Las Juntas Generales de Gipuzkoa en el futuro. La conexión con EuropaEscuchar artículo - Artikulua entzun

Javier Retegui Ayastuy
Jatorrizko bertsioa euskaraz

1.- INTRODUCCIÓN
2.- CAMBIOS REVOLUCIONARIOS.- CAMBIO DE SISTEMA
3.- CONFORMACIÓN EUROPEA.- DINAMISMO REGIONAL
4.- GESTIÓN Y COMPETITIVIDAD REGIONAL-TRANSFORMACIÓN ORGANIZACIONAL
5.- COMETIDO DE LAS JUNTAS GENERALES.- VISIÓN DE FUTURO
6.- RESUMEN Y COMENTARIOS FINALES

 

1.- INTRODUCCIÓN

Con motivo de la celebración del 25 aniversario de la restauración de las Juntas Generales de Gipuzkoa me pidieron que hiciera una reflexión sobre el futuro de las Juntas Generales y su conexión con Europa. El texto que se presenta a continuación recoge la parte esencial de mi intervención que se produjo en el acto académico celebrado en Mondragón con dicho motivo, ante las Juntas Generales, el día 22 de Abril del 2004.

Antes de nada, es preciso señalar que la tarea encomendada no es nada sencilla, pues el futuro es incierto e in impredecible, pero la elaboración de los trabajos realizados por la Diputación Foral de Gipuzkoa en el marco de “Gipuzkoa 2020”, permiten realizar unas serie de reflexiones que pueden ser útiles.

Es preciso señalar la diferencia entre adivinar el futuro y la prospectiva. Según se recoge en el documento G-2020, “la prospectiva no consiste en predecir el futuro y desvelarlo como si fuera algo prefabricado. Trata de ayudarnos a construirlo. Es una actitud ante el futuro más que un programa de acción”.

No se trata pues de profetizar, sino de fijar actitudes y sentar las bases para afrontar el futuro.

Durante los últimos tres años la D.F.G. ha venido trabajando en las reflexiones sobre Gipuzkoa 2020 con participación de más de 300 personas de variados ámbitos y competencias. Inicialmente se realizaron una serie de trabajos previos que culminaron con la elección de cinco “áreas de reflexión o retos”: Sociedad civil, gobernanza, educación, territorio y actividad económica. Para cada una de esas áreas de reflexión se convocaron un equipo de entre 15 a 30 personas que fueron definiendo y elaborando, de forma sistemática, los factores clave y, a partir de ellos, los miniescenarios.

Reunidos los trabajos anteriores se fueron combinando para ir definiendo posibles futuros que culminaron con la elaboración de cuatro escenarios:

Gipuzkoa encogida, Gipuzkoa a remolque, Gipuzkoa paradójica, y Gipuzkoa innovadora. Estos escenarios indican que el futuro de Gipuzkoa puede presentar alternativas bien diferenciadas y que todas ellas son posibles, dependiendo su consecución de las actitudes y decisiones que se adopten hoy en día.

Este trabajo es un buen soporte para enfocar el futuro y en las líneas que se presentan a continuación se tienen en cuenta , no solo sus conclusiones, sino la rica contribución de las aportaciones previas y las opiniones vertidas en su elaboración. Parte de esas contribuciones se recogen en esta charla de forma explícita citando la procedencia y otras se resumen en el texto sin citar la fuente.

Para poder desarrollar esta reflexión, a continuación trataré de los siguientes temas:

- Sociedad en cambio revolucionario. Trata de situarnos ante un momento de ruptura que condiciona todo el análisis posterior. Es muy diferente situarnos ante una sociedad estable o una sociedad en mutación profunda.

- Conformación de Europa.- Dinamismo regional. Nos sitúa ante un cambio del concepto de soberanía y el resurgimiento del dinamismo regional. Europa cambia profundamente y con él el concepto de estado y de región.

- Gestión y Competitividad regional.- Transformación organizacional. Señala las condiciones para abordar un proceso integrado de gestión de una región. ¿Cómo se articula y gestiona la competitividad regional?.

