Resumen
Los estudios sociolingüísticos impulsados, esta última
década, por la Viceconsejería de Política Lingüística
del Gobierno Vasco son un exponente de su voluntad de implementar
y evaluar periódicamente las políticas de acción
positiva a favor del euskera.
En este sentido, las encuestas sociolingüísticas de
Euskal Herria, realizadas cada cinco años desde 1991, son,
juntamente con los censos, los instrumentos básicos para
la obtención de los indicadores de evaluación finales
de la eficacia de las políticas lingüísticas
desarrolladas para la promoción del uso del euskera. Dichas
encuestas nos permiten, por un lado, contrastar y completar la información
derivada de los censos de población y de los padrones municipales
de habitantes, que desde 1981 ofrecen datos relativos a la lengua
materna, el conocimiento y uso del euskera, y, por otro lado, obtener
la información básica necesaria en aquellos territorios
de habla vasca (País Vasco Norte) en que se carece de datos
censales.
En este artículo se presenta una breve panorámica
de los indicadores de evaluación de la política lingüística
y de la evolución sociolingüística y de sus principales
resultados en la Comunidad Autónoma Vasca.
Introducción
Según Joseba Intxausti "Las estadísticas del
alavés Ladislao Velasco constituyen los datos más
fidedignos que conocemos sobre el número de hablantes vascos
del siglo pasado". Es de notar el elevadísimo porcentaje
de vascohablantes de la casi totalidad de los diversos territorios
de Euskal Herria : Gipuzkoa (1867) 96%; Bizkaia (1867) 81%; País
Vasco Norte (1866) 65%; Navarra (1867-68) 20% y Álava (1867)
10%.
A la vista de estos datos, cabe resaltar que, durante el último
siglo, la regresión ininterrumpida del euskera, debida a
múltiples factores que no intentaremos explicar ahora, ha
provocado un desplazamiento lingüístico de tal
calibre que, hoy en día:
- casi han desaparecido los hablantes monolingües euskaldunes,
- el número de hablantes vascófonos se ha visto
reducida a menos de la tercera parte de sus efectivos y
- la población cuya lengua materna es el euskera es minoritaria
en todos los territorios de Euskal Herria.
Se han cumplido ya más de veinte años desde que el
Estatuto de Autonomía (CAV, 1979) proclamara el euskera lengua
oficial de la Comunidad Autónoma del País Vasco y
de la recuperación de nuestras propias instituciones. Una
de las medidas fundamentales adoptadas en la Comunidad Autónoma
del País Vasco fue la Ley 10/1982, Básica de Normalización
del Uso del Euskera, que tras reconocer los derechos lingüísticos
de los ciudadanos estableció los deberes de los poderes públicos
con vistas a la consecución de la plena normalización
del uso del euskera. Desde este momento, la Inversión
del Desplazamiento Lingüístico (Reversing sLanguage
Shift) se convirtió en el eje central de la política
lingüística de los años sucesivos.
Según Joshua Fishman , la Inversión del Desplazamiento
Lingüístico aspira no sólo al fomento de la adquisición
precoz del lenguaje, al dominio fluido de las diversas variedades
de una primera o segunda lengua y a su uso corriente dentro de la
escuela, sino también a la creciente funcionalidad social
y a la transmisión intergeneracional de una lengua que todavía
no ha llegado a ser el idioma materno de la mayoría de la
población, de manera que cada generación sucesiva
pueda partir de un punto más avanzado que aquél del
que partió la anterior.
Indicadores de evolución sociolingüística
A la vista de todo ello, hace ya más de diez años
que, la Viceconsejería de Política Lingüística
del Gobierno Vasco, optó por intentar articular un sistema
de indicadores sencillo, fiable, homogéneo, continuado en
el tiempo y comprensivo de Euskal Herria, en su conjunto, para permitir
evaluar, simultáneamente, en los diversos territorios y colectivos
sociales y, longitudinalmente, en el mismo territorio o colectivo
social, entre otros, los siguientes aspectos:
I. La transmisión intergeneracional del euskera y, de manera
muy especial, su transmisión familiar o su adquisición
precoz a través de la escuela.
II. La movilidad lingüística de los hablantes (índices
de retención, pérdida o de incorporación al
euskera) según su primera lengua.
