Evolución sociolinguistica del euskera
* Original en euskera
Miren Mateo y Xabier Aizpurua

Resumen

Los estudios sociolingüísticos impulsados, esta última década, por la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco son un exponente de su voluntad de implementar y evaluar periódicamente las políticas de acción positiva a favor del euskera.

En este sentido, las encuestas sociolingüísticas de Euskal Herria, realizadas cada cinco años desde 1991, son, juntamente con los censos, los instrumentos básicos para la obtención de los indicadores de evaluación finales de la eficacia de las políticas lingüísticas desarrolladas para la promoción del uso del euskera. Dichas encuestas nos permiten, por un lado, contrastar y completar la información derivada de los censos de población y de los padrones municipales de habitantes, que desde 1981 ofrecen datos relativos a la lengua materna, el conocimiento y uso del euskera, y, por otro lado, obtener la información básica necesaria en aquellos territorios de habla vasca (País Vasco Norte) en que se carece de datos censales.

En este artículo se presenta una breve panorámica de los indicadores de evaluación de la política lingüística y de la evolución sociolingüística y de sus principales resultados en la Comunidad Autónoma Vasca.

Introducción

Según Joseba Intxausti "Las estadísticas del alavés Ladislao Velasco constituyen los datos más fidedignos que conocemos sobre el número de hablantes vascos del siglo pasado". Es de notar el elevadísimo porcentaje de vascohablantes de la casi totalidad de los diversos territorios de Euskal Herria : Gipuzkoa (1867) 96%; Bizkaia (1867) 81%; País Vasco Norte (1866) 65%; Navarra (1867-68) 20% y Álava (1867) 10%.

A la vista de estos datos, cabe resaltar que, durante el último siglo, la regresión ininterrumpida del euskera, debida a múltiples factores que no intentaremos explicar ahora, ha provocado un desplazamiento lingüístico de tal calibre que, hoy en día:

  • casi han desaparecido los hablantes monolingües euskaldunes,
  • el número de hablantes vascófonos se ha visto reducida a menos de la tercera parte de sus efectivos y
  • la población cuya lengua materna es el euskera es minoritaria en todos los territorios de Euskal Herria.

Se han cumplido ya más de veinte años desde que el Estatuto de Autonomía (CAV, 1979) proclamara el euskera lengua oficial de la Comunidad Autónoma del País Vasco y de la recuperación de nuestras propias instituciones. Una de las medidas fundamentales adoptadas en la Comunidad Autónoma del País Vasco fue la Ley 10/1982, Básica de Normalización del Uso del Euskera, que tras reconocer los derechos lingüísticos de los ciudadanos estableció los deberes de los poderes públicos con vistas a la consecución de la plena normalización del uso del euskera. Desde este momento, la Inversión del Desplazamiento Lingüístico (Reversing sLanguage Shift) se convirtió en el eje central de la política lingüística de los años sucesivos.

Según Joshua Fishman , la Inversión del Desplazamiento Lingüístico aspira no sólo al fomento de la adquisición precoz del lenguaje, al dominio fluido de las diversas variedades de una primera o segunda lengua y a su uso corriente dentro de la escuela, sino también a la creciente funcionalidad social y a la transmisión intergeneracional de una lengua que todavía no ha llegado a ser el idioma materno de la mayoría de la población, de manera que cada generación sucesiva pueda partir de un punto más avanzado que aquél del que partió la anterior.

Indicadores de evolución sociolingüística

A la vista de todo ello, hace ya más de diez años que, la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco, optó por intentar articular un sistema de indicadores sencillo, fiable, homogéneo, continuado en el tiempo y comprensivo de Euskal Herria, en su conjunto, para permitir evaluar, simultáneamente, en los diversos territorios y colectivos sociales y, longitudinalmente, en el mismo territorio o colectivo social, entre otros, los siguientes aspectos:

    I. La transmisión intergeneracional del euskera y, de manera muy especial, su transmisión familiar o su adquisición precoz a través de la escuela.
    II. La movilidad lingüística de los hablantes (índices de retención, pérdida o de incorporación al euskera) según su primera lengua.
    III. El uso y la creciente funcionalidad social del euskera:
  • a partir de los diferenciales de uso entre las funciones familiar, social e institucional, sobre todo, entre los jóvenes neovascófonos o euskaldunberris,
  • con una especial atención a la identificación de los factores socio-estructurales y sicolingüísticos que más lo condicionan: la densidad de euskaldunes en las redes de relaciones más próximas (familia, amigos, trabajo, ...) y el dominio y la fluidez relativos del euskera (sea ésta primera o segunda lengua) y del castellano o francés.

