Dicen que es el tema recurrente al que todos acudimos cuando
no sabemos de qué hablar con el vecino, pero la meteorología
no sólo es una ciencia de ascensor. Escuchen si no, un informativo
de radio, el locutor no comienza con los últimos datos sobre
la guerra de Irak, ni con la ralentización económica,
ni siquiera con el partido ganado por la Real Sociedad. "Muy
buenos días, en esta jornada soleada del mes...". Sí,
sí, la primera noticia es el tiempo que tenemos y el que
vamos a tener en las próximas horas, y es que a todos nos
interesa si va a llover, si vamos a poder ir a la playa, si los
planes del fin de semana se van a poder cumplir, si hay que poner
bufanda al niño, si podemos salir a faenar a la mar, si se
puede vendimiar, si se va a tener que suspender la inauguración
de no sé cuál carretera, si se han cerrado carreteras
por la nieve, si tenemos inundaciones... El tema que tratamos con
Aitor Egurrola, Director de Meteorología y Climatología
del Gobierno Vasco es de "prime time": el tiempo.
- ¿Desde
cuándo la administración vasca trabaja en el campo
de la meteorología?
En 1990 dentro del Departamento de Transportes y Obras Públicas
se creó el Servicio Vasco de Meteorología que dependía
de la Dirección de Aguas. Era un pequeño grupo de
gente que partió de cero. Empezaron a instalar las 90 estaciones
con las que hoy contamos.
- ¿Qué
datos aportan esas estaciones?
Tenemos tres tipos de estaciones. Las primeras son puramente metereológicas,
y nos aportan datos de precipitaciones, temperaturas, humedad relativa,
presión, radiación solar... Las segundas son las estaciones
de aforo que recogen, a parte de lo anteriormente apuntado, el caudal
de los ríos y la altura y la superficie de la lámina
de agua. En un tercer nivel, están las que añaden
a todo esto, la calidad del agua. De esta manera, tenemos información
de lo que ocurre al minuto, y podemos saber como influyen las precipitaciones
en las subidas y bajadas de los niveles de los ríos. Así,
sabemos cuánto tiene que llover, y de qué manera,
para que el nivel de un río llegue a una situación
de prealerta de inundación. Estudiamos el comportamiento
de las cuencas para poder avisar a SOS Deiak, y que ellos establezcan
sus dispositivos de emergencia a tiempo. Esto mismo es lo que hicimos
en las recientes inundaciones de Vitoria-Gasteiz, ya que en las
riberas del Zadorra se vivió una situación de emergencia.
- ¿Cómo
se eligen las ubicaciones de las estaciones?
Se busca la representatividad de una zona, bien sea por las lluvias,
los vientos o las temperaturas.
- Por cierto,
ya que hablamos de 90 diferentes puntos de la Comunidad Autónoma
Vasca, ¿dónde llueve más?
En la zona este de Gipuzkoa, Oiartzun, Lasarte-Oria..., en las cuencas
del Urumea y del Urola.
-
¿Cuáles son los objetivos inmediatos del Servicio
Vasco de Meteorología?
En cuanto a estaciones, seguir ampliando el número, porque
tenemos algunos puntos que están un poco cojos. Queremos
un Servicio Vasco de Meteorología que ofrezca información
las 24 horas del día, y los 365 días del año.
Además, será un servicio a disposición de cualquier
ciudadano, ya que estamos a punto de poner en funcionamiento en
internet previsiones metereológicas tanto de cada jornada
como de las siguientes 72 horas. Junto a dichas previsiones el internauta
tendrá información en tiempo real de las 90 estaciones
antes citadas.
- ¿Cómo
se encuentra esta materia a nivel competencial?
La competencia de climatología y Meteorología esta
recogida en el Estatuto de Gernika, pero no ha sido transferida.
Aun así, tal y como recoge el propio Estatuto, nosotros tenemos
pleno derecho para ejercer esa competencia, siempre y cuando respetemos
las del Estado. Este último, se reserva competencias de Meteorología
a nivel supraestatal. Sin embargo, nosotros podemos dar información
metereológica en nuestro país, con lo que tendremos
una serie de costes que los restaremos del cupo que pagamos al Estado.
No obstante, tengo que decir que las relaciones que se mantienen
con el Instituto Nacional de Meteorología son buenas. Es
más, recurren a nosotros cuando necesitan información,
al igual que nosotros recurrimos a ellos cuando la necesitamos.
- Al hilo de esto,
hasta hace unas fechas en la información del tiempo que emitía
Euskal Telebista aparecía en pantalla como fuente de información
el Ministerio de Medio Ambiente. ¿Había obligación
de hacerlo?
Euskal Telebista tenía que citar al Ministerio de Medio Ambiente
únicamente en las imágenes del Meteosat, porque utilizaba
una serie de imágenes que pertenecen al Instituto Nacional
de Meteorología, con lo que debía poner la fuente.