III. El uso y la creciente funcionalidad social del euskera:
- a partir de los diferenciales de uso entre las funciones
familiar, social e institucional, sobre todo, entre los jóvenes
neovascófonos o euskaldunberris,
- con una especial atención a la identificación
de los factores socio-estructurales y sicolingüísticos
que más lo condicionan: la densidad de euskaldunes en
las redes de relaciones más próximas (familia,
amigos, trabajo, ...) y el dominio y la fluidez relativos del
euskera (sea ésta primera o segunda lengua) y del castellano
o francés.
Este sistema ha de ser, además, representativo de las diversas
dimensiones que conforman la identidad social, a saber, la dimensión
sociodemográfica (sexo y edad); la categoría socio
profesional (nivel de estudios, profesión, situación
de empleo); la dimensión geográfica (las tres comunidades
político-administrativas de Euskal Herria; las zonas lingüísticas
jurídicamente establecidas; las diversas zonas sociolingüísticas;
las provincias, las comarcas y los municipios; y, en los municipios
superiores a los 10.000 habitantes, los barrios); la identidad lingüística;
el origen; y la identidad cultural, entre otros. Para ello, nos
basamos en dos fuentes de información básicas:
- los censos y padrones municipales de habitantes de la CAV que
se realizan cada cinco años y que a partir de 1981, han
incorporando preguntas sobre el grado de competencia lingüística
del euskera (comprensión y expresión oral y escrita),
la primera lengua adquirida hasta los tres años y la lengua
de uso predominante en casa a partir de las cuales hemos elaborado
toda una serie de tipologías más o menos sintéticas.
- y las encuestas sociolingüísticas de 1991, 1996
y 2001 que abarcan al conjunto de Euskal Herria que (con una muestra
superior a los 6.300 individuos) vienen a completar la información
de carácter censal aunque no son representativas a niveles
inferiores a la provincia.
Actualmente, la Dirección de Coordinación de la Viceconsejería
de Política Lingüística está embarcada
en el proyecto de articular un sistema nacional de indicadores de
política lingüística y de evolución sociolingüística
para servir a la evaluación continua de las mismas, por un
lado, y para proporcionar información relevante a los Poderes
Públicos, a los agentes y órganos (ciudadanos en general,
familias, agentes de normalización lingüística,
profesionales y entidades o asociaciones) participantes en dicho
proceso de normalización del uso del euskera, por otro.
La elaboración de un sistema nacional de indicadores de
la política lingüística es un proyecto que ha
formado parte de los sucesivos planes de actuación de la
Viceconsejería de Política Lingüística.
Constituye una línea de actuación de carácter
estable, que comporta:
a. Definición de indicadores;
b. Construcción o cálculo de los indicadores previamente
definidos;
c. Perfeccionamiento continuo del sistema de indicadores.
El objetivo fundamental del proyecto es definir y construir un
sistema de indicadores capaz de proporcionar información
sobre el estado de la política lingüística en
el conjunto de Euskadi, compatible con los modelos internacionales
que se están elaborando (Catalunya, Québec,
)
y susceptible de ser también aplicado por los Poderes Públicos
en sus respectivos ámbitos de competencias. Dichos indicadores
han de referirse tanto a los factores contextuales de la política
lingüística, como a los costes, el funcionamiento y
los resultados de la misma. Por tanto, no se trata de un proyecto
de duración determinada, sino de un programa de actuación
permanente que exige una revisión y actualización
periódicas.
Para la obtención de indicadores se requieren fuentes de
datos fiables y periódicas para lo cual será preciso
estrechar, aún más, las relaciones con el Instituto
Vasco de Estadística (EUSTAT) así como con el resto
de departamentos del Gobierno y del resto de administraciones para
coordinar mejor dicho proyecto con los demás estudios de
evaluación que constituyen las fuentes naturales de datos
para algunos indicadores, especialmente los de procesos y resultados
de planes de actuación sectoriales concretos.
Los planes de actuación de la Viceconsejería de Política
Lingüística correspondientes a los períodos 1995-1998
y 1999-2002 incluían ya la necesidad de evaluar sistemáticamente
la política lingüística y anticipaban la necesidad
de elaborar un sistema nacional de indicadores.