- Cometido de las Juntas Generales .- Visión de futuro. Situa a las Juntas Generales en el cometido de asumir el liderazgo futuro.

- Comentarios finales.

- Mis comentarios están soportados por el conjunto del material elaborado en el ejercicio de prospectiva: Gipuzkoa 2020 (INDICE)

2.- CAMBIOS REVOLUCIONARIOS.- CAMBIO DE SISTEMA

Es diferente enfocar el futuro ante la disyuntiva de encontrarnos en un periodo de evolución progresiva o en cambios revolucionarios. En este contexto se define como revolución a un proceso de cambio brusco de estructuras que trae como consecuencia una profunda modificación del sistema económico (“revolución económica”) y a una mutación o transformación social y de sus valores imperantes (“revolución social o revolución moral”).

Debo señalar que nos encontramos ante un verdadero cambio revolucionario que va a modificar sustancialmente nuestra forma de vida y nuestras organizaciones.

El cambio revolucionario viene provocado por la alteración profunda y simultánea de algunas de las estructuras esenciales del sistema. Son los motores o factores del cambio que, por conocidos, no me voy a extender en su definición, limitándome solo a su enunciado:

- Globalización.- Mercados, personas e ideas, ubicación de la actividad económica, etc.

- Sociedad de la Información y el conocimiento. De la “igualdad de oportunidades” a la “socialización del saber. Decíamos en un viejo slogan: “Saber es poder”.- “Socializando el saber se democratiza el poder”. La generalización en el acceso al conocimiento, produce una auténtica revolución en la gestión de las organizaciones.

- Cambios en el ámbito educativo. Conocimientos, competencias y valores. Participación activa en el proceso de aprendizaje. Formación permanente. Apertura al conocimiento universal.

- Igualdad de género. Incorporación de la mujer al trabajo remunerado. Progresiva eliminación de los roles por género. (Profundo cambio cultural).

- Cambios demográficos. Pirámide de edades, migraciones, cambio de la estructura familiar, pluralidad sociocultural.

- Revolución científico-técnica.- Ciencias de la vida, nanotecnologías, etc.

- Desarrollo sostenible.- Económico-energético, social, medioambiental

- Unión Europea.- Conformación de un nuevo concepto de estado. Ampliación hacia países del Este; Consecuencias importantes.

Se entiende por sistema a un conjunto coherente de estructuras, donde la modificación brusca de una estructura, supone la adaptación del sistema.- La modificación simultánea de un importante conjunto de estructuras, viene a provocar un cambio revolucionario del sistema. Estamos abocados a un cambio de sistema, desconocido e impredecible. (Una organización de prospectiva europea decía hace 5 años: “en los próximos 10 años, se va a producir en Europa la mayor transformación de su historia realizada en tiempos de paz”).

No se puede contemplar el futuro como extrapolación del pasado. Los cambios revolucionarios obligan a un profundo cambio en nuestras organizaciones. Nada es igual en el futuro.

Un primer paso para encarar el futuro es situarnos ante este panorama de ruptura y de cambio de sistema.

Nos encontramos en una situación de TRANSITO donde el futuro ya no es extrapolación del pasado. Es el resultado de una mutación profunda de sus estructuras básicas que darán lugar a un nuevo SISTEMA DINAMICO, NO LINEAL.

La IMPREDECIBILIDAD es una constante a tener en cuenta, lo que nos imposibilita controlar el futuro.

Las características de estos tiempos son: El cambio, la complejidad y la inseguridad lo que nos debe llevar a vivir en la incertidumbre.

¿Asumimos realmente que nos encontramos en una situación en la que se resquebrajan los cimientos de nuestra sociedad tradicional o, más bien, lo decimos de palabra ignorando sus consecuencias?.

Cualquier sociedad consciente y responsable debe posicionarse, con talante abierto y actitud innovadora e imaginativa, ante la nueva era que nos corresponde afrontar.

