Corrientes 835, con compañía de revistas y obras de aparato.
La tercera pieza que asimismo estrenara Podestá fue Siripo en 1914, con Camila Quiroga. En colaboración con Carlos Schaeffer Gallo escribió la pieza teatral La rabia en el camino en 1915. Al año siguiente, el gran actor Florencio Parravicini le estrena la pieza Los tenebrosos.
Entre 1916 y 1935 Bayón Herrera hizo el libreto y dirigió más de 200 revistas en Buenos Aires. Para ello contó con la inestimable participación de Manuel Romero, que luego sería otro gran director de la cinematografía argentina. Otro escritor que comparetió con Bayón Herrera la autoría de piezas revisteriles fue Ivo Pelay.
La primera obra revisteril que escribió fue Buenos Aires QEPD, que fue representada por la compañía Vittone-Pomar en el teatro Nacional. Fue versificador ingenioso, satírico punzante. En varias ocasiones salvó temporadas declinantes de revistas con cuadros de actualidad. Después de la visita de Madame Rasimi se dedicó a crear revistas en el Teatro Porteño, junto a Manuel Romero.
En las revistas de Bayón Herrera llegó a trabajar Maurice Chevalier. Una de ellas La maravillosa revista digna de los mejores escenarios de París recolectó mejores críticas que entradas, pero luego puso otra revista en el Sarmiento y le siguió el éxito.
Entre las obras revisteriles en colaboración con Manuel Romero podemos citar en 1929 en el teatro Sarmiento Las aventuras de tres cesantes, disp. comico de un acto y quince cuadros que fue estrenada el 4 de abril. El 4 de mayo de 1929 se estrenó La historia regocijante de un guante desesperante en un acto y quince cuadros y el 15 de junio de 1929 se estrenó El presidente tiene razón revista en un acto y quince cuadros.
En 1946 dirige la película Tres millones y el amor.
En 1930 escribió y puso la revista Gran Matrimonio Nacional en el teatro Sarmiento y con ello salvó la temporada. El general Uriburu aplaudió la obra aunque en ella se le retratara. Bayón Herrera sabía caricaturizar sin herir. Su trayectoria revisteril se desarrolló en los teatros Royal, Porteño, Ópera, Nacional, Sarmiento y Maipo.
Al mismo tiempo Bayón Herrera hizo el libreto de óperas argentinas estrenadas en el Teatro Colón de Buenos Aires.
En esta etapa corresponde la autoría de letras de tangos entre ellas dos tangos que grabara Carlos Gardel: 1922 en sello Odeón El Taita del Arrabal, y en 1927 Un tropezón da cualquiera en la vida.
Estaba de gira por Europa con la Compañía de Revistas Porteñas del Teatro Sarmiento cuando coincidió en Francia con la filmación de la película dirigida por Adelqui Millar Luces de Buenos Aires interpretada por Carlos Gardel en la localidad de Joinville. Carlos Gardel conocía a Bayon Herrera junto con Manuel Romero. Este era un prolífico autor de letras de tango además de socio y coautor de las revistas teatrales. Gardel casi seguramente había hablado en Buenos Aires con los dos. A Gardel le obsesionaba la idea de filmar una película. El lugar ideal sería Francia. Allí la Paramount había montado unos impresionanates estudios de filmación cerca de París en Joinville-le-Pont. Gardel actuó en Niza y volvió a París, donde La Revue Argentine de Buenos Aires, de Romero-Bayón Herrera actuaba en el teatro Palace desde mediados de febrero de 1931. El cantor, junto con los libretistas, fue acercado a la Paramount por el director chileno Adelqui Millar. El tema sería argentino pero faltaba una orquesta y la casualidad hizo que se encontraran en París, Julio De Caro que quería ir a Inglaterra para cumplir con una invitación del príncipe de Gales. Pero pudo más el pedido de Gardel y fue contratado por los estudios por 50.000 francos por adelantado y 150.000 francos luego de terminado el trabajo. Gardel firmó con la Paramount un contrato por 125.000 francos y 6.000 francos por día por sobre las tres semanas de rodaje del film. El éxito de la película fue instantáneo en Hispanoamérica y España. El diario La Nación de Buenos Aires dijo que sin ninguna complacencia nacionalista era una de las mejores comedias que el cine sonoro ha realizado.
Romero y Bayón Herrera realizan así sus primeros pasos en el medio cinematográfico. Romero es contratado para hacer dos películas en castellano por los estudios en Francia, La pura verdad y ¿Cuándo te suicidás? en 1931. Cuando regresó a Buenos Aires fue contratado por Lumiton para realizar películas que se estrenan a partir de 1935. Ligado a Manuel Romero, Bayón Herrera continuó con la revista pero también actuó como guionista de cine:
Los estudios EFA (Establecimientos Filmadores Argentinos) de Buenos Aires fueron formados en 1937 Adolfo Z. Wilson, Clemente Lococo y Julio Joly. Wilson y Joly tenían sus propias compañías cinematográficas que unieron al nuevo proyecto y Clemente Lococo era el propietario de salas de exhibición y aseguraba la distribución de la producción.
Edificaron los estudios en la calle Lima 1265, donde luego se instalará el canal 13 de televisión.