Para ello se modificó en 1996 el Consejo Asesor del Euskera
en el que, a partir de ese momento, están representados,
además de los Poderes Públicos de la CAV con competencias
plenas en materia de política lingüística (gobierno,
diputaciones forales y asociaciones de municipios) múltiples
agentes y representantes de la iniciativa social. El Consejo Asesor
del Euskera constituyó varios grupos de trabajo para abordar
tareas concretas en el marco del proyecto:
a. evaluación de los puntos fuertes y débiles de
los programas de actuación sectoriales de las últimas
décadas y
b. el análisis de los presupuestos destinados a la promoción
del uso del euskera.
Los resultados de dicha evaluación fueron plasmados en el
Plan General de Promoción del Uso del Euskera, aprobado por
el Gobierno Vasco el 28 de julio de 1998 y ratificado, posteriormente,
por el Parlamento Vasco el 10 de diciembre de 1999.
Hoy en día, seguimos trabajando para articular el sistema
nacional de indicadores. La primera dificultad que plantea la construcción
de un sistema nacional de indicadores es la necesidad de su coherencia
interna y del establecimiento de las relaciones entre ellos, lo
que exige la adopción de un modelo teórico de referencia.
La experiencia internacional, sin embargo, muestra la imposibilidad
práctica de establecer este modelo . Por ello, sería
preferible optar por establecer un marco de referencia operativo
que permita distribuir con coherencia los indicadores y relacionarlos
entre sí.
Este marco funcional de referencia podría constar de los
siguientes cinco apartados que a su vez comprendería multitud
de indicadores :
a. Contexto (población total y año a año;
PIB por habitante; relación de la población con la
actividad económica; población inmigrante y su edad;
...),
b. Recursos (gasto público en promoción del uso del
euskera; Proporción de población activa empleada como
agente de normalización lingüística (profesores,
técnicos de euskera, traductores, intérpretes, periodistas;
...),
c. Desarrollo legislativo y programas sectoriales de actuación
(porcentaje de alumnos del sistema educativo vasco por modelos lingüísticos
(A, B, D, X) y por etapas educativas, según la titularidad
(público / privado); presencia de la música cantada
en euskera en las emisiones; difusión (en términos
de número de ejemplares editados) en la prensa local y regional
(gratuita) con indicación del porcentaje de noticias en euskera;
...),
d. Procesos (número de administraciones, de centros educativos
o de empresas con planes de euskera; ...),
e. Resultados (transmisión intergeneracional del euskera,
incluida la familiar, por edades; uso del euskera en ámbitos
informales y formales; ...).
Es difícil determinar el número de indicadores que
deben integrar un sistema por lo que es muy importante fijar criterios
para la selección de los mismos , a saber:
- Relevancia y significación: los indicadores deben
aportar información significativa sobre aspectos relevantes
de la política lingüística.
- Inmediatez: los indicadores deben facilitar una idea rápida
y global de la situación sociolingüística
y de la política lingüística, ofreciendo
sus rasgos más característicos de forma sintética.
- Solidez técnica: es decir, validez y fiabilidad.
- Viabilidad: implica la obtención y cálculo
factible de los indicadores, tanto en términos de la
información que se necesita como de su coste.
- Perdurabilidad: supone la estabilidad temporal de los indicadores
calculados, de modo que se asegure la posibilidad de estudios
longitudinales de la situación sociolingüística
y de la política lingüística.
- Selección consensuada: el proceso de selección
de indicadores es siempre difícil, puesto que obliga
a poner de acuerdo puntos de vista no necesariamente coincidentes
y prioridades diferentes. Es fundamental que dicho proceso esté
regido por la búsqueda del consenso.
Principales resultados
Dicho esto, procedemos, a continuación a presentar las principales
conclusiones de los estudios sociolingüísticos de la
Viceconsejería de Política Lingüística.
Estos estudios presentan una situación muy compleja y cambiante
caracterizada por:
- Cambios profundos en la estructura de nuestra población
fruto de: a) una pérdida de población muy importante
provocada por el brusco descenso de la natalidad (la pérdida
entre los más jóvenes es realmente espectacular)
lo que provoca, simultáneamente, su acelerado envejecimiento;
b) y de la progresiva incorporación de inmigrantes que
se va a intensificar todavía más durante los próximos
años.