Este sistema ha de ser, además, representativo de las diversas dimensiones que conforman la identidad social, a saber, la dimensión sociodemográfica (sexo y edad); la categoría socio profesional (nivel de estudios, profesión, situación de empleo); la dimensión geográfica (las tres comunidades político-administrativas de Euskal Herria; las zonas lingüísticas jurídicamente establecidas; las diversas zonas sociolingüísticas; las provincias, las comarcas y los municipios; y, en los municipios superiores a los 10.000 habitantes, los barrios); la identidad lingüística; el origen; y la identidad cultural, entre otros. Para ello, nos basamos en dos fuentes de información básicas:

  • los censos y padrones municipales de habitantes de la CAV que se realizan cada cinco años y que a partir de 1981, han incorporando preguntas sobre el grado de competencia lingüística del euskera (comprensión y expresión oral y escrita), la primera lengua adquirida hasta los tres años y la lengua de uso predominante en casa a partir de las cuales hemos elaborado toda una serie de tipologías más o menos sintéticas.
  • y las encuestas sociolingüísticas de 1991, 1996 y 2001 que abarcan al conjunto de Euskal Herria que (con una muestra superior a los 6.300 individuos) vienen a completar la información de carácter censal aunque no son representativas a niveles inferiores a la provincia.

Actualmente, la Dirección de Coordinación de la Viceconsejería de Política Lingüística está embarcada en el proyecto de articular un sistema nacional de indicadores de política lingüística y de evolución sociolingüística para servir a la evaluación continua de las mismas, por un lado, y para proporcionar información relevante a los Poderes Públicos, a los agentes y órganos (ciudadanos en general, familias, agentes de normalización lingüística, profesionales y entidades o asociaciones) participantes en dicho proceso de normalización del uso del euskera, por otro.

La elaboración de un sistema nacional de indicadores de la política lingüística es un proyecto que ha formado parte de los sucesivos planes de actuación de la Viceconsejería de Política Lingüística. Constituye una línea de actuación de carácter estable, que comporta:

    a. Definición de indicadores;
    b. Construcción o cálculo de los indicadores previamente definidos;
    c. Perfeccionamiento continuo del sistema de indicadores.

El objetivo fundamental del proyecto es definir y construir un sistema de indicadores capaz de proporcionar información sobre el estado de la política lingüística en el conjunto de Euskadi, compatible con los modelos internacionales que se están elaborando (Catalunya, Québec, …) y susceptible de ser también aplicado por los Poderes Públicos en sus respectivos ámbitos de competencias. Dichos indicadores han de referirse tanto a los factores contextuales de la política lingüística, como a los costes, el funcionamiento y los resultados de la misma. Por tanto, no se trata de un proyecto de duración determinada, sino de un programa de actuación permanente que exige una revisión y actualización periódicas.

Para la obtención de indicadores se requieren fuentes de datos fiables y periódicas para lo cual será preciso estrechar, aún más, las relaciones con el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT) así como con el resto de departamentos del Gobierno y del resto de administraciones para coordinar mejor dicho proyecto con los demás estudios de evaluación que constituyen las fuentes naturales de datos para algunos indicadores, especialmente los de procesos y resultados de planes de actuación sectoriales concretos.

Los planes de actuación de la Viceconsejería de Política Lingüística correspondientes a los períodos 1995-1998 y 1999-2002 incluían ya la necesidad de evaluar sistemáticamente la política lingüística y anticipaban la necesidad de elaborar un sistema nacional de indicadores.

