Las rocas más antiguas del
valle de Oiartzun, se encuentran formando parte
de la denominada serie esquistosa de Cinco Villas
(Bortziri), integrada por una serie monótona de
filitas, lutitas metamórficas, cuarcitas,
conglomerados y calizas cuya potencia ha sido
estimada en los 2.000 metros de potencia por
algunos autores (REQUADT, 1972 y 1974; HEDDEBAUT,
1975; CAMPOS, 1979 y PESQUERA, 1985).Los distintos autores que
han estudiado la sucesión esquistosa Cinco
Villas (Bortziri), le atribuyen distintas edades:
Silúrico (ADAN DE YARZA, 1884; STUART-MENTEATH,
1888), Carbonífero (PALACIOS, 1919; LA VERDIERE,
1930; GOMES DE LLARENA, 1950; HEDDEBAUT, 1975),
Dinantiense (LAMARE, 1936,1939 y 1956);
Namuriense (SCHMIDT, 1952) y Westfaliense (REQUAD
et al, 1977). Las dataciones más fiables que
disponíamos hasta ahora nos animan a datarla
como perteneciente al Carbonífero inferior (facies
Culm), pudiendo correlacionarla con las facies
similares existentes en otros macizos
norpirenaicos (MIROUSE et al, 1983). Sin embargo,
recientes descubrimientos llevados a cabo en la
zona de Etxalar y Oiartzun, nos permiten retrasar
la edad de algunos tramos esquistosos de la serie
Cinco Villas (Bortziri) hasta el Emsiense (TORRES
6 VIERA, en fase de publicación: "Presencia
de fauna paleozoica en el área periférica del
plutón de Aiako Harria (Oiartzun, Gipuzkoa)").
En
la vertiente del valle de Oiartzun y en las
inmediaciones del stock granítico de Aiako
Harria-Bianditz encontramos, entre la serie
esquistosa, algunos estratos asociados a tramos
calizos conteniendo fauna determinable de edad Emsiense
(Devónico inferior) que señalan
edades de unos 388 millones de años.
Estos fósiles son considerados como los más
antiguos de Gipuzkoa y del conjunto de la
Comunidad Autónoma Vasca.
Se han encontrado
los siguientes fósiles característicos del
periodo Devónico inferior, cuya presencia, hasta
el momento, no había sido citada en tierras
gipuzkoanas:
Braquiópodos-Spiriferidos
Euryspirifer
paradoxus (ROEMER)
Paraspirifer
cultrijugatus (ROEMER)
Mucrospirifer
mucronatus (CONRAD)
Spinocyrtia ostiolata (SCHLOTHEIM)
Braquiópodos-Rhynchonellidos
Pugnax pleurodon (PHILLIPS)
Crinoideos
Poteriocrinites sp. (AGASSIZ)
BREVE HISTORIA
DEL HALLAZGO
Desde la Sección
de Geología de la Sociedad de Ciencias ARANZADI,
se acometía, a comienzos del año 1998, la
publicación del estudio geológico del Valle de
Oiartzun, que fraguaría en la publicación: OIARTZUN
HARANAREN GEOLOGIA / GEOLOGIA DEL VALLE DE
OIARTZUN.
En el transcurso
de las diferentes salidas de campo, para
comprobación de los datos geológicos y
paleontológicos preliminares, se localizó un
afloramiento de
rocas esquistosas, cercano al caserío Gaztelu-goikoa
de Oiartzun, que contenía, contra todo lo que
cabía esperar, numerosos fósiles de braquiópodos
y crinoideos, que resultaron ser del Devónico
inferior (Piso Emsiense) señalando edades
de unos 388 millones de años.
La importancia de
estos fósiles estriba sobre todo en su edad, los
más viejos del conjunto fósil de Gipuzkoa y de
paso de la C.A.V.
Con anterioridad,
se habían citado braquiópodos por J Gomez de
Llarena, (1950): Breve noticia sobre hallazgos
paleontológicos en el paleozoico de los Pirineos
Vascos. Est.Geol, Nº 11,pp.245-247; en la
vertiente irunesa, atribuyéndoles una edad
Namuriense (Carbonífero inferior), es decir de
unos 333 millones de años.
Con este hallazgo
rebajamos la antigüedad del registro fósil en
55 millones de años.
En la actualidad
preparamos la descripción científica de los fósiles
y del yacimiento, que será publicado en la
revista MUNIBE, órgano de la Sdad. De Ciencias
ARANZADI. Si bien la edad del yacimiento se
encuentra perfectamente ajustada, se trata ahora
de explicar geológicamente, porqué estos fósiles
se encuentran en el sitio donde aparecen, ya que
su cercanía al batolito granítico de Aiako
Harria (Peña de Aia), no es buen argumento
para su conservación.
El granito una
roca ígnea de gran profundidad, provocó en su
ascenso hacia la superficie, y a medida que
atravesaba las rocas situadas sobre él, una
serie de cambios químicos y estructurales en
estas, transformando las rocas sedimentarias en
otras diferentes; las metamórficas. Si las
primeras se caracterizan por su contenido en fósiles,
las segundas carecen totalmente de ellos, al
perderlos por transformación y recristalización.
Todas las rocas
que se encuentran en las inmediaciones del
granito, aparecen metamorfizadas y su contenído
en fósiles es nulo, como lo han venido mostrando
numerosísimos estudios geológicos y mineros en
la zona. ¿Cómo se han salvado estas auténticas
reliquias del pasado?. Este es el reto al que nos
enfrentamos en la actualidad.
Luis Ignacio
Viera, miembro de la sección de Geología en la
Sociedad de Ciencias ARANZADI |