Marta Cárdenas acostumbra a pintar en el exterior,
en el monte o el campo, y confiesa sentirse "encantada"
con los paisajes de Euskal Herria y las gentes que los habitan.
Para esta donostiarra afincada en Madrid la pintura es una "forma
de entender lo que nos rodea, de disfrutar y de tratar de encontrar
la belleza de otra manera". A su vez, confiesa que a adquirir
esta capacidad le han ayudado, no tanto las exposiciones o los trabajos
acumulados, como la convivencia con gentes que se han interesado
por su arte. Mujer y artista, Cárdenas captura la realidad
cambiante a través de pinceladas y destellos de sorpresas
e improvisaciones. Ella es pintora porque no podía haber
sido otra cosa..
- Empecemos por
el principio, ¿Cómo entró en contacto con la
pintura y con el arte en general?
Creo que fue en los años 1958 y 1959; por aquel entonces
yo era una niña que estudiaba sexto de bachillerato en un
colegio de monjas de San Sebastián. Empecé a dibujar
y a pintar porque era algo que me encantaba, como todavía
no tenía óleos me bastaban las acuarelas. También
me gustaba mucho escribir, mi profesora de literatura era una Elvira
Gailurralde que mantenía una relación muy estrecha
con Luis Martín Santos y su grupo. Fue élla quien
me sugirió ir a la Asociación Artística, diciéndome
que allí se ofrecían conferencias muy interesantes
y clases de dibujo.
 |
"Nido de insectos"
Oleo sobre tabla, 1999.
Fotografía: Manuel Blanco |
- ¿Qué
tipo de ambiente se vivía por aquellos años en la
Asociación Artística?
En la Asociación Artística estaban Luis Martín
Santos y José Luis Munoa, ambos se encargaban de organizar
diversas actividades culturales. Estamos hablando de plena época
franquista, así que cualquier tipo de actividad, simplemente
por ser cultural, se consideraba sospechosa para el Régimen.
Las conferencias que se celebraban en aquellos años estaban
siempre controladas por policías y miembros del Gobierno
Civil.
 | |
Marta Cárdenas |
- ¿Recuerda alguna
anécdota en especial?
Una vez se celebró una conferencia sobre la Generación
del 98 realmente interesante, pero, según parece se dijo
algo "inaceptable" y el Régimen cerró la
Asociación. Dos o tres meses más tarde volvió
a abrir sus puertas, pero sólo estaba permitido dibujar,
prohibieron las conferencias. Así, en la sección de
dibujo nos dedicábamos a pintar, al natural, personajes que
nos encontrábamos en la calle. Lo lógico hubiera sido
hacer lo mismo con personas desnudas, pero esto, en aquellos años,
era algo inimaginable. Además, no creo que hubiera hombres
que permitieran posar a sus conocidos o familiares desnudos, eso
se consideraba algo terrorífico. Yo dibujaba con Gallego,
un artista que para mí fue un maestro estupendo. También
era increíblemente bueno Don Ascensio Martiarena: un pintor
de gran calidad que había vivido en París antes de
la Guerra Civil. Martiarena era un artista postimpresionista, pero,
por encima de todo, era un profesor increíble, entre sus
discípulos se encuentran nombres como el de Carlos Sanz,
Rafa Ruiz Balerdi o Laura Esteve. Martiarena se dedicaba principalmente
a enseñar dibujo y nos pedía que nuestros dibujos
tuvieran vida, tenía un concepto del dibujo muy poco académico.
|
 |
"Falsa Vidriera azul y roja"
Oleo sobre tabla, 1998
Fotografía: Manuel Blanco |
- También
tuvo ocasión de estudiar en la Escuela de Bellas Artes de
Madrid...
Sí, estudié en la Escuela de Bellas Artes de Madrid
durante seis años y allí tuve ocasión de conocer
obras y artistas pertenecientes al movimiento El Paso y a los integrantes
de la corriente catalana Dau al Set. En el año 1964, Juana
Mordó abrió una galería en Madrid y empezó
a exponer muchas obras del movimiento de Cataluña, pintores
del Grupo de Cuenca y arte de vanguardia de aquella época.