Para ello se modificó en 1996 el Consejo Asesor del Euskera en el que, a partir de ese momento, están representados, además de los Poderes Públicos de la CAV con competencias plenas en materia de política lingüística (gobierno, diputaciones forales y asociaciones de municipios) múltiples agentes y representantes de la iniciativa social. El Consejo Asesor del Euskera constituyó varios grupos de trabajo para abordar tareas concretas en el marco del proyecto:

    a. evaluación de los puntos fuertes y débiles de los programas de actuación sectoriales de las últimas décadas y
    b. el análisis de los presupuestos destinados a la promoción del uso del euskera.

Los resultados de dicha evaluación fueron plasmados en el Plan General de Promoción del Uso del Euskera, aprobado por el Gobierno Vasco el 28 de julio de 1998 y ratificado, posteriormente, por el Parlamento Vasco el 10 de diciembre de 1999.

Hoy en día, seguimos trabajando para articular el sistema nacional de indicadores. La primera dificultad que plantea la construcción de un sistema nacional de indicadores es la necesidad de su coherencia interna y del establecimiento de las relaciones entre ellos, lo que exige la adopción de un modelo teórico de referencia. La experiencia internacional, sin embargo, muestra la imposibilidad práctica de establecer este modelo . Por ello, sería preferible optar por establecer un marco de referencia operativo que permita distribuir con coherencia los indicadores y relacionarlos entre sí.

Este marco funcional de referencia podría constar de los siguientes cinco apartados que a su vez comprendería multitud de indicadores :

a. Contexto (población total y año a año; PIB por habitante; relación de la población con la actividad económica; población inmigrante y su edad; ...),
b. Recursos (gasto público en promoción del uso del euskera; Proporción de población activa empleada como agente de normalización lingüística (profesores, técnicos de euskera, traductores, intérpretes, periodistas; ...),
c. Desarrollo legislativo y programas sectoriales de actuación (porcentaje de alumnos del sistema educativo vasco por modelos lingüísticos (A, B, D, X) y por etapas educativas, según la titularidad (público / privado); presencia de la música cantada en euskera en las emisiones; difusión (en términos de número de ejemplares editados) en la prensa local y regional (gratuita) con indicación del porcentaje de noticias en euskera; ...),
d. Procesos (número de administraciones, de centros educativos o de empresas con planes de euskera; ...),
e. Resultados (transmisión intergeneracional del euskera, incluida la familiar, por edades; uso del euskera en ámbitos informales y formales; ...).

Es difícil determinar el número de indicadores que deben integrar un sistema por lo que es muy importante fijar criterios para la selección de los mismos , a saber:

  • Relevancia y significación: los indicadores deben aportar información significativa sobre aspectos relevantes de la política lingüística.
  • Inmediatez: los indicadores deben facilitar una idea rápida y global de la situación sociolingüística y de la política lingüística, ofreciendo sus rasgos más característicos de forma sintética.
  • Solidez técnica: es decir, validez y fiabilidad.
  • Viabilidad: implica la obtención y cálculo factible de los indicadores, tanto en términos de la información que se necesita como de su coste.
  • Perdurabilidad: supone la estabilidad temporal de los indicadores calculados, de modo que se asegure la posibilidad de estudios longitudinales de la situación sociolingüística y de la política lingüística.
  • Selección consensuada: el proceso de selección de indicadores es siempre difícil, puesto que obliga a poner de acuerdo puntos de vista no necesariamente coincidentes y prioridades diferentes. Es fundamental que dicho proceso esté regido por la búsqueda del consenso.

Principales resultados

Dicho esto, procedemos, a continuación a presentar las principales conclusiones de los estudios sociolingüísticos de la Viceconsejería de Política Lingüística. Estos estudios presentan una situación muy compleja y cambiante caracterizada por:

  • Cambios profundos en la estructura de nuestra población fruto de: a) una pérdida de población muy importante provocada por el brusco descenso de la natalidad (la pérdida entre los más jóvenes es realmente espectacular) lo que provoca, simultáneamente, su acelerado envejecimiento; b) y de la progresiva incorporación de inmigrantes que se va a intensificar todavía más durante los próximos años.
  • Profundo cambio cualitativo del colectivo de euskaldunes motivado por la progresiva sustitución de euskaldunzaharras consecuencia directa de la masiva incorporación de bilingües jóvenes para quienes el euskera es su L2 (entre los más jóvenes, los euskaldunberris superan ya a los euskaldunzaharras). Ambos colectivos son cualitativamente muy diferentes tanto desde el punto de vista de su dominio o facilidad relativa a la hora de expresarse en euskera o castellano como desde el punto de vista de la densidad de euskaldunes que hay en sus redes de relaciones familiar, social (y laboral), lo que condiciona enormemente sus respectivos usos lingüísticos.