Si sobre esas imagen de satélite se realiza cualquier tipo
de manipulación, por ejemplo, convirtiéndola en una
imagen tridimensional, se puede eliminar la fuente, como hacen los
catalanes desde hace tiempo en TV3. A día de hoy, Euskal
Telebista también manipula dichas imágenes, por lo
que ha desaparecido la citación. No se puede tomar una fuente
directamente, y obviar quién es el dueño de la información.
Si se manipula esa información, se considera propia.
- ¿Qué
ganaremos los vascos con el Servicio Vasco de Meteorología?
Calidad en la información. La Meteorología aporta
dos tipos de información, por un lado, la previsión,
y por otro, lo que es más importante, el de la vigilancia.
El Instituto Nacional de Meteorología no tiene la infraestructura
adecuada para vigilar exhaustivamente el tiempo en el País
Vasco, nosotros sí, y de hecho, lo hacemos.
- ¿Y dónde
estará centralizado el Servicio Vasco de Meteorología?
Ahora esta en Lakua, en las dependencias del Gobierno Vasco. En
un futuro próximo probablemente seguirá en Vitoria-Gasteiz
o las cercanías, pero todavía esta sin concretar la
ubicación exacta.
-
¿Desde cuándo los seres humanos nos preocupamos por
la meteorología?
Desde que el hombre es sedentario y empieza a cultivar.
- ¿Y dónde
tienen su origen las isobaras, las borrascas o los anticiclones?
Siglos atrás. Ya en el Antiguo Egipto se observaba el tiempo
y su evolución. Intentaban prever cuándo se iban a
desbordar los ríos, porque en muchos casos les iba la vida
en ello.
- Usted decía
que el hombre se preocupa por el tiempo, cuando empieza a cultivar.
Hoy en día cultivan cuatro, pero la preocupación y
el interés por el tiempo va en aumento. De hecho, el espacio
con mayor audiencia en la televisión es la información
meteorológica.
A todo el mundo le gusta saber si mañana tiene que coger
el paragüas o lo puede dejar en casa. También es un
problema de stress, porque queremos tener todo perfectamente planificado.
Al fin y al cabo, se trata de organizar todo, desde nuestro tiempo
de ocio hasta nuestro trabajo. No que nos levantemos a la mañana,
y tengamos que improvisar sobre la marcha.
- Si solemos decir
que todos los aficionados al fútbol parecen entrenadores,
del tiempo podemos decir que todos somos meteorólogos.
Sí, por ejemplo, el pasado verano. En agosto prácticamente
no vimos el sol, y tuvimos más días nublados que los
de costumbre. Sin embargo, en el resto de parámetros meteorológicos
no fue un verano anormal. La temperatura media fue similar, quizás
un poco más baja que otros años, las precipitaciones
estuvieron por debajo de la media... La gente se olvida pronto de
lo pasado, con lo que afirmaciones como: "Ha sido el peor verano"
o "este invierno ha nevado más que nunca" se repiten
una y otra vez. Y si el año que viene no nieva, ya se estará
hablando otra vez de cambio climático.
- ¿Quién
es su hombre o mujer del tiempo preferida?
A pesar de que se le conoce como el hombre de las temporas, Peio
Zabala. Sin embargo, es un gran meteorólogo, además
de un formidable comunicador. Explica muy bien el funcionamiento
de las borrascas y los anticiclones, y es una persona de trato fácil
que expone las cosas de forma sencilla.
Por otra parte, en nombre del Servicio Vasco de Meteorología,
me gustaría agredecerle públicamente el apoyo que
nos ha brindado, incluso ofreciendo el Santuario de Aranzazu como
ubicación para una futura estación.
- ¿Usted
cree en las témporas?
Soy bastante escéptico. Escucho lo que marcan las témporas,
pero no creo en ellas.
- Y una previsión
metereológica, ¿cuándo deja de ser fiable?
Según apunta la comunidad científica, a partir de
las 72 horas empieza a perder validez.
- ¿Es complicado
informar sobre el tiempo de Euskal Herrias?
Muy complicado, porque en seis horas puede cambiar radicalmente.
Si en una capa alta de la atmósfera entra una cuña
fría o caliente, echa por tierra todas las previsiones, las
tuyas y las de todo el mundo. Junto a esto, la propia orografía
del país, con numerosos valles, complica aún más
las cosas. Tenemos cuatro climas en una superficie reducida como
es la nuestra: el atlántico, el mediterráneo, otro
de transición y el de alta montaña en algunas zonas
de Iparralde y el Pirineo navarro.
- ¿Cuál
es el imprevisto meteorológico que más debemos temer?