También daba oportunidad a artistas como Vicente Ameztoy,
que entonces contaría con diecisiete o dieciocho años.
Muchos artistas íbamos a la galería de Juana Mordó
como turistas encantados que se dirigen por primera vez a la Acrópolis.
Para nosotros era un lugar sagrado al que asistíamos realmente
emocionados. Bebíamos todo lo que allí había.
En aquellos años, y ya en Donostia, también tuve una
relación muy estrecha con Eduardo Chillida, Rafa Ruiz Balerdi,
Oteiza o Mendiburu.
 | |
Marta Cárdenas
Foto: Luz Jimenez |
- ¿Cómo
ve la evolución de la presencia femenina en el marco artístico
en general y en el la pintura en particular?
Me gustaría decir que en los años de la transición
hubo una especie de resurgir de la mujer artista pero creo que las
mujeres hemos estado igualmente presentes en el arte antes y después
de la dictadura franquista. En la actualidad, sin embargo, me estoy
dando cuenta de que cada vez hay una presencia mayor de mujeres
en el arte. Cuando voy a las exposiciones me doy cuenta de que hay
casi más pintoras que pintores, y me atrevería a decir
que en términos de calidad también predominan las
féminas. En la Escuela de Bellas Artes de Madrid había
muchas mujeres, pero estudiaban arte por unas razones no muy agradables.
Y es que, era muy difícil que los hombres que pertenecían
a una familia asentada estudiaran Bellas Artes, a la mayoría
les obligaban a ingresar en la Facultad de Ingeniería, o
en alguna carrera "más seria", como Arquitectura.
En cambio, las chicas bien asentadas que no sabían qué
hacer estudiaban pintura porque les parecía algo "muy
bonito".
|
 |
Sin título
Oleo sobre tabla.
Foto: Manuel Blanco |
- Háblenos
de su experiencia como profesora...
He tenido varias oportunidades de impartir clases y todas han sido
muy enriquecedoras. Entre otros, he dado clases en los institutos
de Zumarraga y Errenteria. Como en aquella época se empezaba
el Bachillerato a los once o doce años, mis alumnos rondaban
esa edad. Fue una experiencia fascinante porque los niños
de esa edad están abiertos a todo y captan cada uno de los
detalles que se les enseña, pintan de una manera muy fresca
y espontánea. Además, si en ese momento se les enseña
a observar lo natural y pintarlo, aprenden con gran facilidad y
empiezan a dibujar y a pintar con la misma calidad que puede hacerlo
otra persona en edades más avanzadas. También he impartido
cursillos en Arteleku, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid
y en Nicaragua.
- Expuso por primera
vez en 1970 y sigue participando en exposiciones, ¿cómo
es la sensación de mostrar la obra personal ante un público
desconocido?
Se trata de transmitir a los demás una forma de entender
lo que nos rodea, de disfrutar y de encontrar la belleza de otra
manera. Yo he asimilado esto, mucho mejor que en las exposiciones,
en convivencia con la gente de mi alrededor. Acostumbro a pintar
mucho al aire libre, en Euskadi pinto a menudo en el monte y la
gente de los caseríos se ha interesado mucho por mis cuadros.
En Goiatz, por ejemplo, tenía como vecina a una mujer llamada
Juli que tiene una forma muy especial de entender el arte. Además,
creo que conmigo ha desarrollado más esa aptitud y yo estoy
muy contenta. Esta riqueza la he adquirido, no tanto en las exposiciones
como a la larga, viéndome trabajar y progresar día
a día.
 | |
Marta Cárdenas |
- Ha mencionado
nombres como el de Vicente Ameztoy o Rafa Ruiz Balerdi, ¿qué
otros pintores le han influenciado?
Creo que se viven etapas diferentes de interés muy fuerte
por tipos de arte diferentes. Yo empecé interesándome
por Velázquez, más tarde llegaron Morandi, Monet y
la caligrafía oriental. Desde hace algunos años, sin
embargo, estoy muy interesada en el arte popular de pueblos del
Pacífico o La India. También me interesa mucho el
arte arcaico de nuestra cultura, el arte de Creta, el egipcio o
el mesopotámico.