Son precisamente estas profundas transformaciones que están sucediendo simultáneamente las que dificultan que el enorme incremento de bilingües así como el ligero aumento del uso del euskera por edades, sean más perceptibles en el conjunto de nuestra sociedad. En cualquier caso, a continuación, presentamos, en titulares que intentaremos desarrollar posteriormente, algunos de los rasgos que caracterizan la evolución sociolingüística de nuestro país:

  • La mayoría de la población apuesta por la acción positiva en favor del euskera, lengua minoritaria y minorizada.
  • El avance en la transmisión intergeneracional del euskera es espectacular gracias a la incorporación de decenas de miles de nuevos hablantes fruto de la euskaldunización del sistema educativo vasco.
  • La transmisión familiar del euskera es casi plena. A pesar de ello el porcentaje de personas cuya L1 es únicamente el euskera se mantiene prácticamente estable sobre la población total aunque aumenta ligeramente si se suma a quienes tienen como L1 el euskera y el castellano, las dos lenguas simultáneamente.
  • El uso del euskera (sobre todo, en los ámbitos de uso más formales pero también en los ámbitos de uso informales) está aumentando pero diez años más tarde y en menor medida que su conocimiento. A pesar de ello, las personas que se expresan habitualmente en euskera son minoría en todos los grupos de edad (casi nunca superan el 25%) si bien hay notables diferencias en función de la edad: entre los más mayores, esto es, entre los nacidos antes de 1937, apenas hay diferencias entre quienes se expresan en euskera, quienes saben hablarlo correctamente y quienes la tuvieron como L1, sólo o juntamente con el castellano; en cambio, entre los más jóvenes, esto es, entre los nacidos después de 1977, quienes hablan habitualmente en euskera son algunas pocas personas más (es el único tramo de edad en que el uso supera ligeramente la barrera del 25% de la población) pero, aunque resulte paradójico, son el doble de quienes lo adquirieron como su primera lengua y sólo algo más de la mitad de quienes lo saben hablar correctamente.

Como decíamos anteriormente el avance en la transmisión intergeneracional del euskera es espectacular: mientras que en 1981, los castellanos monolingües duplicaban e, incluso, triplicaban a los euskaldunes, mejor dicho, a los bilingües en todos los grupos de edad; 15 años más tarde, entre los jóvenes menores de 25 años, son los bilingües quienes superan e, incluso duplican, a los castellanos monolingües pero, como ya hemos señalado anteriormente, el brusco descenso de la natalidad impide que este aumento de bilingües tenga un mayor reflejo en la población total.

No obstante, debido a que la incorporación de jóvenes bilingües obedece, básicamente, a la euskaldunización del sistema educativo, sólo la tercera parte de los bilingües se expresan en euskera con mayor fluidez, destreza o facilidad que en castellano. Así pues, el peso de los neovascófonos entre los bilingües es cada vez mayor y este cambio cualitativo tan importante repercute directamente en el uso del euskera puesto que las condiciones objetivas para que se expresen habitualmente en euskera son, en este caso, bastante más desfavorables. Por tanto, urge la puesta en marcha de programas específicos que permitan a estos jóvenes bilingües reforzar su competencia lingüística adquirida en la escuela evitando así el riesgo de que, una vez fuera de ella, la pierdan. En este sentido, es preciso articular refuerzos sociales adicionales de carácter sentimental y afectivo (el amor, la aprobación y la consideración de la familia, de los semejantes y de otras personas significativas de todas las generaciones y a distintos niveles de intimidad) o de carácter instrumental o práctico (premios, cargos y ocupaciones y otras pruebas tangibles de éxito y realización que son debidamente valorados por la sociedad) que permitan que estas destrezas y aprendizajes arraiguen y se vuelvan auto sostenidas y de operatividad autónoma.

