BAILES DE PALOTEADOS
El P. Donostia
recogió una canción en Amaiur (N) con el título
Makila or eldu da con la siguiente letra:
"Makila
or eldu
dazakurraren yotzera.
Makilak zakurra,
zakurrak otsua,
otsuak akerra,
akerrak artua arren,
gureartotik akerraken,
arren".
Y también,
para ser interpretada con idéntica partitura:
"Erio
or eldu da
gizonaren iltzera:
erioak gizona,
gizonak katua,
katuak sagua,
saguak soka,
sokak idia,
idiak ura,
urak sua,
suak makila,
makilak, zakurra,
zakurrak otsua,
otsuak akerra,
akerrak ken, ken, ken,
akerra gure artuan zen".
(Traducción:
"La muerte ha llegado a matar al hombre; la muerte al hombre,
el hombre al gato, el gato al ratón, el ratón a
la cuerda, la cuerda al buey, el buey al agua, el agua al fuego,
el fuego al palo, el palo al perro, el perro al lobo, el lobo
al chivo, el chivo ken, ken, ken, el chivo estaba en nuestro maizal").
Fig. 8. Los txantxos del carnaval de Amezketa (Gipuzkoa) ejecutando
un paloteado (6-II-86).
Por añadidura,
el palo o la makila ha servido de motivo central de una amplia
colección de bailes autóctonos, desde las guipuzcoanas
pordon dantza y brokel dantza -tan querida por Juan Ignacio de
Uztueta y Echeverría (1767-1845)-, la trokel dantza vizcaína
o los paloteados de tierras navarras, como los de Tudela y Fustiñana.
Otro tanto ocurre fuera de nuestro ámbito: portan palos
los danzantes de los volantes de Valcarlos (N) y los makilari,
como su propio nombre indica, del carnaval pirenaico. Por cierto
que en Gipuzkoa, como en otros lugares ajenos al área pirenaica,
se ejecutan paloteados coincidiendo con festividades señaladas:
es el caso de los txantxos de los carnavales de Amezketa y Abaltzisketa;
de la makil dantza durante el Corpus de Oñati ante el Santísimo;
y de las bordon dantza y brokel dantza de Tolosa y Berastegi,
respectivamente, en el día de San Juan.
Añadamos para terminar que, según indica Mikel Aranburu
Urtasun en un interesante artículo, en muchos pueblos de
la ribera meridional de Navarra se mantuvo hasta principios de
este siglo la costumbre de representar en el día del patrón
local obras de teatro popular llamadas paloteados, en las que
intervenían los lugareños con recitados sobre las
virtudes del santo patrón, y escenificaban temas religiosos
donde no podían faltar ángeles y espíritus
demoníacos; además, claro está, se bailaba
un paloteado, y de ahí su nombre. Hoy sólo la villa
de Cortes mantiene tal tradición.
LA
MAKILA VASCA
Antxon Aguirre
Sorondo, miembro de la sección de Antropología de
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