1227ko martxoaren 2an, Teobaldo I Champañakoak Gaztelako Blanca ezaguntzen du, nork guztiz liluratuta uzten duen
Iturria: Arrese, Pedro. “Efemérides de Navarra” eta Auñamendi
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Teobaldo. |
Hil osteko semea, Teobaldo, bere amaren babespean bizi izan zen, Nafarroako Blanca. Blancak, Sancho Indartsuaren arrebak, Teobaldo eta Margaritaren arteko ezkontza antolatu zuen, baina andregaia ez zenez agertu, Gertrudis Metz eta Dapburg kondesarekin atondu zen ezteia, alarguna eta 24 urtekoa zen. 1227ko martxoaren 2a ez zuen behin ere ez ahaztuko Teobaldok, Gaztelako Blanca ezagutu baitzuen, Frantziako erregina alarguna. Bere edertasun eta liraintasunak Teobaldo erabat maitemindu zuen, ez zen beste ezertan aritzeko gai, ezta ere errealitatea eta fikzioa alderatzeko. Hain handia zen bere tristura, ze bere lagunek bertsoak eta musika sortzea gomendatu zioten. Serioski hartu zuen aholkua, bere garaiko konposizio politenen egilea bihurtu zelarik, Dante bere miresle izateraino. Blancari Frantziako erreinua gobernatzea egokitu zitzaion, bere eginkizunean adorea eta eraginkortasuna erakutsiz. Teobaldo baino hamar urte zaharragoa zen eta hamaika seme-alaba zituen. Gaur egun oraindik ez dakigu elkar maitatu ote ziren.
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| Teobaldoren testamentu ezkutua. |
Alfredo Landa Areta, actor, nace en Pamplona-Iruñea el 3 de marzo de 1933
Fuente: Enciclopedia Auñamendi
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Alfredo Landa Areta. |
Al trasladarse su familia a Donostia-San Sebastián estudió allí el Bachiller y comenzó la carrera de Derecho pero pronto se percató que su vocación era la de actor. Junto con los hermanos Aróstegui fundó el TEU de Donostia, comenzando su pasión por las tablas. En 1958 se trasladó a Madrid donde fijó su residencia, destacándose en el teatro y el cine. En 1964 el Círculo de Bellas Artes le otorga una minerva de plata. Interviene en el cine desde 1966. Ha intervenido en más de ochenta largos, setenta como protagonista. A los cuarenta y cuatro años se decidió a estudiar Filosofía y Letras llegando a su tesina que tiene como tema «La j en el euskera». En 1984 le fue otorgado el premio internacional en el Festival de Cannes por su actuación en el filme Los santos inocentes, de Mario Camús, sobre la novela de Miguel Delibes, pero asegura Alfredo Landa que el mayor galardón que ha recibido en toda su vida ha sido el «Tambor de oro» de San Sebastián en enero de 1985. Sus principales interpretaciones han sido: 1962: Atraco a las tres, de Forqué; 1963: El verdugo, de Berlanga; 1964: La niña de luto, de Summers; 1965: Ninette y un señor de Murcia, de Fernán Gómez; De cuerpo presente, de Ezeiza; 1967: No somos de piedra, de Summers; 1969: El alma se serena, de Sáenz de Heredia; 1970: No desearás al vecino del quinto, de Fernández; 197l: Aunque la hormona se vista de seda, de Escrivá; 1972: París bien vale una moza, de Lazaga; 1974: Cuando el cuerno suena, de Delgado; 1975: Los pecados de una chica casi decente, de Ozores; 1976: El puente, de Bardem. 1979: Las verdes praderas, de Garci; Paco el seguro, de Haudepin; 1980: El canto de la cigarra, de Forqué; El poderoso influjo de la luna, de Del Real; 1981: El crack, de Garci; 1982: La próxima estación, de Mercero; 1983: El crack, II, de Garci; 1984: Los santos inocentes, de Camús; 1985: La vaquilla, de Berlanga.
Louis Colas, arqueólogo, nació en Argentan (Normandía), el 4 de marzo de 1869
Fuente: Enciclopedia Auñamendi
Sus primeros estudios los realizó en Rouen, de donde pasó a París. A los 18 años entró en la Ecole de Cluny. Su primera experiencia como profesor la tuvo en el liceo de Chartres, donde permaneció un año. En octubre de 1892, cuando sólo contaba 23 años, comienza su tarea educativa en el liceo de Baiona, donde hermanará el espíritu vasco y el normando. Animado por el historiador Camille Jullian se mete de lleno en la investigación de las lápidas funerarias del País Vasco. Esta labor meticulosa, que le obliga a recorrer gran número de cementerios, debe interrumpirla con el estallido de la primera guerra mundial. Durante el conflicto bélico fue movilizado y prestó sus servicios, primero como guarda de comunicaciones y, posteriormente, en el servicio topográfico del frente. Su labor investigadora en torno a las tumbas vascas dará el primer fruto en 1923 con la publicación de La Tombe Basque. La muerte le sorprendió en Baiona el 27 de febrero de 1929, cuando proyectaba publicar un complemento de dicha obra, para lo cual había acumulado bastante material. Era colaborador asiduo de la revista «Gure Herria» y se destacó también como conferenciante.
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