Desde el punto de vista de la movilidad lingüística, cabe subrayar que, en la CAV, las incorporaciones al euskera son muy superiores a las pérdidas (éstas se han minimizado enormemente); que en Navarra, las incorporaciones superan ligeramente a las pérdidas; y que, por el contrario, en el País Vasco Norte, las pérdidas superan, con creces, a las incorporaciones. Ello es fiel reflejo de las políticas lingüísticas vigentes en cada uno de los tres territorios.

Por otro lado, la mayor parte de los bilingües de la CAV se expresan principalmente en euskera, o en euskera y en castellano, no sólo en su familia sino también en la comunidad próxima (amigos, compañeros de trabajo, sacerdote) e incluso en los ámbitos de uso más formales (banco, ayuntamiento), salvo en los servicios de salud. El uso del euskera está aumentando sensiblemente estos últimos años en todos los ámbitos de uso analizados. Ahora bien, las personas que se expresan habitualmente en euskera que son, en cifras absolutas, cada vez más, son, porcentualmente, cada vez menos con respecto al colectivo de euskaldunes pero, al mismo tiempo, cada vez más con respecto a la población total, lo cual es consecuencia directa del enorme incremento de bilingües cuya primera lengua no es el euskera en nuestra sociedad.

En definitiva, el perfil del colectivo de los euskaldunes está experimentando una transformación tan radical que las tradicionales señas de identidad de dicho colectivo (euskaldunes son quienes tienen el euskera como su primera lengua, lo saben hablar correctamente y lo hablan habitualmente en su casa y / o con sus amigos) son cada vez más difícilmente reconocibles (cada vez son menos los euskaldunes cuya primera lengua es el euskera y cada vez más los que no se expresan habitualmente en euskera). Así pues, ¿no estaremos a las puertas de un cambio de la norma social imperante que hasta el presente ha garantizado, entre los euskaldunes, un uso predominante del euskera en ámbitos de uso tales como la familia o los amigos, en definitiva, una situación de diglosia que ha posibilitado su pervivencia a lo largo del tiempo?

Por lo que respecta a los factores que condicionan el uso los análisis efectuados a partir tanto de las encuestas sociolingüísticas como de los censos, muestran claramente que son la densidad de euskaldunes de la red de relaciones y la competencia lingüística relativa en la primera y segunda lengua las que tienen una mayor incidencia:

  • Para garantizar un uso predominante del euskera en el hogar se requiere que la densidad de euskaldunes, en el mismo, supere el 80%.
  • En el hogar, el uso de quienes tienen el euskera como primera lengua es diez veces superior al de quienes son bilingües de origen y más de veinte veces superior al de los neovascófonos.

Los mapas sintéticos de los municipios de la CAV, superiores a los 10.000 habitantes, por barrios muestran que el avance del euskera es un hecho, desde el punto de vista del incremento de la densidad de euskaldunes en las redes de relaciones sociales, pero muestran también que este incremento de la densidad, hoy por hoy, es insuficiente y no llega al nivel umbral necesario para garantizar un uso social más generalizado.

Para finalizar, vamos a presentar dos pinceladas acerca de la transmisión familiar del euskera.

  • El análisis comparado de las personas nacidas entre 1966 y 1970 con respecto a las nacidas entre 1986 y 1990 muestra que entre sus padres hay una clara disminución de las parejas en que ambos sabían euskera así como de aquellas en que ninguna sabía euskera en favor de aquellas otras en que sólo uno de los padres lo habla.
  • La transmisión intergeneracional del euskera así como la transmisión familiar del euskera presentan una evolución muy positiva en también en este tipo de parejas.

Conclusiones finales

En la CAV, se constata, un avance importante del euskera desde el punto de vista demográfico (universalización del bilingüísmo), geográfico (en especial en las zonas urbanas) y funcional (progresivo aumento del uso y de la transmisión familiar intergeneracional, incluso por parte de los padres neovascófonos) que, además, no ha conllevado, en absoluto, un retroceso del castellano sino de los monolingües castellanófonos. En definitiva, las situaciones extremas, de uno y otro signo, retroceden rápidamente para dar paso a las situaciones de integración y mestizaje lingüístico y cultural. Ello es fruto del gran apoyo social y de las medidas de acción positivas adoptadas a favor del euskera a principios de los años 80.

