La problemática del
Daño Cerebral adquirido: respuestas asistenciales en la C.A.V. ofrecidas
desde el Hospital Aita Menni
Iñigo Urrutikoetxea y Nerea Lertxundi, neuropsicólogos del Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni www.aita-menni.org
La sociedad se enfrenta desde hace varias décadas a un nuevo reto sanitario y social: ofrecer respuestas sanitarias y socio-sanitarias a las personas afectadas por lesiones cerebrales y a sus familias. En este artículo trataremos de dar unas pinceladas que permitan entender este problema y describir brevemente las respuestas que viene desarrollando el Hospital Aita Menni de Mondragón, pionero en el Estado, en el abordaje interdisciplinar de esta nueva “epidemia”.
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El cerebro es el órgano más complejo y peor entendido de nuestro cuerpo. Sus funciones están poco definidas pero sabemos que incluyen funciones vitales (como la respiración y el ritmo cardíaco), el control motor, funciones psíquicas (como la memoria y el razonamiento), la vivencia y la expresión de nuestras emociones y conductas. Casi ningún aspecto de la fisiología humana escapa a su influencia: nuestro equilibrio hormonal depende del correcto funcionamiento de pequeños sensores y glándulas cerebrales, nuestros apetitos biológicos son regulados a nivel cerebral y hasta nuestra creatividad tiene su asiento en este órgano de algo más de un kilogramo de peso.
Por lo tanto, las consecuencias de las lesiones cerebrales derivadas de patología cerebral (traumatismos cráneo-encefálicos, accidentes cerebrales vasculares, tumores cerebrales, infecciones, etc.) pueden provocar desde la pérdida de la vida hasta la presencia de importantes dificultades en las diversas áreas de nuestro funcionamiento:
- Alteraciones de la comunicación (disartria, afasia, mutismo, etc.),
- Déficit en las funciones intelectuales (amnesia, déficit atencional, pérdida de las capacidades de razonamiento, resolución de problemas, etc.),
- Problemas en la movilidad (hemiplejías, temblores, ataxias, etc.),
- Trastornos emocionales (depresión, euforia, etc.) y de la conducta (apatía, irritabilidad, agresividad, infantilismo, desinhibición, etc.),
- Afectaciones sensoriales (dificultades de visión y audición, pérdida de olfato, etc.)
El conjunto de estos déficit provoca, en la mayoría de los lesionados cerebrales, la disminución de su autonomía tanto para ejecutar las actividades de la vida diaria simples: asearse, comer, vestirse, etc. como para ejecutar las actividades de mayor complejidad: desplazarse por la ciudad, cocinar, controlar la economía doméstica, reincorporarse a su trabajo, etc.
Respecto a los datos epidemiológicos, en España, según un estudio de FEDACE (Federación española de Daño Cerebral), se producen anualmente 100.000 nuevos casos de afectados por lesiones cerebrales.
El
Hospital Aita Menni de Mondragón, perteneciente a
la Congregación de las Hermanas Hospitalarias
del Sagrado Corazón de Jesús, y con más de cien años
de antigüedad, ha sido pionero en el Estado Español en la generación
de dispositivos de atención, específica e interdisciplinar,
a las diferentes necesidades que presentan estos pacientes y sus familiares.
En el breve, pero intenso, plazo de 12 años ha puesto en marcha en
nuestra Comunidad Autónoma los siguientes servicios:
· Unidad de Hospitalización. La Unidad de hospitalización, ubicada en la casa madre en Mondragón, tiene 19 camas y atiende a pacientes con daño cerebral severo. La gran mayoría son personas jóvenes que han sufrido accidentes de tráfico si bien son cada vez más numerosos los casos de personas que han sufrido tumores cerebrales, infecciones intra-craneales y, especialmente accidentes cerebro-vasculares. En esta misma Unidad de Mondragón se atiende también en formato ambulatorio a pacientes cuya situación no hace necesario el ingreso de los mismos.
· Centro de Neurorehabilitación ambulatorio. Situado en el centro de Bilbao atiende a aquellos pacientes que han pasado por la Unidad de Hospitalización y que han mejorado lo suficiente como para continuar la rehabilitación de forma ambulatoria, y a otros que directamente acuden a rehabilitación en una o varias de las áreas en que se oferta.
· Centros de Día. Algunos de los pacientes atendidos presentan, al final del proceso rehabilitador, secuelas que les incapacitan para una plena inserción social y laboral. Este grupo de personas conlleva habitualmente una elevada carga para los familiares y demanda dispositivos socio-sanitarios que permitan a los usuarios estructurar sus tiempos y actividades, incrementar sus cotas de autonomía, desarrollar aspectos ocupacionales y lúdicos, favorecer las relaciones sociales, etc.
Tanto colaborando con Centros de la Diputación de Vizcaya (Centro de Día de Bekoetxe, en Deusto, con una capacidad de 35 plazas) como gestionando Centros de Día especializados en Daño Cerebral concertados con la Diputación de Guipúzcoa (Centro de Día de Daño Cerebral de San Sebastián, con una capacidad de 20 plazas) se han iniciado en los dos últimos años proyectos que intentan abordar esta problemática.
· Asistencia domiciliaria. La detección de un numeroso grupo de personas afectadas que, por diferentes razones, no puede desplazarse a un Centro de Rehabilitación nos ha llevado recientemente a ofrecer un nuevo formato de asistencia: logopedas, fisioterapeutas, psicólogos y terapeutas ocupacionales se desplazan al domicilio del paciente y allí realizan la sesión de rehabilitación o mantenimiento. Esta modalidad se ha implantado en las tres capitales de la Comunidad Autónoma (Bilbao, San Sebastián, Vitoria).
Para atender los dispositivos señalados, el Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni cuenta con un Equipo multidisciplinar conformado por:
- médicos (neuropsiquiatra, neurólogo, m. rehabilitador),
- neuropsicólogos,
- fisioterapeutas,
- logopedas,
- terapeutas ocupacionales,
- trabajadora social,
- enfermeras,
- auxiliares,
- administrativos, etc.
En paralelo a la labor asistencial se potencian aspectos de divulgación, investigación, formación de profesionales especializados en la atención de este tipo de pacientes y docencia.
Más allá de nuestra Comunidad, siguiendo el modelo desarrollado en Mondragón, y gracias a la importante implantación de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias en otras ciudades del Estado se han generado dispositivos similares en Madrid, Valladolid, Valencia y Santander. El proyecto de una red de Centros de daño cerebral con dispositivos que atiendan a las diversas necesidades y fases que presentan estas personas está así tomando forma.