- Profundo cambio cualitativo del colectivo de euskaldunes motivado
por la progresiva sustitución de euskaldunzaharras consecuencia
directa de la masiva incorporación de bilingües jóvenes
para quienes el euskera es su L2 (entre los más jóvenes,
los euskaldunberris superan ya a los euskaldunzaharras). Ambos
colectivos son cualitativamente muy diferentes tanto desde el
punto de vista de su dominio o facilidad relativa a la hora de
expresarse en euskera o castellano como desde el punto de vista
de la densidad de euskaldunes que hay en sus redes de relaciones
familiar, social (y laboral), lo que condiciona enormemente sus
respectivos usos lingüísticos.
Son precisamente estas profundas transformaciones que están
sucediendo simultáneamente las que dificultan que el enorme
incremento de bilingües así como el ligero aumento del
uso del euskera por edades, sean más perceptibles en el conjunto
de nuestra sociedad. En cualquier caso, a continuación, presentamos,
en titulares que intentaremos desarrollar posteriormente, algunos
de los rasgos que caracterizan la evolución sociolingüística
de nuestro país:
- La mayoría de la población apuesta por la acción
positiva en favor del euskera, lengua minoritaria y minorizada.
- El avance en la transmisión intergeneracional del euskera
es espectacular gracias a la incorporación de decenas de
miles de nuevos hablantes fruto de la euskaldunización
del sistema educativo vasco.
- La transmisión familiar del euskera es casi plena. A
pesar de ello el porcentaje de personas cuya L1 es únicamente
el euskera se mantiene prácticamente estable sobre la población
total aunque aumenta ligeramente si se suma a quienes tienen como
L1 el euskera y el castellano, las dos lenguas simultáneamente.
- El uso del euskera (sobre todo, en los ámbitos de uso
más formales pero también en los ámbitos
de uso informales) está aumentando pero diez años
más tarde y en menor medida que su conocimiento. A pesar
de ello, las personas que se expresan habitualmente en euskera
son minoría en todos los grupos de edad (casi nunca superan
el 25%) si bien hay notables diferencias en función de
la edad: entre los más mayores, esto es, entre los nacidos
antes de 1937, apenas hay diferencias entre quienes se expresan
en euskera, quienes saben hablarlo correctamente y quienes la
tuvieron como L1, sólo o juntamente con el castellano;
en cambio, entre los más jóvenes, esto es, entre
los nacidos después de 1977, quienes hablan habitualmente
en euskera son algunas pocas personas más (es el único
tramo de edad en que el uso supera ligeramente la barrera del
25% de la población) pero, aunque resulte paradójico,
son el doble de quienes lo adquirieron como su primera lengua
y sólo algo más de la mitad de quienes lo saben
hablar correctamente.
Como decíamos anteriormente el avance en la transmisión
intergeneracional del euskera es espectacular: mientras que en 1981,
los castellanos monolingües duplicaban e, incluso, triplicaban
a los euskaldunes, mejor dicho, a los bilingües en todos los
grupos de edad; 15 años más tarde, entre los jóvenes
menores de 25 años, son los bilingües quienes superan
e, incluso duplican, a los castellanos monolingües pero, como
ya hemos señalado anteriormente, el brusco descenso de la
natalidad impide que este aumento de bilingües tenga un mayor
reflejo en la población total.
No obstante, debido a que la incorporación de jóvenes
bilingües obedece, básicamente, a la euskaldunización
del sistema educativo, sólo la tercera parte de los bilingües
se expresan en euskera con mayor fluidez, destreza o facilidad que
en castellano. Así pues, el peso de los neovascófonos
entre los bilingües es cada vez mayor y este cambio cualitativo
tan importante repercute directamente en el uso del euskera puesto
que las condiciones objetivas para que se expresen habitualmente
en euskera son, en este caso, bastante más desfavorables.
Por tanto, urge la puesta en marcha de programas específicos
que permitan a estos jóvenes bilingües reforzar su competencia
lingüística adquirida en la escuela evitando así
el riesgo de que, una vez fuera de ella, la pierdan. En este sentido,
es preciso articular refuerzos sociales adicionales de carácter
sentimental y afectivo (el amor, la aprobación y la consideración
de la familia, de los semejantes y de otras personas significativas
de todas las generaciones y a distintos niveles de intimidad) o
de carácter instrumental o práctico (premios, cargos
y ocupaciones y otras pruebas tangibles de éxito y realización
que son debidamente valorados por la sociedad) que permitan que
estas destrezas y aprendizajes arraiguen y se vuelvan auto sostenidas
y de operatividad autónoma.
