En el jardín de tu casa, tu mujer en el jardín, los perros que acompañan a mi mujer, como cambia la luz... y ese falcónido con capuchón.
Esta frase bien podría ser suscrita por Ramón Pérez si fuera adivino, pero como no lo soy tan sólo me es dable especular.
Empero sé que es una muestra pictórica en la que Ramón Pérez muestra la persistencia del tiempo, sin cambiar ni de lugar ni de escenario (su jardín) ni de protagonistas: su mujer, sus perros y un desvencijado sofá rojo.
Y Ramón juega con las veladuras, para así fijar esas imágenes en su retina, para que siempre estén donde nunca han dejado de estar doquiera pase sus días, transcurra como transcurra el tiempo. Veladuras, atmósferas, para detallar un mismo motivo de muchas formas. Desde lejos, al detalle de conjunto y de cada personaje, jugando con la luz.
Y ese totem falcónido como ciego testigo del trascurrir del tiempo.
Mientras el tiempo late en lo cotidiano.
Ramuntcho Robles Quevedo
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