Esta es una primera constatación. (INDICE)

3.- CONFORMACIÓN EUROPEA.- DINAMISMO REGIONAL

El fenómeno de la globalización genera profundos cambios en los mecanismos de poder hasta hace muy poco centrados en los estados. Se produce una pérdida de influencia de poder, tanto en la gestión externa de los estados como en los aspectos internos:

- Aspectos como: el deterioro del medio ambiente, el cambio climático, las TIC, migraciones, terrorismo, flujos financieros, se escapan del control de cada estado. Fluyen abiertamente por el mundo sin control de los estados

- También en el aspecto interno se producen fenómenos de resurgimiento de solidaridades identitarias y de mecanismos de cooperación para la competitividad, emergiendo con fuerza el fenómeno regional. La identidad regional y la conformación de su voluntad de desarrollo es un fenómeno creciente.

También desde la vertiente de las identidades culturales, se está produciendo un claro desdoblamiento entre la asunción e implantación de una “cultura global uniformizante” y la intensificación y búsqueda de raices de “identidades o culturas arraigadas en valores y tradiciones propias”.

Progresivamente la explosión que se ha producido en el ámbito de la información, va generando un modelo cultural universalizado que penetra en la sociedad. Por el contrario, la sociedad actual reacciona ante esta cultura foránea, buscando e intensificando su propia identidad con raíces culturales propias que generan sentimientos de solidaridades identitarias.

Este proceso global adquiere rasgos más precisos en la Unión Europea donde se está produciendo una profunda modificación estructural.

Los estados ceden competencias básicas a las instituciones comunitarias:

Se trata de pérdida de autonomía en ámbitos de actuación hasta ahora distintivos de un estado. Son procesos impensables, de cesión de soberanías, hasta hace muy pocos años.

Se va creando una creciente interdependencia en el ámbito político, aunque todavía existen divergencias notables en temas internacionales, como en la guerra de Irak.

Paralelamente se van consolidando regiones con voz y personalidad propia que emergen en el panorama competitivo internacional generando solidaridades identitarias de fuerte arraigo. Estas regiones van asumiendo crecientes competencias que les permiten desarrollar un gran dinamismo empresarial y social. Un fenómeno a estudiar es la forma de articulación de ese dinamismo regional. El concepto de soberanía en su sentido clásico de: indivisible, ilimitada, exclusiva y perpetua, va dando paso a un nuevo concepto de soberanías compartidas con poderes distribuidos entre: organismos supraestatales, estatales y regionales, basadas en la COOPERACIÓN, que rompen con el concepto de las soberanías excluyentes del “ordeno y mando”.

“Omnis potestas est a Deo”.- “Éste lo delega en el estado soberano o en el Jefe del Estado” (Criterios mantenidos en tiempos de la Dictadura).

La propia configuración de la Unión Europea carece de un órgano que ejerza la autoridad suprema y donde las decisiones son fruto de la negociación entre los estados y entre distintos estamentos comunitarios.

Se está perfilando un nuevo modelo de organización política (Constitución Europea) que va a concretar el proceso dinámico del ejercicio de soberanías compartidas. Emergen nuevas formas de poder político.

No cabe duda que estamos ante profundos cambios en las concepciones seculares del estado y donde las regiones y las organizaciones supraestatales van asumiendo un nuevo protagonismo identitario y de desarrollo que les obligan a posicionarse ante las alternativas que se presentan. Necesariamente tenemos que concebir el futuro bajo la fórmula de soberanías compartidas y de fórmulas de cooperación.

Euskal Herria es una clara región europea y dentro de ella, Gipuzkoa, es un territorio con características diferenciadas y con una gran capacidad de adaptarse a una sociedad emergente. Gipuzkoa tiene mucho que aportar debido a sus características peculiares:

Las Juntas Generales de Gipuzkoa adquieren una gran responsabilidad y protagonismo en la evolución de nuestro territorio participando en la elección de alternativas y en el impulso necesario. En este nuevo contexto europeo, el futuro va a depender, en gran medida, de nuestro propio impulso innovador y no tanto de los condicionantes externos.

Podemos resumirlo señalando que estamos ante un nuevo escenario en el que la región se convierte en sujeto protagonista. (INDICE)

4.- GESTIÓN Y COMPETITIVIDAD REGIONAL-TRANSFORMACIÓN ORGANIZACIONAL

Pero ¿Cómo se genera un impulso integrado e innovador de una región? ¿Cómo se gestiona una región contando con entidades atomizadas y dispersas? ¿Cuál es el papel de las Juntas Generales para generar la competitividad regional?