Desde el punto de vista de la movilidad lingüística,
cabe subrayar que, en la CAV, las incorporaciones al euskera son
muy superiores a las pérdidas (éstas se han minimizado
enormemente); que en Navarra, las incorporaciones superan ligeramente
a las pérdidas; y que, por el contrario, en el País
Vasco Norte, las pérdidas superan, con creces, a las incorporaciones.
Ello es fiel reflejo de las políticas lingüísticas
vigentes en cada uno de los tres territorios.
Por otro lado, la mayor parte de los bilingües de la CAV se
expresan principalmente en euskera, o en euskera y en castellano,
no sólo en su familia sino también en la comunidad
próxima (amigos, compañeros de trabajo, sacerdote)
e incluso en los ámbitos de uso más formales (banco,
ayuntamiento), salvo en los servicios de salud. El uso del euskera
está aumentando sensiblemente estos últimos años
en todos los ámbitos de uso analizados. Ahora bien, las personas
que se expresan habitualmente en euskera que son, en cifras absolutas,
cada vez más, son, porcentualmente, cada vez menos con respecto
al colectivo de euskaldunes pero, al mismo tiempo, cada vez más
con respecto a la población total, lo cual es consecuencia
directa del enorme incremento de bilingües cuya primera lengua
no es el euskera en nuestra sociedad.
En definitiva, el perfil del colectivo de los euskaldunes está
experimentando una transformación tan radical que las tradicionales
señas de identidad de dicho colectivo (euskaldunes son quienes
tienen el euskera como su primera lengua, lo saben hablar correctamente
y lo hablan habitualmente en su casa y / o con sus amigos) son cada
vez más difícilmente reconocibles (cada vez son menos
los euskaldunes cuya primera lengua es el euskera y cada vez más
los que no se expresan habitualmente en euskera). Así pues,
¿no estaremos a las puertas de un cambio de la norma social
imperante que hasta el presente ha garantizado, entre los euskaldunes,
un uso predominante del euskera en ámbitos de uso tales como
la familia o los amigos, en definitiva, una situación de
diglosia que ha posibilitado su pervivencia a lo largo del tiempo?
Por lo que respecta a los factores que condicionan el uso los análisis
efectuados a partir tanto de las encuestas sociolingüísticas
como de los censos, muestran claramente que son la densidad de euskaldunes
de la red de relaciones y la competencia lingüística
relativa en la primera y segunda lengua las que tienen una mayor
incidencia:
- Para garantizar un uso predominante del euskera en el hogar
se requiere que la densidad de euskaldunes, en el mismo, supere
el 80%.
- En el hogar, el uso de quienes tienen el euskera como primera
lengua es diez veces superior al de quienes son bilingües
de origen y más de veinte veces superior al de los neovascófonos.
Los mapas sintéticos de los municipios de la CAV, superiores
a los 10.000 habitantes, por barrios muestran que el avance del
euskera es un hecho, desde el punto de vista del incremento de la
densidad de euskaldunes en las redes de relaciones sociales, pero
muestran también que este incremento de la densidad, hoy
por hoy, es insuficiente y no llega al nivel umbral necesario para
garantizar un uso social más generalizado.
Para finalizar, vamos a presentar dos pinceladas acerca de la transmisión
familiar del euskera.
- El análisis comparado de las personas nacidas entre
1966 y 1970 con respecto a las nacidas entre 1986 y 1990 muestra
que entre sus padres hay una clara disminución de las
parejas en que ambos sabían euskera así como de
aquellas en que ninguna sabía euskera en favor de aquellas
otras en que sólo uno de los padres lo habla.
- La transmisión intergeneracional del euskera así
como la transmisión familiar del euskera presentan una
evolución muy positiva en también en este tipo
de parejas.
Conclusiones finales
En la CAV, se constata, un avance importante del euskera desde
el punto de vista demográfico (universalización del
bilingüísmo), geográfico (en especial en las
zonas urbanas) y funcional (progresivo aumento del uso y de la transmisión
familiar intergeneracional, incluso por parte de los padres neovascófonos)
que, además, no ha conllevado, en absoluto, un retroceso
del castellano sino de los monolingües castellanófonos.