El ingreso principal era por la calle Lima y tenía salidas por las calles Salta y Humberto I. Tenía tres galerías. Galería es la denominación argentina de lo que luego se conoce como estudio o set y que consiste en una nave, llamada en América del Sur galpón. La galería chica era de 20 por 25 metros, la galería grande de 30 por 60 metros y la galería intermedia de 30 por 40 metros, que se utilizaba para los backprojectings y la filmación de pequeñas angulaciones. El plano era en forma de letra te y tenía pegado los talleres, que se desarrollaron ampliamente. La jornada de 120 obreros se iniciaba a las seis de la mañana para entregar los decorados a las 13 horas que era el horario de comienzo de rodaje.
Luis Bayón Herrera fue uno de los directores preferidos de esta compañía cinematográfica. Fue contratado en 1938 y realizó 31 películas en el estudio y dos en coproducción además de cuatro fuera de EFA (1938 Jettatore, Lumiton; 1950 Buenos Aires a la vista, Mapol; 1950 El seductor, Interamericana; 1951 Una cubana en España, CIFESA en España).
En 1947 dirige la película Lucrecia Borgia.
Era el director ideal para una compañía de estrellas como era EFA. En 1939 comienza con el rodaje de Mi suegra es una fiera con Olinda Bozán que es una comedia, seguida luego por Oro en barro en el mismo año y el gran éxito de ese año Cándida con Niní Marshall. Se basa en la llegada de una gallega en busca de trabajo, casa y comida. Niní Marshall es el eje de toda la película con su personaje e inaugura un tipo de comedia basada en el personaje, al que puede extraerle situaciones risibles y a la vez aspectos psicológicos y ternura. El director que era vasco fue fundamental porque sabía el contraste entre lo argentino y lo gallego. El éxito impulsa a la concreción de la trilogía: Cándida, 1939; Los celos de Cándida, 1940 y Cándida millonaria, 1941. Niní Marshall había hecho este personaje en radio y era autora de los diálogos. Colaboró en las películas también en los diálogos. Según cuenta Niní sobre su comienzo del trabajo con Bayón Herrera. Ella estaba contratada por Luminton, sobre la que había hecho películas sobre el personaje Catita. Manuel Romero intercedió para que la prestaran para EFA en el proyecto para Cándida. Guerrico y Lofiego aceptaron con la condición de que no rodara películas con el personaje de Catita. Sigue diciendo Niní: La propuesta me pareció excelente, porque me ofrecía la oportunidad de crear en la pantalla otro de mis personajes con una faceta más sensible, más humana. Pensé que Cándida se prestaba para hacer alguna escena dramática. Era una forma de demostrar que también servía para conmover. Mi alegría no tuvo límites cuando el director (Luis Bayón Herrera) aceptó filmar un tema mío que venía dándome vueltas en la cabeza (...) Así surgió Cándida (...) El guión cinematográfico lo hizo Hernán de Castro pero mis diálogos como fue habitual en la mayoría de las películas que hice, los escribía y adaptaba yo (...) Luis Bayón Herrera era un hombre muy inteligente. Temperamental, sanguíneo, diría yo. Tenía cultura, en particular literaria, y era buen poeta. (...) En Argentina fue coautor y codirector junto a Romero de memorables temporadas de revistas. Después fue su ayudante de dirección y, como él, tenía sentido intuitivo de lo popular. Una palabra que a muchos snobs no les gustaba y que para mi es la base de toda obra llamada a trascender, si se hace con respeto. Lo importante es no confundir popular con populachero o chabacano.
Cándida resultó algo digno ... tenía un buen planteo y humanidad en su contenido Bayón Herrera hizo ... auténtico cine. La cámara, más que fotografiar, sugirió estados de ánimo, escenas costumbristas y sentimientos ...Quedé muy contenta con el resultado. La incorporación de Cándida al cine no podía haber sido mejor. Sentí entonces que era un silencioso homenaje a Francisca, mi gallega, que en su rincón español jamás imaginó haber sido mi fuente de inspiración.
Bayon Herrera sigue filmando con tres comedias basadas con la actuación de Luis Sandrini: El más infeliz del pueblo, 1941; Peluquería de señoras, 1941 y Secuestro sensacional, 1942. Siguió con la unión de Hugo del Carril como galán en una cuarta película de Sandrini Los dos rivales en 1943. Hugo del Carril participó con Bayón Herrera en otras películas: El astro del tango, 1940; La novela de un joven pobre, 1942; Pasión imposible, 1943; Piel de zapa, 1943. Usa argumentos basado en adaptación de novelas de Octave Feuillet y Honoré de Balzac. No solamente estas sino otras películas posteriores son adaptaciones e incluso otras de sus adaptaciones fueron filmadas por otros directores.
Según aparece en las fotos que se pueden consultar en la biblioteca del Museo del Cine de Buenos Aires, se lo ve siempre impecablemente vestido. Acostumbraba usar el traje con tiradores para sostener los pantalones o el traje con chaleco. Siempre tiene el pelo cortado y peinado con gomina. Usa constantemente anteojos y en ocasiones se lo ve fotografiado con quevedos, Su figura siempre fue la misma, mantenía su figura y apostura.
En 1951 filmó en Argentina y volvió a España para encarar una coproducción entre España y Cuba, siendo ésta su última película.
Su carrera siguió hasta principios de los años cincuenta. Falleció en Buenos Aires el 31 de marzo de 1956, después de una enfermedad que no comunicó a sus amigos sufriendo en soledad.
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