El mayor quebradero de cabeza que tenemos es la cantidad de valles
que existen por estos lares. Son valles pequeños, encajonados,
con muchos ríos... Entonces, a nada que llueva de forma intensa
o continuada, tenemos inundaciones, algo que no ocurre en Francia
o Castilla, porque allí los ríos son mucho más
anchos, más caudalosos... Aquí las inundaciones son
de dos tipos: las de invierno y las de verano. Son de características
diferentes, las de verano intensas, y las de invierno moderadas
pero persistentes, por ejemplo, cuando durante una semana no para
de llover. Las inundaciones se repiten de forma cíclica,
y no parece importarnos, porque seguimos poblando las vegas de inundaciones
de todos los ríos.
- ¿Y qué
debemos creernos del cambio climático?
El cambio climático se produce todos los días. Desde
el principio de los tiempos hemos ido pasando de glaciaciones a
periodos interglaciares, en sucesión, glaciación-periodo
interglaciar, glaciación-periodo interglaciar, y así,
sucesivamente. Ahora estamos en un periodo interglaciar que durará
miles de años. A partir del siglo XIX parecía que
entrábamos en una etapa fría, pero el siglo XX nos
trajo una fase de ralentización, es decir, parecía
que se calentaba el planeta otra vez. Con ello, aparecieron las
diferentes teorías que afirmaban que estábamos sometiendo
al planeta a un cambio climático. Al respecto, no tenemos
datos fiables. En las décadas de los 70 y 80, algunos científicos
afirmaban que en dos décadas gran parte de las costas iban
a estar inundadas. El argumento no era otro que el recalentamiento
terrestre que iba a fundir las masas polares, y como podemos ver,
dicha teoría no se ha cumplido. Intentar dar una fecha exacta
en climatología y acertar, es todo una odisea.
- Con los datos
en la mano usted no apunta a un cambio climático. ¿Y
qué me dice de las nevadas de antaño? Entonces sí
que nevaba.
Es un tema del que se habla mucho. Nuestros abuelos vivían
en zonas rurales, y entonces no existían grandes núcleos
de población. ¿Qué quiero decir con esto? Las
nevadas de este año, sobre todo en Álava, también
ha sido copiosas. Durante días hemos visto nieve en los alrededores
de Vitoria-Gasteiz, pero en el casco urbano se derritió en
un día, a lo sumo en dos. Las capitales de hoy en día
son microclimas donde siempre tenemos dos o tres grados más
de temperatura, la nieve desaparece mucho antes... Los coches, las
calefacciones o los propios edificios han alterado las condiciones
climatológicas de los inviernos.
- Pero todos los
días estamos escuchando que peligra el futuro del planeta
por el agujero de la capa de ozono.
Existe, pero no se puede afirmar que el agujero de la capa de ozono
este creciendo. Hace dos años la comunidad científica
se llevó una sorpresa al ver que el agujero lejos de crecer,
había disminuido prácticamente a la mitad. Las observaciones
que manejamos de la capa de ozono son desde que ha comenzado la
carrera espacial, por lo que no son prolongadas en el tiempo, con
lo que tampoco son fidedignas. Se necesitan series más largas,
para poder ver la evolución de los últimos 30 años.
De momento sólo se puede afirmar que hay años en los
que el agujero es más grande, y otros más pequeño,
pero no va en aumento progresivo.
- Pero todos los
días estamos escuchando que peligra el futuro del planeta
por el agujero de la capa de ozono.
Existe, pero no se puede afirmar que el agujero de la capa de ozono
este creciendo. Hace dos años la comunidad científica
se llevó una sorpresa al ver que el agujero lejos de crecer,
había disminuido prácticamente a la mitad. Las observaciones
que manejamos de la capa de ozono son desde que ha comenzado la
carrera espacial, por lo que no son prolongadas en el tiempo, con
lo que tampoco son fidedignas. Se necesitan series más largas,
para poder ver la evolución de los últimos 30 años.
De momento sólo se puede afirmar que hay años en los
que el agujero es más grande, y otros más pequeño,
pero no va en aumento progresivo.
- Terminamos,
pero antes díganos, ¿qué verano vamos a tener?
¡Si lo supiera...!
Aitor
Egurrola
Aitor Egurrola nació en Gernika
hace 33 años. Entre su experiencia laboral
destaca su paso por la Agencia Espacial Europea.
En Holanda Egurrola trabajó con satélites,
observando la tierra e investigando la metereología,
experiencia que luego le ha abierto las puertas
de la Administración vasca. A pesar de
que su trabajo no le deja mucho margen de maniobra,
siempre encuentra unas horas para sus amigos y
el frontón, para la familia y su hijo,
aunque este último, de cuatro meses, le
ha obligado a aparcar otra de sus pasiones, el
monte. |
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Ismael Diaz de Mendibil
Fotografías: Ismael Diaz de Mendibil
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Euskonews & Media 204. zbk (2003 / 03 / 21-28) |