En definitiva, las situaciones extremas, de uno y otro signo, retroceden
rápidamente para dar paso a las situaciones de integración
y mestizaje lingüístico y cultural. Ello es fruto del
gran apoyo social y de las medidas de acción positivas adoptadas
a favor del euskera a principios de los años 80.
Por el contrario, el avance del euskera es mucho menor en Navarra,
donde la política de promoción del euskera es posterior
en el tiempo y mucho menos intensa que en la CAV y, finalmente,
en el País Vasco Norte, la regresión del euskera es
ininterrumpida no estando, en absoluto, garantizada su transmisión
intergeneracional.
Hemos intentado presentar una panorámica de los estudios
sociolingüísticos de la Viceconsejería de Política
Lingüística y de los principales resultados. Para más
información no duden en ponerse en contacto con:
m-mateo@ej-gv.es
x-aizpurua@ej-gv.es
Dirección de Coordinación
Viceconsejería de Política Lingüística
Departamento de Cultura
Gobierno Vasco
Donostia-San Sebastián kalea 1
01010 Vitoria-Gasteiz
tel. 00 34 945 01 81 10
fax. 00 34 945 01 80 82
Anexo
Todos los que han sido publicados están también disponibles
en su formato electrónico en la siguiente dirección:
http://www.euskadi.net/euskara/cas30.htm
Relación de los últimos estudios en los que la
Viceconsejería de Política Lingüística
ha participado directamente:
Euskal Herriko III. Soziolinguistikazko Inkesta / IIIª Encuesta
sociolingüística de Euskal Herria. Vitoria-Gasteiz.
(2001).
Evaluación del impacto económico de las actividades
relacionadas con la promoción del euskera en la Comunidad
Autonoma del País Vasco. Vitoria-Gasteiz (2000).
IKEI. RECLUS, euskararen eredu prospektiboa / RECLUS, modelo prospectivo
del euskera (1998).
Nekane JAUSORO. Gazte-helduak. Hizkuntza-gaitasunetik erabilerara.
(1997). (Contrato firmado con el Departamento de Sociología
II de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitateko).
Evaluación del impacto económico de las actividades
relacionadas con la promoción del euskera en la Comunidad
Autonoma del País Vasco. Vitoria-Gasteiz (1997)
Euskal Herriko II. Soziolinguistikazko Inkesta 1996 / IIª
Encuesta sociolingüística de Euskal Herria (1996). Vitoria-Gasteiz.
(1999).
II Mapa Sociolingüístico / II. Soziolinguistikazko
Mapa. Vitoria-Gasteiz. (1997/1998/1999).
"La utilidad de las encuestas en el proceso de planificación
lingüística" (1998). El 5 de junio de 1998 Mr.
Padraig O'Riagain representando a The Linguistics Institute of Ireland
firmó el acuerdo nº 98-06-NOR-0074-00 con la Dirección
General XXII de Educación, Formación y Juventud de
la Comisión Europea para liderar este proyecto en el que
participó la Viceconsejería de Política Lingüística
del Gobierno Vasco.
"Planificación lingüística en el contexto
europeo" (1998). El 14 de abril de 1997 el Dr. Glyn Williams
en representación de la University College of North Wales
firmó el acuerdo nº 97-06-NOR-0040-00 con la Dirección
General XXII de Educación, Formación y Juventud de
la Comisión Europea para liderar este proyecto en el que
participó la Viceconsejería de Política Lingüística
del Gobierno Vasco (1998).
"Política a desarrollar para la conexión entre
la producción lingüística y el uso de la lengua"
(1997). El 25 de noviembre de 1996 Mr. Padraig O'Riagain representando
a The Linguistics Institute of Ireland firmó el acuerdo nº
96-06-AUT-0145-00 con la Dirección General XXII de Educación,
Formación y Juventud de la Comisión Europea para liderar
este proyecto en que participó la Viceconsejería de
Política Lingüística del Gobierno Vasco.
Euskal Herriko I. Soziolinguistikazko Inkesta (1991) / Iª
Encusta sociolingüística de Euskal Herria (1991). Vitoria-Gasteiz.
(1992).
Soziolinguistikazko Mapa. 1986. urteko erroldaren araberako Euskal
Autonomi elkarteko azterketa demolinguistikoa / Análisis
demolingüístico de la Comunidad Autónoma Vasca
derivado del Padrón de 1986. Vitoria-Gasteiz (1989).
Miren Mateo y Xabier Aizpurua
|