Por el contrario, el avance del euskera es mucho menor en Navarra, donde la política de promoción del euskera es posterior en el tiempo y mucho menos intensa que en la CAV y, finalmente, en el País Vasco Norte, la regresión del euskera es ininterrumpida no estando, en absoluto, garantizada su transmisión intergeneracional.

Hemos intentado presentar una panorámica de los estudios sociolingüísticos de la Viceconsejería de Política Lingüística y de los principales resultados. Para más información no duden en ponerse en contacto con:

m-mateo@ej-gv.es
x-aizpurua@ej-gv.es
Dirección de Coordinación
Viceconsejería de Política Lingüística
Departamento de Cultura
Gobierno Vasco
Donostia-San Sebastián kalea 1
01010 Vitoria-Gasteiz
tel. 00 34 945 01 81 10
fax. 00 34 945 01 80 82

Anexo

Todos los que han sido publicados están también disponibles en su formato electrónico en la siguiente dirección:

http://www.euskadi.net/euskara/cas30.htm

Relación de los últimos estudios en los que la Viceconsejería de Política Lingüística ha participado directamente:

Euskal Herriko III. Soziolinguistikazko Inkesta / IIIª Encuesta sociolingüística de Euskal Herria. Vitoria-Gasteiz. (2001).

Evaluación del impacto económico de las actividades relacionadas con la promoción del euskera en la Comunidad Autonoma del País Vasco. Vitoria-Gasteiz (2000).

IKEI. RECLUS, euskararen eredu prospektiboa / RECLUS, modelo prospectivo del euskera (1998).

Nekane JAUSORO. Gazte-helduak. Hizkuntza-gaitasunetik erabilerara. (1997). (Contrato firmado con el Departamento de Sociología II de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitateko).

Evaluación del impacto económico de las actividades relacionadas con la promoción del euskera en la Comunidad Autonoma del País Vasco. Vitoria-Gasteiz (1997)

Euskal Herriko II. Soziolinguistikazko Inkesta 1996 / IIª Encuesta sociolingüística de Euskal Herria (1996). Vitoria-Gasteiz. (1999).

II Mapa Sociolingüístico / II. Soziolinguistikazko Mapa. Vitoria-Gasteiz. (1997/1998/1999).

"La utilidad de las encuestas en el proceso de planificación lingüística" (1998). El 5 de junio de 1998 Mr. Padraig O'Riagain representando a The Linguistics Institute of Ireland firmó el acuerdo nº 98-06-NOR-0074-00 con la Dirección General XXII de Educación, Formación y Juventud de la Comisión Europea para liderar este proyecto en el que participó la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco.

"Planificación lingüística en el contexto europeo" (1998). El 14 de abril de 1997 el Dr. Glyn Williams en representación de la University College of North Wales firmó el acuerdo nº 97-06-NOR-0040-00 con la Dirección General XXII de Educación, Formación y Juventud de la Comisión Europea para liderar este proyecto en el que participó la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco (1998).

"Política a desarrollar para la conexión entre la producción lingüística y el uso de la lengua" (1997). El 25 de noviembre de 1996 Mr. Padraig O'Riagain representando a The Linguistics Institute of Ireland firmó el acuerdo nº 96-06-AUT-0145-00 con la Dirección General XXII de Educación, Formación y Juventud de la Comisión Europea para liderar este proyecto en que participó la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco.

Euskal Herriko I. Soziolinguistikazko Inkesta (1991) / Iª Encusta sociolingüística de Euskal Herria (1991). Vitoria-Gasteiz. (1992).

Soziolinguistikazko Mapa. 1986. urteko erroldaren araberako Euskal Autonomi elkarteko azterketa demolinguistikoa / Análisis demolingüístico de la Comunidad Autónoma Vasca derivado del Padrón de 1986. Vitoria-Gasteiz (1989).


Miren Mateo y Xabier Aizpurua


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