Citando textualmente un párrafo de un magnífico trabajo de Gurutz Jaúregi:

“El futuro de Gipuzkoa no se halla tanto en la política entendida en su sentido clásico (obtención del máximo poder político) sino en su capacidad para adecuarse a la nueva sociedad emergente y a las nuevas formas de poder político también emergentes. Dicho en otros términos, es preciso sustituir la idea clásica de obtener poder político a toda costa (aberrigintza), por la idea de construir país (herrigintza).

En su trabajo matiza la palabra “sustituir” para señalar que no se trata de abandonar al proceso de institucionalización política y que trate incluso de intensificarse, pero añade que las instituciones políticas no constituyen sino una herramienta muy importante para el desarrollo del tejido social de Gipuzkoa.

Planteándonos el futuro de Gipuzkoa, el verdadero reto está en desarrollorar adecuadamente el concepto de Construir País, “herrigintza”,que además genera importante modificaciones en la forma de concebir y hacer política. El devenir de nuestro Pueblo depende en gran medida del acierto en abordar esta nueva faceta que, si bien, tenemos ejemplos externos aplicados en otras regiones, debe desarrollarse con formas y modelos propios adaptados a nuestras realidades.

El problema de construir país en una sociedad en profunda mutación, depende en gran parte de las actitudes que se adopten por parte de sus componentes.

Ante los cambios sociales que se están produciendo se puede reaccionar de forma distintas:

Una sociedad madura y consciente tiene una única alternativa, la de dirigir el cambio, si no quiere quedar relegada en el concierto internacional. Los profundos cambios que se están produciendo pueden suponer una magnífica oportunidad para superar nuestros atávicos desequilibrios y problemas, conduciéndonos a una sociedad avanzada, justa y solidaria. Pero el hecho de dirigir y gestionar el cambio, requiere abordar el tema de los procesos de gestión, y la búsqueda de la competitividad regional, tarea en gran medida inédita y que requiere modificar nuestras formas de hacer política. Es preciso tener en cuenta que toda transformación social, para que sea verdadera debe contemplar dos aspectos complementarios:

La gestión y la búsqueda de competitividad de un territorio o región no es tarea sencilla pues debe hacer participar a múltiples actores de organizaciones muy diferenciadas tanto públicas como privadas y requiere el establecimiento de lazos o redes de colaboración público-privada. Contemplando las experiencias de otras regiones podemos ver formas muy diversas de organización y colaboración, en función de la distribución de sus propias fuerzas y liderazgos.

Las características básicas para la gestión territorial avanzada serían:

a) Definición de escenarios o modelos de referencia.-
Debemos ir perfilando progresivamente, los escenarios que se presentan y los modelos a los que queremos aproximarnos. Deben ser ambiciosos e ilusionantes.

b) Orientar voluntades.- Participación.-
La tarea de construir país y el gran reto al que nos enfrentamos debe producir consensos básicos entre las fuerzas políticas y también con los principales agentes económicos de la sociedad civil. La colaboración público-privada es esencial para que toda la sociedad participe de un proyecto capaz de orientar convergentemente las voluntades.

c) Orientar voluntades.- Participación.-
Los valores esenciales de una sociedad futura, libre, justa, solidaria, sostenible, plural, etc.. pueden perfectamente ser asumidos por el conjunto de las fuerzas políticas y ser un referente para la sociedad civil. (Transformación moral).

d) Generar liderazgos.-
Se trata de múltiples liderazgos que comparten proyectos esenciales comunes y que son capaces de movilizar a personas e instituciones a modificar sus posiciones conservadoras para colaborar en la tarea común.

e) Gestión continuada a largo plazo.-
Conscientes de los escenarios cambiantes y con búsqueda continua de consensos y complicidades, superando las políticas cortoplacistas (cuatro años) habituales en los procesos políticos.