- ¿Qué
opinión le merece la influencia que están teniendo
las nuevas tecnologías en el panorama artístico de
nuestros días?
Creo que existen dos aspectos que a pesar de ser paralelos son completamente
distintos. Me refiero a los medios modernos de difusión y
conocimiento o Internet como medio para difundir, y a los medios
modernos de producción o al ordenador como medio para pintar.
En lo que se refiere a Internet, he de reconocer que no me atrae,
probablemente porque a mí no me apetecería que empezaran
a copiar parte de mi obra. Si he expuesto mucho y la gente sabe
quién soy de verdad no me importaría, pero ahora no
me apetece demasiado. Internet como medio para conocer tampoco me
interesa porque lo que he llegado a conocer de otros pintores a
través de la Red no me satisface en absoluto. Creo que todo
lo que pueda reproducir un ordenador, que no esté hecho en
un ordenador, llega a convertirse en una catástrofe. Los
colores llegan de forma diferente y eso no me da una idea real de
lo que se me ofrece. Para mí el aspecto físico de
los cuadros y de la Pintura en general es imprescindible.
 |
Sin título, 2000
Oleo en barra sobre tabla |
- ¿Cómo
es un día de trabajo en la vida de Marta Cárdenas?
Depende. Acostumbro a pintar al aire libre pero ahora, por ejemplo,
estoy trabajando en mi estudio. Además, yo soy muy desigual;
hay épocas en las que pinto mucho y muy seguido, y temporadas
que dedico a talleres de grabado o gráfica en general. Me
gusta mucho salir al campo en Euskadi, relacionarme con la gente
de los caseríos y, de paso, practicar el euskara, algo que
me encanta.
 |
Marta Cárdenas
Foto: Enrique Orbegozo |
- ¿Cómo
sabe un artista cuál es su forma de expresión?
Cada artista la encuentra de una manera muy distinta. Yo la encontré
porque en mi familia la pintura ha estado siempre muy presente.
A mi padre le gustaba mucho dibujar y pintar y lo hacía muy
bien. En casa también había una pequeña colección
de obras de arte, todavía conservo un cuadro de Ricardo Baroja
que perteneció a mis padres. Pintar ha sido algo muy natural
en mi vida. Creo que el caso de cada artista es diferente.
 |
Sin título, 2001
Oleo en barra sobre tabla
Foto: Manuel Blanco |
- ¿Qué
proyectos tiene a corto plazo?
En estos momentos tengo en marcha tres exposiciones, en Madrid,
en San Sebastián y en Pamplona. Pinto igual, tenga exposiciones
a la vista o no. Voy pintando lo que mi cuerpo necesita, pinto lo
que el cuerpo me pide.
Marta
Cárdenas (Donostia, 1944)
Estudió en la Asociación
Artística de Donostia y en la Escuela de
Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Expuso
por primera vez de forma individual en el año
1970 en la Galería Huts de San Sebastián.
1969. Beca del Gobierno Francés
1980. Beca de la Fundación Juan March.
Madrid.
Expone, entre otras, en las Galerías de
Arte: Kreisier, Aele, Celini, Estampa y Soledad
Lorenzo en Madrid. El Pez, La Colchonería
y Galería Dieciséis en San Sebastián.
Palace en Granada. Gian Ferrari en Milán.
Carmen Durango en Valladolid. Fundación
Gulbenkian en Lisboa. Magda Belloti en Algeciras.
Sala Luzán en Zaragoza. Charpa y la Nave
en Valencia. Fernano Silió en Santander.
Obras en Museos y colecciones públicas
- Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Madrid.
- Fundación Juan March. Madrid.
- Biblioteca Nacional. Madrid.
- Museo Municipal. Madrid.
- Museo de Arte Moderno. Bilbao.
- Museo Provincial. Vitoria.
- Palacio de la Moncloa. Madrid.
- Museo de Arte e Historia. Durango.
|
|
|
Teresa Sala Fotografías: Manuel
Blanco, Luz Jimenez y Enrique Orbegozo.
-
Euskonews & Media 202. zbk (2003 / 03 / 07-14) |