Los animales tienen cada vez menos espacio para habitar, ya que los humanos cada vez ampliamos más nuestro espacio habitacional, sobre todo desde que cada vez hay más humanos que quieren tener cada vez más de lo que necesitan para vivir.
Cada vez todo es más caro, y los recortes se notan en todo tipo de ámbitos: y no lo es menos en cultura, donde los caterings de las vernissage de arte en general es lo primero que se borra del presupuesto cultural de las instituciones públicas.
Todo esto podrían ser ideas que animaron a expresarse a Greta Alfaro (Pamplona, 1977) de la manera que lo hace en sus videos. Pero independientemente de la idea subyacente, una de las cosas que nos unen a todos los seres vivos es la necesidad de alimentarse: y las sorpresas también alegran a todo ser vivo.
La idea de poner una mesa maravillosamente dispuesta para que coman unas 12 personas en un lugar que me hace pensar en las Bardenas me parece muy ingeniosa. Y al ver como el objetivo es que los buitres coman y se vea como se pelean por coger el mejor trozo de la pitanza es un espectáculo indescriptible. Cómo no recordar la secuencia de las arpías comiéndose la comida del oráculo ciego al principio de “Jason y los Argonautas”?. Y los humanos, disfrutando el ciego espectáculo que supone para los buitres el alimentarse con manjares inesperadamente hallados. Y sin siquiera ver modificadas sus conductas alimentarias.
Una tarta nupcial, 2 jabalís y un entorno nevado. En la estética de la sorpresa alimenticia, en este vídeo de Greta ya hay mucho humor. Los jabalís se encuentran con algo que “¡no parece nieve!”; algo dulce, esponjoso y pegajoso. Algo en lo que revolcarse. Los jabalís incluso hacen pruebas de maquillaje. Y cuando se aburren, se van: los jabalís no pecan de gula, ni de avaricia.
Un vídeo donde se ve que una capilla renacentista mexicana es cubierta por merengue estilo “a la italiana”: el que considera más apropiado una maestra repostera mexicana, que cuenta con colaboradores.
El día de la inauguración, los asistentes son invitados a comerse toda la obra objeto de la exposición. Sólo que aquí ya se comenta, ya se valora (aunque quizás los buitres y los jabalís comentan y valoran), y se disfruta de manera aparentemente menos inocentes.
Aunque lo básico sea la comida, la imaginación de Greta Alfaro es tan fértil respecto a lo creativo que sus vídeos nos entretienen, nos enseñan y también nos alimentan el alma y el sentido crítico ayudándonos así a no dar nada por sentado (haya sido uno o no invitado a la mesa).
La opiniĆ³n de los lectores:
comments powered by Disqus