La nueva sociedad a la que nos vamos adentrando requiere también la profunda transformación de las organizaciones, que basadas en el viejo esquema de “poder definitivo” y “contribución ordenada” del resto de la organización se va transformando en el concepto de “organización en red” donde se busca la participación ilusionada de todos los miembros, generando círculos de organización multipolar.

La nueva sociedad del conocimiento requiere un nuevo modelo de organización adaptada a las características de sus componentes, personas formadas e informadas, que se mueven por razonamientos y por emociones aportando su inteligencia y capacidad de trabajo.

En toda transformación las estructuras más difíciles de cambiar son las “estructuras mentales” y las organizaciones que a lo largo de décadas o siglos han acuñado unos modos de funcionamiento, necesitan una modificación profunda que a su vez ofrece profundas resistencias.

Todo cambio es doloroso y genera agravios y disfunciones importantes para colectivos que cómodamente asentados en estructuras estables, se ven obligados a iniciar procesos innovadores en un medio incierto e inseguro.

Es preciso ser consciente que la nueva sociedad a la que estamos abocados, va a generar este tipo de procesos y que tan importante como construir un nuevo modelo, es establecer el proceso de cambio y de desregulación de los viejos modelos.

Todo cambio de sistema genera una crisis en las estructuras anteriores que pueden tener dos formas distintas de manifestarse:

Cuando se conocen los objetivos que se pretenden, se aunan voluntades para afrontarlos y se programa con tiempo su proceso evolutivo (Crisis proactiva), es más digerible y aceptable la crisis que cuando viene impuesta traumáticamente por acontecimientos externos.

Todo este cambio social proactivo es impensable, si no existe un consenso o acuerdo amplio previo y un modelo de gestión territorial de liderazgos compartidos. (Hay estructuras de muy difícil cambio y que exigen ámplios consensos para su modificación).

El problema básico es generar liderazgos, fiables, con autoridad moral y capaces de hacer converger a las voluntades dispersas.

En la asunción y puesta en marcha de un modelo para el desarrollo de Gipuzkoa, esta en juego y depende su porvenir, teniendo en cuenta en esta tarea que: “la validez de Gipuzkoa como entidad política diferenciada vendrá determinada por su capacidad de mantener un poder político, no excluyente sino incluyente, un poder en el que la regla de oro sea el estrechamiento de relaciones y en su caso, la compartición de poderes y competencias con otros entidades u órganos políticos” (Gurutz Jauregi). (INDICE)

5.- COMETIDO DE LAS JUNTAS GENERALES.- VISIÓN DE FUTURO

Gipuzkoa constituye un territorio equilibrado y homogéneo con dimensión y cultura adecuadas para compartir proyectos innovadores de desarrollo futuro.

En la evolución de las organizaciones, el mercado y sus leyes tiene una influencia extraordinaria. Las entidades económicas (empresas) se ven obligadas a evolucionar y cambiar si quieren permanecer en el mercado.

(tiranía de la cuenta de explotación). Sin embargo, existen otra serie de organizaciones sociales, no económicas, donde no existen las imperiosas leyes del mercado y que pueden permanecer inalterables durante largos períodos de tiempo, convirtiéndose en organizaciones anacrónicas.(lastre para la competitividad).

La competitividad de una región o de un País depende en gran medida de la “equipotencialidad competitiva”, es decir, de que todas las organizaciones y estructuras del país estén en la misma onda competitiva.

Para poder conseguir este objetivo no se puede confiar en el equilibrio generado por las unidades aisladas que operan en un mercado libre (actitud pasiva), sino en el análisis y visión integrada de la competitividad y del desarrollo social equilibrado.-( actitud proactiva). Es necesario generar una dinámica propia de los cambios estructurales.

Las Juntas Generales son el órgano donde se configura la voluntad política de los Gipuzkoanos. Es una entidad esencial para estudiar y analizar los escenarios prospectivos, compartir visiones, valores y modelos sociales, buscar los mecanismos de integración y participación de la sociedad civil e impulsar los cambios estructurales de las organizaciones actuales.

Las Juntas Generales necesitan ampliar sus cometidos tradicionales para afrontar el futuro con la visión de “Construir país”.

