El serígrafo y pintor bilbaino Jesús María Grifell utiliza imágenes con estética “tatuaje” , dispuestas en una suerte de horror vacui. Con semejante efecto consigue concitar la atencion del espectador en la obra representada.
Imágenes de delicado trazo, pero que no se olvidan dado que el blanco y negro permite prestar atención a los detalles y retenerlos con más facilidad.
Su estética recuerda además a los textos hechos con tinta china, blanco sobre negro, y sobre pápiro u otros soportes naturales. Textos que trascienden más en el tiempo dado la sencillez de sus formas. Y si sigue en esta linea, la obra de Jesús María Grifell continuará haciéndose un hueco en la estética actual.
En este caos de información visual, se agradece la estética que trascienda al tiempo: como la poesía o “palabra en el tiempo”. Y trascender, trasciende por lo personal la obra de Jesus María Grifell por su horror vacui en semejante marasmo informativo en el que estamos implicados.
Ramuntcho Robles Quevedo
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