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Frantxis
Lopez Landatxe Director del centro cultural Koldo Mitxelena |
"Los usuarios de la
biblioteca y los visitantes se han adueñado del Koldo Mitxelena; el
centro de cultura es hoy de su propiedad"
Teresa
Sala
Jatorrizko bertsioa euskaraz
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lugar donde obtener la más variada información, un espacio donde
disfrutar del arte, un centro donde deleitarse con la literatura, un ámbito
donde trabar amistades. El Centro cultural donostiarra Koldo Mitxelena es
todo eso y más. En los diez años de vida que acaba de cumplir,
este referente cultural de Gipuzkoa ha recibido siete millones de visitas,
reunido a 118.000 espectadores y alcanzado un total de 60.101 socios. Las
palabras del director del centro, Frantxis Lopez Landatxe, derrochan optimismo
al repasar la próspera andadura. Sostiene que la clave de su éxito
no reside sino en la excelente acogida por parte de los ciudadanos, cuyos
múltiples intereses ha tratado de satisfacer.
¿Se imaginaban hace diez que el KM iba a tener semejante acogida?
En todo este tiempo que llevamos trabajando, la respuesta de la gente ha sido muy positiva. La acogida que le han hecho al centro cultural ha sido muy superior a la que en un principio pensamos. Según nuestros cálculos, el primer año llegaríamos a tener 5.000 socios, cuando resulta que alcanzamos esa cifra en el primer mes de andadura. Puede que la razón de obtener semejante respuesta se deba al hecho de haber empezado desde cero. Es como cuando un pequeño municipio recibe la visita de un circo y todos los habitantes acuden a verlo; hemos tenido una acogida así de fabulosa. Lo cierto es que los usuarios de la biblioteca y los visitantes se han adueñado del Koldo Mitxelena; el centro cultural es hoy de su propiedad. Quizás porque en su momento fuimos pioneros. Lo que sí puedo asegurar es que, gracias a la intensa labor que realizamos desde el principio, hemos cubierto todas nuestras expectativas.
El Arte Contemporáneo no resulta fácil de asimilar, y, sin embargo, ustedes siempre le han prestado un espacio en su Sala de Exposiciones.
Para cuando se fundó el centro cultural Koldo Mitxelena, la Diputación Foral disponía de Arteleku y concedía becas para la creación artística. Incluso existía una política de creación que ofrecía oportunidades laborales y espacios de trabajo a los artistas de Bellas Artes y de Artes Visuales. Lo que faltaba era un centro donde poder visualizar, disfrutar, entender y leer el arte, y fue precisamente esa ausencia la que nos llevó a abrir una sala de exposiciones en los bajos del centro. En ese aspecto estoy muy contento por haber cumplido los objetivos que nos marcamos. Hemos organizado cincuenta exposiciones en los bajos, y otras tantas en la Ganbara o desván; más de cien en total. Quizás en la Ganbara adoptamos una visión más amplia, más ecléctica, porque combinamos el arte, la literatura y distintos tipos de evento.
Además,
siempre han prestado una atención especial a los artistas de casa.
Es difícil alcanzar un equilibrio. Desde el primer momento hemos de abrir las puertas de la Ganbara a todos los artistas, tanto a los de casa como a los foráneos. Queremos dar cabida no sólo a los movimientos artísticos y autores internacionales, sino también a las corrientes que van surgiendo en el seno de la cultura vasca. En la Sala de Exposiciones, donde, entre otros vascos que han participado, podemos destacar a Goenaga, Txomin Badiola o Esther Ferrer, albergamos exhibiciones de mayor envergadura. También en las exposiciones colectivas hemos procurado asegurar la presencia de los artistas autóctonos.
El Salón de Actos, por su parte, ha sido escenario de un sinfín de actividades.
El Salón de Actos es un espacio abierto al público. En este sentido, así como otras salas suelen estar destinadas a presentar los productos de la casa, nosotros ofrecemos nuestro espacio gratuitamente, y son los propios ciudadanos quienes promueven y se responsabilizan de buena parte de las actividades que se desarrollan en nuestras dependencias. Aunque en cierto modo intentamos mantener nuestra propia programación, siempre damos cabida a iniciativas de distinta índole o procedencia. La clara y manifiesta pluralidad que presenta la programación ha sido, sin duda, un factor determinante a la hora de recibir una respuesta social tan fantástica. Además, conscientes de que los ciudadanos tienen intereses distintos, siempre hemos procurado confeccionar una programación variada y ajustada a sus necesidades.
En otro orden de cosas, hay que destacar la apuesta del centro cultural Koldo Mitxelena por las Nuevas Tecnologías.
Está claro que las Nuevas Tecnologías suponen un reto, pero, al mismo tiempo, hay que saber enfrentarse a ellas. Es tal su evolución, que tenemos que valernos de todos los medios posibles, lo cual no resulta nada fácil. No sólo se trata de subir al tren de las Nuevas Tecnologías, sino, además, de crear y desarrollar nuevos contenidos y de poner estas Tecnologías al servicio de los usuarios, para que puedan obtener la información que precisen a la mayor brevedad posible y en las mejores condiciones. Por otra parte, es tal la cantidad de información que se encuentra en la Red, que debería ser clasificada. En mi opinión, este centro de cultura se desarrollará básicamente en dos direcciones: por una parte, como centro físico para que la gente trabe amistades o disfrute de los conciertos, tertulias o conferencias en las debidas condiciones; y, por otra parte, considero tremendamente importante crear una biblioteca sin paredes, para lo cual necesariamente tendremos que disponer de más medios que los actuales. Uno de nuestros objetivos respecto a todo el territorio guipuzcoano consiste en difundir, a través de las Nuevas Tecnologías, todos nuestros fondos, productos digitales y servicios.
¿Cómo
se imagina Frantxis Lopez Landatxe el KM y la sociedad dentro de diez años?
De cara al futuro, creo que en todo momento deberíamos hacer lo posible por ofrecer una programación de calidad. En mi opinión, tendremos que incidir en los medios personales y en las relaciones con los usuarios, para que la gente disponga pueda obtener desde casa toda clase de información que precise. Me imagino que para entonces trabajaremos en redes, con lo cual todo el mundo tendrá nuestros productos a su alcance. Seremos más plurales, dispondremos de otro tipo de medios, y ofreceremos la información en varias lenguas. Dentro de diez años el mundo ofrecerá mayores comodidades y la gran apuesta residirá en los contenidos. El futuro, en buena parte, está en manos de los ciudadanos.
Frantxis
Lopez Landatxe
Frantxis Lopez Landatxe estudió Filosofía en Barcelona, y durante
varios años ejerció como profesor en la Ikastola Orereta de
Rentería. Hace aproximadamente veinte años empezó a trabajar
en la Diputación Foral de Gipuzkoa, donde llegó a ser director
del Servicio para la Promoción y Desarrollo de la Cultura. El mismo
año en que se fundaba el centro cultural Koldo Mitxelena fue designado
responsable de la Sala de Exposiciones, en 1994 se hizo cargo de los trabajos
de coordinación, y en diciembre de aquel mismo año fue nombrado
director del Centro cultural.
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