En este mundo en cambio profundo, no podemos pensar que estamos en una sociedad sólidamente construida, cuando se están resquebrajando sus cimientos. “No podemos estar sacando brillo al cuarto de máquinas de un barco que se hunde”. Es preciso actuar con prontitud en el rediseño y construcción de una sociedad competitiva en el mercado global y que contenga los valores de justicia y solidaridad que deseamos.- (Transformación económica y transformación social).

Las conductas y modos operativos políticos para realizar esta nueva función son diferentes de los actuales: búsqueda de consensos y acuerdos de futuro, visión a largo plazo (20 años), integración de la sociedad civil, afrontar problemas espinosos de profundos cambios estructurales,...en definitiva; constituirse en el eje directriz y motor de transformación de Gipuzkoa, en este proceso de cambios.

A los actuales cometidos de: desarrollo normativo, control del ejecutivo, nombramientos,...etc., debería añadirse el cometido de “análisis del futuro y generación de liderazgos compartidos”. Sería deseable que las Juntas Generales constituyeran una específica “COMISION DE FUTURO” que actuara con los nuevos conceptos y modos operativos señalados, lejos de la confrontación política cortoplacista, buscando consensos y complicidades de la sociedad civil y generando liderazgos para afrontar proyectos compartidos. Sería una especie de “Oasis”, donde el análisis y el debate sereno, sustituyeran a la crispación tradicional del debate político que funcionaría en paralelo con el resto de las actividades tradicionales de las Juntas Generales.

La tarea a desarrollar por esta comisión de futuro sería bastante clara:

- Analizar y pronunciarse sobre el trabajo avanzado en el marco de “Gipuzkoa 2020”

- Estudiar modelos mundiales de gestión integrada de territorios, (Combinación de fuerzas políticas y de la sociedad civil)

- Diseño inicial de nuestro propio modelo de funcionamiento.

- Definición de los aspectos clave sobre los que debe pronunciarse y tomar posiciones. (Educación, Territorio, Gobernanza, Sociedad Civil, Actividad Económica, ....etc).

- Promover y compartir liderazgos. (Especialmente con la sociedad civil).

- Establecimiento de pactos o alianzas con entidades equivalentes externas que ayuden a nuestro desarrollo.

Esta Comisión, fundamentalmente deliberante, sería el pivote de conexión de las Juntas Generales con la sociedad Civil y en estrecha relación con el Ejecutivo de la Diputación, para afrontar los retos del futuro. Se podría ir convirtiendo en el corazón de un amplio movimiento que se articula en múltiples acciones de diferentes liderazgos pero que respondan a una visión político-social, integrada. (INDICE)

6.- RESUMEN Y COMENTARIOS FINALES

En el contexto en el que se desenvuelve la actual política gipuzkoana, hablar de reflexión en común a largo plazo conectando con la atomizada “sociedad civil” puede sonar a utopía.

“No poco o casi todo lo realizado por el esfuerzo humano, consciente y responsable, ha sido en una primera instancia un bello ideal y nada más” (Arizmendiarrieta).

“El movimiento cooperativo fue posible porque no sabíamos que era irrealizable”. (Un cooperativista).

“Si no hubiera luna habría que inventarla” porque la utopía de llegar a la luna supuso movilizar esfuerzos técnicos impresionantes que han supuesto un gran avance para la sociedad.

El futuro de las Juntas Generales puede estar condicionado por las actitudes que se adopten en estos momentos y por la forma en que se afronten los profundos cambios estructurales a los que estamos sometidos.

El replanteamiento profundo de nuestro devenir es una condición indispensables que incide en el futuro de la organización y sobre todo en el desarrollo y bienestar de Gipuzkoa.

Es preciso idear escenarios nuevos, capaces de ilusionar y movilizar voluntades en su consecución, superando el grave problema de la violencia y la violación de elementales derechos humanos.

La política entendida como “construir país” debe ser realizada en estrecha relación con entidades y personas de la sociedad civil. La tarea es urgente.

“Hoy en día la revolución se llama participación”. (Arizmendiarrieta). (INDICE)

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2004/06/18-25